O n c e

Momo aun seguia enredada en las cobijas mientras abrazaba una almohada.

Mientras yo ya me había aseado y hecho algunos deberes.

Si, Momo durmió conmigo, mi departamento no es pequeño pero solo tiene una habitación y no permitiría que pasara la noche dormida en el sofa, ni yo tampoco iba a dormir en el.

Toda la noche se la paso abrazandome y pateandome mientras balbuceaba cosas. La frase que mas repitió en toda la noche fue "No tía, por favor".
Algunas veces lo hablaba normal y otras parecía querer gritarlo, pues elevaba mucho la voz.

Me acerque a ella y jale las cobijas con las que estaba envuelta, se veía linda al despertar.

Ella hizo un sonido con la garganta quejándose.

-Levántate ya, yaomomo - le tome la mano para ayudar a levantarse de la cama.

-Quiero seguir durmiendo- dijo intentado soltarse de mi agarre.

- No, levantate ahora- me obedeció. Se sentó en la orilla de la cama. Ame su tierna expresión de frustración, su cara estaba hermosa como siempre, cerró sus ojos y cada vez la adulaba mas.

Fui hacia su maleta para sacar su ropa.

Le gusta mucho la ropa holgada  porque había un montón de camisetas de ese estilo. Le entregue una camisa blanca con rayas negras, una sudadera roja y por ultimo un pantalón blanco y sus tenis.

-¿Me das un beso? - preguntó con inocencia cuando me acercaba para dejar la ropa en la cama.

-Por favor - yo lo mire confundida. Me quede pensándolo por un segundo.

¿Seria correcto volver a besarlo?

Mire a Momo esta sonreía ampliamente, sus ojos se irradiban una linda luz que los hacía brillar de una forma que sólo yo contemplaba.

En un rápido momento le di un beso corto en los labios y gire el rostro.

No puede ser que esto me avergonzara, mis mejillas ardían.

Ella soltó una tenue risita y volvió a lo suyo. Salí de la habitación dándole espacio para que se pudiera vestir adecuadamente sin molestias.

Camine hacia la cosina y saque dos pastillas para que pusiera tomarlas, deje un vaso a su lado. Prepare el desayuno esperando porque ella llegara a la cocina.

Aproximadamente 5 minutos después salió Momo, tenía el cabello levemente mojado y su fleco detrás de su oreja. Camino hasta el sofa y se sento en el.

-Yaoyorozu, ven debes tomar tu medicación- le dije, fue hacia las pastillas y las tomo una por una con un fuerte disgusto en su rostro.

-Debes darme mi paleta- dijo.

-claro, pero antes desayunémos que debo ir a trabajar- despeinade su lindo cabello azabache al revolverlo.

Sonríendo tome su mano y la guíe hasta la barra para que pudiéramos desayunar.

-Hola koda- salude a mi secretario al entrar.

-Hola jiro- El alzó levemente su barbilla para ver mejor a Momo quien caminaba detrás de mi.

Ambas pasamos a mi oficina, durante el camino momo venía sostenida de mi camisa como un niño que tiene miedo de extraviarse.

Abrí la puerta y tomé asiento en mi escritorio mientras momo se recaba en la pared y se dejo caer al suelo sentándose.

-Momo, ¿Porque te gusta tanto sentarte en el suelo?- pregunté y su unica respuesta fue encogerse de hombros.

Extraño.

-Estoy aburrida- puse los ojos en blanco. Joder, recién habíamos llegado.

-¿quieres que te lleve a caminar fuera?- pregunte y ella me miró fijamente moviendo la cabeza en negación.

-No me gustan las personas- soltó.

-como es que no te agradan, ¿pero si yo y Todoroki?. Ambos somo personas, Momo- dije tras levantarme y sentarme en el suelo justo frente a ella.

-ustedes son buenos conmigo, ellos no- respondió señalandome.

-¿Qué pasó para qué los odies tanto?- mierda. Creo que eh estado haciendo muchas preguntas, ella frunció el ceño en respuesta.

-No quiero- su vista estába perdida en algún lugar de la habitación, sus manos apretaba su oso Kuma con los puños cerrados.

-ahora vuelvo- dije levantándome del suelo pero en un rápido movimiento Momo tomo mi muñeca evitando que me alejara.

Recordé lo mucho que le disgustada estar sola.

Sonreí levemente y la ayude a levantarse.

-vamos, ven conmigo- sonrió alegremente y tome su mano giandola por los pasillos sin soltarla un solo momento.

Salimos nuevamente a la calle, donde yo aproveche a adquirir un café doble, a Momo me compre una bolsa de gomitas, por lo que vi le gustaron bastante.
Pará después regresar a la oficina.

-¿pasa algo yaoyomomo?- pregunte pues me estaba observando.

-estoy aburrida- hizo una pausa- ¿y si vamos con Shoto?- dijo sonriente.

-Ahora no puedo Momo, estoy ocupada por el trabajo- mencione y ella bajo la mirada.

-No te preocupes, prometo que después del trabajo iremos a verla- me observó no muy convencida.

Extendí mi mano a la cajonera y saque una paleta.

Aun pensándolo bien, un día le causaría caries y diabetes de tanta azúcar.

-Toma Momo- le extendí l paleta y ella gustosa comenzó a comerla

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