[26]

―Mierda, luces terrible.

Jimin les dio una mirada muerta a sus amigos. Había ido al restaurante de Seokjin cerca de la hora de cierre, esperando hablar con él en busca de un consejo, pero no esperaba que absolutamente todo su grupo estuviera ahí como si no tuvieran nada mejor que hacer que comer a medianoche.

―Él luce así desde ayer por la mañana ―señaló Hoseok sin dejar de comer―. Pensé que estaba enfermo, así que le dije que cancelara sus clases y se tomara el día, pero no me escuchó.

―No estoy enfermo ―Jimin recargó su rostro contra la mesa, sus ojos rojos y en alerta―. Solo no duermo desde la madrugada del miércoles e incluso dudo que pueda dormir hoy. Estoy enloqueciendo.

―Escucha música para relajarte ―le recomendó Taehyung con la boca llena.

―No sirve.

―¿Pastillas para dormir? ―preguntó Yoongi.

―¿No necesito una receta para ello?

―¿Qué dices de una alternativa natural? ―dijo Hoseok.

―No sirven.

―Maldición, solo bebe hasta la inconsciencia y ya ―concluyó Seokjin, llenando un vaso de soju para él―. Este va por cuenta de la casa.

―Seokjin, casi nunca les cobras, deja de hacer eso ―se quejó Yoongi, obteniendo gruñidos de sus amigos―. Ustedes, idiotas afortunados, fueron a la universidad y hasta consiguieron buenos empleos, así que dejen de ser unos parásitos para Seokjinie.

―Pero son mis parásitos ―defendió Seokjin con un puchero―. Fueron los más bonitos que encontré, así que no los desprecies ―Yoongi rodó los ojos bajo las sonrisas maliciosas del grupo―. Además, ahora lo principal es Jimin y su problema para dormir. Aunque, pensándolo bien... ―giró hacia su amigo―. ¿Por qué no puedes dormir? ¿Estás estresado?

―Hmm...

―Jamás es bueno cuando te estresas y lo sabes. Siempre acabas en la cama cuando algo te preocupa; tu cuerpo tiene nula tolerancia al estrés ―Seokjin extendió su mano, intentando tocar la frente de su amigo, pero este solo lo apartó―. ¡Hey! No cuidaré de ti si eres tan maleducado.

―Está bien, solo déjenme morir ―escondió su rostro entre sus manos, frustrado―. Quizás lo merezco.

―Ah, debe ser grave esta vez ―Yoongi tomó un trozo de carne con sus palillos, comiendo con calma―. ¿Qué hiciste?

―No lo sé ―Park gimoteó, atreviéndose a mirarlos. Lucía tan pálido como un fantasma―. Digamos que... me enteré de algo impactante.

―¿Qué Jungkook es mi estudiante? ―preguntó Hoseok, con calma―. Porque pensé que ya habíamos hablado de eso.

―¡Es incluso peor! ―golpeó la mesa con sus manos―. Nunca hablé de él, porque ustedes no alcanzaron a conocerlo, pero, hace muchos años, tenía un vecinito que era muy querido por mi familia. Para mí, era como mi hermano, pero entonces un día se fue y ya no supe nada más de él. Entonces, hace algo así como... ¿una semana? Fue para el día de los padres ―asintió para sí mismo―. Me encontré con Jungkook cuando fui a visitar a mi familia, es decir, él estaba en la casa vecina y... pueden unir los puntos, ¿no? ―los miró con suplicio.

―¿Jungkook era tu vecino? ―Hoseok lo miró pasmado y Jimin asintió―. Dijiste que era como tu hermano, ¿¡cómo es posible que no te dieras cuenta!? ¿¡Ni siquiera te hizo ruido cuando escuchaste su nombre!?

―Es gracioso, porque cuando lo conocí y escuché su nombre, enseguida pensé en ese mocoso ―Taehyung admitió, bebiendo una lata de cerveza con diversión. Jimin giró a verlo, doblando su cuello de forma escalofriante―. Espera, ¿acaso de verdad no viste la relación?

―No, no lo hice. ¿¡Cómo es posible que tú lo hicieras y no me dijeras nada!? ―señaló Jimin, estupefacto―. ¡Ah, amigos, para qué me sirven!

―Oye ―se quejaron Hoseok y Taehyung a la vez, pero la otra pareja solo sonreía con diversión.

―Conozco a Jungkook desde que este era un crío ―continuó, desesperado―. No se supone que mires como a un hombre a tu hermano menor.

―Pero Jungkook no es tu hermano menor ―Yoongi rodó los ojos, odiando tener que señalar lo evidente.

―¡Lo vi crecer! ¡Es casi como si lo fuera!

―Pero no lo es ―insistió Seokjin ahora―. Él se fue y regresó años más tarde, convertido en un hombre. No puedes culparte por verlo por lo que es, Jimin: Un hombre ―moduló lo último sílaba a sílaba―. Deja de torturarte y ponerte trabas. Además, considerando que te enteraste de esto durante el día de los padres y no mencionaste nada antes, puedo deducir que es otro el problema que te aqueja ―inclinó su rostro, mostrándose interesado―. ¿Qué es lo que no te ha permitido dormir por dos noches enteras?

Jimin no respondió al instante, como si decirlo en voz alta terminaría de volverlo real. Y no, no es que besar a Jungkook se hubiera sentido terrible, pero ese era exactamente el problema: Que le gustó tanto, que las siguientes noches se la pasó fantaseando al respecto. Incluso en ese momento, esos bonitos labios aparecían en sus pensamientos, atontándolo. Y sus amigos no necesitaron que lo dijera entonces, porque todos ahí sabían qué significaba esa mirada en los ojos de Park.

―Mierda ―Taehyung dejó de comer, casi escupiendo lo que tenía en la boca―. Tuviste un avance, ¿no es así?

―Bu-bueno, mi cabeza no lo acepta exactamente como un avance ―intentó explicarse, nervioso.

―Oh, Dios mío, ¡lo besaste! ―declaró Hoseok cubriendo su boca de la impresión―. ¡Besaste a mi estudiante!

―¡Hoseok! ―gruñó Park en respuesta―. Deja de llamarlo tu estudiante, dejen de recordarme que es mi vecinito, ¡son exactamente esas cosas las que me hacen sentir como... como...!

―¿Cómo si lo corrompieras? ―Seokjin se mofó con una sonrisa en sus labios―. Amigo, estoy seguro de que Jungkook no es un santo. Y ¿hola? Besarlo es lo mínimo que haría cualquiera con una oportunidad.

―Seokjinie, si me vas a engañar, al menos deberías esperar a que me dé la vuelta.

―¡Min Yoongi! ―el mayor lo abrazó por el cuello, dejando besos sobre su mejilla―. Ya no existieron hombres en este mundo después de ti ―aseguró dramáticamente.

―Seguro ―rio entredientes―. Pero tengo ojos, también puedo ver que Jungkook es atractivo ―volteó hacia su prometido―. De hecho, ¿no crees que se parece a mí? ―preguntó señalando su rostro―. En serio, cuando le pedí que me acompañara a la tienda de música el otro día, las personas no dejaron de decir que parecíamos hermanos.

―Aish, es un mentiroso tan desvergonzado ―Hoseok rio aplaudiendo, pero se quedó quieto cuando Min le lanzó una mirada filosa―. Sí, sí, tienes razón, ¡son como gemelos separados al nacer!

―Lo sé ―Yoongi se jactó, seguro de sí mismo. Seokjin rio mientras depositaba un beso en sus cabellos―. Bebé, no hagas eso, apesto a comida.

―Es por eso por lo que siempre quiero comerte~ ―ronroneó a su oreja, pero lo suficientemente alto para que sus amigos escucharan.

―Por favor, chicos, estamos en público ―Taehyung se quejó―. Además, estábamos hablando de Jimin y su deseo por alguien 6 años menor que él.

―¡Taehyung!

Quizás, después de todo, había sido mala idea buscar apoyo y orientación en sus amigos. Todos ahí parecían disfrutar bastante de su situación actual sin entender cómo se sentía, por lo que Jimin se limitó a guardar silencio y seguir el consejo de Seokjin: Beber hasta la inconsciencia o lo más cercano a ello. Con algo de suerte, realmente conseguiría dormir esa noche sin pensar en su menor. Sin embargo, ¿cuánto tiempo más podría seguir evitándolo?

La respuesta llegó por sí sola una hora más tarde.

―Está cerra-¿Jungkook? ―Seokjin se levantó de inmediato cuando vio que quien entraba cargaba consigo un cuerpo de alguien familiar―. ¿¡Ryujin!? ―y hasta Hoseok se atragantó en el fondo, temblando como gelatina en presencia de la chica.

―Hola, hyung, siento la intromisión ―Jungkook le regaló una sonrisita―. Salí a beber con las chicas y creo que a Ryujin se le pasó un poco la mano.

―¿Las chicas...? ―puso atención por primera vez, notando la presencia de Chaewon―. Oh, Chaewon, estás aquí.

―Hola, Seokjin-ssi ―hizo una reverencia para él―. Siento traer a tu hermana en este estado, pero al menos le sirvió para desahogarse ―rio entredientes dando palmaditas en la espalda de su amiga―. No quiso volver a casa, porque temía que sus padres la regañaran. Puedes hacerte cargo de ella, ¿cierto?

―Sí, por supuesto, la llevaré a mi departamento esta noche ―asintió, sonriendo con agradecimiento cuando Jungkook la bajó de su espalda―. Dios, ¡estás tan pesada! ―se quejó abiertamente, ayudando a su hermanita a tomar asiento―. Al menos, dime que valió la pena embriagarse hasta este punto.

―Por supuesto que valió la pena, oppa ―Ryujin asintió con una mirada seria―. Hace tiempo que no me divertía tanto con unos amigos ―y rio con torpeza agitando sus manos con entusiasmo en dirección al par que le había acompañado―. Por cierto, Jungkookie... ―llamó, haciéndole una seña para que se acercara―. No quiero asustarte, pero creo que tu casi novio está tirado sobre esa mesa.

―Sí, tienes razón, mi casi novio parece haber tenido una velada tan divertida como la tuya ―la apoyó, bromista, y la chica enseñó una sonrisa boba―. ¿Jimin está bien, chicos? ―preguntó después, dirigiéndose al grupo. Todos parecían estar conscientes ahí a excepción de Park.

―Ah, ¿cómo puedes preguntar por él luego de salir con... con... dos chicas? ―señaló Taehyung, mirando a Chaewon―. Siempre que te invito a salir, dices que no tienes tiempo, ¡pero sí tienes tiempo para él!

―Para los amigos, siempre hay tiempo ―respondió la chica con simpleza. Ryujin rio detrás de ellos, tarareando la palabra amigos una y otra vez―. ¿Qué problema hay con Park? ¿También necesita un aventón a su casa? Porque no luce muy bien.

―Yo lo llevaré ―se adelantó a decir Taehyung al ver que Jungkook abriría la boca―. Es MI amigo, así que YO me encargaré de él ―y abrazó al chico por los hombros, como si marcara su territorio. Jimin despertó ante el peso acentuado en su espalda.

―¿Qué demon...? ―balbuceó, levantando el rostro. Sus ojos se centraron desenfocados en Jungkook, quien le miraba con interés―. Mierda, ya estoy delirando.

―¿Uhm? ―Jungkook sonrió travieso, acercándose a él―. ¿Acaso no puedes dejar de pensar en mí? ¿Por qué será? ―preguntó con calma, inclinándose sobre él. Jimin lo miró a la cara, desorientado.

―E incluso hablas ―arrugó el rostro sin saber cómo sentirse―. No puedo-no puedo creer que lo preguntes ―balbuceó―. ¿Al menos algo en tu mente es claro después de que te bese? ―todos los presentes miraron en silencio la escena, creyendo que Jimin había enloquecido cuando señaló acusadoramente al menor aun en su pobre estado―. Porque yo-yo... ―su vista se perdió en sus labios―. Yo...

―¿Sí? ―preguntó Jungkook con una sonrisa angelical.

―No puedo dormir ―musitó―. Porque, cuando lo intento, sueño con comerte esa maldita boca ―Jungkook abrió la boca, dispuesto a responder―. Pero no debería hacer eso.

―¿No? ―Jimin estiró sus labios en una mueca, agitando su dedo en un no―. Lástima ―Jungkook tomó su mano, deteniéndola―. Porque, sin mentir, te estás perdiendo de la parte más divertida.

El menor lamió su dedo lentamente mirando sus ojos. La mente de Jimin dejó de funcionar cuando el chico fue lo suficientemente lejos como para meter el dedo en su boca, chupando de él por unos segundos. Y, cuando lo soltó, ni siquiera fue capaz de escucharlo decir adiós: Solo lo vio darse la vuelta, caminando hacia su amiga, quien dio saltitos y envolvió su brazo, saliendo del local junto a él y entre risas.

Y, si sus amigos le hablaron o no, no lo supo. Porque Jimin ya no diferenciaba entre un sueño y la realidad, solo sabía que, ya fuera en uno o en el otro, quería tener en sus brazos a Jungkook Jones.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top