Capitulo 14 Pasado..
"...Sin saber...tu te has adentrado en mi alma...estuve rodeado de personas necesarias que me han querido...pero tu eres la única que estas en mis mas profundos pensamientos..."
Él estaba sentado tranquilamente mirando hacia el frente mientras la cabeza de su esposa estaba sobre sus piernas, no era la posición mas cómoda para él pero al menos podía ver las bonitas facciones de su esposa, mientras esta dormía, mas bien yacía desmayada luego de enseñarle la laguna donde estaban –se emociono- dijo para si mismo para luego volver a mirarla llevando con manos temblorosas hacia los flequillos de su esposa con cuidado para no despertarla, al momento de hacerlo los ojos de la joven comenzaron a moverse ligeramente para luego abrirlos mirando el rostro de su marido empalideciendo al instante
-¡lo siento!-dijo en un salto peor que un gato en el agua, se puso de rodillas para apoyar su cabeza en el suelo completamente asustada, Gaara era el mas confundido de la situación, la reacción de su mujer sobrepasaba la exageración, podía ver su cuerpo temblar con miedo, sus ojos cerrados con fuerza e incluso podía identificar un poco de sudor en su frente, mientras que en los pensamientos de la oji perla su pasado la asechaba, presa de los recuerdos del pasado
...¡estúpida!-el sonido de un azote se podía escuchar hasta el ultimo rincón del palacio -¡no sirves para nada! ¡maldita estúpida! -otro azote, incluso gotas de sangre manchaban el piso - ¡¿Por qué arruinaste el vestido de Hanabi?! ¡ no eres digna de nada!
-Hinata-dijo él, pero ella aun seguía como si no lo escuchara, hasta que se vio obligado tomar su mentón con firmeza- él ya no existe –sus ojos perlados se abrieron enormemente –yo acabe con él
-so...soy una inútil..., lo he arruinado todo
-me gusta verte dormir- respondió –nunca has arruinado nada- tomando una de sus mejillas
-pero...yo...-levanto un poco la mirada viendo el rostro su esposo, quien a pesar de su ojos inexpresivos podía sentir la calidez a través de sus iris turquesas, las cuales lagrimas amenazaron salir de su pupilas perladas, y su mentón tembloroso, y el rubor de su mejillas era prueba clara que se encontraba mas apenada que nunca –no...no...quiero irritarlo por mis estupideces...
- ¿Cuándo has hecho una estupidez?-le pregunto algo severo, mientras que ella se sentaba un poco mas erguida, aun así no levantaba la mirada
-si...siempre...-confeso –no logro entender porque se caso conmigo-pronuncio presionando fuertemente la falda de su vestido –yo...una inútil como yo... -sintiendo como las manos del peli rojo se posaban sobre las suyas y la otra tomaba su mejilla con firmeza con el fin de que le mirara a los ojos, algo que él le molestaba es que no le vieran a la cara, pero a ella le perdonaría todo
-¿acaso no sirve que te lo demuestre?-le pregunto acercándose de sus labios, sin embargo, siguió su camino hasta su oído- cada vez que hacemos el amor ¿no es suficiente para demostrártelo?-ella estuvo a punto de desmayarse si no fuera es que hizo su mayor esfuerzo para no hacerlo, ya que era una de las pocas veces en que ella podía exponer sus miedos de esa manera y ser escuchada, pero su sonrojo era mas que evidente, asintiendo con la cabeza rápidamente, al menos él se encontraba menos tenso de lo que estaba, no era un experto en contener a las personas mucho menos a su esposa -¿entonces por que dudas tanto?
-te...tengo miedo...que esto sea un sueño-respondió bajamente- que...usted deje de quererme...porque no soy bonita, o porque no lo satisfago en la cama, o en mis desmayos...-otra mano del peli rojo se poso sobre sus mejillas, limpiando con sus pulgares los rastro de lagrimas que le quedaban en la piel de su esposa
-eres mía Hinata, por siempre – no solo sus ojos se abrieron de manera enorme, sino que su mandíbula era arrastrada por la gravedad ante las palabras de su esposo, no eran las palabras mas románticas que esperaría cualquier mujer, pero, aquella determinación posesiva la fue mas que suficiente para hacerla sonreír emocionada, que en un impulso le abrazo con fuerza
-gra...gracias...-pronuncio de manera delicada, sin embargo y lo que no esperaba que él, la alzo en un solo movimiento cargándola entre sus brazos para llevarla directamente a la laguna que estaba frente a ellos -¿Qué...que...hace...
-demostrarte lo que siento-dijo sin detenerse
-pe...pe...
-nada de peros-la interrumpió- te necesito ahora-pronuncio determinado, solo le dio tiempo para sacarse los zapatos antes de que se introdujeran a las aguas, ella le miraba sorprendida y con un claro rubor en sus mejillas haciéndole recordar los párrafos del libro que había leído y casi terminado el día anterior
-es lo mismo que le paso a la protagonista-pensó con un brillo en sus ojos- y su único amor ¿tendremos un final feliz?
-¿Qué sucede?-le pregunto mientras comenzaba a besarla, al verla perdida en sus pensamientos -no te preocupes por la ropa-ella negó su cabeza-entonces...
-es...estoy muy feliz...- contesto sintiendo como su vestido pesaba cada vez mas, ya que el agua lo volvía mas pesado mientras se hundían, Gaara con manos hábiles, desataba los tirantes de su vestido con suma delicadeza, mientras besaba cada poro de su piel ligeramente desnuda
-solo recuerda Hinata- mordió su oreja mientras ella liberaba un pequeño gemido de placer- tu eres mía
(...)
El solo recuerdo del lago junto a su esposo la hacían ruborizar mientras caminaba por los pasillos, una ligera sonrisa con sonrojos era la clara evidencia que cada momento junto era el mejor, aunque se recriminaba un poco, pues los consejos de Temari no los siguió al pie de la letra, pero al menos había logrado liberar un poco los miedos que tanto la atormentaban, uno de ellos ser olvidada por su marido, no sabia muy bien si lo amaba, pero aquel sentimiento de necesidad era algo que la hacia sentir especial y preocupada a la vez, pero su corazón latía con fuerza ante escuchar en su mente las palabras del peli rojo mientras le hacía el amor-creo...que me estoy volviendo una depravada- se dijo así misma, cuando doblaba por el pasillo encontrando a unas sirvientas hablando del libro que le había prestado su cuñada –Temari tiene razón-pensó al verlas charlar con pequeñas risitas picarescas –muchas chicas leen ese libro, quisiera acercarme...- musito con algo de desilusión, fue cuando una de ellas se percato de su presencia mirándole con espanto
-¡su majestad!-gritaron las tres mujeres en pánico
-¿Qué...que...-pronuncio sobresaltada sin saber qué hacer
-¡lo sentimos! ¡no volveremos a holgazanear nunca mas, alteza!- dijeron las tres al mismo tiempo, listas para retirarse
-pe...pero...- simplemente las palabras no salían de sus labios, no quería que se fueran, es mas quería charlar con ellas y decir su opinión acerca de la novela -¡ESPEREN!-exclamo en un grito que se escucho en todo el pasillo, haciendo a las jóvenes detener en cuestión de segundos para miran en pánico a la máxima autoridad del país, al sentir el silencio apoderándose el lugar, la oji perla simplemente jugo con sus dedos nerviosa, mientras que las féminas se acercaban temblorosas
-¿Qué necesita majestad?-pregunto una de ellas de manera valiente y segura, para Hinata le era extraño que le trataran con mucho respeto, sintiéndose que era ajena a la situación, pero el solo hecho que era la emperatriz aun lo sentía que era algo irreal
-bueno...yo...-menciono incomoda ¿Cómo podía decirle que ella también leyó ese libro y que quería comentar con ellas respecto a ello?- yo quiero...digo...-las mujeres se miraron entre si- las escuche hablar de ese libro- termino de decir a punto de un desmayo cubriéndose sus mejillas coloradas, haciendo que las mujeres sonreían de manera amable, su emperatriz era tan solo una niña ante su visión, una mujer delicada, frágil y amable, en un principio pensaron que seria una verdadera tirana, tras conocer fielmente la sangre que rodeaba a su esposo en especial ante las batallas, no esperándose que traería a una mujer tan delicada que expelía ternura y bondad-no...quería husmear su conversación, solo que...
-¡es estupendo!-pronuncio una de ellas altamente- ¿cierto chicas?-las demás sonrieron animando la conversación
-si, en especial, cuando se encuentran por primera vez, ¿verdad Yumi?
-si,- respondió la joven -¿que opina su majestad?
-¿yo? –se señalo así misma de manera inconsciente, era la primera vez que alguien fuera de su esposo y sus cuñados le pedían su opinión - Bueno..., me gusto la parte...que se escapaban de los guardias...
-¡¡¡ES ROMANTICO!!!!- gritaron las chicas a la vez
-oigan, ¿sabían que tienen mas temporadas?...
Por otra parte, Gaara buscaba a su esposa para un paseo en el jardín, recorriendo los pasillos algo ansioso, si bien portaba guardián donde quiera que vaya su esposa, por primera vez esta los había eludido bastante bien sin darse cuenta, hasta que camino escucho murmuros al final del pasillo, entre ello la encantadora risa de su esposa, acelerando el paso, encontrándola hablar con la servidumbre, aquello lo hizo sonreír al menos la podía ver socializar con otras personas y no tener esas inseguridades que tanto la aquejaban
-si, es increíble, él es espectacular- dijo una de las sirvientas-rudo, amable y fuerte, un sueño de hombre-pronuncio soñando abiertamente, extrañándole la conversación ¿de que hombre hablaban?
-¿puedes tener mas respeto con su alteza?-pregunto otra -¿Cómo se te ocurre decir todas esas cosas? Además frente a una mujer casada y distinguida como su majestad-le regaño
-pues...- menciono la joven – yo creo que es apuesto- confeso con ambas manos sobre su rostro
-¿a quien considera apuesto?-pensó frunciendo el ceño el peli rojo-¿acaso no soy atractivo para ella?
- ¡es cierto lo que dice Hinata-sama- siguió Yumi- es increíble, fuerte y muy guapo, sin duda ella tiene mucha suerte, además las escenas del libro son increíbles
-¡Yumi!
-¿escenas?-se pregunto Gaara escondido, mas tranquilo al saber de que se trataba de una novela - ¿Qué clase de libro será? ¿acaso es el patrón de hombre que le gusta a mi esposa?
-seria un sueño encontrar ese hombre en el mundo ¿no creen?-siguió la sirvienta- sin duda podía ver a su esposa sonreír delicadamente, dándole a entender que el sueño de hombre se encontraba en aquel misterioso libro que aun desconocía el nombre
-no se preocupe alteza-dijo Yumi- si gusta le prestare la secuela del libro, tengo la colección
-entonces el libro de mi esposa, de seguro esta en nuestra habitación, tengo que leerlo y saber que clase de hombres le gustan a mi esposa...
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Holaaa muchas gracias por esperar, tengo mucho trabajo en esta epoca navideña y estoy en mis examenes finales y estoy estudiando mucho, no tengo tiempo ni para respirar jijijiji, espero que les guste este capitulo, gracias por la paciencia, mil abrazos!!!!
proximamente.......................................Capitulo 15 Buscando consejos...
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