Tiene muchas expectativas sobre conocer a los que, en algún momento, serian sus suegros, ya conoce a otros familiares de Drew y según lo que ha escuchado ya le cae bien a sus suegros aun cuando no se ha presentado ante ellos, lo que aún le genera cierta vergüenza y siente que tiene que conocerlos.

Excepto, que ellos no viven en Hoenn.

Hay una incómoda explicación después de realizar varias llamadas por teléfono, los padres de Drew, una vez que propio hijo decidido emprender su camino y conscientes de que jamás se iría tan lejos de la sede familiar, decidieron salir a ver el mundo, se podría decir que eran como una versión de él, perdidos en alguna región mientras exploran e investigan las especies de Pokémon, todo a beneficio de la familia.

—En verdad lo siento Steven, sé que querías conocerlos. —respira profundo mientras intenta no pensar mucho en sus progenitores, realmente eran muy buenas personas y para nada los padres desatendidos que parecían con su falta de presencia, de hecho, las pocas veces que habían hablado por teléfono estaba consciente de su fascinación porque estaba saliendo con un "pez gordo".

—No te preocupes, eso demuestra lo mucho que confían en el resto de la familia —siente un poco de envidia ante esta verdad, en su vida solamente tenía a su padre, no había nada más alrededor, por lo que despegarse de vivir en la mansión y estar solo no era complicado, a diferencia de Drew, que regresaba constantemente a su hogar y no paraba de mantenerse en contacto—, en parte los entiendo, tal vez yo podría ser como ellos.

Ambos se miran fijamente como si estuvieran pensando seriamente sobre aquellas palabras, solo para que el rostro de Drew se desfigurara demostrando su desagrado ante la idea.

—No —dice sin pensárselo mucho, sabiendo muy bien la clase expresión que está haciendo—, no vas a ser así Steven, mira... Mis padres no son realmente ausentes, los conocerás en algún momento, la diferencia es que ellos van en pareja... Yo no viajaría contigo en un lugar donde me encuentre incomunicado las 24/7.

Aprieta los labios, intentando no reírse, en eso tenía que darle la razón, estaba dando por hecho de que Drew le seguiría hacia las cuevas donde quisiera ir a picar piedra, aunque cada vez que pensaba en quedarse en casa, tal cual como su padre lo había hecho desde que él era pequeño y hasta la actualidad, no parecía tan mala idea para vivir.

—Entonces, ¿te vas a encargar que este ahí cuando nos vayan a ir a conocer? —hay cierta emoción al pensar en tener familia, un deseo que jamás había tenido presente hasta que encontró a la persona indicada.

—Claro que sí, me hare cargo de eso —toma de nuevo el teléfono, marcando de nuevo con la esperanza de que suene y no diga, de nuevo, que está fuera de servicio—, aun si tengo que amarrarte a la casa, lo hare.

Se apoya contra el respaldo del sillón donde se encuentran mientras espera, mientras sueña con los ojos abiertos, jamás había pensado que en algún momento llegaría su deseo por quedarse en casa y no salir a buscar piedras preciosas, hubo un tiempo donde creyó que su pareja predestinada seria alguien que viajaría constantemente con él.

Aunque si lo pensaba un poco más, obviamente ya había encontrado la piedra preciosa más hermosa para su colección.

—¿No está disponible el numero?

—No...

Bueno, ya conocería a sus suegros otro día.