Feliz navidad 2022

Luces y música en las calles, hermosos adornos que envuelven farolas y cuelgan de un lado a otro, y escaparates tan ostentosos que llaman la atención de los viandantes. 

Mientras algunos pasan las fiestas con sus familias, otros viajan, ya sea solos o acompañados, pero todos buscan lo mismo, un cambio de aires y rutina, sobre todo cuando lo anterior ha sido tan agotador...

- Vamos Deku-kun. - decía alegremente Uraraka tirando del brazo del nombrado. 

- Tranquila Uraraka, vas a hacerme caer... - este no era tan entusiasta, no es que no deseara estar en el lugar, sino que su caracter difería en cuanto a calma.

- Qué ruidosa. Tan solo cállate de una vez cara redonda. - Como siempre un rubio malhumorado atacaba con algún que otro insulto, ante lo cual, Uraraka no hacía otra cosa que no fuera inflar sus mofletes en señal de enfado. - Deku, vayamos a soltar esto y a por el equipo. - El nombrado tan solo sonreía un poco incómodo. Sus amigos peleaban y aunque no fuera nada serio, siempre parecía estar en medio. Al final terminaba suspirando para ir a hacer el chek-in y dejar las cosas en la habitación, para más tarde acercarse junto con los demás hasta el lugar donde habían alquilado el equipo correspondiente. La idea era pasar las vacaciones de navidad esquiando. Ya que pronto no podrían estar libres, exámenes finales, y proyectos, tras eso tan solo la graduación para algunos. Habían luchado durante todos aquellos años para algo.

En escasos treinta minutos tras la llegada, un pequeño grupo se reunía junto con algunos jóvenes de otras universidades en la caseta de equipamiento. Tablas y esquis eran repartidos, de esta forma un día de esquí comenzaba, aunque nadie esperaba el desenlace.

Varios de los jóvenes salian a hacer un recorrido bastante largo tras la comida, entre ellos cierto rubio de ojos verdes con bastante mala suerte, por lo que sin que nadie esperara aquello, una tormenta comenzaba a cernirce sobre las cabezas de todos, y desatándose de un momento a otro, provocó que los presentes buscaran algún refugio apresuradamente.

- Brrr... Qué frio, maldición. - Katsuki llegaba hasta unas instalaciones algo alejadas del hotel, probablemente a una hora de camino quizás, no es que fuera la gran cosa, pero con aquel temporal, era imposible volver.

- Si, uff, me sorprendió. Pensé que el tiempo sería bueno. - Era extraño, sin embargo hay cosas que no se pueden explicar a ciencia cierta, por lo que simplemente pensaron que el pronóstico  era erróneo.

- Ja, ja, ja... - Unas risas de repente se escuchaban. - Vamos Yung. - 

- Para Xingqiu, en serio. Aah... - Un joven de cabello celeste caía de espaldas, quedando visible a los ojos de los dos recien llegados. - Oh, hola. - Decía mientras se levantaba del suelo. Izuku devolvía el saludo con la mano, y a su vez Katsuki levantaba su ceja al observar a los presentes. 

- Perdón... - Izuku se avergonzaba un poco y apenaba a la par que rascaba su nuca y desviaba su vista. No sería el más inteligente, o consciente de ciertas cosas, pero si de que en ese momento parecían haber interrumpido algo. 

- Imagino que habéis llegado por la tormenta. Poneos cómodos, voy a preparar algo de café caliente. - 

- Gracias. - Tras la breve conversación se podía ver como Xingqiu suspiraba. Estaba algo molesto por la situación, ya que si que habían sido interrumpidos, o al menos sus intenciones, puesto que al igual que los otros, estos habían tenído un par de semanas horribles, y lo peor de todo para este último, sin nada de acción. Sabía que no era culpa en si de los recien llegados, y que probablemente alguien más podría resguardarse, sin embargo, esperaba tener más tiempo y al menos alguna oportunidad con su novio. Dos largas semanas casi sin verlo, y cuando por fin podrían estar juntos, Chongyung daba su visto bueno a una escapada en grupo. Xingqiu al principio se enfadó muchísimo, y aunque no lo dijo, lo pensó, pero también entendió que sería una buena oportunidad para cambiar de aires y de ver alguna faceta más de Chongyung. Le encantaba hacerlo rabiar, pero también verlo feliz.

Mientras se hacía el café, Izuku conseguía contactar con los demás gracias al teléfono que se encontraba en el refugio. Tranquilizó a sus amigos, y descubrieron que probablemente dos chicos más llegarían al lugar, pero que debido al temporal tendrían que pasar la noche en el refugio. Un minuto más tarde, unos gritos llegaban a oidos de los jóvenes. Katsuki se apresuraba a salir junto con Chongyung, quienes ayudaban a otro estudiante más, el cual tuvo un pequeño accidente.

- Gracias. - Decía un joven de cabello oscuro y ojos dorados sin siquiera mirar a los demás. Por su expresión estaba realmente preocupado por su compañero al cual ayudaban a acomodarse en el sofá de la sala.

- Gracias. - Instantáneamente una mueca de dolor invadía su rostro, y a la vez miraba su pie. 

- ¿ Te encuentras bien ? - Preguntaba Izuku, mientras tanto Chongyung servía café a los recien llegados. 

- No es mucho, pero al menos os ayudará a entrar en calor. -  Ambos tomaban las tazas y daban un sorbo. Suspiraban y agradecían internamente por aquella bebida.

- Y a todo esto, cómo demonios terminaste con esa herida. - Se apresuraba a señalar Bakugou.

- Tan solo un descuido. - Este reía nervioso mientras que su compañero miraba su taza con la misma expresión de antes. Parecía triste y abatido, incluso ganas de llorar si preguntaran a alguno de los presentes. Por su parte el rubio no creía en las palabras del joven y al observar la escena comprendió algunas cosas. Como por ejemplo que aquel accidente había sido a causa de ayudar al otro, ya que conociendo a ese cabeza hueca como lo conocía, sabía a la perfección que no se heriría con facilidad.

- ... - El rubio no dijo nada más, tan solo se levantó y se dirigió a la cocina. Comenzó a rebuscar entre los distintos muebles y la nevera que allí se encontraban. No sabían cuanto estarían allí, pero necesitarían comer igualmente. Chongyung al observar esto, decidió ayudarle.

- Te echo una mano. - de esta forma el joven de cabello celeste tomaba algunos ingredientes y los lavaba para posteriormente cortarlos. 

- Yo me encargo del botiquín, vuelvo enseguida. - Decía Xingqiu, quien tras el alboroto cambiaba su humor. En menos de cinco minutos estaba de vuelta con el mismo. - Déjame ver. - 

- No es necesario, estoy... - antes de que pudiera continuar el rubio lo interrumpía.

- Calla y enseña la maldita pierna cabeza hueca. O buscas pelea. - Izuku sonreía de forma incómoda mientras que el otro simplemente cumplía con la demanda. - Y tú, triste, deja de llorariquear y ven a echar una mano. - 

- Bakugou, no deberías... - 

- No se quien te crees que eres, pero no me gusta tu tono. - Por fin abría la boca. 

- Oh, pero si el mudo tiene lengua. Bien, esto será más divertido. - 

- ¡ Kachan! - Izuku suspiraba, suponía que el encierro en aquel lugar lo estaba poniendo de los nervios y no era bueno. - Discúlpalo, creo que está un poco alterado debido al encierro. - 

- ¡Deku Bastardo no te metas! - 

- Solo ignóralo, cuando se pone así no parará hasta que libere su frustración y estoy seguro de que haciendo una buena comida lo conseguirá. - 

- De todas formas ayudaré... - Este se levantaba mientras Izuku echaba una rápida mirada al rubio para que no se atreviera a continuar con aquello. Katsuki tan solo desvió la mirada como si de una molestia se tratara y continuó cocinando. 

- Parece que tu compañero es un poco gruñón. - Decía Xingqiu mientras terminaba de vendar el tobillo del joven. 

- Perdón por eso, salvo con los miembros de su familia y quizás yo, Yuno no es muy sociable. Por cierto, soy Asta. - 

- Encantado, soy Izuku. - 

- Y yo Xingqiu. - 

- Gracias por el vendaje. - Sonreía de forma sincera a su enfermero. Y comenzaron a hablar de forma animada, mientras que desde la zona de la cocina los encargados de la comida observaban a los tres. 

- Me resulta extraño ver al cabezón tan quieto, normalmente necesitaría un porro para ello, y aún así, dudo que se calme. - Bakugou reia mientras el moreno lo miraba al principio para reclamarle, pero cuando vió su expresión, tan solo lo dejó estar. Después de todo llevaba razón. Asta nunca se quedaba quieto, siempre había sido hiperactivo y nadie podía negarlo. Pero así lo quería y no cambiaría nada de él, salvo quizás el hecho de que fuera tan ingenuo en algunas ocasiones. 

- Bueno, al menos tenemos una buena vista, ¿ no creeis ? - Un segundo después, los ojos de Chongyung y Xingqiu se cruzaban miradas, a lo que el de cabello azul oscuro, guiñaba su ojo de forma pícara y provocaba el sonrojo del otro, el cual terminaba por desviar su mirada hacia la tarea con la que estaba. El pícaro joven reía, había conseguido su objetivo. 

- ¿ Ocurre algo Xingqiu? - Preguntaba Izuku, estaba curioso ante la risa del nombrado. 

- No, nada de nada. - Negaba, aunque en su cabeza ya comenzaba a planear su próximo entretenimiento. 

Tras la cena...

- Estaba buenísimo. Gracias chicos. Ahora como postre, que tal si tomamos un poco. - Decía Xingqiu mientras se acercaba hasta la nevera y sacaba un par de botellas de algún licor. 

- ¿ De dónde mierdas has sacado eso ? - 

- Digamos que ciertos incautos las dejaron desantendidas, y yo, fui en su rescate. - Respondía al anterior mientras las posaba sobre la mesa. 

- Vamos que Rosaria y Kaeya no podrán echar la culpa al alcohol esta vez. - Chonyung reía, sabía que en cierto modo les habían hecho un favor. Tras este pensamiento tomaba una y la abría. Terminaba el agua de su vaso, y se servía un pequeño trago. No iba a hacerlo, puesto que no tenía una alta tolerancia al alcohol, sin embargo, sabía que su novio no lo dejaría en paz, por lo que por esta vez, le daría el gusto. 

Los demás dudaron por un momento, pero al final se unieron. Poco tiempo pasó para que el licor comenzara a hacer estragos. Chongyung por su parte se controlaba como podía, ya que no quería caer dormido, aunque alguien le tomó la delantera al parecer. En algún momento, Yuno se había posicionado al lado de Asta, y tomaba "prestado" su hombro para dormir. Mientras que los demás seguían conversando.

- Asta, veo que al final se lo dijiste, ¿no? - 

- ¿ Eh? - 

- Espera un momento, no me digas que aún no le dices nada. Maldito cabeza hueca, acaso no ves que no tienes nada que temer. - Bakugou lo miraba algo enfadado, pero misteriosamente calmado, se suponía que era por el alcohol, increible el efecto que estaba teniendo en él, y no solo en el rubio. 

- Ya lo se, pero... siento como que no es necesario. Como si él ya lo supiera. - Asta sonreía tras esto último mientras miraba a Yuno. El semblante de calma que en ese momento mostraba era hermoso a los ojos del joven de ojos verdes. 

- Asta... - Ahora era Izuku quien hablaba, a juzgar por su tono, había bebido más de lo que podía manejar. - no te rindas, - decía todo lo serio que sus músculos le permitían. - estoy seguro de que él también. - 

- Deberías callar Deku, tú nisiquieras eres consciente de quien está tras de ti, y ahora resulta que eres un experto. -  Sonreía con superioridad, ya que él mismo estaba interesado en el propio Izuku, además de Ochaco, sin embargo el muy despistado jamás se percató de lo mismo. 

En lugar de contestar como lo hubiera hecho normalmente, izuku se levantó serio y se marchó hacia una de las habitaciones que componían el refugio. Bakugou se sorprendió, pero inmediatametne iba tras él. En ese momento Chongyung notaba como había llegado a un cierto límite, por lo que se despió de Asta, tomó a Xingqiu y se lo llevó a otra habitación. 

En cuanto a Asta, cambió de posición y tumbó a Yuno encima suya de forma en que su cabeza quedara a la altura de su pecho, y así, el otro pudiera estar lo más cómodo posible. Pensaba dormir con él entre sus brazos, aunque el otro tenía sus propios planes. En un momento abría sus ojos, se levantaba un poco y besaba a Asta. Este último se sorprendía un poco, pero no se negaba, simplemente lo aceptaba y continuaba, es más, comenzaba a acariciar su espalda y lo acercaba a su cuerpo. En ese momento Yuno paraba de forma suave el beso. 

- Lo siento. Fue culpa mía. Sabía lo que sentías, o al menos quería creer que así era, pero por un momento... dudé de ello. Lo sien... - Asta lo interrumpía colocando su pulgar sobre los labios del contrario. sonreía de forma amorosa. Seguido comenzaba a negar con su cabeza.

- Si lo sientes, dime lo que sientes por mi en palabras. - Su sonrisa tornaba a la de un diablillo. Sabía que el peor castigo para Yuno, sería hacerlo perder ante algo como aquello.

- Está bien... - 

En cierta habitación, un joven de cabello azulado se derretía con los besos de su novio. Eran dulces, constantes e intensos. Xingqiu simplemente dejaba que Chongyung tomara el control. Este deseaba que lo tomara de manera apasionada y lo devorara hasta que no quedara nada. Era su fantasía, y parecía que esa misma noche se iba a cumplir. 

- Xingqiu, te amo... - Decía entre besos. El otro tenía la mente en blanco por lo que simplemente no contestaba. Por un momento paró, y... - ¿ Está bien si continuo ? - Xinqiu respondía con un beso que pillaba desprevenido al otro. 

- Si paras, te mato. - De esta forma se relajaba la tensión y Chongyung devoraba poco a poco pero intensamente a su amado. 

Volviendo atrás, Izuku había salido de la sala y se había dirigido a una de las habitaciones, donde se quedó mirando por la ventana con los brazos cruzados y semblante triste. Katsuki lo siguió hasta allí, y entró dejando la puerta cerrada tras de si. 

- Deku. - Intentaba llamar su atención, pero este hacía caso omiso. - Vamos, no te habrás enfadado de verdad, todos estamos diciendo tonterías, el alcohol- no pudo terminar la frase.

- El alcohol, no lo pongas de excusa. Además quien ha dicho que esté enfadado. - Su cara lo decía todo, es más incluso había inflado sus mejillas. Estaba enfadado, pero era adorable, tanto que el pensamiento de morder esos tiernos mofletes pasó por la mente del rubio, quien no se contuvo y lo hizo de forma suave. Izuku se separó de inmediato y colocó su mano sobre la mejilla mordida. Estaba totalmente sorprendido. En ese mismo instante Bakugou fue consciente de que sus pensamientos podrían traerle problemas. No era su intención hacerlo, pero no pudo controlarse. Ya no importaba, de todas formas, Deku siempre estaba demasiado indefenso cerca de él. Era hora de dejarle en claro las cosas.

- Ves como eres un inconsciente, ni siquiera te habías dado cuenta. - iba pronunciando esas palabras mientras se acercaba poco a poco a Izuku y lo acorralaba contra el cristal. Katsuki acercaba sus labios hasta uno de los oidos contrarios para continuar. - Qué haras... Izuku. - Esto último sobresaltó al nombrado, comenzó a temblar y tapó de inmediato su cara con sus manos, haciendo que el rubio se percatara de que algo iba mal. Se separó un poco, y al ver que el otro no reaccionaba, comenzó a preocuparse. - Izu.. no debí... - 

- Bakachan... - Katsuki no se esperaba aquello, es más por como reaccionó el otro, él pensó... - el único incosciente eres tú. - Esto cogió por sorpresa al nombrado. - Claro que sabía tus sentimientos, - por fin mostraba su cara. - es más, sabía de tus intenciones, y que por tu cabeza pasaba el que fuera yo quien diera el primer paso y me declarara. Pero, - esto no le gutaba a Bakugou, siempre que había un pego, era probable de algo saliera mal, y en este caso fuera el que el otro le dijera lo que nunca quiso escuchar. Jamás soportaría que Izuku le dijera que no podían ser más que amigos. - por qué tendría que ser yo el primero en confesarse. No es justo. Yo quería que tú lo dijeras antes. - 

- Maldita sea. Quieres decir que tan solo tendría que haberme lanzado... - Bakugou suspiraba y terminaba posando su cabeza en el hombro de Izuku. Mentalmente estaba agotado. Se maldecía una y otra vez por no haberle hecho caso a su madre y lanzarse. Era todo tan absurdo... Minutos más tarde levantaba la cabeza. La alarma de un reloj sonaba y un " Feliz Navidad" salía de ambas bocas, provocando una pequeña risa por parte de ambos. Al final el rubio simplemente se lanzaba y besaba a Izuku. 

- Aún así quiero escucharlo, no te librarás. - Reclamaba el moreno con una sonrisa en los labios. 

- Dalo por sentado, Izuku... - Volvían a besarse. Tiempo después, se podía ver como Bakugou se dejaba abrazar desde atrás por su ahora novio mientras veían la nieve caer. De cuando en cuando, este demandaba algún beso. - Por cierto, qué piensas decirle a cara redonda. - No le importaba qué, pero sabía que era su amiga, y más valía dejárselo en claro desde el primer momento a la otra, ya que no quería a personas ajenas entrometiéndose en su relación.

- No se si decírselo de momento... - 

- Acaso tienes miedo. - Izuku negaba. - Entonces por qué no. - 

- Bueno, si conocieras a Uraraka, sabrías el por qué... - 

- A qué te refieres. - 

- Pues... - Tras esto una siniestra charla tenía lugar. Izuku le contaba como esa persona tan alegre y entusiasta, era fujoshi y había escrito algunos fanfic sobre su supuesto amor. Ella nunca estuvo enamorada de él, sino que le gustaba quedarse cerca para ver como Bakugou se enfadaba y dar rienda suelta en su cabeza a las distintas escenas que tanto deseaba ver en la realidad. De esta forma el rubio decidió mantenerlo en oculto hasta la graduación. Después de todo, lo importante lo había conseguido, por fin él, era todo suyo. 

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