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■ Narra Bella.
Al fin había logrado dormir a gusto en los brazos cálidos y extrañamente cómodos de mi mejor amigo Jake, aunque Edward ni siquiera se acercaba a mirarme, me dolía mucho. Sin embargo, una vez había caído dormida por algún motivo me encontraba en el bosque.
Creyendo que podía ser nuevamente esos sueños referente a la vejez, me encontré buscando aquel espejo, pero no lo encontré si no que a la Catrina Cahaya's mirándome desde lo lejos, cada vez sentía menos el ambiente tranquilo a nuestro alrededor. No comprendía porque me odiaba tanto.
—No te odio, Isabella.
Intenté corregirla, pero la mirada vacía era escalofriante, y más aún si venía de una calavera parlanchina. Detestaba que me llamaran por mi nombre, usualmente me llamaba por«humana» o ‹mocosa», pero por algún motivo esta vez era especial.
—¿Donde estamos? Que es todo esto? —pregunté al tocar mi estómago y este no estuviera ni un poco hinchado, alarmando mis instintos. —¿y mi bebé?
—Estas en el umbral, entre la vida y la muerte, haz tomado una decisión ante tu destino. Y por última vez, me han traído para extraer tu alma de toda situación, sin embargo, solo te diré que, si la ponzoña no llega a funcionar en ti, estaré encantada de llevarla a la tierra de los muertos como debió ser desde el principio. —dijo Cahaya's.
El miedo me hizo retroceder. Y sin poder evitarlo tuve el presagio del dejavu de aquella vez que Edward me salvó de ser atropellada, de James.
—La Ponzoña funcionará. Estaré con mi bebé, con Edward y...
—La inmortalidad no es oro, no es bronce ni plata; si quiera es algo con gran valor si realmente no supiste primero lo que ibas a perder para tener aquel privilegio maldito, porque aunque no lo creas, en algún punto te hace querer morir de verdad para tener un descanso y es allí donde entro. —dice desplegándose con elegancia, enaltecida en su caminar—En la decisión final de llevar tu alma muerta, o bien dejarte para que sufras por toda una eternidad, porque estar vivo y ver morir a tus seres queridos es algo demasiado tortuoso para un simple humano como usted. —termina diciendo al estar frente a frente, a la par de ella.
—No quiero una liberación, soy feliz con Edward, con su familia, ¿porque no podrían tener fe en que si puedo cumplir con ser vampira? yo...
—El ser humano de nacimiento y querer ser vampiro me parece una acción estúpida, porque tarde o temprano la muerte llegará a cada uno de ustedes y una vez que fueran quemados sus almas también lo serían. Porque cuerpos que no dejaron sus almas sucumbir ante la Catrina, su arrepentimiento y deseo de tener un mejor final, pues terminar por ejecutarse, desaparecer por completo por los vulturis, es una deshonra en mi tierra. Soy tu salvación a vivir a mejor vida eternamente espiritual.
No la entendía porque parecía no escucharla, dolía que le negara lo que deseaba. No le temía a los Vulturi, una vez que se convirtiera ellos ya no la podrían dañar, o eso era lo que pensaba y esperaba fuera cierto.
—No me entiendes. Yo no quiero envejecer, quiero ser feliz, amar a Edward y...
—Deja de ser un disco rayado. Joder, veo que ni siquiera quieres que te recuerden como tus padres lo harán, tienes todo lo que muchos desean, y lo desperdiciaras en una falta eternidad. Francamente, me Gaz dejado en claro que pierdo mi tiempo, no vendré a salvarte. Te dejaré morir porque realmente no aprecias ningún salvamento.
Al escuchar aquello el miedo la inundó, más aún cuando la vio desaparecer en cuanto empezó a escuchar voces a su alrededor y el lugar donde estaban desaparecía, gritando por ella pero nunca apareció.
[... ]
Ya estando en la tierra de los muertos, la Catrina se encontraba pérdida entre sus pensamientos, esa visita habia sido un desperdicio de palabras, acciones y más aún, el destino se había dado de crudo y duro contra el muro.
Verla tan solo le había producido asco y decepción. ¿cómo es que las humanas eran tan deplorables de dejarse matar por un amor tan tóxico? ¿amar para luego morir y vivir eternamente? Ha, claramente no sabían lo que deseaban, porque en definitiva aquello solo servía para que el aburrimiento hiciera su trabajo tarde o temprano a romper el tan famoso sentimiento llamado "amor" Era para eso lo que servía. Porque solo aquellos que trascendían podían lograr disfrutar de ese sentimiento.
El amor realmente no formaba parte de ella ni ese sentido de sacrificio. Estaba segura pero sus palabras tal vez morieron en cuanto su mirada se conectó con la Leah, que la miraba muy preocupada por ella.
[...]
En todo ese tiempo, mientras que Bella sufría el cambio, el dolor, el parto, los Cullen pensaban que ambas mujer volverían y salvarían a Bella, sin embargo, no sucedió ni Leah ni la Catrina se acercaron a ellos.
Debido a que para esa mujer, el nacimiento de Reneesme había sido como muerte y la salvación de Bella, porque era obvio que el vampiro no la dejaría marchar de su lado. Eran motivos o signos suficientes para dar por sentado de que nadie necesitaba de sus presencias.
Tomándose unos meses sabáticos en los que se perdieron en si mismas. Noches de discusiones, de adopción a Bree como su hija oficialmente, y su dicha de la noche de pasión juntas.
Salvando así una mitad de la Catrina en su unión sexual, mientras que la Misión puesta por la nueva Catrina era otra; su último punto final para salvar la completamente y vivir por siempre con su impronta en felicidad estaba en distintos puntos del mundo.
Porque si, Leah Clearwater encontraría la manera de contactar con esos niños, la esperanza real de que la catrina pueda vivir para siempre.
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