Capítulo I *El Anillo*


Era un día soleado donde las aves cantaban felices y revolotean por el cielo, acompañado de los pasos,  risas y habladurías de diferentes personas vestidos de gala en una plaza.  Pues era día de una "gran"  boda.

Dentro de la plaza en el camerino de la novia se hallaba esta junto a sus damas entre risas y alagos de lo hermosa que se veía con aquel vestido de novia.

— Que bueno que elegiste este vestido Shaina.

— ¡te ves hermosa!

Alagaban sus damas, una de ellas su mejor amiga.

— ¡verdad que si!

— chicas... ¡Es mi boda!.

Aquel grupo se contagio de la emoción de la novia dando pequeños saltos junto a ella.

— no puedo creerlo — comentó aquella novia peliverde viendo su vestido.

— no sin tu velo — comentó su dama pelirosa a la novia — Oh,  donde está ese travieso??

—Ah, creo que lo deje arriba — le respondió la ojiverde.

— Ah!  Jeje no importa,  te lo traeré cuñis jijiji — comentó con una sonrisa de oreja a oreja,  una sonrisa que era desagradable para aquellas chicas.

Y con esa misma sonrisa salió trotando de la cabina.

— Sonia es tan irritante!!

— y horrenda — comentaron las damas ni bien abandono el cuarto.

Los hermanos Antares " no"eran los más hermosos a la vista de algunas personas o más bien de ellas.

— ¡Lo sé! ¡Y ahora va ser mi cuñada en una hora! — dijo la novia con irritación.

— ¿y ahora como vas a lidiar con eso?.

— voy a tener que hablar seriamente con Milo...

Aquellas féminas hablaban sin darse cuanta que a unos metros de la puerta se encontraba el susodicho escuchando todo. Vestido con traje blanco con negro a las orillas de la tela,  su cabello en ese entonces era más pequeño y chino llegando por encima de sus hombros y una nariz más grande de lo normal.

— veremos a su ridícula familia lo menos posible

— jajaja ¿segura que estará de acuerdo con eso?.

— Milo no me nega nada,  creeme,  lo tengo bien amaestrado.

Aquel grupo soltó a carcajadas al escuchar todo lo planeado de la novia,  donde Milo con eso se le cristalizar los ojos.

— ¿y cuéntanos que pasó con Cassios la última noche?

Preguntó su pelirroja amiga entre risas,  dejando al resto igual.  La novia se sentó y las damas se concentraron en la platica.

— solo le dije la verdad,  que si quería in pedir la boda que tenía que hablar ahora o callar para siempre.

— Ohhh!! — exclamar in Las damas.

— ¿y que fue lo que te dijo?

— dijo que jamás se va casar y que yo tenía que seguir  y casarme con Milo.

—¡Ahhhh!  ¡Pues te dio tu regalo de bodas! Jaja

Todas se limitaron a soltar carcajadas y luego de unos segundos la novia le respondió

—creo que fue algo por el estilo.

Los ojos del rubio ya estaban muy acumuladas de lágrimas,  estaba con la boca abierta sin creer lo que escuchaba.

— Shhh.  Fue la última vez se los juro.

— ¡Si claro!

— Milo es tan tierno y atento,  y además va ser cardiologo así que me casaré con el. Y con la zanahoria mitad de su nariz — dijo lo último con  desagrado

( ayyyyh,  mujeres interesadas)

— sus papas son horribles!

Y ese fue la gota que derramó el vaso.

Pues Milo dejó en libertad sus lágrimas escuchando los comentarios desagradables que decían de él y su familia.

Se volteo de perfil viendo a su primo pelizanahoria igual de shokeado con la boca abierta.

— Milo, como lo siento...

Sin mas el chico se marchó.

Pov Milo

Si, fue doloroso. Ese era yo, Milo Antares hace 20 años, patético ¿no?.
Estaba a la deriva de ahogar mis penas en alcohol  pero pasó algo muy interesante.

Mientras que estaba en aquel bar,  de la entrada se asomo una chica con la piel pálida y cabello largo color negro.

Llevaba un vestido que le tallaba a su figura que estaba más arriba de sus rodilla,

Esta chica entró trayendo así la atención de los hombres que le tiraban una que otra palabra obsena

— oye mami,  tu papa debe ser panadero porque hace unos bizcochos
Sabrosos jaja.

La chica no le puso la mínima atención y se sentó en la barra a la par del rubio, sin darse cuenta se le callo el bolso y el chico noto eso.

— se te callo tu bol... — la chica le interrumpió pensando en que también le dirá lo mismo que él resto, una grosería.

— ¡podrías callar te por diez segundos y no decir tonterías!... Gracias  — llevo su mirada al frente.

— solo quería decirte que tiraste tu bolso — levantó su pequeña bolsa,  le dio unas palmadas al objeto dejando ver el anillo en su dedo anular.

La chica noto aquello y se disculpo

—ayy,  que pena...

— olvidalo, olvidalo...  — bebió de su botella sin darle importancia a la chica.

— apuesto a qué no conociste a la señorita que te dio ese anillo,  en un berdesucho como este.

— en la escuela, en la cafetería.

— ¿cuánto llevas casado?  — le cuestionó sonriendo le donde Milo no pudo evitar....

se lo iba a decir, les juro que si. Pero no quería que supiera que era un perdedor así que altere la verdad un poco

— seis años.

— ¿Donde esta tu esposa aun?

— deje de preguntarme eso hace ya tanto tiempo 

—eso es horrible...

—mi esposa dice que trabajo demasiado tratando de mantenerla a ella y a su adicción a las compras.

— ¿Porque no sólo la dejas? — preguntó.

—... Los hijos — dijo sin verla — Catorce pequeños..

(este Milo es un caliente sin remedio jaja)

— esque, adoro adoptar y no Quero dejar de hacer eso

— pobre chico — comentó con un cambio en su voz tomando la mano del rubio — ¿quieres ir a otro lado?

* y así descubrí el poder del anillo matrimonial, el símbolo de mi humillación se convirtió en un arma para volver a la jugada *

— ¡ te vas a ir con Scorpio? No inventes!!

cambie mi especialidad de cardiologia por Cirugía Plástica, me descice del gran bulto y el anillo se volvió mi amuleto...

— yo supuse que después de casarnos dejaría la prostitución pero...

Veinte años después y el mendigo seguía mintiendo...

Le contaba su "historia matrimonial " a una chica rubia de ojos azules.

— pon este anillo de bodas en alguien sincero — tomo la mano del ahora papasito Scorpio colocándola en su busto.

— este es un gran momento

— si,  quieres que sea eterno por un rato al menos??

— okey,  hay que irnos a tu cuarto.

Se fueron a... Ya saben que ¿verdad? Y no vallan a finjir que no saben...

aveces eh pensado en arrojar el anillo al océano,  se que estoy haciendo mal pero no puedo. <<Es mi precioso>> ademas tener un matrimonio falso es una garantía infalible de que no me volverán a romper el corazón

Antes de salir le dejo una carta a la chica con la que compartió cama la noche anterior..

Tetis fue una noche increíble.

Psd: gracias por no golpearme como acostumbra mi esposa.✨

Esa misma mañana en un consultorio se hayaba un pelirrojo con el cabello recogido en una coleta,  con anteojos y portaba una bata de cirujano.  Estaba abriendo una caja con el pedido que había solicitado

— ¿Qué es esto?  — le pregunto al repartidor al ver lo que le habían enviado.

— bolsas de bubis,  las mujeres se lo echan en sus pecho planos y se vuelven grandes. — le explico.

— estas no son las bolsas de bubis que ordene.  ¿Qué es esto? Es como un contenedor para jarabe de hott cakes.
— refuño viendo detalladamente el objeto  — ¿Qué es esto?  Esto no se parece a esto

Le dijo tocando su propio pecho ( por ser un doncel tiene le pecho algo grandecito,  no tan grande.)

— okey — el repartidor tomó la bolsa eh intentó tocar el pecho de Camus para comprobar la diferencia.

—¡No!  Es en cerio — le dijo serio

— solo quiero entender — se justificó

— escuche el Dr. Antares jamás va aceptar implantes de cuarta, por favor traigame lo que ordene y dígale a fler que necesitaré un descuento por el inconveniente.

— de acuerdo.

— Gracias Sigmund

— ¿vino la de las 4:00? —le preguntó Milo al ya estar en su consultorio.

— si,  cuarto uno, y no te rías — le respondió Camus con su semblante serio.

Dentro del consultorio se encontraba una chica platinada,  el problema era de que tenía una ceja fuera de lugar.

— bueno, esque, sufrí una mala cirugía — le explicó soltando un suspiro,  la ceja la tenía más grande y más arriba de su lugar,  llegando hasta la frente. — sabía que ese doctor era un fraude,  su consultorio era una bodega.

— entiendo,  entiendo...  — al no recibir ninguna respuesta más — ¿dudas?.

— ¿Eh?  Ah,  no no, solo ayúdeme doctor

— por supuesto,  normalmente es mas sencillo hacerlo bien en principio pero...  — vio a la señora  — ¿que?  ¿Se ve insegura?

— ¿Mm?  — exclamó levantando sin evitar su ceja haciendo que Camus no evitará una sonrisa  — escuche que es el mejor Dr. Antares.

— no se si el mejor pero... Se que le podremos arreglar este asunto... — intento inútilmente regresar la ceja a su lugar pero ni bien soltaba su piel este regresaba a su lugar haciendo que Camus reprimiers una risa

— lo siento — dijo cubriendo su boca para ahogar la risa

— ah,  jajaja no hay que disculparse  — sin evitar levantó de nuevo sus cejas a lo que Camus y Milo soltara a carcajadas pero no le ofendió a la señora

— en cerio se le levanta jajaja — dijo el pelirrojo entre risas.

— si esta alzada, tiene que verla casi  le queda como copete

— jajaja tal vez debería dejarlo así, parece hacer felices a los demás — dijo al ver la gran sonrisa de Camus.

— no pero ya en cerio ¿puede ir al cumpleaños de mi hijo? Jaja

Y así el trío se la paso un buen rato riéndose por lo cual dejaron fecha para la cirugía y salieron de la habitación.



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