Epílogo: Nuestro Espléndido Servicio de Banquetes.
Epílogo: Nuestro Espléndido Servicio de Banquetes.
4 años después.
No se trataba de un día cualquiera, para nada, era su maldita graduación y no podía estar más emocionado por el hecho. Todo aquel que no creyó en él se podía tragar sus palabras ahora, terminó la maldita universidad y ahora era todo un hombre.
Un hombre graduado y listo para el mundo laboral.
O al menos esa era la premisa principal de todos los discursos de sus profesores, desde palabras de aliento para desearles lo mejor, hasta consejos para poder triunfar en la vida. Lo cierto era que para Kaminari todo era puro teatro, lo verdaderamente importante venía después, pues gracias a la buena relación de Camie Utsushimi y Shoto Todoroki, las dos mejores empresas organizadoras de eventos se habían aliado para hacer una gran fiesta de graduación.
Y eso era lo más emocionante de todo.
Sentado en su lugar asignado, con su toga y birrete, no paraba de mirar a la parte trasera del sitio, pues la ceremonia de entrega de diplomas de reconocimiento se había llevado a cabo en un gran auditorio que estaba dividido entre los asientos para los estudiantes y la sección de los familiares. Denki invitó a medio mundo a su ceremonia, empezando por su novio Kirishima, Mina Ashido y el chef Hanta, siguiendo por el Katsubro y el esposo de éste, continuando con Yoarashi-san y Todoroki-kun, sin dejar de incluir a sus amigos, el tío Masaru y demás.
Él no dejaba de voltear porque todos estaban ahí menos su primo y Midoriya-kun, lo cual empezaba a preocuparle un poco. En realidad tendría mucho sentido que no asistiera pues estaba cabreado y la última vez que hablaron, Bakugou no le dijo cosas muy bonitas que digamos.
Todo empezó porque al finalizar su carrera, era momento de empezar a buscar un lugar de trabajo, después de concluir las residencias con el chef Hanta y que éste se fuera a Los Ángeles, dejándolo a cargo de Yoarashi-san, todas sus expectativas de trabajar en un lugar reconocido y crear comida maravillosa, se fueron transformando con el tiempo.
Casi como un lobo que acecha al pobre cordero, Todoroki Shoto se atrevió ofrecerle empleo en Sakura's Bottom, y él, sin estar influenciado en lo más mínimo por su colega, consideró aceptar la oferta. El problema vino cuando se lo comentó a Bakugou por teléfono y éste reacciono de la peor manera, como si fuese la mayor traición en su vida. Y tal vez lo era, pero él no lo veía de esa forma, aún podía recordar las palabras exactas que dio al hacer su explicación.
—Tú me dijiste que debía crear mi camino por mis propios medios, dijiste que no me darías todo en bandeja de plata. Bueno... Sakura's Bottom me quiere por mi talento, creo que merezco darles una oportunidad.
Cuando Katsuki escuchó tal discurso, sintió un ligero orgullo por su Denki, porque ciertamente él quería que el muchacho forjara su destino sin recomendaciones o entradas arregladas. Estaba feliz de que en esos cuatro años su torpe primo hubiese aprendido a madurar aunque fuese un poco.
Pero... ¿Por qué precisamente con el bastardo mitad-mitad?
Ya podía escuchar al cabrón burlándose en su cara al haber cumplido su amenaza de "robarle" a Denki. Por supuesto, eso mermaba su ego de una forma insoportable y por esa razón no se tentó el corazón para soltarle mierda asquerosa a su sobreprotegido primo de ahora 22 años.
—Excelente, entonces no tiene caso que vaya a tu puta graduación, después de todo no me necesitas ahí.
Y colgó, sabiendo perfectamente que era una mierda de persona y que Deku le iba a castigar con un mes sin sexo por decirle esas cagadas a Denki. Pero en ese momento no le importó mucho, estaba enfadado y a la vez frustrado por haber perdido de esa forma contra el bicolor barato.
Al recibir semejante frase tan dura y sin tacto alguno, Denki se deprimió varios días, pero quiso ilusionarse con la idea de que, a la mera hora, el Katsubro haría una entrada de las suyas. Ese era el motivo por el que estaba volteando sin parar, esperando que en algún punto apareciera Midoriya con su brillante sonrisa, aliviando sus temores.
Claro que quería a Katsuki ahí, aún si Masaru había sido como un padre para él, consideraba a su primo como la mayor inspiración de sus logros. Además, parte de la ceremonia de entrega de reconocimientos, era que el padre del estudiante fuese quien le entregara dicha condecoración. Si el Katsubro no llegaba, el plan de contingencia sería Camie-san, pues Masaru estaba en un viaje de negocios y ya le había felicitado previamente por teléfono.
Y sí, apreciaba mucho a la señorita Utsushimi, pero quería a su gruñón, desgraciado y terrible primo mayor.
Su nombre fue pronunciado en el micrófono y Denki dio la vuelta una última vez con una cara llena de esperanza. La cual se derrumbó por completo, pues el lugar de Katsuki y Midoriya seguía vacío. Con unas poderosas ganas de llorar, buscó a su Kiri-san, quien entendió lo que sucedía, por lo que con una dulce mirada asintió para confortarle y proveer su corazón de valor. Un poco mejor con esa muestra de afecto, también le asintió y se levantó para ir a recibir su diploma.
Se imaginaba a Camie-san formada junto a los papás de sus compañeros y dio un gran suspiro para templarse y no lucir como una novia recién abandonada. Sonrió de forma deslumbrante pero no sincera y subió al podio listo para ser un excelente actor, casi tan bueno como su novio. Caminó hacia el centro y tomó su lugar frente al profesor que estaba dando palabras de aliento.
—Ha sido todo un viaje joven Kaminari, muchas felicidades.
—Gracias profesor—miró al piso preparándose para ver las zapatillas de Camie-san, con ella lista para darle su presea.
Por supuesto, se llevó una enorme sorpresa al ver un par de zapatos de marca perfectamente lustrados en su lugar. Sin comprender nada, tuvo miedo de levantar la mirada y el carraspeó acompañado de esa voz cargada de arrogancia que le caracterizaba, provocó un temblor en todo su cuerpo imposible de soportar.
—Vaya parece increíble pero contra todo pronóstico lo lograste Denki idiota.
Le miró por fin y sin controlar las lágrimas de emoción dio brincos estúpidos frente a todos en ese auditorio.
Bakugou Katsuki estaba frente a sus ojos, sonriendo de forma prepotente y llena de orgullo, como un padre que ve a su estúpida cría llegar a su meta. Como acto reflejo, Denki miró hacia la zona donde sus invitados estaban y pudo darse cuenta de que Midoriya estaba ahí, con el gigante Chester al lado y sonriendo también lleno de satisfacción por él.
—¡Estás aquí!—exclamó el rubio recién graduado y se lanzó a sus brazos sin pensarlo demasiado—. ¡Creí que no vendrías!
—¿Y permitir que otra persona te de tu puto diploma? Por la mierda que no, ese es mi lugar, idiota.
Correspondió el abrazo de su primo menor y entonces sí sonrió de forma sincera, Denki logró mucho más que graduarse, era mucho más que el hecho de terminar la universidad. Era demostrar que él siempre fue mucho más que un niño abandonado por sus padres, quienes por idiotas se perdieron de semejante regalo. Y por supuesto, sabía muy bien que en lo más recóndito del infierno en el que estaba Mitsuki, ella también estaba dichosa por su retoño
Entregó el maldito papel y todos aplaudieron el momento, especialmente los invitados del chico, quienes hacían algarabía de más, chiflaban, gritaban y hasta Chester se había unido al relajo con ladridos que le valieron miradas incómodas del resto de los presentes.
Pero a Kaminari Denki no le importó, porque tenía en ese lugar a todas las personas más especiales de su corazón en ese lugar y era lo único que valía de todo.
****
El salón estaba decorado con pequeños focos colgantes dentro de vasijas de cristal que daban la ilusión de ser velas flotantes. Se trataba de las ruinas de una antigua casona que fungía como salón y le daba un toque casi de castillo, con sus portales y ruinas remodeladas. Los centros de mesa eran sencillas copas de cristal con pétalos de flores varias, desde rosas hasta bugambilias, todas de colores diferentes para ser lo suficientemente llamativo para los invitados.
A pesar de no ser una boda, Rose Velvet y Sakura's Bottom no podían darse el lujo de hacer algo simple tratándose de su niño consentido, por lo que Camie y Shoto pusieron todo su empeño en hacer un evento de ensueño. Y quizá con un poco de expectativa e ilusa vanidad, esperaban que el príncipe de las bodas calificara su trabajo, después de todo, el hombre era lo suficientemente detallista y obviamente quería lo mejor para su primo.
Por tal razón, ambos organizadores de eventos se plantaron en la recepción a la espera del matrimonio Bakugou y su retoño, pues así consideraban todos a Chester, el pequeño pastor alemán que ahora no tenía nada de pequeño. Lo supieron cuando al fin llegaron, el rubio caminando con ojos escrutadores y Midoriya usando toda su fuerza para contener al canino, quien parecía a punto de estallar de la emoción.
—Demonios Katsuki. ¿Qué rayos le estás dando de comer a ese perro? Es más grande que tu esposo incluso—reclamó exageradamente Camie saludando con una mano a la distancia.
Shoto simplemente ignoró al recién llegado y se fue directamente hacia su amigo Izuku, quien aún hacía lo posible por contener a su "cachorro". Trató de saludar y el perro le gruñó al ser un completo desconocido, acto que Bakugou premió con una sonrisa de prepotencia y unas cuantas palabras de orgullo.
—Bien hecho Chester—Izuku le miró mal y el planeador de bodas supo que lo iba a pagar caro otra vez. Sí que le gustaba tentar a la suerte haciendo enfadar a su esposo. Nuevamente dirigió su atención a Camie y replicó su mierda de comentario—. Oh por favor, no es tan grande, solo tiene cuatro putos años, le falta crecer.
El modelo pecoso, habiendo desarrollado una habilidad nata para educar a su mascota, simplemente entrecerró los ojos ante la vil mentira de su esposo. Su Chester ya había crecido todo lo que debía, pero Katsuki insistía que era una bazofia que un perro así de popular no fuese tan grande como se lo había imaginado.
Ignorando la reprimenda de unos minutos atrás, Todoroki volvió a acercarse y en esta ocasión Chester no tuvo reparo alguno, por lo que abrazó a Izuku, al cual no había visto en esos cuatro años pero con el que mantenía contacto a través de llamadas y mensajes. Gracias a esa amistad "virtual", el joven pintor estaba enterado de absolutamente todo sobre su pecoso amigo, desde el éxito que Rose Velvet versión americana estaba teniendo, hasta el hecho de haberse convertido en un fotógrafo sumamente reconocido en las exposiciones de varios museos famosos. Eso sin mencionar que ahora era parte del equipo que planeaba las bodas con Katsuki Bakugou, cosa que seguía sin comprender dado su tan mal estilo al vestir.
Porque sí, aún pasados cuatro años y viviendo con ese obsesivo del control que era Bakugou, Izuku no había mejorado para nada su guardarropa. Casi podía jurar que estaba peor que nunca, con sus botas rojas, recién estrenadas con detalles de negro carbón, además de los pantalones holgados con retazos de colores fosforescentes, el saco con estampado de flores y una horrible pañoleta desteñida en la cabeza.
Maldición Midoriya, el amor de Bakugou es sumamente ciego.
—¿Cómo has estado? ¿Todo bien en Los Ángeles?
—Mejor que nunca Todoroki-kun, Kacchan y yo tenemos mucho trabajo, Nejire-san es una jefa muy exigente, pero llena de energía—explicó el hombre de ahora 29 años, acariciando la cabeza de su Chester.
Ante el toque, el perro se relajó como si Izuku fuese el equivalente a un sedante canino, cosa que maravilló al otro.
—Se ve que te adora.
—Y yo a él—lo abrazó para demostrar el punto, provocando que el pastor alemán enloqueciera de dicha. Con una risita y elevando el tono de voz para que Katsuki lo escuchara, agregó—. Ojalá pudiera decir lo mismo de Kacchan, se llevan peor que ustedes dos Todoroki-kun, hasta estoy reconsiderando ponerle tu nombre.
Camie dio la carcajada más grande de su vida al oír aquello y Bakugou simplemente bufó con cierta rabia. Como mierda no se iba a llevar mal con el perro si el cabrón se la pasaba follándose la pierna de Deku todos los días. Era una extraña relación amor-odio que tenían los dos, pues cuando el nerd estaba, el estúpido Chester se desvivía peor que perra en celo y su "pradera" andante le seguía la corriente mimándolo de más. Sin embargo, en el preciso instante en que estaban solos, parecían respetarse el uno al otro cuidándose peor que padre e hijo.
Por esa razón, cabreado con el comentario y las risas para nada discretas de su socia, le hizo una señal obscena a su esposo, quien sonrió satisfecho con molestarle, pues obviamente le llenaba de entusiasmo el castigo.
Todoroki no comprendió absolutamente nada del coqueteo implícito que el matrimonio Bakugou estaba montando, pero no le importó en realidad, pues su mente se quedó con lo más impresionante según él.
—Midoriya, seria todo un honor que tu mascota llevara mi nombre.
La seriedad con la que lo dijo fue tan tierna que Izuku no pudo evitarlo y también empezó a reír acompañando las carcajadas de Camie. Sin negarse a sí mismo el burlarse de la estupidez que el bastardo mitad-mitad había dicho, Bakugou de igual modo se rio un poco y hasta a Chester pareció hacerle gracia, pues comenzó a juguetear en el suelo como si estuviese poseído.
Cuando Inasa se apareció en la recepción, el cuadro le pareció sumamente raro, todos alrededor de su Shoto riendo como si éste hubiese dicho un buen chiste, cosa que a juzgar por su rostro confundido, no había ocurrido. En el momento que el más bajo sintió los brazos de su pareja, sonrió dedicándole una mirada cariñosa.
—¿Ocurre algo?—preguntó el chef para conocer el tema y Todoroki negó parándose de puntitas para darle un beso antes de responderle.
—Midoriya bautizará a su perro con mi nombre, cosa que me encanta como no tienes idea, a Bakugou le dará cirrosis cada vez que lo llame.
Inasa sonrió girando los ojos y las risas pararon por parte del planeador de bodas, quien estuvo a punto de quitarle al jodido cabeza de boliche a su novio para darle una paliza. Cosa que no sucedió gracias a la siempre prudente intervención de su socia.
—Ya dejen eso, quiero que observes el lugar y nos des tu sincera opinión, es la primera vez que Sakura's Bottom y Rose Velvet hacen una colaboración de este tipo—previniendo la reacción de su amigo, colocó su mano en señal de "stop"—. Antes de que estalles cual granada, fue por Kaminari, él le emociona muchísimo esto de vernos trabajar juntos.
Sin tener la opción de replicar debido a que era el día de su primo y tampoco debía arruinárselo, Katsuki simplemente se limitó a observar todo a su alrededor, casi como un crítico de arte evaluando a un joven pupilo. Shoto e Inasa, además Izuku y Chester, los acompañaron en cada momento de la inspección y Camie se podía considerar orgullosa de tener todo como debía ser.
El escrutinio finalmente concluyó en la cocina con únicamente Bakugou, Camie y Shoto. Todo para la evaluación del platillo principal que era un match entre Shinsho y Yoarashi, tratándose de Camarones salteados con espárragos acompañados de un buen vino y quesos de todos los tipos. El rubio casamentero probó la comida y asintió como si no estuviese impresionado en lo absoluto, pero vaya que lo estaba, aunque nunca iba a admitirlo frente a su gran rival.
—No está tan mal, tu trabajo como siempre es bueno Camie, es sólo este cabrón doble cara que lo arruina un poco.
—Para lo que me interesa tu opinión—bufó Shoto encogiendo los hombros pero con una ligera sonrisa, pues sabía que a pesar de todo, las palabras de Bakugou podían ser más duras.
En cierto modo, había una clase de cumplido ahí.
La rubia dio un suspiro con cierta exasperación, pero pudo comprender que esa era su forma de tratarse y nunca cambiaría. Abrazando a ambos, hizo un letrero imaginario en su mente y comenzó a desvariar.
—Ya lo verán, algún día esta "tregua" de ustedes será verdadera y tendremos más colaboraciones de este tipo. La prensa está loca con nosotros, no todos los días ves a dos agencias tan vitoreadas uniéndose por un bien común.
—Lo dudo—dijeron al unísono ambos dueños y Camie simplemente sonrió satisfecha.
Se repetirá más de lo que creen, pensó llena de malicia.
Justo entonces se apareció Kaminari Denki de la mano de su amado Kirishima Eijirou, al cual decidió llevar a la cocina para que probara el platillo de Yoarashi-senpai y Shinsho-kun, quien se convertiría en su maestro una vez que empezara sus labores en Sakura's Bottom. Cuando se dio cuenta de que su futuro jefe y su primo estaban ahí, retrocedió en sus pies lentamente para evitar una confrontación, pero fue tarde, Katsuki ya lo había visto y estaba preparado para iniciar el conflicto.
—¡Denki hijo de puta! ¡Qué bueno es verte justo en este momento!—señaló entre dientes el planeador de bodas y el rubio recién graduado palideció un poco.
A pesar de ahora tener 22 años y ser un adulto un poco más "responsable", dentro de lo que se puede considerar así, siempre tendría ese respeto orillado al miedo que sólo Bakugou era capaz de provocar en otros. Salvo ciertas excepciones como Midoriya-kun o Todoroki, todos estaban de acuerdo con él.
—Ho... Hola Katsubro... yo... traje a Eiji únicamente para probar la comida, juro que sólo eso, pero nos vamos ahora mismo... no quiero estar en una pelea con Todoroki-san...
Sin darle tiempo a moverse siquiera, el mayor tomó a Kaminari del cuello y comenzó a juguetear con su cabello de manera brusca, provocando quejas en el nuevo chef de Todoroki, unas cuantas risitas por parte de Camie, seriedad en Shoto y angustia verdadera en el pelirrojo actor, quien de verdad creía que su Denki moriría por haber sugerido el unir a los dos Servicios de Banquetes.
—Por favor no lo mates Katsubro, es el amor de mi vida, mátame a mí en su lugar.
Kirishima fue exageradamente teatral al arrebatarle a Denki al gruñón casamentero y colocarse en el mismo sitio, listo para ser asesinado. Como un idiota que le sigue la corriente a su novio, Kaminari cubrió su boca con lágrimas exageradas ante el sacrificio de su Kiri-san.
—Eijirou... no...
Se lanzó a los pies de Katsuki y comenzó a suplicar por la vida de su novio como si en verdad Katsuki estuviese haciéndole daño alguno, cosa que exasperó al mayor obviamente. No podía con ese par de idiotas, había creído con fervor que Denki ya era una persona madura, pero se dio cuenta con pesar que aquello nunca pasaría. Y estaba bien, porque en realidad la madurez era un concepto muy ambiguo si se aplicaba al comportamiento. Ahí estaba su mejor ejemplo, un hombre de 30 años y uno de 22 ejemplificando una dramática y muy patética escena trágica.
La rubia socia de Bakugou y Todoroki simplemente observaron el teatro sin decir palabra alguna, pues ya estaban más que acostumbrados a las excentricidades de ese par.
—¡Váyanse al diablo los dos! ¡Me enferman!—reclamó Bakugou quitándoselos de encima con unas cuantas patadas.
Comportándose como un par de enamorados que acaban de reencontrarse, Kirishima y Kaminari se abrazaron llenos de júbilo, agradeciendo el estar vivos para poder seguir amándose en libertad.
—Eres asombroso Katsubro, el más sublime de los primos—alabó Denki haciendo reverencias.
Kirishima se unió a las mismas y los demás en serio que no pudieron comprender cómo era posible que dos hombres se comportaran así frente al despiadado Bakugou Katsuki y aún estuviesen con vida.
—Me alegro haber evitado el conflicto por juntar a las dos agencias—Eijirou sonrió a la triada de organizadores de eventos y Bakugou simplemente sonrió.
—Relájate imbécil picudo, sólo por hoy está bien que no le rompa la cara al nuevo patrón de Kaminari—Bakugou entrecerró los ojos ante la sonrisa satisfecha que el pintor esbozó al mencionar aquello y agregó con cierta puya—. Yo sé que tarde o temprano saldrá de la mierda para encontrar algo mejor.
Por primera vez en años, Todoroki no contuvo sus emociones y mostró el dedo de en medio a Bakugou, quien se quedó de piedra. El bastardo mitad-mitad no era sí, él siempre respondía de manera irónica o burlona, pero nunca con groserías. Estuvo a punto de olvidar el lugar en el que estaban y lanzarse a los golpes con ese cabrón porque obviamente nadie se burlaba de esa forma en su cara, pero justo entonces entró Ibara a anunciar que los invitados ya estaban llegando, por lo que debían comenzar ya.
Con cierto alivio por parte de Camie y Eijirou ante la pelea inminente, todos salieron de la cocina para darle la bienvenida a los recién llegados y disfrutar de la mejor fiesta de graduación para un jovencito que, sin saberlo, poco a poco lograría la tregua entre dos empresas de banquetes que tenían mucho por ofrecer por separado.
Pero que juntas, sin duda podrían llegar a ser invencibles.
****
De vuelta en Los Ángeles y con mucho trabajo, el matrimonio Bakugou no paraba de realizar más y más eventos, siempre con el apoyo de Masaru, quien adoraba a su yerno. Además, contaban con el apoyo de Sero Hanta, dirigiendo a todo su equipo de cocineros. Parecía que el tiempo transcurría más rápido de lo que cualquiera pensaría, pues cuando el joven chef tuvo que empezar a adaptarse a su vida en el extranjero, temió que los nuevos colegas a su cargo fuesen difíciles de tratar, considerando que habían trabajado para Seiji Shishikura y el hombre se daba ínfulas de grandeza.
Sin embargo fue todo lo contrario, todos los empleados de ese tramposo que aceptaron irse a Los Ángeles a trabajar con el nuevo proyecto de Rose Velvet eran muy agradables y bastante accesibles. En ciertas ocasiones tuvo roces, parte de lo natural al acoplar diferentes métodos de trabajo, pero Sero siempre supo sacarlos adelante, por lo que ahora a cuatro años de eso, el equipo del Chef Hanta estaba perfectamente equilibrado.
Cabe mencionar que, después de todo ese tiempo, su actual novia y prometida Mina Ashido le daba todo el apoyo que necesitaba. Cuando la serie de Reality Love llegó a su fin, ella y su gran amigo Eijirou Kirishima tomaron rumbos distintos. Mientras que al pelirrojo le ofrecieron un protagónico en una nueva serie de su misma cadena televisiva, la hermosa actriz fue reclutada por un productor americano que deseaba que conociera las mieles de Hollywood, cosa que obviamente aceptó. Después de todo, Mina Ashido era toda una diva que merecía conquistar al mundo con su talento.
Y principalmente porque trabajando en América podría estar cerca de su querido Hanta Sero.
De esa forma, la chica siempre estaba en las bodas como invitada especial y le había cogido gusto con el paso del tiempo, después de todo, a pesar de no ser una artista, Izuku Midoriya hacía una labor extraordinaria como fotógrafo de todos los eventos de las bodas del príncipe, lo que ella podía corroborar al apoyarlo en la entrega y revelado de las fotografías. El chico usaba ropa muy colorida y psicodélica, de la cual ella era fan, pero también tenía una habilidad nata para capturar la esencia de las cosas con su cámara, ella alababa eso y más.
Finalmente, Bakugou por supuesto daba rienda suelta a su talento, conmoviendo demasiado a su progenitor, quien comentaba sin parar que Katsuki tenía el don de su madre de mover los corazones de cualquiera con sólo contemplar su trabajo. A tal comparación, Deku consolaba a su suegro y ambos se abrazaban como idiotas mientras Chester les hacía fiesta. Para Bakugou era ridículo su comportamiento, pero muy en el fondo de su ser, le llenaba de júbilo y orgullo ser un digno hijo de la Reina Mitsuki.
Ese día en especial, estaban listos para llevar a cabo la boda de una pareja de raritos de 22 años que al parecer estaban prometidos desde la infancia. Para Katsuki dicha situación le trajo recuerdos de cuando conoció a su esposo y aunque todavía conservaba su opinión en contra de los matrimonios arreglados, podía decir que ese par de clientes fastidiosos le habían dado una lección que nunca esperó aprender.
Los novios, además de entusiastas y sumamente vomitivos, eran en verdad contrarios en sus comportamientos y trabajos. Mientras ella se dedicaba a la enseñanza a niños de preescolar y en sus tiempos libres daba talleres de canto también a los mocosos, el puto novio era famoso por sus habilidades en la acrobacia con motocicletas, incluso pertenecía a una especie de circo ambulante que hacía shows en cada ciudad que visitaban. Pero a pesar de ello, el par estaba enamorado como nunca y de algún modo lograban coincidir a pesar de sus actividades.
Por ese motivo, Bakugou consideró que su boda debía ser una mezcla de todas las cosas que ellos representaban, así que decoró el gran salón de cristales con margaritas como adorno, al ser considerada una flor representativa de la inocencia, porque a pesar de todo su maldito relajo, los novios parecían niños a punto de conocer el mundo real.
Y Deku estaba encantado con tales niños.
—¡Kacchan! ¡Tengo tantos nervios! ¡Hoy es el gran día de Eri-chan!
Las palabras del cabeza de alfombra vinieron acompañadas de brinquitos de emoción que si bien, le hacían lucir adorable a pesar de sus 29 años, no debían ser tratándose de un cliente, no una amiga como Deku lo hacía notar.
—No es tu hija Deku, calma tu selva.
Revisó nuevamente en su bitácora todos los pendientes y casi sufrió un ataque cuando recibió un mensaje de texto de Kota Izumi, el flamante futuro esposo de Eri. No era normal en él proporcionar su celular a un cliente, pero el crío siempre le incordiaba con preguntas sobre lo que debía utilizar o comprar para la boda, por lo que al final se convirtió en costumbre aconsejarlo.
Con el ceño fruncido y una risita traviesa por parte de su esposo, Bakugou contestó el mensaje agregando unas cuantas groserías. Kota quería saber si le podían apoyar con el anudado de su corbata, pues por más que lo había intentado, no lograba algo decente. Katsuki gruñó maldiciendo que no era necesario un puto mensaje de texto para preguntar algo así e Izuku le devolvió su propio discurso.
—Relájate Kacchan, no es tu hijo.
—Por supuesto que no—respondió sin dejar de contestar de forma furiosa en el celular—. Si lo fuera, estaría muerto por ser tan imbécil el día de su boda que yo, el gran príncipe de Rose Velvet, he organizado a la perfección.
Izuku giró sus ojos y justo por el pasillo nupcial llegó corriendo Kota con un ceño fruncido, casi tan idéntico al de su esposo. Si no fuese por los pocos años que se llevaban y el hecho de ser completamente imposible, hasta podría jurar que Izumi era hijo biológico de su Kacchan.
—Ven aquí Kota-kun. ¿En qué te podemos ayudar?
—Esta maldita corbata es un asco. ¿Puedo no usarla y ya?—cuestionó el menor sin dejar su cara de hastío y Bakugou, aún escribiendo en el mensaje a pesar de tener al destinatario en frente, negó sin despegar la vista del celular.
—¡Por una mierda, no! ¡El traje es parte de la etiqueta de tu boda! ¡No llevar la corbata es ser un puto informal! ¿Crees que esa novia tuya se casaría con alguien que no valora la elegancia?
Haciendo muecas ante el regaño de Bakugou-kun, a Kota no le quedó otro remedio más que aceptar. Izuku, con una sonrisa, le ayudó a arreglar su corbata y en el interludio, los invitados comenzaron a llegar, haciendo más próximo el momento. Una vez que Katsuki dejó su celular por la paz y le propinó unos cuantos zapes al novio, comenzó a gestionar todo para dar inicio. La llegada del juez fue el parteaguas y cuando el nerd le confirmó que la novia ya estaba lista, ambos dieron la señal para comenzar la marcha nupcial.
Kota, un poco nervioso pero contento, se acomodó en el altar con la corbata picándole el cuello y quedando de piedra cuando vio a la novia avanzar del brazo de su padre. Eri lucía hermosísima con su cabello claro peinado con algunos rizos, un velo cubriendo su bello rostro y un vestido encantador de color blanco que la convertía en toda una princesa. En el momento que estuvieron frente a frente, el padre entregó a su hija y ambos se sonrieron listos para unir sus vidas gracias al amor que se profesaban.
En la distancia y contemplando como todo un buen planeador de bodas, Bakugou suspiraba un poco más relajado de llevar a cabo otro evento sin complicaciones. Su esposo Bakugou Izuku estaba a su lado, tomando su mano entre la propia para transmitirle serenidad, cosa que funcionaba perfectamente. Ambos daban la imagen de un par de padres orgullosos de sus retoños que por fin daban el gran paso del matrimonio. Con una linda sonrisa de entusiasmo, Deku recargó su cabeza en el hombro de su Kacchan mientras hablaba completamente enternecido.
—Se ven tan lindos juntos y esta boda en especial es preciosa, de verdad siempre logras crear maravillas con tus manos Kacchan, lo dije una vez y lo sostengo. Tu Servicio de Banquetes es espléndido en verdad.
Katsuki encantado con tener así a su nerd, al gran amor de su vida, únicamente apretó su mano antes de responder con algo que llenaría para siempre el corazón de su hámster verdoso.
—Nuestro, Deku. Es nuestro espléndido servicio de banquetes.
El pecoso mordió sus labios para evitar dar grititos de emoción y sin más remedio levantó su cabeza para besar a su amado casamentero, aquel que no solo le regaló 8 bodas más que extraordinarias.
Le estaba regalando la vida de sus sueños en realidad.
FIN
Y ya acabamos :'( *lágrimas masculinas*
¿Y mi hard KiriKami?
Bueno, con respecto al tema, se los voy a explicar. La verdad haré un one-shot dedicado exclusivamente a ellos y ese lemon. ¿Por qué? No consideré que pudiese meterlo aquí, básicamente fue eso y me devané mucho la cabeza con tal situación, por eso me tardé en escribirlo, pero al final esa fue mi decisión. Quiero que su lemon aplique y no sólo meterlo porque sí, al hacerlo, prácticamente le estaría dando un giro distinto al epílogo y pues me haría más bolas.
En realidad estoy satisfecha con epílogo, porque esta historia es sobre Kacchan y Deku haciendo bodas juntos <3 y eso me llenó en verdad.
Pero en serio, sí haré un one shot con el KiriKami y su lemon de este fic, lo prometo ;D
Como siempre, quiero dar las gracias por todo su apoyo al haberme leído hasta aquí, en serio fui feliz con cada uno de sus comentarios y lecturas, uno no sabe lo hermoso que es recibir tanto apoyo hasta que le sucede, y yo en serio estoy muy agradecida por haberle dado una oportunidad a Kacchan casamentero y a Deku fácil en las bodas ;)
Ahora, datitos curiosos como siempre antes de partir sobre la creación del fic.
1.-La historia en realidad iba a tener más novias, pero no veríamos ninguna de las bodas, en realidad planeaba que fuese muy corta. Ha sido el fic más largo que he escrito hasta ahora pero estoy muy feliz con el resultado.
2.-Originalmente Todoroki iba a ser un tercero en discordia en el KatsuDeku, no intencionalmente claro está, pero sí iba a pasar mucho tiempo con Deku, lo que generaría celos en Kacchan porque ahí estaba como idiota haciéndole bodas con cuanta mujer se atravesaba y el otro de loco facilote con su rival. Al final lo cambié porque me gustan mucho como amigos, en serio y pues bastante mal le va a Todoroki con ser rival de Kacchan en el trabajo como par agregar el amor.
3.-A raíz de la idea anterior, el traidor que vendía las recetas iba a ser el propio Inasa, muerto de celos por lo mismo, iba a sabotear a Shoto para que cerrara su restaurante y así no se viera más con Deku. La lógica de esto estaba en que al cerrar su restaurante, Todoroki volvería a la pintura y se marcharía de la ciudad. Finalmente cambié esta idea porque consideré que iba a ser muy culero que Inasa le hiciera eso al amor de su vida y sería muy difícil perdonarlo. No más drama dije, bastante les hice sufrir a ese par.
4.-Originalmente Kacchan y Deku se conocían en la boda de Inko y Yagi, pero quise hacerlo más dramático teniendo una novia fugitiva real desde el principio, pobre Uraraka, se terminó llevando el hate del fandom jaja
5.-Otra de las ideas originales era que Kacchan descubriría el asunto de las bodas falsas por su propia cuenta y obviamente se cabreara con Deku por tanto desmadre, por lo que no le iba a dirigir la palabra, así que Deku tendría que reconquistar a Kacchan por las malas, haciendo de todo para enamorarlo después de mentirle. Creo que esta idea se descartó por el hecho de que a pesar de ser orgulloso, mi Kacchan está tan enamorado de su cabeza de estambre que simplemente era feliz sabiéndose correspondido. Y le huyo al drama, principalmente ese eso.
6.-Una idea más era el romance KiriKami. En la historia original, Kirishima iba a ser el mejor amigo mujeriego y playboy de Bakugou que no conocía a Kaminari, pero que cuando lo hacía, le echaba el ojo, todo con el afán de tener más rating, pues su serie en realidad iba a ser un Reality de cómo Kiri conocía personas y éstas se enamoraban de él. El drama vendría porque obviamente se iba a enamorar de verdad de Denki y pues ya saben, bien cliché el asunto. Lo cambié precisamente por esa razón y también porque Kiribebé es un cielo, jamás haría algo así a otra persona.
7.-La borrachera en la boda de Jiro sí estaba planeada, pero iba a terminar completamente distinta, con Inasa y Shoto cogiendo como desesperados y con Deku ebrio en lugar de Kacchan y en el hospital por una congestión alcohólica. Otra idea era que Deku también se emborrachara y armara el bardo, terminando en prisión. Lo de la prisión lo dejé jaja, pero en otro contexto.
8.-Hablando de la prisión, con Toga las ideas eran muchas. Primero no iba a ser una adolescente, sino una criminalista muy obsesionada con la sangre y los cuerpos, bien creepy ella. Después me dije que de dónde rayos iba a sacar Deku a alguien así, por lo que volvía a Toga una adolescente. Entonces vino la idea de que Tenko fuese su hermanastro, pero lo de estudiante de arte dramático llegó con el tiempo, en mi versión original, Tenko Shimura pertenecía a la mafia y cuando se enteraba de que Toga estaba "embarazada", mandaba a su banda criminal a obligar a Deku a hacerse responsable del bebé. Kacchan detenía la boda reportándolo en la policia y encerrando a Tenko-chan. Esto habría sido mucho me dije y al final lo simplifiqué jaja.
Y ya, creo que son todos, una vez más gracias por leer toda esta biblia, me han hecho la mujer más feliz del mundo al apoyar este fic y leerlo, en serio no me alcanzan las palabras para dar las gracias. Les amo con todo mi ser lo juro y prometo que nos seguiremos viendo en mis próximas historias, eso si ustedes me dan esa oportunidad. <3
"Maldito Bastardo" será subida la siguiente semana, espero que también se paseen por ahí si es que les llama la atención.
Mil gracias otra vez, les adoro!!! Besos!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top