Capítulo 6. Divorcio

Han pasado varias semanas desde la separación de Jhory y Sandro. Ella está viviendo en un apartamento en el centro de la ciudad de Berenice. En una zona exclusiva y hermosa. Se siente plenamente realizada, tiene todo lo que ella siempre ha querido: una hermosa vista al amanecer, decorado moderno, los electrodomésticos funcionan perfectamente sin ruidos extraños, un hogar muy lujoso donde llegar. Está en el mejor momento de su vida, según su percepción.

Estos días han sido excitantes al lado de Demián. Ha podido asistir a discotecas exclusivas, con buena comida, bebidas que jamás había probado, lugares de su propia ciudad donde ha vivido toda la vida que no sabía que existían o que antes no tenía como pagarlos. Su trabajo le ha permitido conocer a personas importantes, de buena familia, asistir a clubes exclusivos, comprar ropa, calzado y accesorios de marcas reconocidas, está viviendo la vida que siempre quiso, soñó y se esforzó por conseguir.

Claramente, es el estilo de vida que toda chica desearía vivir. Pero hoy, al despertar, sintió que algo le faltaba a su vida. Se siente agotada, trabaja duramente en el proyecto de la compañía durante los días de semana, lleva saliendo con Demián varios fines de semana seguidos, los cuales ha disfrutado al máximo, pero siente como si una aplanadora le ha pasado por encima. Mientras está en las fiestas, todo está bien y lo disfruta, pero al día siguiente amanece con fuertes dolores en el cuerpo, cabeza y espalda. Es la primera vez en toda su vida que toma tanto alcohol y escucha música fuerte hasta altas horas de la madrugada.

Demián le dice que eso le sucede porque no está acostumbrada y para que esto suceda debe hacerlo más seguido. Jhory no está convencida de eso y su cuerpo no aguanta otro desvelo más, otra reseca. Necesita descansar y lo sabe. Antes era Sandro quien ponía los límites, quien la orientaba y si se sentía tan cansada como ahora le hacía un masaje en el cuerpo que la dejaba como nueva.

"¿En qué estoy pensando justo ahora? Ya me libré de esa vida llena de escasez y limitaciones. Ahora soy una mujer que no tiene que preocuparse por el dinero ni en que lo gasto. Además de que todo lo he conseguido con esfuerzo propio. Esta vida es la que merezco, debo disfrutarla al máximo. Solo debo ser un poco más disciplinada"

Desde ese día se propone a hablar con Demián para tener un poco más de control con las salidas, obviamente no planea dejar de ir a fiestas ni clubes nocturnos, pero debían moderarse para así estar al cien por ciento en el trabajo. Demián no está muy de acuerdo, pero lo acepta porque el proyecto es muy importante y ellos están trabajando juntos para llevarlo. El cómo su supervisor y ella, como la líder del equipo, son la combinación perfecta al éxito.

Los días pasan hasta convertirse en meses, tres para ser exactos y así como paso el tiempo, también se agilizaron los trámites de divorcio. El día de ir a firmar la sentencia, Jhory sentía cierto nerviosismo, no por Sandro, porque él milagrosamente se mantuvo alejado de ella. Lo que le hizo aquel día en la oficina funciono muy bien, su propósito era que él aceptara la ruptura y entendiera que no debía volver a molestarla. Curiosamente, todo estaba marchando a la perfección, pero hay como una espinita que le está molestando y no sabe que es o por qué.

Ella intenta olvidarse de todo eso, la verdad en este momento es la menor de sus preocupaciones. Desearía solo enviar los papeles firmados al juzgado, pero en estos casos no funciona así. Hacer eso requiere invertir una gran cantidad de dinero que, ella, se ha ganado con mucho esfuerzo. Además, desea ver a Sandro firmar el documento con sus propios ojos, no vaya a ser que luego diga o le salga con alguna excusa para no darle su libertad. Hoy posiblemente será el último día en que se verán.

Se arregla colocándose uno de sus mejores trajes yendo directamente al juzgado. Al llegar ve a Sandro con el traje que se casaron en un lugar parecido al que ahora van, le pareció patético que estuviera usando el mismo traje de su boda con ella

"Al parecer no tiene ropa decente que ponerse, es el mismo traje que le compre y obsequie el día de nuestra boda, lo más probable es que sea el único traje decente que tiene para asistir a un juzgado. Que importa de todas formas, esto acabara pronto" pensó.

Por su parte, Sandro vio llegar a la despampanante mujer que a partir de este momento sería su ex. Estaba vestida con un conjunto verde manzana que la hacía lucir bella. Aunque ella siempre ha sido bella a sus ojos, se dio cuenta de que a ella le estaba yendo mucho mejor sin él, eso cualquiera lo notaría. Mientras ella estaba más espléndida que nunca, él estaba y se veía de lo peor. Ha bajado unos quilos y tiene ojeras, es hombre, no puede cubrirlas con maquillaje. Su madre hizo lo posible porque no se le notaran tanto, teniendo poco éxito en el intento, así que la solución que encontró fue colocarse unos lentes oscuros.

Jhory noto eso, los lentes oscuros lo hacían ver misterioso, pero también pensó que podría tratarse de algo más como que lo hizo para poder mirarla sin que ella se diera cuenta, ¡qué truco tan ridículo! Se burló ella para sus adentros.

Fueron llamados y junto con sus abogados firmaron el acuerdo de divorcio. Sandro firmó todo y cada uno de los papeles correspondientes sin poner ninguna objeción y cuando hablaron de la repartición de bienes en común Lisandro hablo

—No quiero nada, ella se puede quedar con todo, la casa, los electrodomésticos y demás. Solo deseo terminar para poder salir, estoy algo ocupado en este momento.

A ella, por su parte, no le sorprendió su respuesta, tiene presente que desde hace un buen tiempo él actúa así, sin importarle nada.

Después de obtener el certificado, Sandro sale de allí sin mirar atrás. Cuando Jhory lo busca con la mirada ya se había ido. Ella sale de la sala sintiéndose triunfadora, aunque ahora su estado civil dirá divorciada, se verá horrible en su documento de identidad, se lamenta no haberle hecho caso a su madre cuando le dijo que no cambiara su estado civil porque en este país no es algo obligatorio hacerlo, pero no, ella de terca lo cambio y aquí las consecuencias. ¿Pero qué importa eso ahora?

En la entrada está Demián esperándola con un ramo de flores y una bella sonrisa. Al verlo recostado en una esquina con esa galantería hacia ella, no puede disimular la emoción que eso le produce y camina a su encuentro a paso apresurado, dándole al llegar un beso y un abrazo.

—Felicidades, bella dama. Desde hoy entras en el mercado de las jóvenes que están libres para iniciar una nueva relación, con una nueva vida por delante.

—¡No juegues conmigo así Demián! Tú mejor que nadie sabe que no estoy disponible en el mercado porque te tengo a ti. Solo estoy siendo libre para ahora si poder hacer pública nuestra relación.

—lo sé cariño, estoy feliz por eso. Por fin podremos salir libremente sin ningún problema.

Ambos están allí absortos en su conversación, sin percatarse que muy cerca de ellos hay alguien más, observándolos y oyendo su conversación. Esa persona que, aparentemente, es una mujer, lleva unos lentes oscuros, un gran sombrero que cubre parte su rostro y un vestido negro del mismo color que todo lo que lleva puesto.

Toma a Jhory fuertemente por el brazo halándola para que la mire de frente cuando de repente

Zas...

Le da una bofetada que hace un estruendo en todo el lugar.

Ella se encuentra muy consternada, no sabe qué paso, que hacer o de donde vino toda esta furia. Confundida no hace más que preguntar

—¿Qué le pasa vieja decrépita de la mierda? ¿Por qué me ha golpeado de esa manera? ¡Está loca o que! Ni siquiera la conozco, si no estuviéramos en un juzgado le devolvería el golpe y la arrastraría por todos lados ahora mismo.

—¡Calma cariño! Lo más probable es que se confundió, debes pensar bien antes de actuar, mira bien el sitio en que estamos.

Dice Demián mientras la sostiene por la cintura alejándola de aquella mujer, lo último que desea es que se forme un alboroto en torno a ellos en las instalaciones del juzgado.

—¡No me pidas que me calme Demián! ¡Claro! Como no fuiste tú a quien golpearon fuertemente en la cara me pides que guarde la calma. Te informo que me estoy conteniendo de darle una tunda a esa mujer —la señala con el dedo.

La mujer que se ve aparentemente mayor está allí observando todo con gran interés y una sonrisa de lado. Su mueca enfurece más a Jhory quiere borrarle esa estúpida sonrisa que tiene en el rostro. Por su culpa le arde la mejilla, es como si descargo toda su fuerza en ella.

La mujer se quita los lentes lentamente, colocándolos en su bolso. Jhory no sabía por qué, pero, aunque no veía su rostro con total claridad por el sombrero, le era muy familiar. La mujer se quita el sombrero de la misma manera y cuando logra ver con claridad de quien se trata, queda allí paralizada sin saber qué decir.

—Ahora si logras saber el porqué de mi trato hacia ti, ¿verdad que sí? Sabía que ya habías desechado a mi hijo y te felicito, es la decisión más sensata que has podido tomar. Pero venir aquí y enterarme de que lo dejaste por alguien más, que lo estuviste engañando, solo Dios sabrá hace cuánto tiempo y justo el día en que mi buen hijo se divorcia de ti haces una escena tan baja como está con tu amante, eso no te lo voy a dejar pasar. Eres una cualquiera, degenerada, ¡tú no mereces a mi hijo!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top