Una lágrima se deslizó por el rostro del peli-azul.

Su bebé...

No se esperaba esto de él.

De cualquier persona si pero nunca de él.

¿Cuándo habrá empezado esto?

¿Por qué no lo supo hasta ahora?

— Taehyung —  dijo un sorprendido Yoongi.

Todo el ambiente se encontraba en un revoltijo de sentimientos.

— ¿Qué está pasando aquí? — susurro Tae con la voz ronca. — Explícame esto Min Yoongi porque no sé si creerle a mis ojos.

— No es lo que parece — dijo Yoongi mientras mira a Taehyung y volteaba a ver a Jungkook.

— ¡¿Cómo no va a ser lo que parece Yoongi?! — exclamó mientras se limpiaba sus lágrimas de cocodrilo. — Tu, mi bebé hermoso. — un sonido que se podía comparar con un sollozo salió de la boca de Tae — mi bebé... mi bebé por fin tiene un amigo.

Yoongi rodó los ojos.

— Por eso te digo que no es lo que parece.

— Oye, pensé que teníamos algo especial — dijo un indignado Jungkook.

— Solo me invitaste nachos, no te creas la gran cosa.

— Pero somos compañeros de tu proyecto. —  Kook intento que al menos Yoongi dijera que eran algo.

— Supongo — dijo para meterse un nacho a la boca. — Tae bebé, ¿Quieres?

El de voz ronca se acercó a los dos engendros que estaban tirados en el suelo.

— Yoon, me asusté mucho. — el puchero que hizo casi hace que Yoongi grite como fan obsesionada. — Hasta tuve que huir del señor-Katy-conserje-Perry.

A Yoongi se le cayó el nacho que iba hacia su boca.

— No mames — dijo lentamente — es hora de fuga la tortuga, Taehyung. — se levantó de donde estaba con cuidado de no tirar sus nachos. — Tu también Jungkook, yo Min-Genial-Yoongi nunca abandono un soldado.

A Jungkook le brillaron los ojitos como cuando la escritora mira vídeos de sus coreanos.

Un estruendo hizo que los tres soltaran gritos de nenazas.

— ¡Ya llegó sus lodo puercas! — grito Hoseok entrando al Salón.

Cuando se acercó a los que parecían a ver visto a Madona con tanga, si, sus cara era de horror absoluto.

Lo primero que hizo fue alborotar el cabello al rubio.

— ¡Imbécil, mi cabello idiota!

— Sabía que Tae te iba a encontrar, es mejor que el FBI.

— Por el haría lo que sea.

— Asco tu comentario amigo —  susurro Jungkook.

Por suerte nadie lo escuchó o eso pensó.

Ahora todo parecía estar en orden, por fin había un poco de calma entre estos.

O eso era lo que parecía hasta que se escuchó Roar de Katy Perry por el pasillo y todos se pusieron pálidos, Yoongi se puso más pálido de lo normal y empezó a meterse sus nachos a la boca en señal de ansiedad.

Hoseok casi se desmaya pero Jungkook lo agarró y le soltó dos cachetadas como novela mexicana para que reaccionará.

Taehyung fue el más inteligente y corrió a ponerle seguro a la puerta.

Después de unos segundos el traqueteo de la chapa de la puerta se hoyo por el salón.

Todos se preguntaban lo mismo.

¿Cómo iban a salir de ahí sin ver al señor-Katy-conserje-Perry?

(...)

— ¡Más rápido Yoongi!- dijo un acelerado peli azul — ¡Dale tío!

— Ahre, se te salió lo español — dijo Yoongi que bajaba por una cuerda estilo teibolera que estaba por la ventana del salón de castigo.

— ¡¡¡Apúrate wey!!! — Taehyung tenía agarrada la cuerda para que su oxigenado no se callera. — ¡Puta, ¿Qué comes?!

— Ahora es mexicano, quien lo entiende, ¡Ya voy, no mames! — cuando ya estaba llegando al suelo se soltó de la cuerda y cayó dramáticamente mientras Hobi le ponía música dramática de la rosa de Guadalupe. — ¡Ya llegue mi pitudo! ¡Lánzate!

¿No era pitufo?

Ignoren eso.

Habían tenido la brillante idea de salir por la ventana para evitar futuros traumas.

Psicológicos obviamente, nunca pensaron en los fisiológicos.

Da la situación que Taehyung era el último en bajar y nadie le iba a sostener la cuerda, lo único que quedaba era que Jungkook, Hoseok, y Yoongi lo atraparan. Pero Jungkook no tenía la menor intención de atraparlo, Yoongi no tenía la fuerza suficiente para sostenerlo, la única opción que quedaba era que Hoseok lo intentará atrapar.

— ¡Debes de estar loco!, ¡Está muy alto!

— ¡créeme, es mejor que un trauma como el que te expondrás si sigues ahí!

Yoongi creía que a veces su hermoso y precioso novio era de lento aprendizaje. Es que no lo entendía, ¿Por qué le tenía que decir que estaba alto cuando el mismo lo había comprobado y se le frunció el culo?

Negó con la cabeza mientras se colocaba las manos en la cintura.

— Jungkook. — llamo el más pálido de todos.

— ¿Si mi am... amistad nueva? — dijo Kook con nerviosismo la última parte.

Si me preguntan creó que él no iba a decir eso.

Yoon lo miró con cara de póquer para después hablar.

— bueno quiero pedirte un favor pero sin que te pases de listo. ¿Entendiste?

— ¿De qué me estás hablando?— dijo casi cerrando por completo sus ojos.

— Quiero que atrapes a el amor de mi vida que está teniendo una crisis nerviosa. Pero no quiero que andes de mano suelta. Con atrapar me refiero a agarrarlo no a otra cosa.

— ¿Por qué tengo que salvar a tu escoria?

Era indignante para Jungkook que le pidiera eso, él pensaba qué sería mejor besar los pies callosos de su abuela que esto.

— Te voy a decir tres cosas Jeon. En primer lugar no le digas escoria a mi novio porque para la otra te parto la cara. En segundo lugar te lo estoy pidiendo amablemente y no te estoy golpeando con un palo para qué le sirvas de almohada a mi bebé.

El silencio reino el lugar, hasta Taehyung se quedó quieto para escuchar a su enano gruñón.

Hoseok miraba todo con cara de póquer, parecía que estaba analizando la situación pero en realidad se estaba aguantando las ganas de tirarse un pedo.

— ¿Y la tercera? — preguntó JungKook.

Justo después de que pregunto eso, Yoongi hizo un puchero adorable que ni el presidente trompas de Estados Unidos se podría resistir, que digo el presidente trompas, ni Hitler se podría resistir.

— Y en tercer lugar. Por favoooorrrr. — dijo con cara parecida al gato con botas.

Jungkook gruñía mientras trataba de no doblegarse ante los encantos de Yoongi, su cara era del color de un tomate por la fuerza que hacía para no aceptar.

Al final no se pudo resistir y asintió soltando un suspiro de resignación.

Vaya Mierda. Te creía con más aguanté Jungkook.

¡Donde esta tu honor soldado!

Se acercó a la ventana y estiró sus manos hacia arriba estilo bebé pidiendo que lo abrasen.

Re tierno en Men.

So.

Tae al ver la acción sacó su cuerpo por la ventana pero no se atrevía a lanzarse. Todo el cuerpo le temblaba peor que maraca. Yoongi sabia la razón de que todavía no se lanzará, la cual era: su novio no era estúpido.

Pero él sabía cómo solucionar las cosas.

— Bebecita — dijo para llamar la atención del que se encontraba en el segundo piso.

Se escucho el Brrrr de Hoseok atrás de él.

— ¿Q-que pas-sa? — balbuceo el peli azul.

-— No te quiero asustar ni nada pero ya sabes que tengo una vista estupenda.

— ¡Tu visita es un asco Min!

Eso hizo que Hobi soltara una risa disimulada. Tal vez sólo tal vez el rubio necesitaba lentes.

— El caso es que hay una araña sobre tu cabe...

Ni bien terminó de escuchar cuando ya se encontraba en el aire.

— ¡Nmms! ¡Ya sé lo que sintió dumbo! ¡Se siente bien culero!

Kook logró cacharlo con dificultad pero rápidamente se lo lanzó a Hoseok para seguir las reglas de su hermoso hombre de nieve. Así que Taehyung calló encima de Hobi el cual no se esperaba el impacto y terminó en el suelo con uno de sus mejores amigos arriba.

La bomba explotó, en pocas palabras el recto de Hoseok fue liberado de todo gas tóxico que ahora rondaba en el aire. Esto es peor que el gas lacrimógeno.

— Demonios eso dolió —se quejó un Hoseok aplastado.

— Créeme, mi nariz está sufriendo casi como tú en este momento. — dijo un Jungkook alejándose del lugar.

— ok, ok, dejen su dolor para después— dijo rápidamente Yoongi mientras ayudaba a levantar a Tae — debemos irnos pero ¡Ya!

Y con eso empezó a lo que Yoongi llamaba fuga la tortuga.

No quería tener pesadillas por ver al señor-Katy-conserje-Perry.

— Hoseok. — llamo Taehyung mientras corría alado de su novio el cual ya se estaba cansado y no llevaban mucho de empezar a correr.

— ¿Si?

— Wey, debes de buscar algo para que tus gases no sean tan fulminantes. Casi muero y no por la caída.

Cuando no sé que hacer con mi vida escribo vidas ficticias.

—Swag-Solis—