Después de pasar unos largos minutos, su madre aún está allí, quieta, sin decir una palabra y algo pensativa.

- mamá, te acabo de decir que Jhory y yo nos separaremos. Nos divorciaremos dentro de poco y es raro para mí que no digas nada. Sé que ella nunca fue de tu agrado, pero también espero que comprendas que esto es algo entre ella y yo. Agradezco si me acompañas en el proceso, pero espero que no vayas a hacer algo más, por favor.

Su madre lo mira con compasión. No sabe los detalles del porqué decidieron separarse, pero sabe que Sandro ama demasiado a esa mujer. Aunque se divorciaran, solo sabrá dios el porqué, él sigue pensando en ella y hasta cree que su madre hará algo en su contra. La defiende por encima de todo.

Le dice todo eso con voz quebrada, manos temblorosas, mirada gacha y una postura que claramente refleja su dolor. Ella se levanta de la silla, camina hacia él y le da un abrazo de consolación. Lisandro no puede evitar seguir reprimiendo sus lágrimas, llora en silencio en los brazos de su madre. Ella se ve reflejada en su propio hijo, sabe lo difícil que es enfrentar una separación. Ella lo vivió en carne propia con el padre de Lisandro cuando esté la desecho como si nada y luego de unos meses se dio cuenta de que estaba embarazada.

Fue muy difícil para ella ser madre soltera, pero al mismo tiempo él le dio una razón para luchar. Todo lo que hizo y todo lo que lograba conseguir era por su hijo. Fue el regalo más lindo que la vida le dio. Irónicamente, su hijo estaba pasando por una situación similar a la que ella pasó. Cuando dio a luz sola en el hospital y los médicos le dijeron que había tenido un niño, se alegró muchísimo.

Cuando estaba embarazada le preocupaba que fuera niña y que, cuando creciera, su hija pudiera pasar por lo mismo que ella pasó. Al saber que era varón dejo de preocuparse por ello, se sintió muy aliviada en ese particular. Pensó que su hijo sería un rompe corazones y se esforzó por educarlo de la mejor manera. Y ¡he acá!, su hijo varón que es su orgullo, en este momento era él que estaba sufriendo por un desamor. ¡Quién lo diría! La vida jamás es justa, parece que lo desafortunado también se hereda.

Luego dejo de concentrarse en eso. No era este momento de estar reflexionando en cosas absurdas, debe concentrarse en ayudar a su hijo, dándole todo el apoyo que pueda necesitar.

- Tranquilo mi Lisandro, esa mujer no te merece. Nunca fue buena para ti. Podrás salir adelante, quizás más adelante conseguirás a alguien mejor. En poco tiempo esto que sientes ahora será parte de tu pasado. Saldremos adelante como siempre lo hemos hecho y quizás hasta nos podamos reír de este evento desafortunado.

- Gracias mama por no regañarme, por estar aquí siempre a mi lado y por todo tu apoyo desde que nací. Sobre todo, gracias por entenderme.

- Como no hacerlo mi vida. Para nosotras, las madres, los hijos son todo en la vida, estamos dispuestas a sacrificar cualquier cosa con tal de verlos felices. Pero también conocemos como es todo en la vida, aunque a veces podemos equivocarnos, pero el instinto de una madre nunca falla. Es por eso que cuando decimos algo es porque podemos ver cosas que ustedes no, sobre todo si se trata de las decisiones que quieren tomar muy jóvenes. Es por eso que te pido que, en una próxima oportunidad, consideres cualquier cosa que tu madre te diga, así parezca una idea descabellada.

Las mujeres tenemos como un instinto que nos avisa cuando algo está bien o cuando alguien tiene malas intenciones. Puede que te falle el mundo querido hijo, pero mama siempre estará allí para apoyarte sin importar qué.

A pasar de que Lisandro entendió el trasfondo de sus palabras, se sintió feliz y afortunado de tener a una madre a la cual acudir. No tenía ni fuerzas ni ánimo para refutar ninguna de las palabras que le dijo su madre. Además, ella siempre ha estado a su lado desde que tiene memoria, no vio a nadie más.

Después de ese reconfortante abrazo, estando más aliviado, Sandro decide contarle lo que pasa entre su esposa y él. Decide decirle a su madre que desde hace un tiempo las cosas no van bien con Jhory. Ella constantemente lo presionaba para que ganara más dinero, se volvió codiciosa y decidió apostar por su carrera y su trabajo en vez de seguir apoyándose mutuamente. Obvio lo del nuevo hombre que había en la vida de Jhory porque no quería drama.

A pesar de todo lo que paso, como lo trato al irse de su casa y en la oficina, Sandro, aunque quisiese, no puede odiarla. Está consciente de que contribuyo en parte a que ella quisiera irse de su lado, se sentía responsable de que su relación haya terminado. Aunque eso no quiere decir que justifique el trato cruel que recibió de parte de ella.

Fue excesivo, aun así, no siente la necesidad de que su madre se entere de todo eso. Jhory no le había hecho nada a su madre y está siempre estaba a la defensiva con ella, si se entera de todo eso, sería el final de la paz en su familia. Así que por eso decidió pasar por alto esos detalles, guardándoselos solo para él. Total, era un hombre y debía sobreponerse, todavía no había descubierto como, pero tenía que hacerlo.

Su madre está feliz al enterarse de que Sandro, su precioso hijo, estaría libre de esa mujer. No puede demostrarle a su hijo que lo que él considera una desgracia en su vida, es algo que a ella la llena de emoción. Si lo hiciese la vería como alguien fría y sin corazón. Ella considera que las cosas pasan por algo y este cambio mejorará la vida de su hijo y le traerá paz mental.

- Lamento que hayas tenido que pasar por todo eso, hijo. Pero, aunque ahora te duela y estés sufriendo, solo el tiempo te dirá si esto pasó por algo. Por cierto, ¿Ella sabe del trabajo que te ofreció tu primo en el extranjero?

- No, el día que le daría la buena noticia fue el mismo día que ella decidió dejarme. Pasaron muchas cosas después de eso, intente reconciliarme con ella, fue allí cuando me dejo muy claro que estaba decidida a divorciarse. Con todo lo que ha pasado estos últimos días no había tenido tiempo de pensar en eso.

- Entonces, hijo, ve esto como una oportunidad de cambiar de ambiente y mejorar tu estilo de vida. Es muy probable que cuando salgas de aquí dejaras de creer todo eso y cuando vuelvas ya no te afectara.

- Puede que tengas razón, madre, pero no puedo irme de aquí sin haberle firmado el divorcio. Ambos debemos ser libres y encontrar nuestro propio camino.

- Así se habla Lisandro. Imagino que tienes los papeles listos.

- Casi todos.

Lisandro se siente aliviado por poder hablar con total libertad con su madre. Es cierto que el día que Jhory se fue le daría la maravillosa noticia, recuerda que la estaba esperando, imaginándose lo feliz que se sentiría al entregarle los pasaportes con visa de trabajo incluida. Quería sorprenderla, pero el sorprendido termino siendo él. Ese día descubrió que su esposa le estaba siendo infiel desde quien sabe cuándo y que se iría con su amante sin importarle nada.

Qué estúpido fue al pensar que podría lograr reconciliarse con ella. Cuando claramente él ya no formaba parte de su vida. Se lamenta que todo haya terminado así, pero ya no hay nada que hacer. Lo que le queda es estar con la gente que realmente lo quiere y para no sentirse tan miserable, decide volver a casa de su madre.

Dejar atrás todo lo que tenga que ver con Jhory considera que es lo mejor y más sano. La arrancará de su corazón como ella lo ha hecho con él y poco a poco será como lo dijo su madre: un recuerdo que duele ahora, pero con el tiempo solo será anécdota o al menos eso espera.

Al mes recibe la notificación del abogado de Jhory. Él debe conseguirse un abogado para el proceso de divorcio. Afortunadamente, este le será proporcionado por el juzgado para que pueda salir la sentencia de divorcio. Acude a dejar los documentos pertinentes y dos meses después deciden acudir al llamado para la firma del documento.

Sandro aún está dolido por la separación, pero decide hacerse el fuerte. No peleará por la casa o los artefactos que consiguieron en común. Solo desea salir de este proceso lo más rápido posible. Espera que si no pone ninguna objeción con nada de lo que pida Jhory todo marchara bien y el proceso será breve. Espera entrar, escuchar lo que tengan que decirle, estar de acuerdo con todo, firmar y devolverse a su casa.

Se coloca la mejor ropa que tiene que, obviamente, es el traje negro con corbata, se perfume y peina su cabello como en aquel entonces. Se mira al espejo y sonríe al verse, es increíble que va a firmar los papeles del divorcio de la misma manera como hace seis años se vistió para ir a contraer matrimonio. En aquel momento se sentía feliz y dichoso, porque se estaba casando por amor.

Pero hoy se sentía miserable y quería que todo acabara pronto. Debía reunir todo el valor para poder enfrentar a Jhory que a partir de hoy sería su exesposa, como si no estuviera pasando nada. Debía aparentar estar bien. Resuelto a mantener la frente en alto y ocultar cualquier emoción que sintiera al ver a Jhory después de tres meses, da un fuerte suspiro dirigiéndose al juzgado.