Capítulo 2. Decidido a recuperarte

Han pasado cinco días desde que Jhory dejo a Lisandro. Él al principio pensó que solo era un arrebato de su esposa y que está lo pensaría mejor y volvería a casa. Pero los días fueron pasando y ella nada que volvía ni se comunicaba con él.

Para él los minutos se le hacían eternos y las horas parecían años, sin contar con las noches que le parecían tan frías y solitarias, el silencio era tan agobiante y la angustia era algo tan latente en su corazón que con solo escuchar un ruido afuera corría a abrir la puerta pensando que era Jhory, quien había vuelto para hablar con él de lo que le pasaba, le daría una explicación de la escena que hizo delante de él antes de marcharse dejándolo estupefacto.

Por más que intenta encontrar el motivo o la razón por la cual ella tomo esa decisión, no logra entender que fue lo que hizo mal y el porque ella lo dejo si para él habían resuelto los problemas, siempre trato de comprenderla y de aliviar su carga. Para Lisandro, Jhory era el centro de su mundo y sin ella se sentía perdido.

Sentía que eran un equipo y él estaba a punto de darle una buena noticia que les cambiaría la vida por completo, justo cuando estaba más emocionado y esperando a que regresará a casa para hablar con ella, en cambio lo que obtuvo fue su rechazo y abandono.

"Si esto es una pesadilla quiero que acabe y despertar de este mal sueño"

Piensa Lisandro sintiéndose muy triste. En ese momento de tanto darle vueltas a la cabeza para entender a su esposa, recordó que hacía mucho que no le regalaba flores ¿Cuando fue la última vez que celebraron su aniversario de bodas? Fue en dirección a la pequeña gaveta donde sabía que su esposa guardaba algunas cosas y se dio cuenta que habían pasado tres años.

"No sé en qué momento deje de enamorarla, deje de hacerle cumplidos a mi esposa, deje de hacer lo que le gusta y me concentre en otras cosas que ahora no les veo sentido"

Con ese pensamiento se sentó en el sofá de la sala con el pequeño cartel que había hecho Jhory hace tres años. Ella lo había recibido después de una dura jornada de trabajo que él había tenido ese día. Aún así no se había olvidado de su aniversario y solo le pudo comprar una rosa en el camino, sin envoltura ni ningún tipo de detalle bonito.

Solo fue una simple rosa con un chocolate Savoy, solo para ese le alcanzó el dinero que llevaba ese día. Ella se veía tan feliz que su cara lo reflejaba, con una expresión de sorpresa, tomo el regalo simple de sus sudadas manos, lo miro tiernamente y lo beso.

En ese tiempo a ella no le importa si él estaba sudado o sucio, siempre lo recibía con un beso y abrazo en la puerta. Allí fue donde se dio cuenta que quizás ella tuvo mucha razón en todo este tiempo y él no había prestado atención a esos pequeños detalles.

¡Que tonto he sido, creí que estaríamos juntos hasta que nuestros cuerpos estuvieran tan arrugados como una pasa, hasta que uno de los dos descansará en la muerte, viejos y satisfechos en días pero con nuestro amor intacto!

¿En qué momento sucedió todo esto que yo no me dí cuenta?

"Debí escucharla, debí prestarle atención y no solo intentar apasiguarla"

Susurra para si mismo mientras lágrimas silenciosas se deslizan por sus mejillas, no quiere llorar, pero al pensar en todo lo que antes tenía y que ahora está perdiendo, no puede contener las lágrimas. Luego se da ánimos a él mismo, recuerda las palabras que ella le dijo antes de irse:

"Es tú culpa que esto esté pasando, por no arreglar las cosas a tiempo. ¿Crees que con unas lágrimas me vas a conmover? Date tú puesto y valorarte. Cuando era yo la que lloraba hace tres años me decías que me calmara y solo querías que dejara de llorar, ahora recuerda lo que tú mismo me decías y aplícalo para ti"

Resuenan con fuerza en su mente y justo ahora se está lamentando de no haberse detenido a pensar en ello antes.

"Quizás puedo tener una oportunidad de arreglar las cosas con ella, si solo nos sentamos a conversar de ese asunto y lo resolvemos como lo hemos hecho siempre, tal vez podamos volver a empezar y revivir ese amor tan hermoso que tuvimos hace seis años"

Con ese pensamiento en mente, siendo positivo, Lisandro pasa todo el fin de semana planificando como convencer a su esposa de que lo escuché, disculparse, aceptar su error y comenzar desde cero.

Hoy ya es Lunes, se levanta con todas las energías positivas, pensando que todo saldrá según lo planeado. Se ducha y coloca el mejor traje que tiene, es uno de color negro el cual utilizó el día de su boda. Usa un perfume marca Lacoste que fue un regalo de su madre, se coloca el reloj Casio el cual guarda como su mayor tesoro pues fue el primer regalo de aniversario que recibió de su esposa, se coloca su mejor calzado y antes de salir hace un post en las redes sociales:

"Hoy es un buen día para reflexionar, darlo todo por el todo, admitir los errores trabajando para ser mejor persona y esposo en el futuro. Arriesgando todo por amor, ayúdenme deseándome suerte"

#DarloTodoPorAmor.

Pasando algunos minutos recibe mensaje alentadores de parte de familiares y amigos. Hasta Jhory le respondió:

"Te deseo suerte, la vas a necesitar"

Al verlo se alegro mucho pensó que si le respondió era señal de que quizás podría tener una oportunidad con la mujer que ama.

Sale de su casa pasando por una tienda de obsequios, comprando un ramo de flores con un girasol y rosas rojas hermosamente arregladas y decoradas, recordó que los girasoles eran sus flores favoritas y las rosas sus segundas flores preferidas.

Al arreglo le colocan golosinas y así se ven muchísimo mejor. Lisandro sonríe ampliamente imaginándose las diferentes reacciones que podría tener Jhory al verlo llegar a su lugar de trabajo intentando tener una conversación amistosa con ella, pidiéndole una explicación y que está dispuesto a hacer cualquier cosa que ella le pida perdonando incluso si hizo algo que no era de su agrado solo por que estaba molesta y dolida.

Al salir de la tienda y ver la hora se da cuenta de que es muy temprano para ir a la oficina donde Jhory labora, no quiere que vaya a tener problemas por eso o que se moleste si llegara a interrumpir algún asunto importante. Decide ir más tarde, dentro de lo posible llegar momentos antes de la hora del almuerzo. Así que decide ir a hacer algunos pendientes.

Las chicas que lo veían pasar a su lado con el ramo sonreían ilusionadas, como si quisieran conseguir a alguien así, mientras otras lo elojian y le dicen que la persona que lo recibirá debería considerarse afortunada. Esas palabras y reacciones le hacen sentir bien e imaginarse que Jhory se sentirá así de feliz.

Pero ahora que la tiene en frente y puede ver su rostro no es la expresión que él se imaginó que tendría. Al contrario de parecer feliz su esposa se ve muy molesta y disgustada al verle.

- ¿Que haces aquí Sandro? Pensé que ya había resuelto mis asuntos contigo la última vez que nos vimos.

- Yo solo viene a ver cómo estabas y hablar contigo para aclarar las cosas, estoy dispuesto a hacer lo que me pidas solo dame una oportunidad.

- Hablar dices.

Jhory coloca su mano en la frente sintiéndose frustrada, lo mira con algo de desprecio tratando de no ser tan obvia además, no quiere hacer una escena en su lugar de trabajo. Así que solo se limita a decirle

- Ahora si quieres hablar. Vamos a la oficina, sígueme.

Lisandro sonríe ampliamente sintiendo que quizás esta sea la oportunidad que estaba esperando. Entran a la oficina cerrando la puerta tras de sí. Él se queda por un largo rato observándola detalladamente, mira aquel rostro que por una semana añoro ver, quisiera abrazarla acariciando su cabello, que le sonriera como lo hacía hasta hace pocos meses y sentir que todo esto es solo una etapa de prueba de su relación la cual afrontarán juntos.

- Te traje este obsequio por qué sé que te gustan este tipo de flores y dulces.
- Gracias pero no las necesito. Dijiste que querías hablar soy toda oídos.

Sus palabras son como dagas en su pecho porque el tono que uso es un tono áspero, su mirada se ve bastante hostil y respira como si estuviera reprimiendo las ganas de gritarle. Lisandro no sabe qué hacer ante una situación como está, está muy confundido.

- Jhory yo solo... Solo quiero que hablemos las cosas. Sé que estás así por mi culpa, yo soy el causante de que te sientas así pero... Yo te amo, eres la mujer con quien quiero pasar el resto de mis días. Resolvamos esto como siempre lo hemos hecho y por favor acepta el regalo lo compre para ti. Dame una última oportunidad para poder recuperarte esta vez será diferente.

- No lo creo Sandro, yo me siento mucho mejor sin ti. Además es bueno que sientas ahora lo que yo sentí durante tres largos años, intente durante ese lapso de tiempo hablarlo contigo de todas las formas y maneras posibles. ¿Recuerdas lo que me decías? Por qué yo sí, siempre era lo mismo: ¡Ya amor! ¡No llores! ¡Tranquila ya vas a ver! ¡Amor estás exagerando!
Siempre era lo mismo hasta que me cansé de expresarlo y luego decidí que ya no podíamos estar juntos.

- Recuerda que querías hablar conmigo muy entrada la noche o en plena madrugada te levantaste de la cama muchas veces llorando, disculparme pero esas no eran las horas convenientes para conversar. Muchas veces tenía que madrugar y a causa de eso me desvelaba.

- ¡Como sea! Ya no tiene caso. Lo nuestro se acabó. No quiero que me busques o me llames a menos que sea para decirme que firmaste los papeles del divorcio o pensándolo bien, con un mensaje de texto basta para hacerme saber esa información.
Lisandro se le acerca colocando el ramo de flores muy cerca de ella y con una mirada amable le pide pensarlo mejor.

- Solo hablemos, estoy dispuesto a hacer lo que sea que me pidas, si es por el dinero, conseguiré un mejor trabajo para que vivamos un poco más cómodos, solo dime qué recapacitaras o al menos que pensaras en nosotros. Lo nuestro no puede acabar por cosas que podemos resolver.

- ¡Dije que no, no entiendes!

Jhory esta más furiosa ahora que escucho esas palabras de su boca. En un arrebato de cólera le arranca el ramo de flores a Lisandro de sus manos, lo deja caer en el piso dándole fuertes pisotones con los pies.
Él se queda paralizado viendo cómo ella destroza el regalo que con tanto cariño le compró, siente como que si en vez del ramo estuviera pisoteando su corazón, lo hace con furia y sin pensar en sus sentimientos.

Justo en este momento es que Lisandro se da cuenta que ella ya no es la chica amble de la cual se enamoró hace seis años. Esta es una versión de Jhory más desconsiderada, frustrada y sin empatía que él no conocía.
Ella alza la cabeza mirando en su dirección mientras pisotea el ramo con fuerza hasta que queda totalmente destruido y lo ve allí con una expresión de dolor, ojos vidriosos y su mirada fija en el suelo. Se da cuenta que ahora sí entendió el mensaje y que quizás no la molestará más.

Lisandro dirige su mirada hacia ella, quien no puede distinguir que clase de mirada es esa, se le hace difícil de descifrar.
Él no dice nada, pero sintió que algo se rompió dentro de su ser y que no valía la pena estar más tiempo en ese lugar, ya no había razones para seguir insistiendo, sin decir una palabra abrió la puerta y se marchó.

Jhory pensó que había logrado su objetivo, aunque era lo que quería, no se sentía feliz, al contrario, siente un vacío en su corazón y una presión en la garganta.

Se dirije lo más rápido que puede al baño y allí estando sola llora en silencio profundamente. No entiende por qué tiene tantos sentimientos encontrados y a la vez le hubiera gustado que su historia terminara de manera diferente. Intenta calmarse y desea con todas sus fuerzas que ojalá Sandro no la odie porque a pesar de todo no fue un mal hombre con ella, solo no supo sobrellevar las cosas. Al reparar en ese sentimiento comienza a reír con lágrimas en los ojos

"Ya me estoy volviendo loca"

Susurra muy bajito hablando consigo misma. Se lava la cara, intenta calmarse y sale del baño como si no hubiera pasado nada.

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