Seokjin

El regreso a clases fue menos pesado de lo que pensé, la gente solo murmuraba cosas sobre la sorpresa de ser un omega, me agradaba que mi hija no estuviera metida en los rumores, prefería que ella fuera punto y aparte.

Pero no iba hacer asi, esta vez tendría más atención de la necesaria.

—Es preciosa —una chica tenía el teléfono de Namjoon en la mano.

—¿Verdad que sí? —desliza su dedo por la pantalla —es tan pequeña que dan ganas de comérsela.

Cuando entre al salón se me quedaron viendo, la chica se levanto y corrió hacia mí, era una omega por el aroma, odiaba tener que tolerar estas cosas.

—Namjoon me mostraba fotos de su bebe, es preciosa, ¿crees que pueda venir a la universidad? me encantaría verla.

Mi cara de shock no se hizo esperar, esta presumiendo a mi hija, di la media vuelta para salir del salón, pero antes de alejarme más, Namjoon me sostuvo.

—¿Qué pasa?

—No tienes derecho de andar mostrando a mi hija.

—También es mi hija, ¿crees que ocultaría esto? —me jalo por la cintura —te dije que iba enserio, jamás me voy a mostrar avergonzado de tener una preciosa niña contigo, deja de tener miedo de esto —su aroma me golpeo directamente y sentí la necesidad de acercarme a besarlo.

—No hagas cosas a mis espaldas, consúltame primero, no me gusta ser el centro de atención de nadie.

—Es una pena, pues eres mi centro del universo por lo tanto tienes toda mi atención.

Me quise soltar, pero antes de eso acuno mi rostro para besarme de manera lenta, soy un idiota debo de resistirme un poco más, no debo dejar que este haciendo esto, me prometí que no volvería a pasar, pero besa malditamente bien.