26.
Hanami y Arashi salieron a las casa de sus abuelos, —¡Adiós!— gritó la niña sin cruzar mirada con ninguno de los otros dos en la casa
Naruto, empezó a importarle más eso, como sus hijos estaban alejándose un poco de él
Kawaki se dió cuenta.
El Uzumaki le sonrió a pesar.
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La pareja de hermanos llegaron con los Haruno
—¿Cómo han estado?— preguntó su abuela acariciando las cabezas de los dos mientras se quitaban los zapatos
—¡Bi...—
—Hanami-one-chan ha estado preocupada— respondió el menor rápidamente
La oji-azul lo vió un poco enojada y traicionada
—¿Porqué?—
La niña hizo un puchero, vió hacía abajo y no respondió
Los dos adultos mayores se pusieron frente a ella para verla fijamente
La peli-rosa estaba perdiendo, entonces su hermano también se le quedó mirando.
Al final perdió.
—No soy lo suficientemente buena— soltó
La pareja se miraron y sonrieron
—¿Qué dices?— cuestionó Mebuki
Kizashi la cargó en sus brazos con mucho esfuerzo y sus abuelos la vieron con amabilidad
Ella suavizo su expresión
—...Ustedes vinieron a mejorar a nuestra familia— dijo la de ojos verdes tomando la mano de su nieta —Nuestras esperanzas estan en ustedes—
—¿Porqué? Nosotros no somos especiales— dijo asombrada
—Claro que lo son— soltó el hombre —Son nuestros nietos—
—No es eso. No tenemos nada especial, ni una técnica o algo hereditario— explicó
—Sakura tampoco— dijo la madre orgullosa
—Muchos ha llegado lejos con su coraje y voluntad— explicó Kizashi — Y no por eso son menos que los demás—
Ella se sentía avergonzada por olvidarse de su madre, pero para ella era difícil acordarse que detrás de esa mujer importante estaba una niña que empezó siendo una aprendiz. Estaba el maestro de su hermano, el maestro de ese, muchos de sus tíos y otros más.
—Ustedes tienen la ayuda de sus padres y sus abuelos que siempre los vamos a apoyar—
Hanami sonrió tranquilamente —Gracias— dijo al ser bajada
Los niños se adelantaron. De verdad que era ayudada por su familia y eso la hacía sentir mucho mejor con rapidez, ademas no quería preocuparlos.
La mujer se quejó y chocó sus labios —Debe de ser por ese chico— enojada espeto
—Mebuki...— trató de llamar su atención por lo dura que estaba siendo
—Hanami nunca hubiera dicho eso, ella nunca se había sentido menospreciada— explicó enojada —Creo que debemos de decirle a Sakura que nos dejé a los niños. No quiero pensar en lo que nuestro dulce e inseguro Shina también este sufriendo— preocupada expresó
—Naruto también, es su padre— recordó
—Y lo ha estado ejerciendo muy pobremente últimamente— enojada fue con sus nietos
El de cabello rosa deslavado se rascó la cabeza, comprendía a Naruto, tenía dos mujeres fuertes sobre él, pero también no podía negar que la idea de cuidar a sus nietos por mientras estaba Kawaki era buena. Después de eso decidió ayudar a estudiar a su nieta.
Hanami era buena ninja, no tanto estudiante, así que se asombro que supiera tanto de historia
—¿Han estado mucho tiempo con clases intensivas de historia?— pregunto el Haruno
Ella negó —Estoy leyendo libros cuando los maestros hablan en los pasillos, ahora lo han hecho más seguido—
Los abuelos se extrañaron, era atípico que los maestros de la academia se tomaron tanto tiempo sin dar clase
Los Haruno tenían la sospecha de que el aparato de gobierno estaba contraído y todo estaba más cerrado, hasta analistas lo ponían en la conversación. Los padres de ellos eran parte de ello, por lo que, hacía que ofrecerse a cuidar a sus nietos fuera más factible
—¿Está su madre en su casa?— pregunto el abuelo haciendo sonreír a su pareja
—No— respondió Arashi —Al menos no hasta que nos fuimos—
Sakura no perdería tiempo en los que podría cuidar a sus hijos, menos en ese contexto, entonces algo debía estar ocurriendo
[...]
Sakura regreso a su casa con el pendiente de lo ocurrido, no querían decirle a Naruto, puesto que, eso le dolería y actuaria un poco errático, cuando probablemente pudiera tener una buena explicación, además no era con lo único que debían lidiar
—¡Sakura-chan!— gritó y fue a la puerta —¿Porqué tan tarde? ¿Porqué no anunciaste tu llegada?—
La oji-jade sólo parpadeó —¿Y los niños?—
—Tus padres llegarán con ellos y Shinachiku está por llegar— respondió y escucharon la puerta tocar
Eran los Haruno y los dos niños menores, dieron las gracias y saludaron a sus padres para irse a su cuarto. Los adultos mayores los vieron con seriedad.
—¿Algo paso?— preguntó la que era su hija
—Queremos ofrecerles algo— dijo la mujer de cabello bronce —Queremos cuidar a Shinachiku, Hanami y Arashi—
Ambos padres se sorprendieron
—No es justo que tengan que estar preocupados por una posible amenaza—
—Pero- — renegó el rubio
—Los niños ya estuvieron en peligro una vez. Con nosotros no habrá que preocuparse— alegó la abuela
—Nosotros los protegeremos con nuestra vida— añadió Kizashi
—No es necesario'dattebayo— rascó su nuca —¿Verdad, Sakura-chan?—
Sakura desvío su mirada
—Por ahora no— respondió la peli-rosa —Gracias por el ofrecimiento—
—Entendemos ahora, pero vamos a insistir— sentenciaron al retirarse
—Sakura-chan— llamó a su esposa
Ella suspiró —Trabajé mucho hoy, Naruto, por favor déjame descansar—
El oji-azul bajó la cabeza —Te amo—
—Yo también, te amo— respondió
Los dos se separaron para estar solos, ambos suspiraron y se lamentaron. Era fuerte que ellos los hayan cuestionado de esa manera
Sakura de alguna manera lo hizo, pero sentía un ambiente de miedo a su alrededor que era difícil de ignorar, era solo un chico, un chico traumado y poderoso, él podía tomar caminos que conocía, como los de Naruto y Sasuke o podía tomar otro totalmente desconocido
—¡Llegué!— gritó Shinachiku
—¡Hermano! ¡Mis abuelos me dijeron que me ayudarás en ésto!— gritó Hanami
No pudo evitar mucho sufrimiento de Naruto, aunque lo seguía intentando, no quería equivocarse con sus hijos.
Naruto, por otra parte, estaba cansado, sentía más fuerte la separación con su familia, sentía que hacía lo contrario a lo que quería
Necesitaba de la opinión de alguien más, le pidió ayuda a Kurama. Él estaba acostado con los ojos cerrados
~¿Qué es lo que sucede?~ preguntó el zorro
—Sakura-chan, los niños... Kawaki...—
~Creo que te ha servido bastante esa empatía que tienes, pero también tiene sus desventajas~ soltó ligeramente
—Pero...—
El zorro anaranjado se quejó y gruñó ~Tú sabes bien que tu esposa siempre ha tratado de ayudarte. Desde que empezó no ha dejado de creer en tí y te apoya~ suspiró bruscamente ~Me agradan tus mocosos~ le sonrió ~Debes de ver por su bienestar, eso seria ser un buen padre~
El oji-azul estaba pensando mejor las cosas, tal vez él era el equivocado pero al hacerlo por una buena causa e intención lo nublo todo lo demás.
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