"...Mi vida cambio en un segundo...cuando creía que era una ruina...el me dio su mano para salvarme..."

-no puedo creerlo...-pensó la joven frente al espejo, las mujeres le daban los últimos toques a su vestido blanco, el cual le asentaba bien, hecho a su medida, una presión en su pecho se dejaba sentir en su corazón, se sentía extraña, ¿Cómo alguien como ella estaba a horas de casarse con el completo desconocido? El hombre que conquistó y masacro su "hogar", ni si quiera sabia que clase de hombre era, solo que era eso, un conquistador, su cabello era rojo como la sangre que vio escurrir en su habitación cuando acabo con la vida de los sirvientes que le habian hecho la vida imposible de existir, una parte de ella se sentía feliz y la otra apenada por pensar de esa forma

-señorita ¿esta bien si le dejamos esto?-le pregunto la mujer de avanzada edad, quien creaba su vestido- es el ultimo grito de la moda en el país, debería usarlo

-como...usted lo desee...yo...

-no tiene que sentir pena, es su boda tiene que hacer lo que usted desee-menciono la mujer terminando de decir, para darle los últimos toques a su vestido, mientras ella miraba con un rostro teñido en carmín en el espejo

Allí sin un padre quien la tomara de su brazo, en medio de soldados desconocidos, un suave andar a la luz del atardecer, ella avanzaba hacia el altar, con solo un ramo de flores blancas en sus manos como compañía se guio hacia adelante, donde la esperaba aquel hombre desconocido que la había sacado de aquel cautiverio, jamás creyó que su boda fuera de esa forma, en su mente inocente soñaba que su padre la llevara de un brazo para ser recibida por el hombre que amaba, las personas celebrando a su alrededor con sonrisas cálidas y de orgullo por la buena elección, muy por el contrario a las miradas fijas hacia delante de rostros de desconocidos que sin duda estaban bajo el mando de quien es su esposo, extendió su mano hacia ella tal como la primera vez que se conocieron, tomándola para llegar a su lado mientras su corazón saldría de su pecho, se veía muy guapo, la boda era algo serio para él, mirando al ministro quien haría la ceremonia, no soltó su mano en ningún momento solo para colocarle la sortija en su dedo, levantando el velo que cubría su rostro, luego de los votos y besar su labios suavemente frente a todos

Rogaba para no desmayarse, todo parecía bello entre completos desconocidos, quienes aplaudían la unión, alcohol y mucha música e incluso algunas mujeres para otorgar diversión a los soldados estaban en la ceremonia, algo muy diferente a lo que había imaginado, algo glamoroso y serio, a el escandaloso grupo de soldados quienes tenia al frente, las prostitutas se abalanzaban sobre ellos, incluso ebrias para Hinata estaba impresionada, pero a la vez miraba con asombro, jamás había asistido a una fiesta en su vida y lo que desea su libro no era nada en comparación a ello

-¿estas cómoda?-le pregunto él, ahora su esposo, quien con suerte sabia su nombre y había cruzado una y que otra palabra, ella volvió a mirar el ambiente lleno de risas y escándalo, sin olvidar los borrachos, pero extrañamente se sentía mas cómoda que nunca, la soledad le abrumaba y la hacían sentir triste y olvidada al menos estos hombres la consideraban en "algo" que era una "persona" al menos . asintiendo con la cabeza como respuesta –tiene como orden no molestarte, ni a ti y a mi, borrachos o no, obedecerán-termino de decir severo, dándole una copa de licor para beber

-¿eh?-le miro la copa-yo...pues...yo no...

-¿nunca has bebido?-le pregunto ella asintió

-pero si quiere que beba lo hare- dijo de inmediato, no quería que se enojara con ella o hacerlo enfadar

-no-respondio- me gustan las mujeres que su boca no apesta a alcohol-¿acaso era un cumplido?, pensó en medio de un suspiro de alivio, para sentir como su mano era tomada y avanzar a un punto mas privado para ellos, Hinata no sabia que decir o que hacer, era una completa inexperta y todo lo que había leído no se había hecho realidad ¿entonces que haría?

-al amanecer tengo que partir- dijo mirándola, ella abrió la boca para luego cerrarla y seguir escuchando- conquistare mas territorios y volveré por ti cuando termine, dejare algunos soldados aquí y esas mujeres que te atendieron ¿de acuerdo?-ella asintió

-lo...lo...esperare...-respondio sin mas, aun sin conocerlo, podía ver la sinceridad en sus ojos, surcándole una sonrisa en sus labios, para besar el dorso de su mano haciéndola sonrojar

-gracias- respondio, cuando escucharon cosas quebrarse en el interior de la sala, ya el alcohol estaba dejando sus efectos mas oscuros obligándolos a regresar

(...)

Estaba nerviosa, y el cielo lo sabia cuanto lo estaba, esperando sentada con un atuendo mas ligero y seductor, esperando a su marido para consumar su matrimonio ¿será suave con ella? ¿dolerá? ¿se desmayara?, un mar de preguntas en su mente trataba de darles respuestas a todas, pero ya estaba a punto de colapsar, temblando su cuerpo incluso contra su voluntad ¿Cómo entregarse por primera vez a un hombre quien apenas conoce? , ni sabia la respuesta, pero al menos se encontraba agradecida con él, la había sacado en años de su habitación haciéndola dueña de la casa totalmente ¿acaso era un precio justo?, dejo sus pensamientos aun lado cuando vio como la cerradura de la puerta se abría ingresando él con un atuendo ligero a la habitación, haciéndola sentir aun mas nerviosa

-yo...bueno yo...

-no tenemos que hacerlo-respondio dándole la espalda para marcharse

-¡No!-dijo ella casi horrorizada deteniéndole al sostener su mano-¡por favor! Solo estoy...nerviosa...si...no lo hacemos...se burla...burlaran de mi...-respondio apenada y temblando de miedo-no...quiero...que...ser....una ver...vergüenza...

-nadie se burlara de ti, Hinata-él volteo para mirarla, haciéndola bajar la mirar, para luego obligarla a mirarlo, tomando su rostro con firmeza pero con cuidado- muero por hacerlo-reitero, haciéndola sonrojar- pero no me arriesgare a que te quedes embarazada y no vea crecer a mi hijo

-¿eh?-no tenia palabras para responder, era algo lógico, si llegaran a consumar su matrimonio, estaba la posibilidad de quedar embarazada y con ello pasar todo ese proceso sola, además, ella no conocía a nadie de la familia de su marido, por lo que podían tratarla como una impostora-pero...

-descuida- dejo caer su ropa al suelo-con esto y...-beso su mejilla para llegar a su cuello, entregándole una ligera mordida que le de seguro le dejaría marcas en su piel, sacándole un leve quejido en ella- será suficiente- tomándola por sorpresa para besar sus labios con intensidad, cargándola hacia la cama dejándola caer delicadamente al lecho nupcial- no lo haremos esta noche, cuando regrese recobrare todo el tiempo perdido-ella se ruborizo al escucharlo-pero me llevare un buen recuerdo

4 años después

-¿Por qué no nos dijiste? ¿o por que no fuiste a ver a tu esposa primero y traerla?

-¿se están escuchando? No quiero que hagan este escándalo frente a ella-respondio el peli rojo mientras se encontraban camino al carruaje que los llevaría hacia donde se encontraba la esposa de su hermano menor –además, le prometí algo que solo lo quiero hacer aquí

-¿Qué cosa?-preguntaron sus hermanos incrédulos mirándose entre si

-es algo entre mi esposa y yo

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Holaaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer y comentar, mil abrazos

proximamente...........................................................Capitulo 3 Mi nueva familia...