Leah nuevamente se había perdido de la compañía de su guardián, esta vez no sabía dónde estaba pero lo que si sabía era que su impronta estaba cerca. Demasiado porque su fuerza volvía a renacer.

—¡Cahaya's!

La joven cabellos punk levanta la mirada del mismo lago que las había traído a este loco mundo de los recuerdos, ella seguía ser reflejarse, por lo que Leah no pierde el tiempo y se sienta a su lado, para abrazarla con toda la fuerza que tiene. Sollozando cuando la logra sentir al fin, nunca creyó cuando ansiaría por darle un abrazo, sentir la entre sus brazos.

—Shh...

—¿Por qué... por qué no me lo dijiste? —preguntó con voz rota.

—No había caso si lo descubrirías, no gasto saliva en cuestiones del tiempo.

—Eres una maldita, ¡por qué no me dijiste que aquí estaban todos tus recuerdos! ¡Porque te alejas de ellos! —exclama encarandola, de paso dándole un golpe en la nuca por tanto susto y dolor causado.

—Basta. ¿Crees que es fácil estar recordando todo? ¡No me gusta recordar lo mal que pasé! ¡Los perdí! Perdí todo lo que amé, y para qué, para perder algo por amor! No voy a caer de nuevo en esas mierdas, no. No... Sin ellos no vale la pena estar viva. ¡Si no lo hubiera conocido ellos... Ellos aún estarían a salvo!

La voz rota, dolida y dañada de la Catrina por fin era relevado, parecía que estar dentro de esta oscuridad desataba la verdad de toda la situación. Mostraba la verdadera mujer que había dentro. Pero lo que a Leah le empezaba a dar un pequeño rayo de esperanza, era alejada de nuevo por temor de repetirse la historia.

—¿Por qué le temes tanto al amor? Porqué no quieres...

—No eres la única primera vez que he intentado darle mi amor para salvar este mundo. Muchos hombres han tratado de llegar a mi, de "salvarme" Pero todos se alejan por el camino, en algún momento lo estropeo, en algún momento ya no les atraigo, simplemente no doy la confianza o apoyo como cualquier pareja desearía tener. El amor no es para mi, Leah.

—¡Estás equivocada! También creía así cuando me pasó todo con Sam, sentí que mi mundo moría, que ya no tenía sentido, que había sido usada y arrojada, tenía tanto por volver a sufrir lo mismo que cuando te encontré aquello con el tiempo fue cayendo al olvido.

—¿Te he iluminado también a ti? ¿Solo me quieres usar hipócritamente como todos? —dijo con una voz monótona, perdiendo la vista nuevamente en el reflejo que daba al lago la figura de Leah.

—No, no seré como ellos. Todos eran maricones, personas que no te merecían, pero yo, yo no solo quiero eso de ti. Quiero tu amor y... ¿Sabes que más quiero?

La lengua viperina y desafiante de Leah Clearwater había nuevamente atrapado la mirada de la Catrina, aquel único ojo lo miraba con una sombra y brillo siniestro, como si estuviera esperando para poder apagarse para siempre.

—¿Qué?

—Quisiera poder amarte aun más, porque sí, te amo, y quiero ser tu pilar, tu hogar y tu luz. Ya no serás solo una luz para todos, yo seré tu luz y no te abandonaré jamás, porque juntas nos tendremos y lidiaremos con todo, juntas, JUNTAS COMO ALMAS GEMELAS QUE SOMOS.

Las palabras de Leah habían cavado hondo en ella, habían cavado una diferencia bastante palpable que nunca le habían dicho, nunca había logrado escuchar aquello de nadie. Y por primera vez, sonrió sincera y divertida.

—¿Y como crees que vas a hacerlo? Nada se arregla con decirte una aceptación y badapimpum se hace el hechizo. Madurar te falta, Leah Clearwater.

—He madurado y por ello veo, veo todo lo que tu no ves, veo esto... —contraatacó tomando la mano de huesuda con la mirada indicando para que la mirada de la mayor viera el reflejo.

Catrina Cahaya's dirigió la vista hacia el punto, y quedó muda al ver su reflejo, su reflejo verdadero tras mucho tiempo, era ella estando tan feliz con esa sonrisa sincera después de tanto tiempo, quedando absorta en esa escena, llegando a ver como la mirada de Leah era de orgullo, amor y sobre todo valentía.

Valentía de demostrar que tenía razón en lo que creía.

—Esto... No creo que sea permanente. Pero que vas a hacer, solo aquí se logra ver esto... El lago del olvido debe aceptar una ofrenda tuya para poder salir de aquí y así poder ser lo que deseas fuera de este mundo del pasado.

Leah al escuchar aquello se le queda mirando, entendiendo ahora que todo lo que ella había Estado haciendo aquí, era dejar sus recuerdos y seguir manteniéndose cuerda sin la toxicidad del pasado para velar la vida feliz de los demás..

—Olvidaré lo mismo que diste tu, olvidaré mi mal pasado con Sam para poder llevarte de nuevo conmigo. Te dije que no te sería fácil deshacerse de mi. Por lo que, te vas porque te vas con todo aquí y conmigo, siempre a todos lados. —dijo como una promesa solemne.

Y por primera vez en muchos años, el lago se iluminó, una melodía llegó a sus oídos. La tenacidad con la que lo dijo había sentenciado lo que ofreció al lago. Recuerdos por salida, pero estos recuerdos se llevarían algo de ella para llevar ella la respuesta para la felicidad de la Catrina excéntrica.

—Ya podemos cruzar. Solo salten, yo las sigo.

Habló de repente Makvo quien sin duda las había asustado y logrado resbalar sin querer al fondo del lago.

—O bueno... Eso también me sirve. ¡Lo siento, chicas!

Siendo así como el guardián lobo negro, la Nueva Catrina y Cahaya's fueron devueltos al mundo de los muertos.

Comenzando así una nueva aventura y Leah, ya lo había decidido. Los buscaría para alegrar la vida a la Catrina. A su amada y ahora no habría nada que la detuviera.