Abigail

Todos los días mantenía mi mente ocupada, evitando pensar en todos los problemas. Preocuparme de ninguna manera arreglaría nada, pero, en momentos, como cualquier ser humano, flaqueaba y lloraba, lloraba tanto hasta que los ojos se me cerraban, cansados.

Evitar a Lío no fue para nada facil, cada llamada, cada mensaje me partían el alma y es que, ni siquiera tenía el coraje suficiente para intentar olvidarlo.

Nunca dejas de amar a una persona, sólo te resignas porque es todo lo que puedes hacer, pero en el fondo, deseas saber de esa persona, deseas poder verlo una vez más.
Así me sentía, sentía esas insaciables ganas de verlo, de tocarlo, de compartir mi tiempo con él, pero, al mismo tiempo deseaba no volver a verlo porque me había partido el corazón, porque me había dejado sola en los momentos en los que más lo necesitaba y mi resentimiento era tan grande que me sentía incapaz de luchar contra él.

Levantarme de la cama todos los días y fingir que nada pasaba, que todo estaba bien, se volvía cada vez más y más agotador.

Mire la hora en la pantalla de mi celular, sentía el cuerpo pesado pero aún así me obligue a salir de la cama.

Vagamente logre escuchar gritos, curiosa baje con la mayor discreción

- ¡Solo te estoy pidiendo que te alejes de mi hija!- exclamó mi madre elevando la voz- ¿No es eso lo que querías, Que te dejáramos en paz y te libraramos de responsabilidades? ¡ya está hecho! ¿acaso tienes la mínima idea de como la está pasando ella?- dijo mi madre al borde las lágrimas, La persona frente a ella guardo silencio, no sabía que decir, Sólo estaba ahí, cabizbajo- No nos hagas perder el tiempo y lárgate- espeto con rabia

-¡Es mi hijo también!

- No. -contesto mi madre entre dientes-. No mereces tal etiqueta.

- Sé que cometí un error, lo sé. Pero estoy luchando por recuperarla, sólo quiero otra oportunidad-

Antes de que mi madre respondiera, exclame saliendo de mi escondite- No perdamos el tiempo, Lio. -Me recargue sobre la pared con los brazos cruzados y lo miré con tanta frialdad como pude, mi resentimiento estaba saliendo a flote - Te lo dije antes, ¿no? No habrá segundas oportunidades.

-Abigail, yo...

-Mamá, por favor déjanos solos- está me miro con un deje de asombro, dudo por un momento, pero al ver mis ojos llenos de seguridad asintió y salió, -¿por qué insistes tanto? ¿acaso no me dijiste todo lo que querías la última vez?

- ¿podemos sentarnos?- No dije palabra alguna, Sólo camine y me apoltrone frente a él, cuando levanté la vista, note como me miraba, examinando mi rostro con la mayor atención-. Ahora eres incluso más hermosa-dijo con una sonrisa llena de nostalgia.

-Ve al grano- exigí tajante

- La cague- dijo sin más

-¿en serio? - el sarcasmo por supuesto fue evidente, no obstante, lo paso por alto

Se levantó de su lugar y camino hasta estar frente a mi, se puso de rodillas y tomo mi mano guiandola hasta su mejilla, me puse rígida pero aún así no lo aparte- por favor -sus ojos me rogaban que terminará con su miseria-, Vuelve conmigo -cerro los ojos con fuerza, pasando la punta de la lengua por sus labios- Quiero estar contigo, ver tu carita hermosa todos los días, a mi lado- exclamó con voz entrecortada, retuve mis lágrimas y lo mire con tristeza, era la primera vez que veía a este hombre tan arrogante, vulnerable.

Su apariencia de tipo Sexy, estaba tan demacrada, que era evidente que se pasa los días tomando, sin dormir, torturandose.

Acaricie su mejilla con ternura y sonreí - Te quería tanto y lo arruinaste- intente levantarme pero este se aferró a mi cintura, escondiendo su cabeza entre mi estomago, negándose a dejarme ir

-¡Dime que tengo que hacer! -Lagrimas rodaban por sus mejillas, y era tan doloroso para mi que no pude contenerme y rompí a llorar- Ya no se que más hacer, me he arrodillado frente a ti , sin embargo, no consigo que me des otra oportunidad, no consigo hacerte ceder. - sus manos temblaban al rededor de mi cintura-¿¡qué más quieres de mi!?-grito

Al verlo tan derrotado, llorando por mi perdón, estire mi mano hasta llegar a su cabello para comenzar a acariciarlo-, No puedo cruzar de nuevo el mismo puente, Lio. Estoy tan triste, tan llena de irá y No tengo ni la más remota idea de como lidiar con tantas emociones. No es fácil para mi volver a ti y actuar como sin nada.

Este se aferró a mi con más fuerza- Haré lo que quieras, por favor, sólo...solo Piénsalo, te lo ruego- dijo en un hilo de voz

Aun con un nudo en la garganta, obligue a mi voz salir- No, Lio. Sueltame - negó, intente apartarlo pero era inútil, su fuerza era mayor a la mía, me limpie bruscamente las lágrimas- por favor

-¡Tenía miedo!-dijo por fin- Tenía miedo de no ser suficiente, de ser un mal padre, ¡estaba asustado Abigail! y sé que tú también pero yo no soy tan fuerte como tú.

-Todo el tiempo estuve para ti, para escucharte y darte mi apoyo, pero no confiaste en mi, ni siquiera intentaste lidiar con esto, juntos. Te entiendo Lio, pero aún si lo hago, no voy a volver tan fácilmente.

-¿Ya no me amas? -levanto la vista y me miro directamente a los ojos, con lágrimas rodando por sus mejillas espero mi respuesta

- Lo hago. -este sonrió con un atisbo de esperanza- pero aún si es así , no estoy segura de si quiero estar contigo de nuevo- la sonrisa de Lio desapareció, aparte lentamente sus manos y salí de su campo de visión, dejándolo sólo.

En el fondo quería estar con él, pero ya no tenía la misma confianza, había eliminado la seguridad que en su momento tuve.

Tal vez sólo era una etapa, tal vez "él y yo" no estábamos destinados a estar, pero ya no tenía la energía  suficiente para seguir planteándomelo, dejaría al tiempo hacer lo suyo y aceptaría los resultados aún si estos no eran de mi agrado, lo haría.

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Nota: Espero les haya gustado ☆ la verdad creó que era tiempo de que Abigail y lío aparecieran.

¿qué opinan? ¿les gusto?