"¿Los ves?" Shinji le preguntó a Kaede mientras salían del edificio y pisaban la acera vacía con Historia y Ymir después de que su cita doble terminara en el teatro.

—No hay marleyanos por aquí —les dijo Ymir—. No sé por qué deberíamos preocuparnos por una guerra territorial entre las tres facciones rivales. Somos sólo un chico y tres chicas que andan juntos, ¿no?

"Un chico asiático y tres chicas eldianas con vínculos no deseados con las tres facciones que quieren matarse entre sí para reclamar territorio", expresó Historia.

—De todos modos, no veo por qué los marleyanos querrían venir a por nosotros —dijo Kaede mientras sostenía la mano izquierda de Shinji—. ¿Eh?

Ella se detuvo mientras todos miraban hacia la calle.

Había un camión grande en el medio de la carretera.

“¿Quién deja un camión en medio de la carretera a estas horas de la noche?”, cuestiona Historia y los faros del camión iluminan al cuarteto.

"¡Vamos a atraparlas, perras eldianas y a su simio asiático!", gritó un hombre de la facción Marley, levantando un arma junto con sus compañeros mientras el camión comenzaba a moverse en su dirección.

—¡Oh, mierda! —gritaron los cuatro mientras corrían por un callejón.

Desafortunadamente, no se dieron cuenta de que las armas que sostenía la pandilla Marleyana… eran solo pistolas de agua diseñadas para parecer armas reales.

—¡Jajajaja! —rieron los marleyanos, sin darse cuenta de que estaban a punto de estrellarse contra una pared.

¡CHOQUE! Su camión chocó contra la pared y todos resultaron heridos.

—Ay… —gimieron.