c i n c o
Ya habían pasado 6 meses desde que llegué a España. Pasé las vacaciones en la mansión de Inglaterra que tiene mi padre y también unas pocas semanas en España donde fui a la playa con Castiel y su animado y muy tierno perro llamado Demonio. Aunque no se podría decir que tierno pero sí muy cariñoso.
Para volver a clases, no de muy buena gana, me coloqué unos jeans estilo militar color naranja y una camisa de manga corta con capota de color negro con rojo pinte unos cuantos rayos morados en mi cabello castaño y salí de mi casa a las siete de la mañana, llegué temprano sorpresivamente, ya que iba a paso de tortuga. Me reuní con todas mis amigas y amigos hablamos por un rato hasta que sonó la campana. Nos dirigimos rápidamente hacia el aula, pude notar que varios alumnos nuevos estaban afuera del aula esperando a que el profesor los dejara pasar para presentarse.
Me senté en el mismo puesto de siempre junto a la ventana el último de la fila justo antes de Castiel y Lysandro. Aunque hicimos un pequeño cambio decidí que junto a mí no se sentara nadie y Rosalya se haría en otro puesto donde tenía otro asiento libre, esto con el fin de conocer personas nuevas que llegasen a nuestro curso, porque somos muy solidarias y chismosas.
El señor Farres entró al aula y gritó en su momento silencio para que todos nos acomodáramos en nuestros lugares y le prestaremos atención, todos obedecimos y miramos fijamente hacia los alumnos que iban ingresando al aula.
— Buenos días alumnos, este año tenemos cinco estudiantes nuevos, son muchos que se integran a la clase. Espero que no tengamos inconvenientes con ellos, en este momento se van a presentar solamente cuatro, otro llegará más tarde o quizás mañana, voy a dejar que se presenten —el señor farres se acomodó en su escritorio dejando que los alumnos pasaran al frente .
El primero en presentarse fue un chico de cabello azul y ojos violetas que se me hacía familiar de algún lado pero no podía recordar de dónde. Él mostró una gigantesca sonrisa antes de hablar.
— ¡Hola a todos! Mi nombre es Alexy, me gusta mucho la música y salir de compras de vez en cuando. Espero llevarme muy bien con todos ustedes.
Vaya, que agradable... Y guapo. Jumh, no dormiré si no recuerdo de dónde nos conocemos.
El segundo en tomar la palabra fue un chico pelinegro con los ojos azul brillante.
Sospechoso.
— Hola soy Armin me gustan los videojuegos y ver anime y... ya.
Este es un poco más corto al hablar y lo dijo casi susurrando, la siguiente fue una chica alta de pelo ondulado marrón con visos rojizos tenía las mejillas un poco rojas
— Hola Mi nombre es María Paula Vengo desde América ya que trasladaron a mi padre que es militar aquí a España, espero que nos llevemos muy bien. Lo que me gusta más en la vida es la música y pasar un rato agradable con mis amigos.
Nunca olvidaría esa cara era una de mis amigas cuando vivía en América solamente que ella aún no me había reconocido ya que yo estaba con mi capota puesta y mirando hacia la ventana, haciéndome la desinteresada.
Toda una bad girl sí que sí.
La verdad que creo que ni siquiera los que estaban al frente que ya me conocían podían ver mi rostro.
La siguiente en presentarse fue una chica morena con pelo de color azabache un poco largo
— Hola, mi nombre es Danna y algunos me dicen que soy un poco loca pero la verdad es que me gusta divertirme y vivir siempre al máximo. Espero llevarme bien con todos
Como iba a olvidarla ella también era mi amiga cuando vivía en América la verdad me pregunto qué es lo que hace aquí ya que sus padres trabajaban allá en algo muy ¿Estable? No sabría cómo decirlo, bueno de pronto luego se lo pregunte cuando me reconozca, o tal vez cuando le diga que soy yo, no sé la sorpresa que se van a llevar al ver todo lo que he cambiado.
El señor Farres les dijo en donde sentarse. A Alexy le indicó a lado de Rosalya, a Armin le pidió que se sentara justo al lado mío, a Danna junto a la tímida de Violeta y a María Paula junto a Kim.
El desconocido que ahora no será más porque ya sé su nombre de ángel digo, Armin se sentó a mi lado y sacó su videojuego, empezó a jugar, la verdad ni siquiera vi que trajera una mochila con cuadernos y libros lo cual me extrañó porque, está en una escuela, ¿no?
Yo saqué un libro extra que tenía mi maleta, y que además lo tenía que devolver porque lo tengo allí desde que no encontraba el mío, y lo puse en frente de él en la página que nos ha indicado el profesor.
— Por lo menos podrías disimular, ¿no? —dije entre dientes, haciéndome la concentrada en mi libro.
Él me miro impresionado, cosa que no entendí.
— ¿Quieres jugar?
La verdad si quería pero cuando lo miré a los ojos para aceptar, me sentí algo mareada, en verdad era un color hermoso. Unas pequeñas molestias se hicieron paso en mi barriga —lo que creo que es hambre— e instintivamente mis mejillas se colorearon de rojo.
Cuando volví en si, porque estoy bien mensa, puede ver a Armin haciéndome señas para que regresara al mundo real, yo simplemente asentí con mi cabeza y él me paso su videojuego, para mi desgracia él profesor se dio cuenta.
— ¿Señorita Suarez qué cree que está haciendo?
— Nada profe, solo aquí socializando.
Excusas vergas.
Pude escuchar algunas risas, mientras que el profesor se distrajo tratando de callar a todos, Armin guardó su videojuego y agarro el libro con agilidad.
— ¿Puedo saber de que estaban hablando ta importante como para interrumpirme?
— Estaba simplemente prestando el libro Armin para que se guiará el la lectura que usted nos indicó señor, es mi deber como compañera solidaria.
Antes era la chismosa y ahora la lambona, jaj.
El Señor Farres al ver el libro en manos de Armin simplemente ignoró todo y siguió con la clase.
Cuando por fin sonó la campana para salir al receso agarre todas mis cosas y las puse rápidamente en mi mochila: la laptop, mi tablet, mi celular, mis cascos, mis audífonos de sobra, en fin todo lo que tenía y como se pudo notarla mayoría eran aparatos electrónicos, no digo que sean de marca y ¡oh dios! Me gasté una millonada, no; cuando ya tenía empacado todo Rosalya se me acerco a hablarme
— Alexy es un chico muy genial, ¿Cómo te fue a ti?
— Al parecer le caigo bien —susurré para que mi compañero de puesto no se diera cuenta, es decir, si vas a rajar de los nuevos por lo menos salte del salón o algo, mi Rosa rosa tan maravillosa.
— Eso me parece muy bien —dijo mostrando una sonrisa picara— Oye voy a ir con Alexy en la tarde a comprar ropa a las tiendas, ¿querrías acompañarnos?
— No, yo así estoy bien, además necesito hablar con alguien.
Y que mi cartera no da más, está toda deshidratada la pobre.
Cuando salí no pude visualizar ni a Paula ni a Danna, debe ser que ya se han ido, lastima, quería sorprenderlas. Estaba dispuesta a irme cuando sentí que unas manos me taparon los ojos, quería patear en las pelotas a el que se estaba atreviendo a tocar mi carita.
— Pista.
— Galleta.
— ¡Oh por Yato! ¡Volviste!
Nota antigua:
Hola mis zenzsuales y zukulentas patatas kawaii
(。・ω・。)
He aquí un capitulo, en él que por fin a parece él protagonista de la historia. Intentare hacer mas puntos de vista para que no siempre sea del personaje principal.
Cualquier comentario es bien recibido.
Las kielo muxo
Bye
Nota:
omg me pongo a leer sus comentarios y en verdad se pasan de vergas. me he reído un montón esTO ME TRAE TANTOS RECUERDOS AYUDAAAAAA
fin de la bitácora me voy a chillar.
Editado. 04/11/18
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top