- ¿Estas listo?- JiMin asintió ante la pregunta del castaño. Ese día, haría su primer ecografía.

Le había pedido a YoonGi permiso por la mañana, para poder hacerse un chequeo médico. El peligris asintió de acuerdo, e incluso le dijo que se tomara el día, después de todo ese día no tenía reuniones y él estaría en la oficina para atender cualquier cosa que pasara. JiMin se negó y dijo que solo sería por la mañana ya que no tenía clases y no podía faltar a su trabajo, además que se sentía muy bien. YoonGi solo besó su frente y asintió derrotado.

- Estoy nervioso Hyung...- le dijo mientras iban en el camino. SeokJin había dejado a JiSeok junto a su madre para hacerle compañía a JiMin ese día.

- Es normal JiMinnie, es la primer foto de tu bebé...- respondió con una sonrisa que de alguna manera tranquilizó al menor.- NamJoon dijo que si YoonGi no quiere hacerse cargo va a golpearlo...

JiMin supo que no debía haber reído, pero lo hizo. Sabía, o mejor dicho, esperaba que YoonGi lo tomara con calma. No quería ninguna situación adversa, ya tenía demasiado en qué pensar pues aunque estaba yendo a hacerse el primer examen aún no sabía si tendría al bebé o no.

- Estoy seguro que Nam, irá a su oficina a matarlo- le dijo SeokJin bromista. Aunque de alguna manera estaba seguro que su novio iría a reclamarle al tal YoonGi por haber dejado a JiMin en esa situación solo.

Esperaba que JiMin conservara al bebé. No sabía lo que pensaba su menor, pero por la forma en la que JiMin sonreía y como inconcientemente colocaba sus manos en su vientre, algo había despertado en él. Se imaginaba a un pequeño bebé rellenito y muy risueño.

Llegaron a la clínica. Allí en la sala de espera habían muchas parejas. JiMin imaginó que para la siguiente cita tal vez estaría YoonGi acompañandolo.
JiMin caminó siguiendo a SeokJin por los pasillos. Donde habían rostros felices pero también rostros tristes, parejas que se abrazaban para consolarse mutuamente, JiMin tocó su pequeño bulto, y pensó que era muy afortunado de poder tener un bebé.

Estar en ese lugar con todas esas personas rodeandolo le hizo pensar que muchos no podían hacerlo, muchas parejas sufrían al no poder tener hijos, tanto hombres como mujeres caían en una depresión muy fuerte. Que solo con la ayuda de la familia y especialistas salían de allí.

También vió un cartel acerca del aborto. Le heló la sangre leer algunas de las cosas que pasaban luego de tal situación.

- JiMin...- le llamó SeokJin curioso- ¿Te sientes mareado?

- Estoy bien Hyung, solo pensaba- le dijo con una sonrisa y siguieron el camino. Ya que SeokJin había agendado la cita, conocía al doctor que los atendería durante el proceso, que había sido quien había asistido al castaño.

Llegaron a la puerta indicada. Era hora de su consulta.

- Oh, SeokJin, ¿otro?- preguntó bromista la persona vestida con la bata blanca y rió en cuanto vió la cara asustada del castaño.- Sabes que es broma, además que debes lucir muy bien para la boda de mañana...

- SooRa, por favor- SeokJin se sonrojó.- Te presento a Kim SooRa, SooRa él es JiMin, es como un hijo para Nam y para mí...

- Oh, tu eres el famoso JiMin- le dijo la chica con una sonrisa- Es un gusto, perdona si mi primo a veces es un exagerado...

- Hola...-saludó JiMin tímido escondiendose un poco detrás de SeokJin.

- Es mas tierno de lo que NamJoon dice...- SooRa sonrió- ¿Qué los trae por acá?

- Es su primera ecografía... y sabes que no confío en nadie para dejar a JiMin...- SeokJin habló, sentandose junto a JiMin frente a la chica, que comenzó a anotar.

- ¿Primer embarazo?- preguntó mirando a JiMin. El pelimorado asintió.- De acuerdo, vamos a pesarte, y quiero que me digas los tipos de comidas que consumes, cuando te diste cuenta y haremos un cálculo del tiempo que tienes, ¿trabajas?¿estudias?

- Ambos...- respondió- ¿Es un problema?- preguntó un poco asustado.

- Como hombre tienes cuidados muy diferentes a una mujer, lo que no es un problema en sí, solo debes cuidar otras cosas que a las mujeres no se les dificulta aún estando embarazadas- explicó SooRa con calma, el chico parecía asustado- Solo debes estar atento a cualquier signo de dolor, ya sea en la espalda o en vientre bajo, incluso si se te adormecen las piernas, son solo precauciones, que tu bebé te lo agradecerá...

JiMin asintió. Exhaló para tranquilizarse y puso atención a todo lo que SooRa dijo, SeokJin estaba feliz, el interes de JiMin le hacía creer que un pequeño de mejillas rellenitas y adorables llegaría a sus vidas.

JiMin fue pesado, y respondió todo lo que SooRa le preguntaba con exactitud.

- Bien... es momento de conocerlo...- dijo al momento de aplicar el gel y pasar el aparato sobre el pequeño vientre del pelimorado.- A ver... ¿dónde te has metido, travieso?

SeokJin estaba tan emocionado como JiMin, aunque el pelimorado no quisiera reconocerlo, quería saber cómo está su hijo. Era suyo. Y en el momento en que SooRa le llamó con emoción... lo supo...

- ¿Ves este puntito de acá?- le preguntó mostrando la pantalla para que SeokJin y JiMin pudieran ver mejor.

- Sí lo veo...

- Ese pequeño puntito es tu bebé... bueno parece mas un frijol, pero esta en su estado de embrión, aun no tiene forma, pero la proxima cita podrás escuchar su corazón...

JiMin sonrió y con lágrimas saliendo de sus ojos abrazó a SeokJin, SooRa solo observó la escena enternecida por la emotividad de JiMin. Eran ocasiones que hacían emocionar a tu corazón, era una calidez indescriptible...

☕

YoonGi miraba la hora cada cinco minutos. JiMin le había enviado un mensaje diciendo que iba para la oficina.
Estaba feliz de poder verlo. Además que tenían un tema muy importante del cual hablar. Sobre la boda Kim, que era ese fin de semana, pues no sabía sí pasaría a recogerlo o JiMin ya estaría en el lugar. Pues NamJoon era su amigo y de seguro mandaría por JiMin o él mismo pasaría a recogerlo.

Suspiró. Cerró sus ojos un instante y un mensaje cayó a su celular. Con rapidez lo abrió pensando que se trataba de JiMin pero era de JungKook, algo extrañado por lo que decía...

- ¿Voy a desmayarme? ¿por qué..?- con el ceño fruncido y dispuesto a llamar a JungKook estaba cuando la puerta de su oficina se abrió.

Todo cobró sentido.
JiMin entró con su cabellos negros y una bonita sonrisa. Ahora entendía lo que JungKook quiso decirle. Vaya que se veía hermoso con ese color natural. Todo él era hermoso.

- YoonGi...- JiMin le llamó ya que el peligris no reaccionaba. Parecía que estaba ido pensando mientras lo miraba fijamente.

YoonGi se acercó paso a paso, sin quitarle la mirada, se acercó hasta tenerlo a unos centimentros de su cuerpo, con sus rostros muy cerca, haciendo a JiMin sonrojarse.

- Te ves hermoso...- susurró y besó los labios de JiMin. Luego el pelinegro podría reclamarle por ese tipo de gesto en su oficina, pero por el momento solo quería besarlo. Abrazarlo y halagarlo por lo bello que se veía.
JiMin al principio no comprendió, pero solo se dejó llevar por el beso, cerrando sus ojos, disfrutando de esa sensación típica de los enamorados, de ese revoloteo en su vientre, del pulso acelerado, de esa sonrisa que dificilmente pueden borrar, de esa calma que los rodea al estar juntos...

Enredó sus brazos alrededor del cuello de YoonGi, acercandolo mas a su cuerpo. El peligris le abrazó por la cintura, con sus pulgares acariciando encima de la ropa. Solo querían eso, un beso que delatara lo fuerte que se estaban volviendo los sentimientos por el contrario.

JiMin había teñido su cabello a petición de SeokJin. Y ya que estaban en su consulta, el castaño le preguntó si JiMin podía teñirse, SooRa dijo que sí, y les dió el nombre de la marca de un tinte que no afectaba al bebé en formación, ya que el -ahora- pelinegro estaba saludable, pero aún debían mejorar sus comidas. Y llevar un control mas preciso sobre los antojos y ascos.

- Debiste avisarme que te verías tan bien, no me diste tiempo para preparar mi corazón, cariño...- le dijo YoonGi en cuanto se separaron, solo un poco, el peligris aún mantenía sus manos sobre la cintura de JiMin.

JiMin rió avergonzado.
Amaba esos gestos tan bonitos y pensó que no se había equivocado, aún si se enfrentaba solo, él estaba decidido.
Había aceptado arriesgarse de nuevo, y cada riesgo tenía sus propios retos...