♦Acto VI:"Mordida"

No iba a mentir; estaba tan emocionado de ver a Moxxie y Millie. Y él es de esas personas que no muestra mucho su emoción a gente desconocida. Aunque ahora, sólo está él y su hija, de vez en cuando pasaba algún otro sirviente o el mismo jardinero para descansar unos minutos en la sombra.

Tenía tantas cosas que discutir con ellos y no sólo del trabajo. Sin mencionar que le ayudarán para averiguar más sobre su accidente y quizás terminar de aclarar algunas dudas que su hija nunca pudo terminar porque siempre los interrumpían o no se explicaba bien.

-Entonces, ¿Qué le diremos a tu amorcito sobre los invitados?- preguntó la Alpha curiosa, por primera vez despejó su mirada de la pantalla de su celular por más de diez segundos. Blitzo podía considerarlo un nuevo récord.

-En primera no es mi amorcito. - objetó, luego se aclaró su garganta. -
Y en segunda, mmm. . .- se mordió el interior de su mejilla (muela) levemente en un intento de pensar más fríamente.

-¿Dónde es que está Stolas?- quiso saber su hija.

-En su oficina. O despacho. Creo que es lo mismo. Esta hablando con algunos abogados sobre algo del testamento.- recordó encogido de hombros. Apenas le había prestado atención a lo que le comentó, y aún así le daba igual.

-Quizás te ponga a ti y a mí como sus herederos.- comentó abriendo los ojos en Grande, llamando la atención de Blitzo quién pensó un "tiene sentido", después le sonrió burlesca.- Ése sujeto si que está loco de amor por ti, mamá~

-No digas estupideces.- hizo una mueca de obvio desagrado. Pensar que Stolas puede hacerlo suyo de forma sexual le causa escalofríos. Y aún seguía vagando por su cabeza el tema de que el Alpha es unos años menor que él. Quizás no sean muchos, pero no evita inquietarse por ése motivo.

-¿Sobre que está loco de amor por ti o lo de mamá?

-Las dos. - respondió, se sacudió el puente de su nariz y miro la hora en su nuevo celular. Así es, Stolas le había comprado uno sabrá Dios cuando y se lo dio minutos antes de que se marchará. Cabe mencionar que es uno de última generación y la marca más costosa. Con mica para proteger la pantalla y funda que tenía elegantemente escrito su nombre con letra gotica. - Me dijo que no iba a tardar mucho. A lo máximo una hora entera.

-¿A qué hora empezó su reunión?

-Hace como media hora.

-Millie y Moxxie han de llegar en menos de dos horas. Así que debemos pensar en qué decirle Stolas para que entren. O qué clase de amistad tienes con ellos.

-Podría decirle que fuimos compañeros en la Universidad. - se le ocurrió.

-Blitzo, no terminaste la Universidad. - puso su mentón sobre su mano, apoyada en la mesa. En un gesto pensativo y de aburrimiento.

-Por eso, que los conocí por un tiempo e incluso cuando me salí, seguí en contacto con ellos. - continuó, por alguna extraña razón creía que engañar a Stolas sería fácil.

-Pero ellos actualmente tienen veintiséis y tú treinta tres.

Blitzo recordó la primera vez que los conoció. Al principio había creído que eran hermanos. Median exactamente lo mismo, color de piel igual y sus ojos también son del mismo color miel. Sin mencionar el hecho de ser Beta desprenden un aroma similar y al estar muy juntos también lo creyó. Lo único que los diferenciaba aparte de su género, es el color del pelo.

-Diré que entre algo tarde en la Universidad de Los Ángeles. ¿Tienes idea de que cosas le dije a Stolas sobre mí?

-¿Cómo...?

-Por lo poco que se. Sabe que tu eres mi hija. Y que soy de Los Ángeles, creo. Pero no sabe sobre mi otra vida y que en primer lugar viene para asesinarlo por dinero. . .- respondió, pero se interrumpió a si mismo para desviar un poco el tema. Había recordado un dato importante que Stolas le dijo en la mañana. -Un momento.

-¿Qué?

-No entiendo. - se hundió en su asiento, frunciendo su cejas.-Si Stolas hubiese muerto antes de que nos casáramos y su dinero no hubiese caído en alguna benificiencia. . . ¿Su familia de la realeza no tendría el derecho de tomar su fortuna al ser sus únicos cercanos de sangre?

-Hasta donde sé, rompió todo lazo con ellos, con todo el gobierno de Reino Unido. Así que, técnicamente su dinero se lo quedaría el Gobierno. - contó, y antes de que Blitzo dijera en voz alta "¿Cuál Gobierno?", Prosiguió.-Las personas que le vendieron el terreno a Stolas hace años. El país más cercano de la isla.

-Stolas pagó seguramente, millones por esté lugar. ¿Por qué esa persona querría más?- preguntó intrigado.

-La avaricia supongo. Ha de saberlo tú. Recuerda que nosotros sólo hacemos los encargos, sin pedir muchas explicaciones del porque. Con que nos paguen está muy bien.

-Ya. . .Entonces, ¿Qué cosas sabe Stolas de mí o que cree saber de mí?- volvió a retomar el tema, enderezando se.

Seguía sin acostumbrarse estar enlazado con un Alpha. A pesar de estar algunos varios metros lejos del otro, podía sentir a la perfección su aura, su aroma. Su esencia. Con doble ss. Podía sentir que estaba tranquilo, cero estresado pero sobre todo serio en su trabajo. No sabría describir a más profundidad los detalles, pero estar enlazado con él es como saber lo que el otro siente. Cómo está y qué tan lejos pueda estar.

-Que dejaste la Universidad. Sólo estudiaste tres años derecho y querías especializarte en derecho penal. Que después te dedicaste a trabajar en puestos como de cocinero, mesero, panadero, ayudante de cocinero. . .- comenzó a contar, sacándolo de sus pensamientos.

-Eso último no es cierto. A menos que haya sido en cubierto, tomaba esos trabajos de bajo pago por los encargos que nos hacían. - se cruzó de brazos. Pensó que a lo mejor omitió eso último.

-No se que más pudiste decirle a papá Stolas. - dijo ocultando su sonrisa gracias a su celular. No iba a negar la diversión que le causaba decirle así al otro Alpha, sólo para disfrutar de la reacción del Omega.

-QUE NO LE DIGAS ASÍ. - alzó su voz despechado. Incluso puede que un poco celoso. La idea de que su queridísima hija quiera (prefiera) más a Stolas que a él le enoja. En especial cuando lo llama de forma tan... Cercana.

-Entonces, ¿le dirás a Stolas que son tus invitados?- se encogió de hombros, ignorando el enojo de su papá Omega. A veces le parecía genial que incluso ella ya era más alta que Blitzo. Por unos cinco centímetros por lo menos. Aunque al único que no podría ganarle sería a Stolas. Ese sujeto mide. . . ¿1,85?¿1,90? No sabía exactamente, pero si era muy alto. Y eso que sus zapatos no tenían tacón.

-Le diré que les dije que algún día vinieran a visitarme. Pero con lo del accidente se me olvidó por completo. . .- puso su pulgar en sus labios, en señal de reflexionar. Una costumbre en él cuando analiza mucho las cosas. - Un momento, ¿No invite a Moxxie y Millie a la boda?

-. . .SI CIERTO. - contestó después de un pequeño silencio. Ambos abrieron los ojos tanto, que casi parecía que se les iban a salir sus cuencas. - Ellos estuvieron ahí. Pero trataste de no hablar mucho con ellos. Y Stolas dudo que los recuerde. - se dio un golpe en la cabeza. ¿Cómo se le pudo olvidar algo tan importante de hace menos de dos meses?- A menos que les digas algo tipo "ellos estuvieron en nuestra boda, ¿Lo recuerdas Stoly? Porque yo ya estoy empezando a recordar. ¿No es eso bueno?"- hizo su voz chillona y seductora. Tratando de imitarlo.

-Eso suena genial, aunque sea una pequeña mentira y no hable así. Y No le diré Stoly. - bufó.

-Como digas.

-Tengo otra duda.

-¿Cuál?

-Si estamos casados, - hizo comillas en la palabra.- ¿Cómo es que aún conservo mi apellido?

-En realidad ya no eres Blitzo Boss. Se me olvidó decirte. - se rascó nerviosa su cuello. Es muy raro que ella esté nerviosa o que lo demuestre.- Luego de que firmarán su acta de matrimonio o lo que sea, tomaste el apellido de Stolas. Pero eso no significa que perdieras tu apellido, sólo fue un poco modificado.

-¿Qué?- puso los ojos en blanco. Intentando contener cualquier grito y ganas de ir por el Alpha para golpearlo.- Pero como. . . Ayer en la noche, el sirviente o mayordomo, me llamó por mi apellido. No por Owl. - su mandíbula se tenso. Decir que su ira comenzaba a crecer, no estaba de más. Loona lo notó y lanzó un pesado suspiró.

-Lo se, estuve ahí. Stolas a lo mejor le dijo que te llamará por tu apellido para que no se te hiciera raro y de golpe por tu reciente perdida de memoria. - agregó mirándolo comprensiva. - Aunque...

-¿Qué?

Se preocupa por eso, pero ayer casi me folla sin importarle mi delicado estado mental. Es un hijo de puta. Pensó gruñendo bajo. Cada cosa que descubría la detestaba más.

-Si ves el lado positivo, tú y yo nos apellidamos iguales.

-¿Cómo?- arqueó su ceja.

-Ahora soy Loona Owl Boss. Lo cuál en cierta forma suena raro. Tú también tienes los dos apellidos, pero primero va el Owl.

Algo hizo ¡pum! dentro de la cabeza de Blitzo.

X

Pasearse por todo el gran y "modesto" jardín del LordOwl fue en cierta forma, relajante y entretenido, casi haciéndolo olvidar que perdió su apellido y que su queridísima hija ya no es solamente Loona Boss. Blitzo se permitió admirar más la abundancia de las flores y árboles frutales entre todo ese maravilloso pasto verde. Las fuentes con patitos nadando - debía admitir que le causaban mucha ternura y en más de una ocasión se detuvo para verlos de cerca-, pequeñas lagunas con peces coloridos y una que otra estatua de algún Dios Griego que obvio él no conocía. A veces miraba por dentro de los grandes ventanales en busca de, que con suerte se topará con la oficina de Stolas. Al menos así estuvo otra larda media hora, quizás poco más. Les sirvió a ambos para distraerse un poco sobre todo lo turbio del asunto.

Hasta que, al pasar cerca de la reja negra que rodea todo el terreno (mansión en la colina) donde hay guardias principalmente en la entrada, llamó la atención de ambos, ciertas personitas.

-Llegaron antes de lo que creí.- dijo Loona.

-¡Moxxie! ¡Millie! - gritó el mayor, casi saltando a la vez que corría hacia la reja. Estuvo a punto de aventarse a ellos si no fuera por aquel "muro" que los separa. Aunque le bastó con tomar sus manos.

-¡Jefe! Digo... ¡Amigo!- se corrigió la chica.

Ambos no habían cambiado en nada durante estos largos meses que no los vio en persona. Quizás Millie le había crecido su cabello, y Moxxie por fin agarró más músculo en sus brazos y piernas. Realmente extraño sus olores de Betas, como estar en un huerto de naranjas y sandías.

Blitzo hizo un mueca en sus labios, al darse cuenta que no podía abrir la reja. Así que dio unos pasos hasta llegar a la ventanilla de una de las personas que está en esa casilla rodeado de algunas computadoras. Un guardia vestido como policía.

-Disculpe, ¿Por qué no abre la reja?- preguntó, tuvo que ponerse de puntitas para por lo menos estar a la altura de la vista del de adentro. Que al notar que el Omega se acercó a él con intenciones de hablar, abrió la ventana dejando escapar un aire frío.

-Lo siento señor Boss, pero el señor Owl no nos ha dicho nada sobre invitados.- se paró de su asiento y le respondió con amabilidad y educación. Blitzo notó que adentro tenía una compañera que seguía en su trabajo. Y también le parecía chistoso que se dirigiera a él con su apellido de soltero y no con el de casado.

Que considerados. Pensó. Al parecer todos los que trabajan para Stolas saben de su condición.

-Porque está ocupado. Y no puede recibir interrupciones. Además estoy aquí, son mis invitados. Los conozco de casi toda la vida. Así que, no creo que haya algún problema. ¿Verdad?- torció sus labios, un poco. Parecía sonreír, pero también parecía estar enojado y disimularlo. El guardia lo notó y tragó duro.

-Pues... No estoy seguro si...- soltó con evidente nerviosismo. Y más porque detrás de Blitzo, su hija lo miraba mal y gruñendo le. Pero tampoco podía negar que el Omega de baja estatura le daba miedo. Lo recordaba incluso antes de que se casará con su jefe. Con el dueño de todo el lugar. Y nunca había conocido a un Omega tan gruñón con cierto temperamento. Sin mencionar amenazador y provocativo.

-Me pregunto, ¿Qué dirá mi esposo cuando se enteré que no me obedeció?- puso sus manos a sus caderas alejándose de la ventanilla, no le gustaba decirle en voz alta esposo pero podía sacarle provecho. Dando un par de largos pasos alrededor del lugar. Alzando más la voz, inflando su pecho y desprendiendo un aura más alta en intimidante. Casi parecía ver al mismo Stolas ahí parado. Sólo que su jefe no está bajito y no se anda con rodeos.- ¿Acaso él no específico que también deben hacer lo que yo les diga? - dirigió su mirada hacia él, seria. Ni su hija ni sus amigos del otro lado de la reja quitaron su atención en él. -Escuche empleado... Cómo sabrá ayer vine del hospital. Después de varios días en coma. Mi estado es delicado.

-Si... Pero señor,-

-Y si me sacas de mis casillas, me puede dar un ataque.- le interrumpió, lanzando un suspiro de decepción.- ¿Qué hará Stolas cuando se enteré que usted le provocó un ataque a su Omega porque no quiso abrir la maldita reja para que entrarán sus invitados? - entrecerró sus ojos y lo miró acusadora mente.

A Blitzo se le conocía por ser muy bueno en sus palabras, la fluidez y el poder que les daba para convencer a los espectadores que lo escuchaban, incluso podía mover masas. Blitzo pensó que quizás, Stolas quiso casarse con él cuando descubrió su gran don.

-¿De verdad quieres tener problemas con mis padres?- dijo está vez Loona. Sonriendo, a la vez que lo miraba como si ella tuviese más poder sobre él.

El pobre guardia estaba asustado, incluso se sentía regañado y humillado.

-... Ahorita mismo la abro.- dijo mientras se disculpaba con Blitzo por su impertinencia.

Stolas no se andaba con juegos, más de una razón habrá escogido para decidir quedarse con un Omega como Blitzo. Y no sólo fue por su aroma y su cuerpo.

Las rejas se abrieron, haciendo un pequeño sonido de alerta. Los Betas por fin entraron y apenas cruzaron, las rejas se volvieron a cerrar.

-Blitzo, nunca te había visto tan dominante. Sin llegar a asesinar claro.- dijo Moxxie sorprendido.

Blitzo y Loona guiaron a sus visitas hacía más adentro. Cruzando el bonito jardín.

-Asi que esposo, eh.- rió Millie dándole unos codazos a Blitzo.

-Oh, tengo mucho que contarles. - se puso en medio de ambos y los rodeó por los hombros, en forma de abrazo.

-Nosotros también. - sonrieron al unísono. El aura de los tres, su ánimo y nostalgia se sentía por todo el aire. Estaban felices por estar de nuevo con su jefe quién desprendía su aroma dulzón, cálido y protector. Como un Omega el cuál protege a sus crías y forma un nido improvisado.

Loona no tardó en unirse les, contagiando sé un poco del ánimo de ellos tres. Aunque por otro lado, se preguntaba cómo se sentirá Stolas al percibir desde lejos a su Omega tan feliz y cariñoso con otras personas, con otros individuos y no con él.

X

Quince minutos fue el tiempo que les llevó a los tres atravesar el jardín hasta llegar a una mesita para cuatro personas, con sombrilla y cerca de un árbol de manzanas. Además que Blitzo pidió al ¿Mayordomo? De la otra vez cuyo nombre es Jacobo que le trajeran una jarra de limonada fría con sus respectivos vasos. Apostaba que sus amigos ( familia) venían cansados y sedientos. Y él como la cabecera del grupo es su deber ponerlos cómodos y atender sus necesidades básicas.

- Uf, está tan refrescante. - Dijo Moxxie cuando por fin trajeron la jarra de limonada y le sirvieron en un vaso de vidrio. Tuvieron que esperar otros diez minutos. El recorrido de la cocina hasta afuera si que es largo.

-Ya lleva casi dos horas. Bueno, da igual. - bufó Blitzo mirando por tercera vez la hora en su celular.

-¿De quién hablas?- preguntó Millie, y antes que el Omega le respondiera, Loona se le adelantó.

-De su esposo Stolas. Esta con unos abogados viendo algo sobre la herencia. Supuestamente no iba a tardar, pero ya lleva casi dos horas.

-¿Y tú otro celular?- preguntó está vez Moxxie.

-¿Quién sabe? Esté es nuevo. Quizás el otro lo perdí en el accidente... No lo sé.- respondió Blitzo sin darle mucha importancia. Olvidando que en su otro celular tenía una agenda y contactos importantes. Aunque por suerte tenía una copia de seguridad en su laptop (qué no está en sus manos) y en el móvil de su hija (ése siempre estará en manos de ellas, incluso aunque tenga celular nuevo es seguro que ella haya transferido todo).

-No se que noticia darte primero. Si la bonita o la fea.

-Amor, recuerda que son cuatro noticias.- le recordó Millie.

-¿¡Cuatro?

-Oh si. Esta la fea, la problemática, la bonita, y la que nos puede dar una salida, es como la noticia de ayuda. - contó la Beta, dando unos largos sorbos a su limonada. - Loona nos contó sobre tu amnesia, y que quieres estar muy lejos de tu esposo. Bueno, una de estas noticias puede ser la alternativa a tus problemas.

-¿Cuál quieres oír primero?- le preguntó está vez Moxxie.

-La Fea. Luego que sigan el orden que ustedes dieron.

-Bueno. Sabemos quién provocó tu accidente. Estuvimos investigando días antes. - dijo con seriedad el albino. Tanto así como su novia y prometida.

-¿Y que encontraron?- se inclinó, para así poder escuchar mejor lo que decían y estos no tuviesen la necesidad de alzar su voz.

-¿Recuerdas quién nos pagó para matar a Stolas?

-No. Solo se que es el gobierno o algo así.

-Es toda una mesa de políticos que están a cargo del estado vecino. Uno de ellos hizo el trato con nosotros, pero en sí es toda la mesa. Que se conforma por siete personas. - comenzó a explicar el albino de ojos miel.

-Los llamamos, "los siete pecados capitales".- añadió Millie en un tono interesante y misterioso.

-¿Quién les dio ese nombre?- cuestionó Blitzo con estupefacto al oír el raro nombre.

-Tú.- respondieron los dos al unísono.

-Oh, está perrísimo.- asintió.

-Bien. Cuando ellos se enteraron por los medios que te casaste con Stolas y no les diste explicación alguna, lo consideraron alta traición. Y decidieron provocar tu accidente. Poner una bomba en tu auto.

-¿Qué no fue un accidente automovilístico?- cuestionó. Por los doctores y el mismo Stolas, habían dicho que fue eso.

-Ahí es donde vamos. La cosa es que se supone que iban a matarte a ti y a tu hija. Pero Loona no abarcó el coche en ese momento, sólo tú.- continuó explicando Moxxie.

-Loona, ¿Recuerdas que pasó esa tarde?- preguntó Blitzo dirigiéndose a su hija, quién está a su costado derecho. A su izquierda se encuentra Millie y enfrente Moxxie.

-Oh si, fue después de su luna de miel. Duró poco. - hizo una pose pensativa y seria para recordar más. - Sólo seis días, quizás cinco. Según nos regresamos mucho antes de tiempo.

-¿Regresamos?- arqueó su ceja el azabache.

- Ósea, yo fui con ustedes porque querían llevarme de viaje. Pero como querían hacer sus cochinadas en paz y no hacerme sentir incómoda, me compraron mi propia casa en la playa a unos metros de la suya. - contestó. Debía admitir que ese detalle le pareció increíble. Tener su propia casa, ni muy grande ni muy chica para ella sola. Escuchando música a alto volumen. Aunque sólo estaba en su casa para cuando dormía y se bañaba. Solía salir a diferentes tipos de tiendas para conocer más el lugar.

-¿Por qué se terminó la luna de miel tan pronto?

-No se exactamente. Creo que tuvieron una pelea ustedes dos. Nunca supe de que. Regresamos a la Isla. Y dijiste que ibas a salir hacer algo, que querías estar solo por unas horas y la verdad te veías molesto. Entonces subiste al coche y... Bueno, lo demás ya lo saben.- se encogió sobre su lugar, frunciendo el ceño. No le agradaba hablar sobre el accidente. No le gusta mencionarlo, porque la idea de perder a Blitzo quién ha sido o tratado de ser una buena figura paterna y materna, le asusta. Teme perderlo.

-Los hombres del Gobierno lo hicieron. - dijo Moxxie soltando un largo suspiro.

-¿Ósea que Stolas no estuvo metido en esto?- preguntó con sorpresa.

-No. ¿Creíste que fue él?- arqueó su ceja.

-Si. - respondió sin rodeos.

De repente se sintió mal. Y no sólo por haber creído o sospechado que Stolas pudo haber estado involucrado en su extraño accidente. No podían culparlo, el es muy desconfiado con todo aquel que le es nuevo y extraño. En especial con los Alphas adinerados.

La razón por la cuál comenzó a sentirse mal, que incluso lo llevó a acariciar su cuello con la llema de sus dedos, justo en la zona de la mordida, fue porque le ardía.

Lo disimuló, haciéndolo parecer natural como si se estuviese rascando.

Su pecho latió rápido, como un jalón doloroso. Y le llevó varios segundos comprender. Aprovecho que los otros discutían entre sí para saber que era lo siguente que la iban a contar y como.

Varias emociones y susurros se movían entre sí, le gritaban lo que su Alpha podía sentir en ese momento. Cómo si es tuviese pasando por alguna fase o etapa, o se hubiese enterado de algo impactante que él no sabía.

Stolas. Enojo. Triste. Decepción. Stolas. Derrumbar. Enojo. Roto. Roto.


¿Por qué le duele? Estar enlazado con él hace que pueda sentir con fuerza como el otro se siente. Pero no entiende que le sucede y porque reacciona así. Porque su Omega se siente triste, y culpable. Él no ha hecho nada malo.

Decidió no darle importancia y soportar aquel ardor en su cuello. Tenía cosas más importantes de las cuales hablar. Stolas puede esperar.


Palabras: 3,750
Fecha de publicación: martes 11 de febrero del 2020
Escritor: JaquiiAleWorld
Au: Omegaverse
Historia: "Essencia"
Fandom: Helluva Boss
Nota del escritor:

La verdad no pensaba actualizar hasta el 15 de febrero. Pero como terminé de editar esté capítulo e incluso terminé el que le sigue, quice actualizar.

En el próximo capítulo, Stolas se nos viene fuerte.

En fin; espero les haya gustado esta nueva actualización. Se pone intensa la cosa y los chicos aún tienen cosas que hablar con él.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top