Los días pasaban, en los periódicos se daban noticias alarmantes, ya no iban a llegar ciertos alimentos de forma continua, algo tan básico como el papel higiénico o un cartón de leche que ni uno se daba cuenta de lo valioso que es, hasta que te percatas que ya no se puede obtener tan fácil como antes.

En los supermercados comenzaban a ver filas que cada semana se volvían más largas, las personas esperaban una hora en el fuerte sol de la mañana, luego se volvieron cuatro incluso seis y todo para que puedas comprar una simple bolsa de harina y los que no llegaban perdieron su tiempo así de simple.

Como no es de extrañar en este mundo, amanecían de madrugadas ciertos grupos de personas que adquirían esos productos escasos para luego revenderlo al triple de lo que le costó, solo la gente de alta adquisición monetaria como los padres de mis compañeros, compraban aquellos productos a ese abusivo precio.

Las personas honestas de pocos recursos para adquirirlos y alimentar a sus familias amanecías con ellos pues muchos viven en sitios remotos que ya no les llegaban, pero por cruel destino de la vida o como lo quieras llamar eran intimidados de forma injusto metiéndose un grupo de personas que no amaneció con ellos y solo llegaron media hora antes de entregar los productos y muchos de esas pobres personas no llegaban a comprar a pesar de que se levantaron a las tres de la mañana para hacer sus colas.

La situación en el pueblo cada vez era más tensa, las personas poco a poco perdían su brillo de bondad y confianza con su toque de gentileza hacia los demás. Cada vez escuchaba quejas, quejas y más ¡QUEJAS! de toda índole, nadie estaba satisfecho. Antes las mujeres hablaban de vestidos, maquillajes, hijos, viajes y divorcios pero ahora el tono de sus conversaciones giraban en torno a lo que iban a comprar para comer y si tenían la suerte de conseguirlos.

Antes los temas de los hombres eran; negocios, trabajos, futbol, carros, viajes y mujeres pero ahora giraba en conversaciones políticas, siempre la política estaba mentida en todos los temas que escuchabas en las calles. No podías decir — ¡Qué bonito está el día!— porque de forma esporádica terminabas diciendo— ahora es capaz que el presidente nos haga pagar por recibir la luz del sol—suena exagerado lo sé, pero es mi forma de expresar lo que veo y escucho de los adultos.

A diferencia de muchos chicos de mi edad que le era un tanto indiferente la situación de nuestra comunidad pues andaban metidos en sus temas típicos de adolescentes: ¿Cuántas novias voy a tener? (Los chicos) ¿Darío será mi novio? (las chicas) ¿Quién tiene el trasero más grande del todo el salón? ¿Cuándo vamos a la fiesta? ¡Lupita se acostó con Cristóbal!

Entre otros temas que ignoraba pues a mí sí me importaba lo que está ocurriendo en la realidad ¡No entiendo porque ellos no se dan cuenta de que sus vidas pueden llegar a cambiar en cualquier momento! O será que soy muy exagerado con todo y me preocupo en demasía... Mmmm... no lo sé, prefiero dejarlo así y no indagar más en este incomprensible asunto.

Así es como poco a poco la situación de nosotros fue cambiando, continuaba con mi vida, subí dos veces este mes el precio de mi café pues los ingredientes más los materiales también andaban subiendo, ¡es algo inaudito!, como puede subir de precio cosas tan simples y básicas como el café en polvo y la azúcar pero está ocurriendo. Cuando vendía muchos decían — ¡¿Qué?! Pero la semana pasada estaba a 5 y ahora en 10— y como siempre le respondía —Lo.Lo sé pe.pe.pero el café en po.po.polvo y los va.va.vasos su.su.subió esta se.se.semana.

Muchos se iban disgustados creyendo que los estaba estafando con la excusa de la inflación mientras que otros más comprensivos se marchaban pidiendo otro vaso. En serio me era incomodo explicarles él porque, dando el motivo como si no lo valiera para ellos pero no tenía otra opción. Espero que no suba la azúcar esta semana pues me vería obligado a subir de precio otra vez.

Así seguí por el resto del mes hasta que otro profundo golpe llegó de manera insólita como inesperada cambiando el curso de mi vida...

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Hoy también quise publicar dos mas ;-)