Capítulo IX: La Casa Bayle

Al introducir la llave, Kalet siente como los nervios lo empezaban a invadir. Cuando entra a la casa, se sorprende de lo sombría y fría que es por dentro. Difícilmente, entraba un rayo de sol al lugar de paredes de un color carmesí oscuro. Lo primero que nota frente a él eran las escaleras que llevaban al piso de arriba, a la derecha estaba lo que parecía la sala, mientras que a la izquierda estaba el comedor. Al observar bien el alrededor, no hay nada que al menos le diera algo de vida a la casa, algo así como una fotografía, cuadro, flores o figuras. Nada de eso.

En donde estaba el comedor de madera, a un lado, hay una puerta de color café oscuro y al abrirla, entra a la cocina. En la pequeña mesa que está ahí, deja los víveres. Un vistazo más a la morada lo hizo notar que todo está perfectamente ordenado y pulcro, no hay nada de suciedad. Era como si todos los días fuera limpiado perfectamente.

Kalet camina la sala y no hay alguna televisión, ni radio y ni siquiera un teléfono. Nada adornaba la fría sala más que una alfombra café y una mesa de vidrio en medio de la sala, además de una chimenea que parece no haber sido encendida en días.

Al lado de esta, hay un estante lleno de libros de matemáticas y contabilidad, además de muchos cuadernos llenos de operaciones y cuentas. Todo era muy aburrido en la casa, o eso piensa Kalet.

Camina hasta las escaleras para subir al siguiente piso, en búsqueda de la mujer con la que había hablado hace días. Ahí, hacia la derecha, encuentra un pasillo y que al fondo llevaba a una puerta. Curioso y pensando que esa era la habitación que podía ver desde su casa, camina hacía ahí, pero se detiene al escuchar unos pasos que provenían de ahí.

"No hay duda, la mujer debe estar ahí dentro" Piensa Kalet, mientras camina más rápido.

Al abrir la puerta y caminar un poco hacia adentro, nota una habitación de paredes color gris claro, cortinas blancas y una cama matrimonial en medio del lugar frente a él. De pronto escucha un ruido y voltea hacia atrás para darse cuenta de que venía de otra puerta que está dentro de la habitación y a un lado de la que había entrado, probablemente lleva hacía el baño. Lentamente, acerca su mano para abrirla.

—¡Deténgase! —una voz grita detrás de esa puerta—. ¡No se acerque más!

—No tenga miedo, no le haré daño —se detuvo.

—Entonces, ¿qué hace en mi casa?

—Bueno, yo... yo... —Se apena un poco—. Yo solo quería... —Comienza a darse cuenta de algo—. Usted... ¿es la señora Bayle?... ¿la persona con quién hablé la vez anterior?

—¿Cómo entró aquí?

—Se lo contaré si sale de ahí.

—¡NO! —Suena asustada y enojada.

—Por favor...

—¡NO! ¡VÁYASE YA!

—¿Acaso no quiere que la vean?

—No quiero.

—No sea tímida, por favor.

—...

—Al menos, ¿podría decirme su nombre?

—Dígame primero el suyo.

—Mi nombre es Kalet... Right. Ahora cumpla su promesa.

Muy lentamente, la puerta se va abriendo y de ella sale una mujer, que, a pesar de usar ropa poco atractiva, logra dejar a Kalet impresionado.

Jamás en su vida vio a alguien como ella.

—Mi nombre es... Desireé Bayle.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top