Un instante.../Jaco/

-¡Quítate, Jazmín!-dijo el chico.

-¡Cuidado!-alcancé a gritar tarde pues su patineta ya me había derribado.

-¿Estás bien?-preguntó preocupado.

-Me siento un poco mareada-respondí pasado mi mano por mi cabeza, pues todo me daba vueltas.

-Te llevaré a la enfermería-dijo, pero rápidamente fue interrumpido.

-¿Qué le hiciste a mi novia?-escuché gritar a Matteo Balsano mi novio.

-La derribé con mi patineta, fue una simple casualidad-escuché que decía el chico, mientras yo seguía tirada en el piso.

-Acaso no te enteraste... La escuela no es para andar en patineta como si fueses un niño chico-decía mi novio con ira.

-Alguien que la lleve a enfermería-escuché decir a una chica, mientras mis ojos se cerraban.

No sé que sucedió en ese instante, pero desperté un par de horas en el hospital conectada a esas típicas mangueritas donde está el suero, y otras cosas de las cuales no entiendo mucho, a mi lado habían flores ¿Acaso creyeron que moriría? Mientras miraba todo, una enfermera entro a la habitación y me miró sorprendida.

- ¿Sucede algo?-pregunté con cierto miedo.

-Despertar de un coma después de un mes es un milagro, llamaré al doctor-dijo la chica para luego salir de la sala.

¿Esperen? ¿En coma? ¿Por qué? Lo único que recuerdo fue que Nicolás Navarro me atropelló con su patineta, pero es imposible que haya quedado en coma por ese motivo, sería algo ilógico... El doctor entró con una sonrisa en su rostro.

-Jazmín, demoraste en despertar-dijo mientras veía su libreta y anotaba algunas cosas.

- ¿Estuve en coma?-pregunté dudosa.

-Sí, alguien te derribó con una patineta y bueno sufriste una caída grave que te dejó una lesión cerebral traumática eso provocó tu coma-respondió con amabilidad.

-¿Cuándo podré regresar a mi casa?-cuestioné ansiosa.

-Estarás en observación un par de días, pero nada de que preocuparse ya les avisamos a tus padres-dijo el doctor- Dígale a su novio que puede pasar-agregó.

Matteo siempre ha sido muy atento, aunque a veces puede parecer infantil e intimidante en el fondo es un buen chico, por algo estoy con Él... Arreglo un poco mi cabello y lo espero.

- ¿Cómo te sientes?-preguntó Nico... Esperen él no es mi novio.

- ¿Qué haces aquí?-pregunté con molestia.

-La enfermera me dijo que podía pasar-respondió con tranquilidad.

-Ella dijo que llamaría a mi novio... ¿Dónde está Matteo?-pregunté con seriedad.

-Matteo... Él debe estar en clases-respondió con nerviosismo.

- ¿Qué haces acá?-interrogué con molestia.

-Vengo aquí desde que caíste en coma... La verdad es que me sentí demasiado culpable así que vine cada día para saber como estabas y si ya habías despertado-contestó con una tímida sonrisa.

-Fue un accidente simplemente-interrumpí.

-De todas formas si yo no hubiese andado en patineta ese día tu no estarías aquí-dijo sentando en mi cama-Por lo que quiero proponerte algo-tomó mi mano con delicadeza que me hizo sentir algo extraña...

- ¿Qué significa esto?-interrumpió Matteo con un ramo de flores entre sus mano-¿Qué haces tú acá?-le preguntó a Nicolás.

-Amor no es lo que te imaginas-dije rápidamente-Nicolás solo vino a ver como estaba y estaba a punto de...-fui interrumpida por Matteo.

-De irse obviamente-dijo molesto.

Matteo se acercó a mí y me besó... De reojo vi como Nicolás se dirigía hasta la puerta saliendo de la sala-Y ¿Qué hacía Nico acá?-volvió a preguntar Matteo.

-Ya te dije solo quería saber como me sentía-dije desinteresada-Lindas flores las de aquel florero-señalé unos tulipanes amarillos que estaban escondidos hasta el fondo.

-Sí, seguro tu padre las trajo-dijo Matteo-Pondré estas por aquí-se levantó y colocó las violetas que traía en uno de los floreros.

Eso me dejó algo extrañada, pues mi padre sería incapaz de regalarme ese tipo de cosas con suerte sabe mi fecha de nacimiento... No lo juzgo porque sé que su cariño va más allá de cosas materiales. De seguro fue mi madre ella siempre me ha complacido en todo lo que he querido, y obviamente sabe mis gustos favoritos...

-Jazmín, tengo que irme-dijo Matteo.

-Hace 15 minutos que llegaste-dije- ¿Ya te vas?-pregunté con tristeza.

-Sí, tengo que juntarme con Gastón debemos hacer un trabajo de historia ya sabes como es el profesor-habló tan rápido que apenas pude procesar cuando se despidió de mí y salió de la sala.

Luego que mi novio se fue, me quedé sola analizando el cuarto no sé por qué la gente dice que las habitaciones de hospitales son deprimentes, para mí es al contrario este lugar me da mucha paz, la propuesta de Nicolás vuelve a mi mente más bien la casi propuesta, ya que no me alcanzó a decir nada...

A la mañana siguiente mis padres entran en compañía del doctor, y me dice que estoy dada de alta comienzo a ordenas mis cosas, me llevo todo tipo de regalos desde osos de peluches que de seguro me trajeron Ámbar y Delfina mis mejores amigas.

Salimos de la sala con todo y subimos al auto el camino es igual que siempre llegamos sin problemas a casa, luego de un almuerzo bastante agradable voy hasta mi habitación sin dudas extrañé ese color naranjo intenso y los posters de Mon Laferte que me hacían creerme una cantante.

Luego de dos días más en mi casa, puedo volver al colegio me siento como si fuese la primera vez que asisto a ese establecimiento tengo muchísimo miedo pues no quiero que nadie me haga la típica pregunta ¿Qué se siente estar en coma? O la otra ¿Cómo despertaste? Y tantas estupideces más que dice la gente.

Siento que Ámbar y Delfina me agarran del brazo acto que me arma de valor y entro junto a ellas, la gente me mira extraño, algunos me saludan la verdad solo correspondo por educación, ya que no conozco a nadie, ingresamos a la sala donde soy recibida por mis compañeros quienes aplauden al verme, me siento en mi clásico lugar junto a Matteo quien me sonreí con mucha euforia.

La clase pasa rápido, dándole paso al bendito recreo salgo en compañía de Matteo más atrás nos siguen Ámbar con Ramiro si son novios hace un buen tiempo, y Delfi con Benicio ellos tienen una relación diferente que la verdad yo no entiendo mucho, pero bueno es mi amiga y debo apoyarla en todo.

-Iré a comprar algo-dijo Matteo caminando hasta el quiosco.

-Matteo está actuando raro-dije en voz alta.

-Hace tiempo que esta así-dijo Ramiro-De hecho no se juntaba con nosotros desde que estabas en coma-agregó.

-Ya sabemos como es Matteo-dijo Benicio restándole importancia.

-Sí, Benicio tiene razón­-intervino Ámbar.

-Iré a la biblioteca-dije.

(.....)

-Jazmín, al fin te encuentro-saludó Nico muy animado.

-Hola-saludé- ¿Qué es eso que me querías proponer?-pregunté directamente.

-Veo que eres ansiosa-rió-Quería proponerte que pases un mes conmigo, no me malinterpretes es solo que quiero hacer algo, por haber causado tu coma-dijo.

-¿Un mes? O sea es demasiado digo no es necesario-dije algo confundida.

-Por favor, Jazmín necesito hacer algo por ti-dijo sincero tanto que mi boca soltó un gran sí.

-Esta tarde en tu casa-dijo dándome la mano.

Salimos de clases para variar Matteo dijo que tenía cosas que hacer, por lo que no pudo acompañarme hasta mi casa, y claramente no quería ser el mal tercio en las relaciones de mis amigas. Llegué a mi casa comí algo rápido, y subí hasta cambiarme ropa estaba revisando algunas cosas cuando el timbre sonó, odio tener que levantarme a abrir la puerta, pero como no hay nadie más en casa debo hacerlo yo.

-¿Nico?-pregunté al ver al rubio parado en mi puerta.

-¿Olvidaste lo de mi propuesta?-preguntó.

-Lo siento...-dije recordando lo que me había dicho en la mañana.

-Bien ponte tus zapatos más cómodos-dijo sonriente.

-¿A dónde iremos?-pregunté.

-Será una sorpresa-respondió.

Fui a ponerme mis zapatos más cómodos como Nico había dicho y bajé, me tomó de la mano y me hizo correr hasta una cancha de tenis.

-No se jugar tenis-dije en voz alta.

-Lo sé, pero me pareció entretenido enseñarte además en un mes es seguro que aprenderás-dijo entusiasmado.

-No voy a aceptar detesto el tenis en general detesto todos los deportes-dije molesta.

-Es lo único en lo que soy bueno, y creo que podría enseñarte bastante bien créeme que luego se volverá tu pasión-dijo sonriente admito que su linda sonrisa me hizo asentir y en un momento ya estaba vestida como una jugadora de tenis.

-Ves que era sencillo-dijo pasándome una botella de agua.

-No hicimos nada-dije totalmente agotada.

-La preparación física es muy importante-Nicolás hablaba con decisión y entusiasmo una mezcla que provocaba algo en mí.

-Creo que debo volver-dije saliendo de mi trance.

Nico ofreció a llevarme hasta mi casa un gesto bastante lindo de su parte, considerando que vive en el otro lado de la ciudad. Llegué a mi casa me di un baño de agua fría, esperaba que Matteo me enviara algo, pero nada de seguro está muy ocupado estudiando.

Los siguientes días transcurrían así, con Nicolás enseñándome a jugar tenis, sin dudas tenía razón pronto lo encontraría divertido, aún me faltaba mucho por aprender, pero ya le había perdido el miedo a la pelota cosa que según el ojiverde era un gran paso.

-Y si estoy aprendiendo bastante-les contaba a ms amigas.

-Nunca pensé que tú te interesarías por un deporte-bromeó Delfi.

-O tal vez se interesó por su entrenador-dijo Ámbar con una sonrisa pícara.

-Las cosas que dices Ámbar-regañé.

-Jaz, todas sabemos que tu relación con Matteo está más muerto que el pez de Delfi-dijo totalmente seria.

-Ámbar tiene razón ¿Desde cuándo no salen? Sabemos que apenas se ven en el colegio, por mi parte creo que Nicolás no está tan mal-confirmó Delfina.

-Chicas mi relación con Matteo es así ustedes tienen sus relaciones y yo no les dijo nada-dije tajante.

Eso era lo que podía decir de la boca hacia fuera, pero por dentro también pensaba lo mismo que mis amigas, estaba claro que mi relación con Matteo había cambiado, sin embargo, no sabía que hacer ante esa situación.

Han pasado dos semanas desde que entreno con Nicolás es raro no hablamos mucho, pero por un instante me siento libre, siento como si pudiese hacer cualquier cosa si el está conmigo...

-Jazmín, haz avanzado demasiado-dijo con su linda sonrisa.

-Tengo el mejor entrenador-respondí algo coqueta.

-Gracias-pude notar sus mejillas sonrojadas.

-Te invito a cenar-solté sin pensar.

-Claro-respondió con entusiasmo.

Ese día fuimos a comer a un lugar que estaba cerca, pero todo se transformó en el peor día de mi vida en una mesa se encontraba Matteo sentado junto a Nina besándose una escena que nunca olvidaré...

-Jazmín, no es lo que parece-dijo Matteo.

-Seguro actúan para una obra... Por favor Matteo no seas tonto y no me creas estúpida sé muy bien lo que vi-dije con lágrimas en los ojos.

-Jazmín puedo explicarlo-interrumpió Nina.

-No hay nada que explicar, disfruten su amor-dije para salir de aquel lugar, me paré un momento a llorar necesitaba botar todo eso, de pronto siento unos brazos envolverme como tratando de juntar las partes de mi corazón roto, me volteo y me encuentro con Nicolás mirándome con sus dedos seca mis lágrimas, me sonríe, y por impulso lo beso... No me doy cuenta de lo que hago simplemente sucede, agarro su cabello con mis manos, y el toma mi cintura para seguirme el beso, por un instante las lágrimas desaparecen y el dolor en mi corazón se convierte en un potente latido, Nicolás continúa el beso, sé que mañana me arrepentiré, pero por un instante quiero que seamos solamente él y yo.

Pd: La canción me pareció linda!

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Las Amo!


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