CAPÍTULO 1

Su piel se siente cada vez más fría, sus labios cada vez más resecos y quebrados.

Observó el pequeño cuerpo pegado a la pared, sostenido por varias cadenas de metal, en sus muñecas y tobillos, más una cadena la cual estaba rodeada por todo su cuello, haciendo presión y logrando que su aliento se cortara lentamente.

Aquellos ojos azules estaban cerrados y vendados por una cinta de color rojo, sus regordetes labios estaban hinchados y el cuerpo estaba desnudo ante su persona.

Mientras varios conflictos metales atravesaban su cabeza se acercó hasta el chico con su cuerpo sudoroso, pasó un látigo por todo el abdomen del joven, haciéndolo temblar.

Pasó de manera peligrosa sus resecos labios sobre la suave y brillante piel de aquel sujeto, dejando que su aliento saliera de su boca, haciendo que la espalda del hombre se arqueara.

- ¿Por qué no me dices de una vez la verdad pastelito? Así evito dejar las marcas que tanto te molestan - El chico soltó un suave jadeo al sentir como el látigo con púas chocaba contra su colorida piel, causándole rasguños en varias partes de su abdomen.

- Por última vez ¿quién es Charls? - Su voz había salido más grave que otras veces, eso hizo temblar más el pequeño cuerpo frente a sus ojos.

- E-es s-solo un compañero de la f-facultad, amo - Una sonrisa se apoderó de sus labios, se acercó a oído del chico.

- Ese compañero, no sabe que me perteneces ¿no es así? - Sus largos dedos recorrieron las mejillas del menor, estas estaban húmedas al igual que la venda roja que tapaba todo rastro de luz.

Sonrió con burla, su pastelito estaba llorando.

-N-no, Amo - Estaba seguro de lo que tenía que hacer, por mucha lástima que le diera.

- Bien, supongo que tendré que dejar en claro, que, si no es conmigo, no es con más nadie. - Una extraña sensación se filtró en su estómago al decir aquellas palabras, como si un vago recuerdo se adueñara de sus pensamientos.

- Con solo mirarte puedo asegurar que estas abierto para mí, tus labios tan suaves, tus mejillas sonrojadas, desearía quitarte la piel y tenerla como alfombra, así voy a saber que nunca te vas a ir de mi lado ¿No quieres ser despellejado por tu amo? -

Una vez más la tétrica sonrisa se hacía dueña del escenario, Se acercó a una mesa llena de armas blancas, tenía un plan especial para su pastelito, quería recordar su cara de terror y pánico en su rostro, quería retratar su expresión cuando comenzara a quitar su piel, lentamente, para causarle más dolor.

Agarró uno de sus cuchillos favoritos, se acercó al cuerpo ajeno y le quitó la venda, solamente para ver aquellos ojos azules plagados de lágrimas y temor, era una imagen que iba a recordar siempre.

- Ahora se un buen chico y complace a tu amo -

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top