Seokjin.

Omega recesivo, fue lo que le dijeron a mi madre cuando mi casta fue mostrada, ciclos irregulares del celo, o ausencia de él, mi aroma no se notaria, seria un beta mas, que si la madre luna lo deseaba, alguna vez se podría embarazar.

Pero yo nunca desee nada de eso, no quería estar preocupándome por serle atractivo algun alfa, o tener cachorros, me hice a la idea muy joven, asi no tendría una caída dura despues.

Aunque como siempre mi mala suerte me persigue, resulta que mi aroma si era un poco notorio, cuando un alfa se interesaba lo suficiente en mi lo notaba, empezaba a querer relacionarse conmigo, pero eso no lo iba a permitir, por lo que los supresores eran mi medicamento de cabecera. Quitaba mi aroma casi por completo, además de que interrumpiendo esos odiosos ciclos de celos intermitentes.

Pero tenia tiempo sintiéndome mal, los supresores no eran suficientes y sentía los síntomas del celo cada vez mas fuerte, pensaba pasar el fin de semana encerrado en casa por cualquier cosa, pero ahora esta frente de mi este alfa con la ropa mojada mostrándome su escultural cuerpo, con el aroma a café tan intenso como cuando entras a una cafetería me golpeo, mi cuerpo se sentía caliente y mi respiración agitada.

—No es lo que quieres, estas actuando por instinto, yo ni siquiera te gustó.

Me acerco para pasar su nariz por mi cuello, las piernas me temblaron por la acción, el frío no existía aunque estábamos en medio de una tormenta.

—¿Qué no me gustas dices? Si desde que me cruce contigo no puedo dejar de pensar en ti —roso mis labios con los suyos —anda vamos a mi casa.

Debí decir que no.

Debí resistirme más

Pero cuando sus labios tocaron los míos en un beso tan salvaje, mi mente y cuerpo deseaban que ese alfa me tomara.