Odiaba todo.

Regresaba a su solitario apartamento. A tratar de dormir un poco antes de que un dolor de cabeza se apoderada de él. Se deja caer en el sillón que adorna la sala, sin ganas realmente de hacer algo, solo en la oscuridad de ese vacío apartamento.

Había dejado todo atrás. O al menos eso era lo que trataba. El pasado parecía que lo estaba persiguiendo y lo detestaba.
Su semblante había cambiado desde hacía diez meses, su ex pareja solo estaba con él por su dinero, por lo que podía regalarle. Y vaya que fue un tonto. Su ex se acostó con muchos en su oficina, pero él no quiso verlo.

Dejó esa casa que le traía recuerdos dolorosos, que le recordaba a los engaños y mentiras. Que le gritaba en la soledad, todo lo que soportó por idiota, por no ser un buen observador. Ya ni siquiera tenía amigos, esos que también estaban junto a él solo por el dinero que veían en sus bolsillos, que le mostraban una sonrisa falsa.

Pero él... ¿él por qué fue así? Le dió todo, hasta su amor pero no fue valorado. A veces tomanos decisiones estúpidas.

Su ex pareja trató de mantenerlo cerca para que le cumpliera todos sus caprichos, para que estuviera dandole una tarjeta nueva cada mes. Esa pareja a la que le profesó amor de todas las maneras posibles, pero reconoce que solo no quería estar así... en soledad.

Pero la gota que colmó su juicio, fue cuando trató de hacerle creer que el niño que llevaba en su vientre era suyo. Y aunque era responsable permitió que se quedara con él. Luego del nacimiento del pequeño hizo la prueba de paternidad, siendo esta negativa. Solo permitió que se recuperada del parto y lo echó de su casa.

No quería mas engaños, ya no...
Dejó atrás todos esos lugares porque le recordaban las mentiras dichas y hechas, las veces en las cuales lo engañó de todas las maneras posibles.

Su personalidad dió un giro enorme, y su apariencia también.

Solo quería olvidar y empezar de nuevo. Pero sin engaños...