Contaba algunas de las maletas con desesperación.

No debía faltarle nada.

Iría a buscar a Bonnie,y quien sabe,tal vez si llegara a despertar iniciaría una nueva vida allí.

Busco sus ahorros de un mes,desde que se entero dejo la universidad de golpe y empezó a trabajar para ese viaje.

Salió con dos maletas grandes en ambas manos,todo su dinero estaba totalmente administrado.

Para el hotel el cual se quedaría una semana,el dinero para el viaje,la comida,bienes,etc.

Todo menos un taxi.

Camino atareado con ambas maletas en la malo,sin fijarse en sus cordones tropezó y cayó al suelo.

Sobo su nariz la cual se había golpeado contra el pavimento.Hizo una mueca de dolor.

No sabia si sus oídos le fallaban o simplemente era real pero juro escuchar el llanto de bebé.

Se levanto de golpe y empezó a mirar hacia lados intento encontrar al causante de aquel llanto tan molesto a su parecer.

Sin embargo,la calle estaba totalmente sola,no había ni una sola alma en aquella solitaria calle.

Extrañado empezó a seguir aquel ruido.

Luego de caminar por unos diez pasos,aproximadamente,se encontró en frente de un callejón totalmente oscuro.

Un gran árbol tapaba todo el sol que por lo menos podría aliviarlo.Pero no,ni una lámpara iluminaria ese lugar.

A pesar de que estaban a medio día,le daba miedo no poder ver bien.

Avanzo un poco temeroso dejando las maletas en frente del callejón.

El llanto se hizo cada vez más fuerte en cuanto más avanzaba.

Una bolsa de basura.

Eso fue lo que encontró,una bolsa de basura la cual se movía.

Al principio pensó que tal vez una rata estaba allí,y que el causante del llanto del bebé era de algunas de las casas que se encontraban a su alrededor.

Abrió la bolsa encontrándose con una sorpresa la cual nunca pensó pasaría.

Una bebé.

Una dulce y pobre bebé que fue abandonado por unos crueles padres.

No podía dejarla allí,eso seria peor.

La levanto con cuidado mientras la ponía en sus brazos.

Su frágil cuerpo le hacía pensar que sostenía un vidrio que acababa de romperse.

La bebé aún lloraba,él pensó en llevarla a un orfanato y así que se encarguen de ella.

La pequeña tenía no más de siete meses.

-¡Pa!-

Siguió repitiendo aquello una y otra vez.

Bon se sorprendió un poco,lo que hizo que frenara de golpe.

Miro a la pequeña.Tenia cabello café t unos inusuales ojos verdes.

Tal vez sus padres le habían enseñado esa palabra anteriormente y por eso la repetía sin parar.

Esto encariño su corazón,tal vez primero deba limpiarla y entregarla en buen estado a un orfanato.

Tuvo que cargar a la bebé en unos de sus brazos y con el otro llevar dos maletas pesadas.

Llego a casa y dejo a la bebé en el sofá la cual seguía llorando.

Perdió su oportunidad de viajar.Pero estaba seguro de que lo que hacía valía la pena.
Realmente lo hacía.

Por eso...Cuidaria de ella.