[51]

Los niños cayeron rendidos después de cenar. Habían estado jugando casi toda la tarde con Taehyung y Chaewon para luego seguir como patitos a Iris y Namjoon, quienes les contaron datos interesantes del mar. A los mellizos Park les gustó lo similar que era la última pareja a Jungkook mientras Yoobin no ocultó para nada lo mucho que le ilusionaba pasar tiempo con la familia de su hermano mayor. Fue así como, tras conseguir convencerlos de comer algo y dejar de jugar, los ojos de los tres niños comenzaron a pesar, sintiendo todo el cansancio de ese movido día. Jungkook y Jimin que habían traído una tienda familiar, acomodaron a los pequeños dentro de ella, sonriendo cuando no hubo nada capaz de alterar su sueño.

Con toda la energía que necesitaban reponer, probablemente no despertarían hasta el día siguiente.

―¿Ya se durmieron? ―preguntó Taehyung mirando hacia la tienda.

―Profundamente ―aseguró Jungkook tomando asiento junto a Jimin frente a la fogata―. Ellos siempre tienen tanta energía, es casi irreal verlos dormir así.

―Ah, debe ser bueno ser un niño ―suspiró Seokjin tocando unos acordes de guitarra―. Aunque, pensándolo bien, mi infancia no fue así ni por asomo. En ese tiempo, ya estaba trabajando en publicidad y telenovelas ―rio entredientes.

―Vendiste tu infancia y aseguraste tu futuro, supongo que por eso todo tiene un precio ―murmuró Ryujin frunciendo su ceño cuando su hermano mayor le dedicó una sonrisa falsa―. ¿Por qué me miras así?

―¿Por qué tu hombro está casi rozando el de Hoseok? ―preguntó de regreso, provocando que su amigo de inmediato tomara distancia de la chica, dejando un vacío considerable entre ellos―. Mucho mejor.

―Dios, eres un aguafiestas. A nadie le gustan los hermanos mayores sobreprotectores ―señaló Chaewon―. Aprende de Namjoon-ssi. Jimin podría estar encima de Jungkook y él ni siquiera voltearía a verlo.

―Bueno, ¿por qué querría verlos en una posición así? ―respondió riendo. Jungkook arrugó la nariz mientras se recostaba en el hombro de Jimin―. Pero Chaewon tiene razón, deja en paz a tu hermana.

―¿Es una orden lo que creo estar escuchando? ―Seokjin dejó de tocar, mostrándose atónito―. Nadie le da órdenes a Kim Seokjin. Díselo, gatito.

―Ryujin siempre te da órdenes. Solo le dices que no cuando yo intervengo ―rodó los ojos, frotando su cuello con incomodidad―. Mierda, creo que me quemé.

―Oh, no, pobre bebé ―Seokjin apartó la guitarra, rodeando con sus brazos al menor―. Tengo gel hidratante en nuestra tienda, ¿por qué no me dejas que te ponga un poco y después volvemos con el resto?

―Ja, já, él acaba de sonar como si tuviera grandes planes en mente ―se burló Iris, pero Seokjin solo le mostró la lengua para luego tomar la mano de Yoongi y desaparecer―. Creo que él no tiene respeto por el mar.

―Mi hermano solo tiene respeto por su reflejo, no te preocupes ―Ryujin rodó los ojos, haciendo reír al resto―. Jamás entendí cómo se volvió tan popular.

―Es porque es encantador muy a su manera, no puedes negar eso ―la animó Hoseok dando un apretón tímido en su hombro―. ¿Quieres beber algo?

―Solo agua. Tengo una tendencia terrible a hacer el ridículo cuando bebo ―admitió abochornada.

Hoseok rio y se levantó para revisar sus pertenencias, pero frunció el ceño al notar un gran detalle.

―Chicos... ¿exactamente quién se hizo cargo de nuestras compras? ―cuestionó―. Porque aquí veo demasiado alcohol y carne. Parece que agotamos los recursos decentes por hoy y tenemos 3 pequeñas cabezas que alimentar mañana.

―Mierda ―Taehyung bufó―. Fue Seokjin hyung, obviamente. Considerando que traeríamos a niños aquí, ni siquiera debió priorizar algo como el alcohol.

―Está bien, que no cunda el pánico ―Iris se levantó, sacudiendo su ropa―. Hay una tienda de conveniencia cerca de aquí. Nam y yo podemos ir y comprar cosas que sí son saludables ―rio entredientes―. Y quizás unas cuantas bolsas de papas fritas.

―Ella tiene una debilidad por la comida sana y las papas fritas ―explicó Namjoon, también levantándose―. Perfectamente balanceado.

―Entonces, iré con ustedes también. Solo quiero traer unas cosas para mí y asegurarme de obtener un buen desayuno para los niños ―dijo Taehyung mirando hacia su mejor amigo―. ¿Jimin?

―Sí, sí, entendí la indirecta ―Jimin revisó su bolsillo para luego lanzarle las llaves de su auto a Taehyung―. Gracias por hacerse cargo, chicos.

―Uh, entonces yo también iré ―Chaewon se levantó, mirando entre todas las parejas―. Voy a... ayudar a Taehyung, sí.

―No sé si quieres pasar más tiempo con Taehyung y esta es tu excusa perfecta o solo estás huyendo de las parejas que quedarán aquí. No obstante, ve con Dios, tienes todo mi apoyo ―aseguró Jungkook agitando su mano con fingida dulzura. Chaewon pateó arena en su dirección antes de darle la espalda e irse junto a los demás―. Aw, espero que sea más dulce con Taehyung de lo que es conmigo.

―Pero Chaewon es la persona más encantadora cuando se trata de ti ―aseguró Ryujin provocando que Jungkook carcajeara mientras Jimin ponía cara de sufrimiento sin poder imaginar lo que le esperaba a su mejor amigo―. Así que, al final, solo somos cuatro.

―Bueno... de hecho... ―Hoseok, quien aún seguía de pie junto a los suministros, rascó su oreja―. Considerando que tu hermano no está aquí, esperaba que fuéramos dos y dos ―se acercó a ella, extendiéndole su mano con timidez―. ¿Te gustaría dar un paseo conmigo?

Ryujin miró la mano del mayor, sorprendida. Mirando de reojo a su amigo, sonrió cuando este se agitó exageradamente, señalándole que aceptara, así que eso hizo. Ignorando lo mucho que latía su corazón y lo caliente que se sentía su rostro, Ryujin aceptó la mano de Hoseok, quien, con una sonrisa dulce, la guio hasta la orilla de la playa.

―Y somo dos ―dijo Jungkook en un suspiro. Jimin lo miró confundido cuando se levantó―. Dos y un montón de espacio libre.

―¿Tanto que planeas abandonarme también? ―bromeó.

Pero, en cambio, Jungkook se deslizó entre sus piernas para así poder recostar su cabeza contra su pecho. Jimin sonrió con ternura, estirando su mano para alcanzar la manta que había estado usando Taehyung un momento atrás y ponerla encima del menor.

―Bien, esto es soñado ―murmuró Jungkook mirando la fogata―. Playa, noche, estrellas, fogata, una manta, tú... no podría ser mejor.

―Siempre puede ser mejor ―aseguró Jimin abrazándolo por detrás―. Quiero cantarte una canción. No sé tocar la guitarra como varios aquí, pero mi voz por sí sola es bastante prometedora.

―Tenías razón, siempre puede ser mejor.

Jimin besó su cabeza, tarareando una canción con dulzura.

"Solo estoy mirándote a ti; me haces sonreír involuntariamente.
Y, cuando me encuentro sonriendo, es tan extraño.
A medida que pasan los días, mi amor hacia a ti crece y se está volviendo más profundo.
Pero esta canción ahora es otra canción de amor.
Puede sonar igual que otras, sí, lo sé, aunque yo quiero cantar este sentimiento ahora mismo.
Así que, cariño, escucha, porque la cantaré para ti.
Estoy bajo el mismo cielo contigo cada momento que respiramos.
A mí me gusta.
La palabra "amor" no es suficiente para este hermoso sentimiento.
Es hermoso.
Las palabras no pueden describir este hermoso sentimiento."

Jungkook jugó con los dedos de Jimin hasta que este dejó de cantar en voz bajita tras de él. Tomando aliento, se deslizó hacia arriba para buscar al dueño de sus suspiros y sonrió cuando sus ojos lo encontraron. La mirada de Jimin estaba llena de calma, cariño, haciéndolo sentir inmensamente agradecido, por lo que, abrazándolo por el cuello, no demoró mucho en besarlo. Jimin sonrió, mordiendo su labio en respuesta, y sosteniéndolo entre sus brazos. Removiéndose en busca de más contacto, Jimin hubiera reído en el momento que terminaron cayendo hacia atrás, enredados entre la manta, de no ser porque ni eso fue suficiente para que el menor dejara de besarlo. No fue hasta que sus lenguas jugaron lo suficiente y les faltó el aliento que el joven se distanció de él, mirándolo a la cara con ojos increíblemente inocentes, los cuales no tenían nada que envidiarle al cielo nocturno.

―Lo siento, he querido besarte todo el día ―admitió Jungkook humedeciendo sus labios antes de sonreír como un niño travieso―. Pero, al menos, te hice ver las estrellas, ¿no? ―bromeó sobre el cielo sobre su cabeza.

―Eres tan literal ―Jimin empujó sus cabellos hacia atrás para ver bien su cara―. Pero, cariño, veo las estrellas cada vez que te veo a los ojos.

―Jesús ―Jungkook gimoteó, escondiendo su rostro en su pecho―. Eres tan cursi, estoy al borde de un coma diabético.

Jimin rio, abrazándolo con dulzura. Con sus cuerpos entrelazados y la manta envolviéndolos, ambos permanecieron en esa posición, solo escuchando sus respiraciones y corazones. Jungkook esperó unos minutos antes de rodar sobre su cuerpo y caer sobre su espalda sobre la arena, liberando al mayor en un suspiro de descontento, pero no quería seguir aplastando a Park con su cuerpo. Jimin rio, apoyándose sobre su codo mientras lo miraba con cariño.

―Eres un bebé ―tocó su mejilla―. Siempre haces pataletas.

―¿Cómo puedes decir eso? Siempre fui un niño bien portado.

―Desde que te conocí, no lo has sido ni por asomo ―se mofó―. Golpeaste a tres de tus compañeros ese día.

―Era tan encantador como se podía ser a esa edad ―rio―. Además, si hubiera sido un buen niño, jamás me habrías llamado la atención. Tú definitivamente eras la definición de joven sensato por excelencia.

―Si te parezco tan aburrido, ¿cómo es que te fijaste en mí?

―¿Uhm? ―Jungkook jugó con el cuello de su playera―. Ser bueno no es sinónimo de aburrido ―sonrió―. De hecho, no he dejado de divertirme desde que nos reencontramos.

Jimin negó con la cabeza, intentando ignorar el doble sentido en su tono. Quitando la sugerencia en ello, admitía que Jungkook tenía razón: Los días habían sido como una fiesta desde su regreso. Pero no la clase de fiesta alocada que luego olvidas entre resaca y vómitos. No. Las fiestas de Jungkook eran esas especiales que recordabas con amigos cada vez que tenías oportunidad, porque eran inolvidables. Cada momento a su lado era inolvidable.

―¿Estás pensando en cosas divertidas?

―Calla, estoy pensando en cosas bonitas ―corrigió, inclinándose sobre él para besar la punta de su nariz―. A diferencia de ti, ya superé la etapa de descontrol hormonal, Kook.

―Considerando que saltaste sobre mí apenas entré a tu oficina, no diría que... ―Jimin cubrió su boca, sintiéndose avergonzado de repente―. Hmm hmm hm.

―Lo que sea que eso signifique es un no ―siseó―. Antes de ti, jamás creí que tendría sexo en mi trabajo. Fue un impulso momentáneo; tenía hambre y fuiste lo primero que encontré. ¿Es que no recuerdas que fue justo antes del almuerzo?

―Me tocaste con Hoseok presente ―le recordó Jungkook en voz bajita, apartando su mano―. Casi se me sale el corazón. Y no, no te excuses con lo de tener hambre. Aunque sé que te gusta morderme y lamerme, ninguna parte de mí es comestible, pero ese día... ―sonrió―. Fue un buen día. En tu escritorio, en tu silla, en tu estante...

―Dios, agradezco que los chicos no estén aquí ―Jimin rio en voz baja, poniendo su índice contra sus labios―. Fui ahí para buscar a Hoseok y te encontré bailando con una camisa transparente. Llevarte a mi oficina fue lo más decente que pasó por mi cabeza entre todas mis terribles y sucias ideas.

―Buen chico ―susurró Jungkook besando su dedo.

―No tan bueno, aparentemente ―rodó los ojos, haciéndolo reír.

―Puedo bailar para ti en privado ―sugirió y Jimin negó con la cabeza antes de que imágenes se cruzaran por su cabeza―. De hecho, antes de cumplir los 19, me aprendí la coreografía de Coming of age ceremony de Park Jiyoon. Luego, en mi cumpleaños, bebí por primera vez hasta perder la cabeza y Namjoon se aseguró de grabarme bailando mientras decía que te enviara el vídeo ―rio―. Claramente, no lo hizo. ¿Te hubiera seducido en ese entonces de habértelo mandado? ―Jimin comenzó a reír con fuerza―. Hey, lastimas mis sentimientos.

―No puedo creer que aprendiste a bailar eso por mí ―acarició sus cabellos―. Es tan ridículo y bonito ―rozó su nariz con la de él―. En realidad, me gustaría verte bailarla, pero un día que estemos solos y no tenga que preocuparme de que nuestros amigos vuelvan o los niños despierten ―ahora Jungkook rio―. Es una promesa.

―Es una promesa ―repitió―. Por lo pronto, podrás disfrutar viéndome en el festival de verano de la universidad.

―Hoseok me dijo que estás participando de dos números ―Jimin lo miró a los ojos―. Pero no me ha dicho con quiénes o las canciones que bailarás.

―Spoiler ―Jungkook tocó sus labios con una sonrisita dulce―. Como sabrás, soy Jungkook anti-spoiler.

―¿Dices que tendré que esperarme una semana para saberlo? ¿Así como todo el resto?

―Como todo el resto, sí ―lo abrazó por el cuello, atrayéndolo―. Pero, al acabar mi espectáculo, mi reverencia será para ti.

Jimin sonrió, acabando la distancia entre sus labios. Jungkook ronroneó como un gatito después del beso, acurrucándose junto a él, pero salió rápidamente de su escondite cuando, al alzar la mirada, Jimin maldijo en voz baja.

―¿Qué? ¿Qué? ―preguntó el menor, levantando la cabeza.

―Es Hoseok ―Jimin rio en voz baja.

―¿¡Se lanzó!?

Jimin no tuvo que contestarle. A varios metros de distancia, junto a la orilla del mar, Hoseok finalmente estaba besando a Ryujin, sosteniendo el rostro de la chica con confianza mientras esta le correspondía de buena gana. Jungkook aplaudió bajito, celebrando, y volvió a acurrucarse junto a su novio, conforme con los resultados de ese día.

―¿Sabes? Me siento como... enamorado.

Jimin rio, recostándose junto a él y acomodando la manta alrededor de ambos.

―Sí, me siento exactamente igual.

Nota:
Friends, reviví. Bueno, estoy tan viva como se puede estar después del covid JHGSHGF. No, a ver, febrero fue un mes odioso, literal me lo pasé enferma, así que siento que fueron unas vacaciones 100% desperdiciadas (porque en marzo ya vuelvo a clases). Pero aún así, estoy bien dentro de todo, así que no me quejaré jdjfgd. Solo lamento no haber podido actualizar tanto como quería, pero ya iré tomándole el ritmo a todo unu. ¡Espero que estén bien!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top