capítulo 10
Después de la " fiesta " navideña, el año nuevo no iba a ser menos. Las familias lo vivieron prácticamente igual, sintiendo que les faltaba algo. Ese algo, eran sus esposos, padres, hermanos e hijos que no volvían a casa y cada vez parecía estar más lejana esa idea.
Pensar que ni siquiera estarían para la Pascua, los tenía a todos de mal a peor.
Por suerte, la idea de las cabinas, iba viento en popa. Uno de los comandantes, apoyó con rotundidad, mientras que otros aún se lo estaban pensando.
Parecía que los días iban cada vez más lentos para las mujeres, siempre había algo que las tenía con los nervios a punto de estallarles. La ansiedad y el estrés les pasaban factura, sobretodo cada vez que encendían el televisor y oían o veían alguna noticia nueva sobre Irak. Era demasiado, necesitaban un descanso, pero estaba claro que ni el dinero ni el trabajo ni el colegio de sus hijos, podrían darles un respiro.
Cada día era una nueva lucha , solas y sin saber cómo actuar en algunas situaciones que requerían una firma o el permiso de sus maridos.
Más de una no aguantaba más y acababa yendo a la base para recriminar el escaso contacto con ellos y exigían poder hablar aunque fueran unos minutos con ellos. Siempre fracasaban en el intento. Era desesperante. Ha veces miraban a los oficiales y tenían ganas de estrangularlos o pegarles ellas mismas un tiro.
Porqué siempre las dejaban de lado? Porqué las trataban como que no valían nada? Eran ellas la que tenían que esperar! Eran ellas las que tenían que firmar por y para sus esposos si lo pedían en la base. Es que, acaso no comprendían lo duro que estaba siendo todo aquello? No empatizaban ni un ápice con ellas?
Era frustrante, insólito y agobiante.
En ese mes de enero a punto de llegar a febrero, Penny había conseguido por fin acabar su cafetería . María y ella, contemplaban el local de arriba a abajo con sonrisas clavadas en sus rostros. Estaban eufóricas! No podían creer que por fin pudieran abrir el local! Lo estaban deseando! Tenían esas mariposas en el estómago que les hacían sentir como nuevas. Era como volver a tener el primer empleo de sus vidas. Esa sensación entre felicidad , orgullo y miedo por empezar algo nuevo. Tenían muchas ganas de empezar ya!
• Penny - gracias por compartir mi sueño
• María - gracias a ti por dejarme participar en el
Se abrazaron felices y radiantes ante las maravillas que veían a su alrededor
• Penny - el lunes abriremos las puertas, estoy un poco nerviosa
• María - Gabriela ha hecho publicidad en sus redes sociales para que todos vengan
• Penny - esperemos que lo hagan
• María - estás de broma? Tus tartas son perfectas!
• Penny - bueno, pero ya sabes . - juntó sus manos entrelazando sus dedos y aplaudió con alegría - Dios que nervios!
• María - la verdad es que yo también estoy ansiosa - decía con algo de diversión en su voz al ver dar pequeños brincos a su ya gran amiga.
Habían compartido mucho durante esos meses. Cada vez se sentían algo más unidas, y también socias. Algo que al principio no sabían si sería apropiado, pero una vez dado sus puntos de vista y sus normas, estuvieron de acuerdo en que todo saldría bien si nunca dejaran de hablarse y comprenderse. Si conseguían hacer eso, todo saldría a la perfección.
Siguieron observando el local que estaba decorado con cuadros de tartas, galletas,cupcakes y tortitas en las paredes pintadas de un rosa cálido que daba la bienvenida a todo aquel que entrara. Lo habían logrado, consiguieron que pareciera un lugar estupendo para tomar un café con las amigas, hacerlo sobretodo para esas mujeres que estaban en la misma situación que ellas. Darles un sitio a esos hijos que esperaban impacientes la hora de que volvieran sus padres de la guerra. Dar a esas esposas un lugar donde comunicarse y conocer gente nueva. Desconectar de sus rutinas y a lo mejor incluso, no sentirse tan solas y desemparadas.
Después de esos días de espera, había llegado ese fantástico lunes. Después de que Penny dejara a la guardería a su hijo, tanto ella como María, fueron a su cafetería y abrieron las puertas con alegría.
Se miraron entre sí, sonrieron y se adentraron con amplia sonrisa e ilusión . Era temprano, Penny entró directamente a su cocina donde iba a empezar a preparar sus postres . María encendía por primera vez las cafeteras, iluminaba la estancia encendiendo las lámparas que colgaban del techo y parecían algo antiguas pero a la vez hogareñas y modernas. Todo el local, se podía observar y sentir la ternura y el calor, la dedicación, el amor que habían puesto allí.
Cogió aire y se colocó un pequeño delantal de color rosa algo más oscuro que las paredes y empezó a poner café en las cafeteras para prepararlo y que cuando entraran los primeros clientes, olieran el café recién hecho.
Las dos primeras horas, estaban siendo lentas, la gente pasaba por delante y no se paraban a entrar. Pero por fin, un grupo de jovencitas entraron para pedir unos cafés para llevar. Una de ellas elevó sus cejas al probar el suyo
- oh vaya! Qué rico
• María - gracias, porqué no probáis nuestros bollos de crema con canela
Las chicas se miraron y sonrieron con picardía y se sonrojaron
- estamos a dieta
• María - oh! Entonces, tenemos estas galletas integrales con trocitos de avena y chocolate, están muy buenas
Hicieron mueca pensativas
- venga, yo si
- Betty!
- vaaa, por un par de galletas no pasará nada
- sabes qué? Me apunto, yo también
- y yo
- venga va, y yo
María sonrió y cogió tres galletas para cada una poniéndolas en bolsas de papel también de un color rosado pálido. - aquí tenéis
- gracias
Pagaron y se marcharon sonrientes.
• Penny - qué tal?
• María - parece que tenemos las primeras clientas que vendrán mucho por aquí
• Penny - de verdad?
• María - si, pero haz también si puedes bollos de harina integral. Parece que las jóvenes de hoy en día, todas están a dieta
• Penny - vale , mañana haré una cosa de cada
• María - si
Empezaron a entrar mujeres, parejas, grupos de chicas que con curiosidad decidieron entrar para ver la nueva cafetería / pastelería . Por suerte , todas ellas estaban mucho más que satisfechas. Era bueno tener a jovencitas entrar, todas ellas estaban enganchadas a las redes sociales y no dejaban de hacer fotografías a sus cafés, o bollerías que pedían para luego subir las fotografías a sus perfiles en internet. Sería muy bueno para el local.
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Evelyn se encontraba haciendo la compra como siempre, una sonrisa en su boca, y el rostro alegre para todo aquel que la viera. Parecía siempre ser feliz, siendo maestra de infantes, era bastante lógico que fuera alguien así, pero por dentro, siempre gritaba desesperada de dolor por el sufrimiento de todos los días.
Se quedó mirando unas manzanas y no sabía cuál es coger. Verdes? O rojas? Ha Matthew le gustaban las verdes, pero a sus hijos no. Para qué se las quedaba mirando? Si las compraba, sería absurdo! Nadie se las comería y se pondrían malas! Pero aún así, miró ambas manzanas durante varios segundos.
- buenos días
Dio un pequeño brinco y se giró - señora MacKency - tragó saliva - buenos días
- parecías en una nube
- cómo?
- te habías quedado en blanco mirando las manzanas
Ladeó la cabeza levemente - oh, bueno, estaba intentando escoger
- manzanas?
- si
La mujer ladeó también la cabeza con curiosidad pensando en lo extraña que era - y ya sabes cuál vas a escoger?
En realidad, Evelyn aún seguía con la mente en blanco. Cuál escogía? - estoy en ello
- y porqué no compras las dos ?
- a mis hijos no le gustan las verdes
- entonces coge las rojas
Parecía tan fácil decirlo... - si, será lo más lógico
- claro - decía con soltura
Claro que era lógico para ella, y fácil! Pero para Evelyn, era una tortura . - bueno, que pase buen día
- igualmente
Decidió dejar las manzanas, no estaba lista para escoger. No estaba lista para nada en absoluto. Echó a andar para alejarse de ella y apareció en la zona de los cereales. Era más que una tortura todo aquello. Ahora escoger la caja de cereales? Porqué? Porqué le estaba costando tanto?!
• Hannah - hola guapa
Evelyn dió otro brinco haciéndola dar también uno a Hannah
• Evelyn - hola Hannah
Hannah estaba con los ojos agrandados al ver la reacción de su amiga
• Hannah - estás bien?
• Evelyn - no, nada está bien. No se que coger
• Hannah - los dulces de colores?
• Evelyn - no le gustan a Erin
• Hannah - y los de arroz inflado?
• Evelyn - no le gustan a Simon
• Hannah - coge los de chocolate
• Evelyn - no le gustan a Matt
Hannah entendió el bloqueo mental de su amiga, empatizó al acto y cogió unos de sabor a iogurth
• Hannah - entonces, coge los que te gustan a ti
Evelyn la miró y sus ojos se empañaron en lágrimas - entonces no les gustará a ninguno
• Hannah - ay cielo - la atrajo a sus brazos . Justo , pasó la mujer de las manzanas y frunció el ceño al verlas en esa situación, la miró y sonrió levemente con falsedad . La vió alejarse y se separó un poco de Evelyn pasándole un mechón largo del pelo tras la oreja - quieres que vayamos a casa?
Evelyn asintió y Hannah cogió no una caja, sino todas.
Después de pagar en caja, fueron al coche de Evelyn y Hannah condujo por ella. Por suerte, no cogió el suyo propio, le apeteció andar y por ello comprar también lo justo. Llegaron a casa de Evelyn y la ayudó a colocar los alimentos comprados. Eran absurdos a primera vista, realmente su amiga estaba con la mente en otra parte .
• Hannah - te entiendo
• Evelyn - no sé que me ha pasado
• Hannah - es el estrés , me pasa igual a veces
• Evelyn - no tendría que ser así
• Hannah - estamos bajo mucha presión Evelyn, es lógico estar de este modo . Mira - la hizo mirarla - el otro día , le di la medicación equivocada a dos niños distintos. - la hizo fruncir el ceño - por suerte no eran fuertes ni nada, pero dos días después, una de las madres me dijo que su hija no podía ir al baño, que la medicación le daba estreñimiento. El otro niño tenía gastroenteritis, así que, imagínate el percal cuando vino la otra .
La hizo meterse en situación haciéndola reír un poco
• Evelyn - liaste una buena
• Hannah - aún me huele a mierda la sala de espera
Estalló en carcajadas
• Evelyn - gracias
• Hannah - ay cariño - la abrazó de nuevo - cuando estés así, llámame
• Evelyn - ya bastante tienes Hannah.
• Hannah - todas ya tenemos bastante - le apartó el pelo que le caía al rostro - no podemos hacerlo solas, está claro que esto cada vez es más duro, y cada día que pasa, es más pesado
• Evelyn - mucho - cogió aire - ayer tuve una pesadilla - soltó aire y decidió explicarla - el coche paraba en frente de mi jardín y ....
• Hannah - Evelyn - cogió su mano
• Evelyn - sentí ese dolor Hannah. Me dolía el corazón - sus lágrimas empezaron a brotar sin parar - y hoy, cuando estaba mirando las manzanas. A Matt le gustan las verdes, siempre me hace comerlas, y también a los críos - tragó saliva - siempre dice que tenemos que comerlas también, no solo las rojas. Solo podía pensar en , si el muere, quién nos va a obligar a comerlas ? - sollozó
Ha Hannah se le empañaron los ojos de lágrimas y se mordió el labio para calmarse, sabía que tenía que estar por ella, si se derrumbaba, no podría ayudarla.
• Hannah - lo sé, te entiendo, a mí me pasa con la verdura
• Hannah - qué? - preguntaba confusa y sorprendida
• Hannah - nunca me a gustado, y a las gemelas tampoco. Henry nos obliga siempre a comerla, así que llevamos meses sin probarla. Imagínate si no vuelve . Estoy como la niña a la que le di el medicamento para estreñimiento
Evelyn rió por lo bajo entre lágrimas. Rieron las dos
• Evelyn - me cuesta hacerme a la idea. Aunque lleve tiempo en esto, sabes? Siempre lo paso mal, pero esta vez - negó con la cabeza - esta vez es tan distinto. Tan diferente a otras misiones. Nunca había tenido tanto miedo como ahora.
• Hannah - el atentado nos a cambiado la vida a todos. - la hizo asentir con la cabeza - pero tenemos que aguantar, por ellos, no sabemos cómo vendrán
• Evelyn - eso es lo que más miedo me da. Y si, y si no vuelve siendo él? Y si...y si a cambiado? Y si esta guerra lo hace cambiar tanto que... Qué deja de ser quien era? Y si ya lo he perdido?
Volvió a sollozar y no pudo evitar que Hannah lo hiciera también.
Después de esa conversación diciendo en voz alta un miedo que todas tenían y ninguna quería admitir, acabaron colocando la comida en los estantes y la nevera. Esperando , como siempre. Esperando a que ese miedo no se hiciera nunca realidad. Qué sus maridos volvieran tal y como se fueron, que no hubiesen cambiado...
...
Amores! Momentos de risa, y de lágrimas... Nos vemos el lunes ! Pasar buen fin de semana!
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