Mi nombre es Alise Lovell. Soy una mujer hermosa, pura y perfecta, a la vez soy una aventurera y capitana de la familia Astraea.

Me gusta mucho visitar los lugares altos, quisiera poder un día ir a lo más alto de Babel y contemplar toda la ciudad de Orario con plenitud.

Mi trabajo es mantener la paz en Orario, repeliendo toda injusticia y ayudando a quienes lo necesitan colaborando con la familia Ganesha entre otras familias para esa meta.

El día de hoy, desperté temprano como era usual. Fui a desayunar con el resto de mi familia y me separé de ellas para empezar mis labores de cada día. Mi trabajo de hoy seria ser de vigía en la entrada suroeste de Orario.

Al llegar empezó mi labor, checando a los visitantes que desearan entrar para asegurarme que no trajeran nada que pusiera en riesgo la vida de los habitantes de la ciudad.

Ya era medio día, y el sol era mucho más intenso por esta hora. Seguía con lo mismo de siempre, hasta que alguien de la fila llamo mi atención.

Se trataba de un hombre que aparentaba tener catorce años, su cabello era blanco y desordenado, ojos rojos y piel blanca. Debo de admitir que es muy lindo, y parecido a un conejo.

Seguí atendiendo a los de la familia hasta que llegó el turno de aquel chico.

-H-hola. –

Me saludo tímidamente el chico. Sus mejillas se ruborizaron levemente.

-Hola, conejo. –

- ¿Eh? –

-Ah, no es nada. Bien, ¿cuál es tu nombre?

-Bell Cranel.

-De acuerdo, Bell. Déjame ver tus bolsillos y lo que traes contigo. –

-Bien.

-Primero, imita esta misma posición.

Dije, mientras extendía mis brazos hacia los lados a la altura de mis hombros. En ese momento, Bell hizo lo que pedí.

Busque en sus bolsillos y la mochila que llevaba consigo, asegurándome que no hubiera nada peligroso. Al terminar de inspeccionar le devolví su mochila y le solicité que bajara los brazos.

-Bien, Bell. Bienvenido a Orario.

Él sonrió feliz y asintió.

-Antes de que te vayas, quiero preguntarte una cosa.

- ¿De qué se trata?

- ¿Qué quieres lograr en Orario? ¿Buscas fama? ¿Buscas dinero?

-Nada de eso...Lo que yo quiero ser es...

De repente, su rostro, sus mejillas y orejas se ruborizaron.

- ¿Qué es?

-H...oe

- ¿Qué has dicho? No te he oído bien.

Acerque más mi rostro para escuchar más claramente. Su sonrojo se extendió por todo su rostro, pude escuchar su respiración debido a nuestra cercanía, y entonces...

- ¡Yo quiero ser un héroe!

Me aleje de el debido al repentino grito, pero luego de procesarlo mejor. Confundida pregunte:

-¿Un héroe?

-Si...

...

Vamos, Alise. No te rías, no te rías.

-¡Pff! JAJAJAJAJAJA

Al final no pude contener mi risa.

-Lo siento, lo siento. No pude evitarlo.

Le dije mientras trataba de recuperar mi respiración, colocando mi mano encima de su hombro.

-Ah, sí, no hay problema.

El chico además de avergonzado parecia un poco triste.

- Lo siento, chico. Solo que me sorprende que sigas con un sueño de niños, pero seguramente tienes una buena razon para eso, ¿verdad? Aunque suena hipócrita decirlo, pienso que tienes un gran sueño, siempre mira con la frente en alto a pesar de las situaciones difíciles.

En un instante, Bell recupero sus ánimos y sonrió.

- ¡Si!

- ¡Entonces ve!

Golpe su espalda suavemente, y al instante siguiente. El corrió hacia adelante.

Después de verlo alejarse cada vez más, seguí con mi trabajo.

Alch lo hice medio mimido, le echare ganitas al primer capitulo