En un rincón parecido a una Isla, una muy lejos Forks una situación apasionante y lejano de ser asunto de la ex-catrina se logra visualizar frente a ella como si estuviera reflejada en su espejo mirando nuevamente aquel futuro lejano. Se podía notar perfectamente como la tensión crecía en la vida de los recién casados. Bella estaba acariciando con miedo y tristeza su pequeña pancita, mientras que Edward estaba en shock mirándola, más aún cuando una señora degran sabiduría en portugués dicta la muerte y es allí, el motivo crucial del porqué se encontraba allí.

La muerte, el destino había escrito nuevamente la muerte de un ser, y la vida de otro.

...

La visión se corta abruptamente al dar una gran bocanada de aire. Despierta agitada en la cama, en la mañana habían quedado en que dormirían una siesta juntos para luego volver a los quehaceres del más allá. Sin embargo, esto solo era una petición por parte de la matriarca Sue, para tener más tiempo con esas mujeres.

Una vez despertaran, el momento de revelación se alzaría sin embargo, la manera en la que su impronta volvió del mundo de los sueños o buen como la misma dice que solo las Catrinas pueden hacer, es un viaje astral.

Inquietando a Leah quien la mira sin entender pero ella le pide buscar un espejo, la morena adormilada se lo da pero en cuanto su impronta toca el reflejo logra ver lo que perturbó el tranquilo viaje que mantenía y le costaba obtener, lograndose ver la verdad de su pesadilla.

Bella Swan seguiría causando siempre problemas enfermizos. Sin embargo ellas debían partir directo a la tierra de los muertos al finalizar la noche-madrugada.

[... ]

Una vez Leah logró calmar a su impronta de la incomodidad de llevar a Bella a la tierra de los muertos, para ella sería un infierno tener a esa chica de mala suerte en un mismo lugar con las TwoMixes.

Ahora se encontraban hablando con Chester, ese niño que Rosalie había adoptado era el malcriado de la morena. Ya que era al único, claro después de su impronta, que podría acariciar el pelaje de lobo que tenía al transformarse.

—¿Volverán pronto?

—Si, si. Ya volveremos pequeño, aunque dile a Bree que se prepare, ya sé que vamos a hacer cuando volvamos. —dice Leah pensativa pero sonriendo levemente.

Al ver de reojo como desde la cocina, su pequeño hermano, Seth Clearwater estaba indignado que otro niño se robara la atención de su hermana mayor. Pero aquello tan solo divertía a la Catrina Cahaya's.

—Esta bien, le avisaré. Aunque ha Estado nerviosa, dice que el Centauro ha estado hablándole mucho—comentó Chester con un leve sonrojo.

—¡Chester, hora de comer! —exclama la rubia desde lo lejos.

—¡Ya voy mami! —exclamó mirando a otra parte, para luego mirar nuevamente hacia ella—Ya la escuchaste, nos vemos pronto, Leah. ¡Cuídese mucho, señorita! —se despide la Catrina.

Leah se empezaba a llevar con Rosalie con la que ya no le decía nada por la naturaleza al ver que Chester se emocionaba al ver a un gran lobo cada vez que podía.

Aunque el tiempo estaba siendo restado, pronto volverían a al pueblo colorido, pero para ello debían primero contar a sus seres queridos lo que realmente había pasado durante la época larga en que no supieron de ellas. Dos años para ser exacto.

Dos años en lo que de verdad solamente en la tierra de los vivos duró unas noches eternas.

Esa noche del lago sin duda era algo que ninguna olvidaría.