9☕

Tenía mucho en que pensar.
YoonGi tenía serios problemas para controlarse. Ni siquiera tenía derecho a pensarlo. Mucho menos para actuar.
Pero vaya sorpresa se llevaba cuando NamJoon le llevaba a JiMin el almuerzo cada semana. Aún si su asistente no podía ir a otro lugar por encontrarse muy ocupado trabajando, el moreno subía el almuerzo y llegaba a su oficina.

Él no tendría porque molestarse. Pero JiMin había rechazado todas sus invitaciones a comer ese mes. Y si. Confirmaba estar celoso. Ahora debía comprender por qué.
YoonGi le pidió a JiMin que agendara una cita con Jeon, necesitaba hablar con su amigo.

JiMin simplemente asintió.

Se preparó un café, ya que ese era otro detalle. Había visto a JiMin sonrojado, porque en cierta ocasión NamJoon le dijo que ya que le gustaban las bebidas calientes, le había comprado un calentador de agua. Y la llevó directo a la oficina, JiMin le preguntó si podían instalarla, que sabía de su gusto por el café, YoonGi sin mas lo permitió. No tenía mucho que decir realmente, si se negaba iba a ser el jefe malvado. Pero en cambio, recibió una sonrisa de parte de JiMin. Al día siguiente, el pelimorado llevaba bolsitas de té, café y azúcar. YoonGi solo pudo agradecerle.

- Señor Min, el señor Jeon le espera abajo para ir juntos- le dijo JiMin, sacandolo de sus pensamientos. YoonGi asintió.

Bajó por el ascensor. Debía pensar claro. No podía dejarse llevar. Él estaba seguro que era un hombre razonable, que no podía dejar que sus hormonas alborotadas le hicieran alguna mala pasada.
Debía reconocer que JiMin era atractivo, un hombre con excelente cuerpo, pero lo que le asombraba de JiMin, era su determinación al trabajar, el empeño que ponía en realizar cada una de las actividades que le encomendaba. Mas de alguna ocasión se había hecho cargo de alguna de sus reuniones pues él se encontraba ocupado. JiMin tenía algo, que lo hacía demasiado llamativo a sus ojos... y con el tiempo conviviendo con él, era dificil no mirarlo.

- Vaya... JiMin debe contarme cual es el metodo para hacerte sonreír amigo- le dio JungKook en cuanto se vieron en el estacionamiento.

- De eso precisamente debemos hablar...- le dijo YoonGi, con cierta aflicción en su voz. JungKook supo que se trataba de algo serio.

Se dirigieron al mismo restaurante de siempre, pidiendo un poco de privacidad, así que en vez de comer en la primera planta subieron al segundo nivel, donde habían salones privados.
Ordenaron la comida y el vino que siempre consumían.
Su comida llegó y comenzaron a comer en silencio. JungKook miraba de vez en vez a YoonGi. No pudiendo creer que el mayor ni siquiera había tocado su vino.

- Te imaginas el por qué de mi cita tan apresurada- le dijo YoonGi luego de unos minutos. Con pereza el pálido llevó su mano a la base de su copa y solo tocó el vidrio.

- Lo imagino...- le dijo comprensivo- Vas a hablarme sobre JiMin, y algo que te esta molestando...

- Son muchas cosas JK, las que me estan molestando.- suspiró con resignación- Creo que JiMin me gusta...

- Dime algo que no sepa...- le dijo JungKook- YoonGi, hasta BoRa, la recepcionista lo sabe, desde que JiMin comenzó a ser frecuentado por NamJoon, tienes un temperamento del demonio, y solo hay dos razones posibles para mí, estas celoso de que alguien sea tan atento con JiMin, y de que JiMin le sonría tanto a alguien que no eres tú...

- JungKook- le llamó- Lo he invitado a comer, muchas veces, pero ni siquiera me ha dado respuesta cuando NamJoon le llama diciendole que lo llevará a almorzar, o ya lo espera abajo para entregarle su almuerzo o aparece en mi oficina con su almuerzo...- explicó- No quería admitir que siento una atracción por mi empleado, pero...

- Ya no puedes evitarlo...- le dijo JungKook sonriendo calmado- Mira, haz que te note de alguna forma, si JiMin corresponde tus sentimientos y quieren intentarlo, solo invitenme a la boda...- bromeó- Pero YoonGi, debes saber que van a haber dos resultados. JiMin puede corresponderte o no. Sabes muy bien que la pareja de NamJoon es oculta, no sabes si te estas metiendo en una relación, pero si no hay nada entre ellos, a pesar de rodas las muestras de atención que NamJoon tiene con él, puedes tener la oportunidad de encontrar al amor de tu vida...

Cuando YoonGi escuchó a su amigo hablar, se sintió mejor consigo mismo. Era lo mas natural sentirse celoso, pero sabía que solo podría ser irracional si él no actuaba. Aunque tampoco sería justificado dudar de tu pareja.

- ¿Quieres intentarlo?- le preguntó JungKook al notar el silencio del peligris.

- Quiero hacerlo... es que JiMin es... y su personalidad... y su determinación es tan... y su sonrisa... la hubieras visto...- dijo hablando como toda persona enamorada lo haría. Solo que YoonGi aun no lo sabe.

JungKook evitó reír. Ni siquiera con aquel chico YoonGi se había expresado de esa manera. Le daba alegría de alguna manera que YoonGi volviera a gustar de alguien. No conocía a JiMin, pero ver a YoonGi tan feliz y emocionado, solo esperaba que no hubieran corazones rotos.

JiMin miraba curioso a su jefe. No entendía porque YoonGi estaba haciendo eso. Y es como si su jefe fuera adivino, NamJoon no había llegado a dejarle su almuerzo ya que la cita con el doctor de SeokJin se había atrasado un poco. Y no pudieron llevarle de comer.

- Es comida, JiMin...- le dijo disimulando que estaba muy interesado en la reacción de su asistente. La recepcionista le avisó a JungKook, JungKook le envió un mensaje a su celular y él salió disparado a comprar el almuerzo para ambos, pudo haberlo ordenando pero quiso escogerlo por él mismo, había notado un par de comidas que NamJoon le llevaba a su asistente, así que tenía una idea. Evitaría que JiMin terminara teniendo un accidente por si era alergico a algo, haciendole pasar una vergüenza.

- Pero... ¿para mí?- le preguntó JiMin aun sin entenderlo.

- Si, JiMin, come, yo haré lo mismo...- dijo YoonGi sentandose en su asiento, mirando a JiMin, esperando que aceptara su comida.

JiMin asintió sin entender, pero agradeció.

- Gracias, señor Min- dijo con una pequeña sonrisa.
YoonGi sonrió y casi celebró por ello, pero solo asintió pequeño, casi imperceptible.

Comieron en silencio, y aunque JiMin se veía muy cómodo comiendo mientras trabajaba y anotaba. YoonGi fue hasta el sofá para comer mas tranquilo.

- JiMin...- le llamó y el mencionado le miró con un adorable puchero e interrogante. Joder, YoonGi casi siente algo estrujarse en su estomago- Venga a comer aquí... podemos conversar sobre algunos asuntos que debemos programar...

JiMin asintió poco convencido pero era trabajo. No podía ser irresponsable con su trabajo. Se levantó de su lugar y fue hasta sentarse al lado de YoonGi, quien se acomodó para darle mas espacio a JiMin.

- Digame señor YoonGi...- JiMin insistió.

- Hay un evento, otra reunión de socios, esta vez habrán algunos inversionistas extranjeros- comenzó a explicar- Ya sabe cómo debemos presentarnos, el evento se llevara acabo dentro de un mes, pero las reuniones comenzaran la semana que viene, además de la boda de Kim NamJoon, ese sería uno de los eventos mas destacados para nuestra compañía.

- Entiendo- JiMin dijo pensativo. No sabía que la boda de sus amigos sería tan importante en el mundo de los negocios.
Conocía que los padres de ambos se movían en rubros muy importantes, NamJoon llevaba la compañía de arquitectura y SeokJin restaurantes, ambos eran muy conocidos, sin embargo solo los mas allegados sabían que eran pareja. Y que dentro de tres semanas nacería su primogenito.

JiMin supuso que eso, ni siquiera el padre de NamJoon lo sabía, por lo que le dijo hacía cinco meses, en aquel evento donde estaba pasando la prueba para poder trabajar en MJ's Association, como asistente.

- Es posible que haga un par de viajes luego de que los eventos de la compañía menguen- le dijo YoonGi jugando con sus palillos.- Y para algunos, tendrá que acompañarme...

- De acuerdo, solo pido, señor YoonGi, me deje hablar con mis maestros...- pidió JiMin, no podía abandonar sus clases, no ahora luego de tantos esfuerzos. Luego de haberse enfrentado a tanto. No podía dejarlo. No quería abandonar su sueño.

- Supongo que deben entender- murmuró pensativo.

Esos días transcurrieron un poco extraños para JiMin, sobre todo, porque tres días después de esa conversación, su viejo escritorio ahora era de vidrio justo como el de su jefe. Tenía una placa con su nombre. Y su computador estaba acomodado de manera muy ordenada, además que estaba un pequeño portapapeles que combinaba a la perfección con el vidrio templado. Y su silla giratoria, parecía nueva.
Se le hizo extraño pero agradeció a su jefe que haya modificado su lugar de trabajo.

JiMin no sospechaba nada, ni siquiera los cafés que YoonGi le preparaba, tampoco los pasteles que a veces los acompañaban por las tardes mientras platicaban de trabajo.
YoonGi al parecer, esa era su unica excusa. JungKook incluso se burló de él. Pero JiMin era alguien muy serio con él, YoonGi solo quería que le sonriera de nuevo...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top