CAPITULO CUATRO

ESPERANZA
"El cumpleaños de Lee"


Abril, año 2010.

─¿Cuánto más estarás ahí escondida mirándolo?

La pelinegro de trenzas pegó un brinco al oír la voz espeluznante de Kiba, quien solo soltó unas risas al observar su reacción. Chay sintió vergüenza, aunque agradecía que nadie más estaba observando. A pesar de estar todo el alumnado fuera de sus aulas.

─¡Dios, Kiba! ─exclamó en voz baja─ ¡No hagas eso!

Kiba alzó sus hombros, observando de re-ojo a los tres hombres vestidos de zombie sobre una tarima del instituto. Los tres parecían conversar mientras contaban su dinero, o eso parecía. Los matones solían hacer eso, y Kiba los veía de esa forma.

─Es que no lo entiendo, ¿por qué no vas y le hablas? Ya llevan un mes conversando por Facebook y con suerte levantas una mano cuando te saluda.

Chay soltó un gruñido, tomando su frente con mucha frustración. Él no la comprendía.

─Solo me habla para pedirme dinero y si no, es para que le regale cosas en el Pet Society ¿Eso te parece conversar?

Kiba soltó una risa, esta vez sujetando su capa de vampiro para que esta no volara por el ambiente frío que había. No, no era halloween. Sin embargo, aquel día viernes celebraban el cumpleaños de la directora del establecimiento. Y ella adoraba los disfraces, pagando así los mismos alumnos por ello.

─Bueh, podrías ir y hablarle del Pet Societ... Espera, ¿él no estará muy grande para jugar esas cosas?

Chay suspiró, sin duda alguna su amigo no la estaba comprendiendo. Llevaba semanas intentando conversar algo más que un hola en los recesos con Obito pero era casi imposible. Ya había perdido casi todo su dinero y aunque Marina le había dicho que no lo hiciese más ella parecía no hacerle caso. Además de que el azabache faltase a clases muy seguido.

El Inuzuka suspiró de igual forma, al ver como ella corría su mirada nuevamente hacia el azabache de tercer año.

─Ve, no seas cobarde. ─gruñó el castaño, algo fastidiado con la actitud tímida de la chica. Pues, sabía de sobra que no lo era.

Solo un mes demoró en notarlo.

─¿Qué? No, Kiba ni lo pien...

─¡Oye, Óbito!

Tarde para que el castaño no hubiese largado su lengua, pues al haber gritado de esa manera la atención del azabache se posó de inmediato en ambos, su seño levemente fruncido al ver que quien lo llamaba era Kiba ─quien nunca traía dinero consigo─. Sus acompañantes también posaron su mirada en ellos, más no dijeron palabra alguna.

─Kiba, te das cuenta de la estupidez que estás hacien...

─¡Chay quiere decirte algo!

Las mejillas de la azabache se enrojecieron enseguida, más por el hecho de los gritos hacia el Uchiha que de su vestido ajustado demasiado corto y sus trenzas ridículas. Kiba dijo que vestirse de Pocahontas era buena idea, pero al verse en el espejo y morir de frío ya no lo creía tanto.

No, no era tanto por el vestido. Era por las trenzas ridículas.

─¿Qué creen que quiera? ─preguntó Obito a los dos hombres que se encontraban a su costado, algo confundido frente a sus amigos.

Kakashi alzó sus hombros, sin mucha importancia.

─Ni idea, pero ese vestido le senta genial. —dijo— Al menos para ser de primer año.

El azabache enrodó sus ojos ante tal comentario mientras Shisui le daba un gran golpe en el hombro por ello.

─¿Qué? ─se quejó el peliplata vagamente hacia Shisui, pero por su mirada lo recordó─ Oh, cierto. Es prima de Kira, retiro lo dicho.

Óbito tras un bufido simplemente les dejó ahí, saltando de la tarima con mucha facilidad mientras observaba a los dos niños discutir entre sí. Aunque al recordar las palabras de Kakashi no pudo evitar que su mirada se fuese inconscientemente hacia el vestido y en especial a su trasero. Pues, ella estaba de espaldas reclamando una y otra vez hacia el pobre castaño.

No estaba nada mal.

Enseguida, negó con su cabeza al recordar que tan solo era una niña. Aunque esas trenzas le parecían demasiado adorables, sin quitar el hecho que Chay era la única que le enviaba cosas en Pet Society cuando lo pedía, e incluso el dinero. Ella nunca se negaba.

Shisui siempre fue al que se le daban mejor las chicas. No por ser más guapo, sino por su personalidad. Óbito era más... ¿Inocente? No había palabra exacta para definirle, pero Shisui era un genio a comparación suya. A excepción de los estudios.

─Eh... ¿Qué pasó? ─soltó en cuanto llegó, pues ninguno parecía prestarle atención.

Chay frenó en seco y tragó saliva, sintiendo como todo su cuerpo se estremecía al oír su voz. Kiba medió una leve sonrisa maliciosa y luego se dirigió hacia el azabache;

─Chay es la que quiere hablarte, yo ahora me largo.

La pelinegro abrió sus orbes con mucha vergüenza y ansias de asesinarlo, no se esperaba que Kiba fuese tan idiota. Sin embargo, Óbito frunció el seño una vez más. Aquel castaño siempre se le hizo extraño, además de nunca aportar con dinero para ellos.

─Por cierto, buen disfraz.

Dicho esto, el castaño alzó su mano en símbolo de despedida y corrió lejos de ahí. Ambos quedando solos a un costado de la tarima, mientras el resto del alumnado solo caminaba de un lado hacia otro en busca de cosas llamativas.

─Y... ¿Qué ibas a decirme? ─insistió el azabache, rascando su nuca con algo de incomodidad al ver como sus amigos (Kakashi) le hacía unas cuantas señas inapropiadas y era reprochado por Shisui.

Chay inhaló todo el aire que pudo antes de armarse de valor y voltearse finalmente, observándolo hacia arriba con las mejillas demasiado rojas. Ella era demasiado baja a comparación suya.

A Óbito le pareció adorable.

─No escuches a Kiba, le gusta molestar y...

─¿Entonces sólo me tomaban el pelo? ─respondió con incomodidad. Chay negó con su cabeza, demasiado preocupada por si se había molestado─ Oye, tranquila. No estoy molesto sólo es... ¿Raro?

La pelinegro soltó una risa nerviosa, asintiendo con su cabeza como una completa idiota enamorada ¿Qué estaba haciendo? ¿Desde cuando ella era así con los hombres? Mentalmente se abofeteaba una y otra vez. Solo era un hombre, no podía ponerse así.

─Eh...

Ambos parecían unos idiotas, ninguno pretendía decir algo para seguir la conversación y Óbito tampoco parecía querer volver a la tarima aún. A este punto ambos lucían del mismo año.

Incluso si Óbito era tres años mayor que ella. No se le daban bien esas cosas.

─¿Te gustan los zombies?

Chay se abofeteó una vez más al soltar esas palabras sin siquiera pensarlo, pues si él vestía de uno era bastante claro para cualquiera que si le gustasen. Óbito sonrió, asintiendo con su cabeza e ignorando las señas que no parecían cesar de parte de su amigo.

─¿A ti Pocahontas?

─¿Conoces la película? ─soltó ella, sorprendida totalmente ante aquella pregunta.

─Pues...

El pelinegro pretendía responder, algo avergonzado de conocer ese tipo de cosas. Aunque no era por voluntad propia que lo hacía, pues su madre era fanática de las princesas de disney, y él era su príncipe favorito. Sólo cuando a ella le convenía. Porque desde el nacimiento de Itachi o Sasuke, él estaba olvidado.

Suspiró, intentando alejar los recuerdos de él y su madre. Ella estaba loca.

─¡Obito, ya deja de andar de asaltacunas y vente!

Maldito Chamorro. Pensó con frustración e irritación, notando como sus dos amigos estaban a la par con el rubio de tal apellido que solía juntarse con ellos a veces. Él era un idiota, pero les daba todo gratis. Y eso era algo bueno.

─Bueno, yo debo irme. ─dijo el pelinegro, posando ambas manos en sus bolsillos con algo de vergüenza por el anterior comentario de Chamorro.

Ella bajó su mirada, algo decepcionada y sonrojada igualmente por el comentario de aquel hombre de ojos azulados. Él le había llamado asaltacunas y seguramente a él le molestase tal hecho.

Ahora menos probabilidades tendría de acercarse al hombre de sus sueños.

Adiós, que estés bien.

Óbito sonrió sin mostrar sus dientes, alzando su mano como despedida mientras luego se volteaba para volver a la tarima junto a los hombres que le esperaban.

Chay tras un suspiro se fue de ahí. Avergonzada, humillada y decepcionada. En definitiva iba a matar a Kiba, fuese como fuese.

─Epa, campeón ¿Cómo te fue con la chica? Tiene buen cu...

─Calla la boca, para ti todas tienen buen culo. ─frenó sus palabras el azabache, mientras se echaba a un costado de Shisui.

Tyler Chamorro era un completo idiota. Al azabache no le agradaba, para nada de nada y aunque se le notase a veces, a él no parecía importarle. A los demás en cambio, sí les agradaba. Aunque solo por el hecho de recibir sus cosas gratis.

─Ni siquiera sé para que vienes...─murmuró el azabache con fastidio, posando ambas manos tras su nuca mientras cerraba sus ojos pretendiendo descansar.

Shisui bufó, a lo que el rubio simplemente soltó una risa.

─Nos ha invitado a una fiesta, a eso vino ¿Te apuntas? ─respondió el otro azabache de cabellos desordenados.

Óbito arrugó su nariz ante tal proposición, tampoco le agradaba la idea. Todo lo que tuviese que ver con Tyler salía mal y lo sabían con certeza. Pero aún así siempre terminaban aceptando.

─No creo que pueda, tengo que cuidar a Sasuke.

Kakashi enrodó sus ojos, pasando una de sus manos por su cabello manchado con sangre falsa y luego observó a su amigo dando un leve suspiro.

─¿Desde cuando lo cuidas tú? Creí que Izuna lo hacía todo.

─¿Y de quien es la fiesta? ─ignoró el azabache las palabras de Kakashi a toda costa, hablando directamente a Chamorro. Era mejor no explicar las mentiras vagas que se inventaba a tener que simplemente aceptar.

Este alzó sus hombros.

─Ni idea, pero me apunto y los invito. No seas aguafiestas Obito, vamos.

Óbito suspiró, aquello siempre era una mala idea. Pero estaba seguro que iría de igual forma. Y sus amigos también.

─¡Marina, que no quiero ir! ¡Lee querrá aprovecharse y lo sabes!

La castaña de gafas y ojos azulados alzó sus hombros con gracia. Su amiga estaba siendo una paranoica con respecto a todo. Y aunque la chica sabía que se debía a la humillación del castaño aquella mañana, adoraba molestarla.

─Bueh, eso será divertido para mi.

─¡Marina!

La ojiazul de gafas soltó unas cuantas carcajadas al pensar en ello. Sin embargo, al notar el rostro de enfado de Chay simplemente dio un suspiro, cogiendo aquel lindo vestido que solía usar la chica cuando ambas salían. Uno negro y de escote, incluso si Chay carecía de esos atributos.

¡Pero vamos! Solo tenía catorce años.

─Vamos, póntelo. ─ordenó a la morena─ De seguro Lee tiene amigos guapos, Zaku no está nada mal y sus primos tampoco.

Chay medió una mueca, pensando en la nariz fina y refinada que tenía aquel hombre de cabellos negros, sin embargo, luego negó con su cabeza. No, ella no quería ir.

O tal vez si...

─Está bien, pero si Lee se torna empalagoso nos venimos, ¿vale?

Marina chilló mentalmente y abrazó a su amiga con entusiasmo. Extrañaba salir con ella como solían hacerlo antes que Chay terminara su etapa escolar básica. A Marina aún le quedaba este año, pero lo más seguro es que siguiese a la Weber a dónde fuese el año siguiente.

Más luego saber de los bombones que Chay solía relatarle con lujo y detalle. En especial Óbito, quien fotos suyas en Facebook pocas tenía y moría de ganas de saber si realmente valía la pena.

─¿Tienes que pedir permiso a tu tío Minato? ─preguntó la de gafas, algo preocupada por la ocurrencia.

Chay negó con su cabeza, rezándole a todos los santos que su prima Kira no se diera cuenta a dónde saldrían en ese preciso instante. Aunque lo dudaba, pues ella estaba en su mundo junto al pequeño Naruto. Y su tía Kushina no estaba en casa como de costumbre, así que no tendría problemas.

Después de todo, ellos no eran sus padres. Chay agradecía todo lo que hacían por ella, sin embargo, los permisos se los tomaba solo para ella.

Tenía buenas calificaciones ¿Por qué deberían negarle algo?

─Pues vístete, o llegaremos tarde. Elise me ha mandado como mil mensajes.

Chay frunció el seño.

─¿Elise irá? ¿Me estás tomando el pelo?

─Bueh, dijo que solo iría a dar su regalo y se iba. Pero mejor para nosotras.

La pelinegro suspiró con pesadez, pues hubiese sido extraño que la prima de Marina quisiese ir a ese tipo de cosas. Pero Lee era amigo de todas, no podían faltar. Aunque quisiera que Elise se quedara toda la noche junto a ellas.

─Solo espero que haya alguien que valga la pena.

Por consiguiente a esas palabras, la chica tomó aquel vestido y se vistió con ayuda de la castaña. Pintó sus labios, desordenando un poco su cabellos y luego fue a por sus zapatos. Marina pintó sus labios también, aunque a regañadientes como reproche a su amiga. No le agradaba mucho el tener que lucir como una zorra a su pensamiento

Incluso si no lo pareciese.

Asimismo, tras terminar todo ambas salieron de casa. Sin que su tío o siquiera Kira se diese cuenta, ambos vivían en su mundo aquella noche y Naruto dormía plácidamente en su cama. Algo muy normal para un niño de cinco años.

Ellas se divertirían esa noche, de eso no había duda.

Chamorro, ¿realmente nos trajiste a un cumpleaños de niños? ─soltó el albino de ojos azabache, algo fastidiado con ambas manos en sus bolsillos apenas ingresaron a la casa.

Todo estaba adornado como un arcoíris de juventud, mientras unas letras grandes que decían "Feliz cumpleaños Lee" cubrían gran parte de la pared. Había torta, confites y unos cuantos regalos. Más también varios niños, y niñas. Aunque adultos igualmente se veían, pero pocos.

Kakashi estaba desconcertado.

─Perdí mi noche de One piece por esto, ¿ya ven que todo lo que hace este tipo sale mal? ¿Por qué no entienden cuando lo digo? —se quejó Óbito con pesadez, mientras posaba una mano en su frente.

─Vaya, nunca te creí capaz de esto Tyler. ─apoyó a sus amigos Shisui, también algo desconcertado.

El rubio parecía molesto, sin embargo, conocía al cumpleañero bastante bien y no podía faltar aquella noche. Él sabía que si les hacía saber a esos tres de qué se trataba no irían. Por ello inventó una buena excusa de la tal fiesta. Porque tampoco estaba en sus planes ir completamente solo.

─¿Siquiera se puede fumar aquí? ─cuestionó Kakashi, observando cada parte del lugar. Solo faltaba la piñata y estaba perfecto para un niño de siete años.

Pero no, Lee cumplía 15. Lo supo por los números de la torta. Aquello tenía que ser una broma.

Tyler quiso responder en positiva. Pues, quizás algo de Kush no les sentaría mal para aliviar el ambiente y que no se fueran en su contra. Sin embargo, divisó a una chica en específico a un costado de la estufa. Ella lucía mayor de lo que debería y se encontraba con dos féminas más. Pero eso no fue lo que llamó su atención, sino el hecho de ser la Pocahontas con la que habló Obito ese mismo día.

Una leve sonrisa maliciosa se posó en sus labios antes de hablar.

─Yo que ustedes no me quejaría, —dijo— la chica de hoy está aquí Obito. Y no luce mal, al parecer los vestidos cortos son lo suyo.

Óbito soltó un bufido, sobre todo porque sus dos amigos se debatieron entre ellos. Kakashi le molestó con vagancia, pero Shisui lo negaba solo por ser pariente de su hermana. Algo prohibido para cualquiera de ellos.

─Es una niña, no seas marrano. ─espetó el azabache, dando un resoplido.

─¿Y qué? Se ve bien.

Obito tan solo hizo oídos sordos a sus palabras, pues si seguía prestando atención a lo que Tyler decía, lo más probable es que terminara yéndose a su hogar y no quería eso. A estas horas su madre solía no estar en casa y su padrastro nunca le recibía con brazos abiertos. Él prefería bancarse todo esto antes que a su padrastro enojado.

─Entonces, ¿vamos a fumar o qué? ─habló el Hatake, aún con ese aspecto tranquilo y vago que solía tener─Me prometiste un kush gratis, ahora no te hagas el leso Chamorro. 

Shisui arrugó su nariz, pues si bien aquella idea no era desagradable a su gusto, él tenía buenos modales. Esa casa no era de ellos, no conocían a nadie y estaba repleto de niños. El olor de seguro terminaría drogándolos a todos si hacían algo como eso. No era ocasión para fumar, por mucho que también tuviera ganas.

─Kakashi, ¿y si solo vamos afuera con cigarrillos normales? No creo que un Kush sea buena idea.  ─sugirió, siendo observado por el mismo rubio.

Kakashi observó a sus alrededores y tras enrodar sus ojos, dio un resoplido de rendición. Obito por su parte, mantenía la atención en un albino que conocía bastante bien. Tobirama estaba en ese lugar junto a Aubrey, su novia y también amiga de su hermano mayor Izuna.

¿Qué rayos hacían en ese lugar?

─Está bien, vamos Shisui. —dijo Kakashi, caminando hacia el patio junto al de cabellos alborotados. Aunque luego se volteó hacia el rubio─ Me debes el kush.

Chamorro enrodó sus ojos y luego posó la mano en el hombro de Obito con una sonrisa maliciosa.

─¿Tú no iras? ─preguntó, a lo que Obito zafó su agarre enseguida.

─No, no me gusta fumar en casas ajenas. ─respondió, sin querer decir la verdadera razón. Si Tobirama abría su bocota con Izuna, estaría frito.

─Ah, pues bien.

El rubio pretendió seguir la conversación, sin embargo, el azabache no tenía ganas de hacerlo. Por ello, simplemente se fue a hacer compañía a los otros dos. Incluso si no tocaría algo de tabaco esa noche por miedo a ser descubierto. No soportaba a ese idiota.

Pasadas las doce de la noche en aquel lugar, al festejado le dieron ansias de hacer de su casa una pista de baile. Sin embargo, para ello tenía que quitar todas las mesas que tenía por todas partes y así finalmente danzar junto a Chay sin problemas. Aquello era lo que más quería esa noche.

Él no estaba enamorado de la chica, él estaba obsesionado. Llevaba años así y pretendía esta noche hacerle ver lo mucho que se moría por ella.

No obstante, Chay nunca estaría con él. Suena cruel pero era cierto. Él no era mal chico, pero los empalagosos no le sentaban bien a ella.

─Marina, ¿qué tal si nos vamos? Elise ya se fue y pues por como va esto no me causa gracia. ─habló la chica, metiendo una aceituna en su boca con frustración. Ninguno de los chicos que había llamaba su atención.

─¡Oh vamos! ─exclamó la ojiazul─ No me dejes sin salseo, no seas mala.

─¿Qué tipo de salseo? ─inquirió la azabache con malicia, a lo que Marina enrojeció por completo.

─¡De baile, no seas pervertida mujer que tengo trece años! ─respondió, casi exasperada por la ocurrencia.

Chay solo alzó sus hombros y soltó unas cuantas risas. Entonces, fue cuando ocurrió lo que menos se esperaban esa noche. Pues, alguien se había sentado a un costado de ella bruscamente para sacar un trozo de pizza de aquel mesón. Marina no lo comprendió, no hasta que él formuló las primeras palabras.

─Hace mucha hambre, ¿no creen? ─dijo, mordiendo aquel trozo de comida mientras mediaba una sonrisa hacia Chay.

La morena tragó saliva con nerviosismo y tragó la aceituna rapidamente, ya no tenía ansias de irse.

─¿Tú que haces aquí? ─soltó Chay sin pensar, a lo que el pelinegro frenó su segunda mordida para observarla.

─No debería estar aquí, ¿verdad? ─respondió luego de unos segundos, masticando el resto de comida que mantenía en su boca— Un amigo nos invitó y pues, aquí estamos ¿Y tú?

Chay chillaba internamente, pues no lo podía creer. Obito estaba formulando una conversación más allá de un hola o para conseguir dinero, y ni siquiera fue ella quien tuvo que buscarlo esta vez. Aunque Marina se decepcionó, no le pareció la gran cosa a como lo relataba su amiga.

Esas cicatrices le daban más miedo que gracia.

─Pues, somos amigas del cumpleañero o algo así... ─respondió ella, cruzando sus piernas para quitar los nervios.

─Genial.

Silencio. Chay se odió, sobre todo por estar actuando como una completa idiota. Solo era un hombre, no un león que se la pudiese comer para actuar de esa manera. Entonces, tras un golpecito de su amiga finalmente reaccionó.

─Y... ¿Esto sueles hacer siempre los fin de semana? ─cuestionó, ignorando el sonrojo de sus mejillas.

Obito la observó otra vez, algo pensativo.

─Mm, la verdad es que no. ─dijo─ Pero como Kakashi y Shisui querían venir no podía negarme. Usualmente me quedo en casa mirando películas, series o jugando video juegos. Aunque bueno, lo de los juegos yo creo que ya lo sabes. Por muy freek que suene.

─Es cierto, creo que quedé pobre en el Pet Society por tu culpa. ─rió ella, a lo que él también soltó una leve risa.

─Bueh, yo no te obligo. —él alzó sus hombros— Así que no es tanto mi culpa, más tuya diría yo.

Chay rió nuevamente, aunque esta vez más nerviosa que antes porque no sabía que decir o como continuar aquella conversación. Aunque al observar a su amiga, sintió un poco más de tranquilidad.

─¿Y... qué series o películas ves? ─dijo, cambiando un poco el tema.

Obito nuevamente medió un rostro algo pensativo, cosa que a Chay le agradó bastante. Se veía demasiado guapo de esa forma.

─No lo sé la verdad, depende del día. ─respondió, con una mueca─ Por ejemplo, hoy iba a ver One Piece pero tuve que venir. Y así varío a veces.

La pelinegro se sorprendió, recordando de inmediato a su alocado hermano Hidan y sus series extrañas que solía ver. Gracias a dios, esa sí que la conocía. Un punto a favor de la chica que podía seguir platicando.

─Esa serie la conozco, ─dijo ella, a lo que él se sorprendió. No se lo esperaba─ Zoro me parece fenomenal con esas espadas ¿Sabes?

─¡¿Hablas enserio?! ─soltó él, algo emocionado y sorprendido. Marina soltó unas pequeñas risas, se alegraba del coqueteo de su amiga. Pues la tensión ya era nula─ Zoro es el maldito amo, ojalá yo pudiese usar las espadas así. Si algún día llego a tener un hijo, no dudaría en usar su nombre.

Chay rió ante semejante idiotez, pues era como llamar Goku a un hijo. Aunque le agradaba, solo por él lucir emocionado. Cada vez más atractivo le parecía, y esa sonrisa la estaba matando. Quiso seguir hablando, pero la música se hizo más fuerte casi de golpe y frente a ellos se acercaron tres hombres. También en busca de comida.

─Hola Chay, ─habló uno de ellos, el de ojos azabache y cabello alborotado. La chica frunció el seño, pues se le hacía bastante extraño que él le dirigiese la palabra─ ¿Cómo está Kira? Mil años sin verla.

También, que tomase tanta confianza para hablar. Aunque supuso que fue al verla conversar con Óbito, eso pudo ser.

─Hola, Shisui. —su amiga tragó saliva con nerviosismo al oír su nombre y notar de quien se trataba, algo sorprendida. Ella no lo recordaba así─ Eh.. supongo que bien, creciendo bien.

─Me alegra. ─dijo, siendo observado por Chamorro y Obito─ Tú... ¿Te conozco? Me suenas de alguna parte.

La castaña de ojos azulados quedó semi petrificada, aunque sorprendida asintió con su cabeza. Shisui frunció levemente el seño.

─Soy Marina Scheck, solía jugar con Kira cuando niñas.

─Vaya, si no fuera por tus ojos no te creería. ─dijo él, una sonrisa pintando su rostro al reconocerla.

Así, ambos siguieron conversando de diversas cosas mientras varios niños y algunos adultos se unían a la pista de baile. Chay habló un poco más con Obito, al menos hasta que vio a Lee desde lejos intentando buscar a alguien─a Chay─. Ella sin dudarlo tomó los brazos del rubio que estaba ahí y lo ubicó frente a ella con nerviosismo, solo para que la tapase de su vista.

Este frunció el seño, aunque luego meditó una sonrisa lasciva hacia sus piernas.

─Oye Obito, con Marina queremos bailar pero entre tanto niño da vergüenza. —soltó Shisui con una mueca— ¿Por qué no bailas con Chay para que no se note tanto?

Los pelos de la pelinegro se erizaron por completo. Sí, ella quería bailar con él. Así podría usar sus estrategias de conquista, las cuales a veces daban frutos. No obstante, al ver el rostro en negativa del azabache se sintió un tanto decepcionada.

─¿Por qué no baila Kakashi con ella? —respondió a la defensiva— Yo no bailo ni de joda, Shisui. Soy un tronco de árbol y lo sabes.

─No, no, a mi no me metan. Yo quería mi kush, sin kush no bailo. ─se negó el Hatake, a lo que Shisui suspiró.

Obito no se dejaría en ridículo, para nada. Aunque al ver a Shisui de esa forma con aquella niña le dio algo de lastima, porque realmente parecía querer bailar con ella. Aunque era irónico, pues ahora el asaltacunas estaba siendo él.

─Yo puedo bailar con ella. ─habló Tyler de pronto, algo entusiasmado.

El rostro de Shisui se iluminó al oír sus palabras, aunque el rostro de Obito decía lo contrario. Tyler era un idiota, no le daba confianza suficiente con nada. O quizás quería seguir conversando con ella, Obito no estaba seguro.

─Esperen, ¿y ustedes por qué creen que yo querría bail...

La azabache no pudo terminar su frase al ver el rostro de cachorro abandonado que puso su amiga a un costado de Shisui, quien doblegaba su edad y estatura. Aún así, ambos gustaban de danzar ¿Y por qué no hacerlo cuando podían?

Entonces, suspiró.

─Está bien.

Dicho aquello, el rubio de ojos azulados no dudó en tomar una de sus manos y ponerla de pie casi de golpe. Los cuatro yendo a la pista de baile en un rincón mientras Kakashi junto a Obito se llenaban las bocas de comida, observando a los niños creerse grandes y hablando de una que otra estupidez. Les causaba gracia.

Así como pasaron los minutos, transcurrió una hora y luego dos a tres. Chay llevaba danzando mucho tiempo al compás de aquel rubio que doblegaba su estatura y edad. No le molestaba en lo absoluto, pues era guapo y en un principio parecía hacerlo bien. Sin embargo, cada vez se pegaba más y más al cuerpo de la pelinegro. Incomodándola, y eso no le gustó.

Por muy guapo que fuese, ella quería bailar con Óbito.

Chay observó a su amiga para pedir algo de ayuda, aunque ella parecía feliz y Shisui también. Los dos reían de vez en cuando y hasta hacían pasos demasiado ridículos a propósito.

Entonces, negó con su cabeza. No se permitiría joderle eso a ella, incluso si no recordaba que ellos se llevaran tan bien en el pasado cuando Marina era una niña. Aunque bueno, ella no estaba cuando él vivía junto a Kira y su tío Minato.

─Oye, ¿te había dicho lo linda que eres y lo bien que te queda ese vestido? ─murmuró Chamorro en su oído, besando suavemente su cuello mientras intentaba bajar sus manos hacia el trasero de la chica.

Ella subió las manos de golpe y corrió su rostro un poco, a lo que Tyler rió. A Chay no le causaba gracia.

Entonces, cuando ella creyó que Tyler no intentaría nada más por su alejamiento es que sucedió. El chico de cabellos rubios había juntado sus labios a los de ella, forzando un beso que ella no quería y que intentó frenar. Aunque se le habían adelantado.

La mayoría malinterpretando la situación.

─¡Chay! ─se oyó el ensordecedor grito en la multitud y a través de la música─ ¡¿Qué crees que estás haciendo?!

Tyler se separó de ella abruptamente y frunció el seño, pues sin duda alguna nunca se le pasó por la cabeza que tuviese novio. En cambio, Chay enrojeció por completo al oír su voz y tapó su cara con una de sus manos. Aquello tenía que ser una broma.

Lee estaba haciendo un escándalo como siempre. Y Obito estaba observando, seguramente mal interpretando la escena.

Finalmente, el de cejas gruesas a lágrimas y algunos sollozos, quitó la música y todos permanecieron en silencio. Chay intentó disculparse miles de veces en lo que quedó de la noche pero no resultó, mientras que Shisui reclamaba al rubio por lo sucedido. Marina por su parte sintió pena por su amiga, pero conocía mucho a Lee como para saber que no era su culpa.

Incluso si todos creyeron la versión de Tyler, menos su amiga. Tener a dos hombres esa noche no fue favorable para ella.

Aquel cumpleaños fue un desastre. Lee no quiso apagar las velas luego, y terminó echando a todos de su casa mientras sollozaba el ''amor'' de la Weber a viva voz.  Todo a vista del azabache que tanto robaba sus sueños y el resto de los invitados, en ese momento se quiso morir.

Porque hasta en la actualidad, Obito se acordaba de ello. Y no lo olvidaría jamás.

// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente podrían tener spoilers.

—o—

¡Hola! Espero les haya gustado el capítulo, si bien es algo x ya se van entendiendo algunas cosas (creo yo) como lo que Óbito le ha dicho en el capítulo anterior sobre los hombres🙊 pero eeen fin, ustedes tendrán sus opiniones sobre eso jaja

Y eso, ojalá les haya gustado y que tengan un muy lindo día (noche), muchas gracias por leer💓😍 y nos vemos en el próximo capítulo.

Adiosín💓

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