[15]-Sin Escape
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One Shot XV: Sin Escape
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Una tarde de diciembre se encontraba los gemelos pasando vacaciones con sus tíos abuelos en el pueblo de Gravity Falls, dentro de la Cabaña del Misterio Shark se encontraba la gemela Pines terminando de preparar la comida junto con su hermano menor. Eran vacaciones de invierno, pero habían decidido adelantar sus estudios los gemelos para llegar a disfrutar de sus días de descanso junto a sus tíos abuelos favoritos, y en parte con sus amigos del pueblo.
Los ratos en que podían explorar el bosque eran entre las horas de la mañana y antes de la tarde-noche, Oregón se llenaba de nieve tan blanca pura, creando capas densas la cual cubría un hermoso paisaje invernal en el bosque. A los gemelos se les imposibilitaba salir entre horas tardes, ya que les impedían caminar dentro del bosque a causa de la nieve que caía y se acumulaba entre la arbolada de los pinos.
- - Oye Dopper pásame los platos. – Menciono en tono burlón la chica mientras movía con la espátula los últimos toques de su comida. – Deja de estarte haciendo del misterioso en la puerta de la cocina.
- - ¿Tienes que decirme así?, sabes que tengo un nombre muy claro – Dijo su hermano entregándole los platos. – Mason, repite conmigo Mason.– Haciendo un refunfuño por los apodos nuevos de su hermana. – No Dopper ni DiDi.
- - Pero es de cariño de hermanos, el tío Stan le dice al tío Ford; Seis Dedos – Soltando una risita.
- - Claro porque tiene polidactilia – Sonriendo antes de acercarse a su hermana con piquetes en las costillas.
- - ¡Ay! – Grito la castaña dándole un golpe en la cabeza. – No hagas eso, casi me quemo.
- - Vamos hemos usado apodos desde que éramos niños. – Aclaro su hermano con una sonrisa. – Pero me gusta más el anterior.
- - Okey. – Asintiendo su hermana.
- - Entonces di Dipper – Comento nuevamente su hermano con la esperanza de que su hermana y gemela mayor dejara de cambiarle los apodos.
- - Dipper – Volteándose a verlo con una mirada fulminante. – Tienes que darle un beso muy bueno a Pacifica bajo el muérdago.
- - ¡MABEL! – Coloreándose el rostro.
- - Lo siento no puedo evitarlo. – Soltando una risa. – Tenía que decirlo, Bro-Bro.
- - Al igual que deja de molestarme en mis citas – Frunciendo el ceño. – No creas que no te vi a ti y tus amiguitas atrás de los asientos del cine.
- - Diablos debí ser más silencio como un ninja. – Haciendo movimientos divertidos.
- - Ya ninja oh moriremos de hambre – Dándole golpecitos en su cabeza.
- - ¿Qué pasa chicos? ¿Ya es hora de molestar a Dopper? – Dijo Stan mientras tomaba unos refrescos de Pitt cola del refrigerador. – No empiecen sin mí. – Guiñando un ojo el adulto mayor.
- - ¿Otra vez Dipper tiene problemas con su novia actual? – Dijo Ford uniéndose a la plática. – No soy experto, pero tu hermano entra en la etapa de la hormonas y parte de la madures en buscar una chica.
- - ¡Enserio! – Exclamo molesto el castaño. – Mejor déjense de payasadas y vamos a comer.
- - Está enamorado – Gritaron los tres al unísono.
- - Cállense. – Mostrando sus mejillas rojas.
- - Mejor dejemos al casanovas en paz – Dijo Stan. – Esta muy frustrado, últimamente su cita lo deja agotada. Sí saben a lo que me refiero. – Dando un codazo a Ford y Mabel que se morían de risa en ese momento.
- - ¡Tío Stan! – Se quejó el castaño.
- - Vamos Stanley, el chico tiene duración. – Menciono Ford.
- - ¡Tío Ford! Tú no por favor... - Dándose una palmada en el rostro.
- - Vamos hermanito, es broma. – Hablo Mabel entre risas. – Sabemos que duras muy bien con Paz.
- - Ya cállense mejor o se les caerá el rostro de la estupidez.
En lo que iban sentándose a la mesa del comedor sus tíos y su hermano, la castaña se acercó a apagar la estufa evitando quemar la comida como la última vez, dio una probada a su guiso con la punta de su dedo lamiendo la salsa. No pudo evitar sonreír de felicidad al saber que sabía exquisito. Pero de pronto noto una sombra triangular con un ojo posarse en la pared de la cocina, que la miraba fijamente a sus ojos avellanados. Ella se tallo los ojos y volvió a mirar el mismo punto notando que no había nada en la pared.
- - Habrá sido mi imaginación. – Llevando su mano a tocar la pared de la cocina.
- - ¡Mabel! – Llamo Dipper desde el marco de la puerta. - ¿Sucede algo?
- - Ya voy. – Le respondió yendo con ellos al comedor.
Durante el transcurso de la comida Mabel no le prestó atención al pequeño suceso que había pasado en la cocina, aunque no era el primero que sucedía por la cabaña. Habían sido día y noches en la cual se sentía siendo observada.
La adolescente veía con detenimiento su plato, no había comido más que la mitad de su almuerzo. Sus pensamientos estaban siendo un lió en ese momento, puesto que no podía concentrarse en la plática de su hermano y sus tíos.
Vio a su mascota Pato correr apresuradamente a resguardarse bajo la mesa del comedor, temblando de su cuerpo rechoncho y soltando quejidos de incomodidad, a pesar de traer el suéter que le hizo para mantenerlo caliente el animal no dejaba de temblar de forma violenta. Vio otra vez la misma sombra posarse en la pared atrás justo al lado de su tío Ford, parpadeo un par de veces y se tallo los ojos para comprobar que no había nada, como si se hubiera desvanecido en ese instante.
De nuevo pensó que su mente le jugaba una broma con el juego de luces, aunque el año pasado había sucedido lo mismo, cada año siempre imaginando una sombra triangular posada en una esquina o pared ya sea de la cabaña, una parte del pueblo, el bosque o en la casa de sus amigas. Siempre quieta esa sombra... acechando a su persona.
- - Mabel, me pasas la sal. – Dijo Dipper con la mejilla llena de comida y tratando de estirar el salero.
- - ¿Eh?... sí, toma. – Entregándole el salero ya después de un rato.
- - ¿Qué tienes? – Viendo a su hermana no terminar el guiso que ella hizo. – Llevas quieta desde hace unos 10 minutos.
- - Yo... uhmm... Dipper, no sientes algo extraño fuera del lugar. – Viendo a su hermano. – El ambiente es más frío últimamente.
- - Lo sé. – Dijo el castaño. – Últimamente desciende mucho la temperatura por la noche. Pero el tío Stan y yo ya quedamos de comprar un radiador.
- - Cierto... un radiador. – Suspiro preocupada puesto que no quería alterar a su gemelo con problemas paranormales. Apenas se había armado de valor para ser novio de Pacifica Northwest y llevar una vida de parte de investigador paranormal y de estudios científicos; como físico en la materia cuántica y Químico laboratorista. Había tenido un buen avance de grado para entrar a la universidad.
- - Niña saldremos Stanley y yo iremos a visitar al viejo McGucket – Dijo Ford limpiándose la boca con una servilleta. – Nos invitó a ver un nuevo invento que posiblemente cambien la innovación de la comunicación en el mundo, aunque posiblemente tengamos acceso a otros universos.
- - Dirás el millonario McGucket – Dijo la chica como respuesta, puesto con los años el suraño loco del pueblo había ganado mucho dinero vendiendo sus patentes al gobierno y manteniendo algunas de sus creaciones con otras personas.
- - El hombre está inundado en fortuna. – Dijo Stan bebiendo de su bebida y con el ceño fruncido. – Sabia que bajo la apariencia de un loco campirano tenía una fortuna grande en sus experimentos científicos. ¡Bah! Inundado en dinero y una parte le dio a su hijo Tate McGucket.
- - Lo merece Stan y más – Dijo Ford siendo comprensivo en el asunto, ya que tenía la mayor culpa de arruinar la relación de Fiddelford con su hijo. – Todos obtuvimos algo, ya sea bueno o malo en el extraño suceso del Raromagedón de hace cinco años, no son las recompensas que buscábamos pero es algo compensatorio.
- - Bueno, yo soy el héroe del pueblo. Sí lo sigo siendo. – Sonrió Stan sacando una estola y un papel con la firma del alcalde. – Aunque no recuerde como sucedió todo eso que llaman... Raromagedón. Pero lo que pude salvar son recuerdos de nuestro verano juntos, gracias al libro de recuerdos de la pequeña Mabel.
- - Sabía que funcionaria en ese momento. – Sonriendo la adolescente.
- - Bien si ustedes salen, yo también lo haré – Dijo Dipper contento con una sonrisita en su rostro.
- - ¡¿Tú también Dipper?! – Dijo Mabel. – Espera quiero ir contigo.
- - No, esta vez no lo harás – Dándole una negativa con su dedo. – Aprovechare que el tío Stan y el tío Ford me darán un aventón con la camioneta hacia el pueblo.
- - Entonces podremos búrlanos del chico todo lo que queramos, Ford. – Dijo Stan. – Choca los seis si estás de acuerdo conmigo – Ambos gemelos chocaron las manos.
- - ¡¿Qué?! Son unos traidores – Dijo Dipper.
- - Vamos chico dejaras sola a Mabel de algo hay que sacar ventaja, son vacaciones. – Dijo Stan. – Cuando ella tenga novio luego la molestaremos a ella, es más ni la dejaremos tener novia hasta que tenga 80 años.
- - ¡Tío Stan! – Se quejó la castaña con las mejillas infladas.
- - Lo siento, sigues siendo mi pequeña calabaza. – Dijo Stan de brazos cruzados.
- - Cierto. – Soltando una risa al ver a su sobrina nieta molesta. – Descuida Mabel si tendrás, claro que nos burlaremos al principio y le haremos un par de bromas a tú novio. – Menciono. - Después de esto no te molestaremos más – Dijo Ford. – Te lo prometemos.
- - Pero por mientras a Dipper molestaremos hasta el cansancio. – Señalando al hermano de la chica.
- - Supongo que el viaje será una terrible agonía.
- - Ni modo Dopper. – Diciendo con burla la castaña. – Te toco a ti.
Terminando de comer la castaña se levantó a recoger los platos mientras que sus tíos y hermano se arreglaban para salir. Cuando paso por el marco de la cocina sintió una sensación fría recorrer su cuerpo, dejo los platos en el fregadero y se froto los brazos para generar un poco más de calor. Comenzó a lavar los platos y utensilios que habían utilizado. Pero podía sentir que alguien la vigilaba de cerca.
- - ¡Mabel! Dejare los diarios en mi cuarto – Dijo Dipper. – Ya los conté y siguen estando los tres ahí, así que nada de invocar a los zombis para tus sesiones de karaoke. Me enterare sí si escucho quejidos de muertos en el sótano.
- - De acuerdo. – Respondió la chica. – Diablos y ahora que quería practicar manicura con ellos.
- - Ya nos vamos yendo calabaza, cuida la casa – Acariciando su cabeza. – Y no comas dulces.
- - Ni uno solo – Haciendo un puchero.
- - No lo hagas pequeña – Dijo Ford. – No queremos que desbordes de energía en la noche y andes despierta viendo demasiado la tele, podrás tener 18 pero no te quiero despierta.
- - Está bien – Cruzándose de brazos y haciendo un puchero.
- - Pero puede que traigamos helado más tarde. – Dijo Stan.
- - ¡Choco-menta! – Grito la chica emocionada.
En cuanto vio a sus tíos y su hermano irse cerró la puerta con seguro y camino hasta la sala para encender la televisión colocándola en un canal de películas románticas que adoraba ver. Esa tarde estaban pasando la de "10 cosas que odio de ti", le gustaba esa película. Se imaginaba encontrarse un chico tan guapo y rebelde al final de la preparatoria, que le dedicara una canción en la cancha deportiva y le regalada una máquina de coser nueva, claro como en su imaginación que tenía diariamente.
Se vale soñar más ya sabía que examen quería aplicar para estudiar en la universidad que quería, el siguiente año se graduaría y trataría de pasar sus últimas vacaciones de verano con sus mejores amigas.
Nuevamente volvió a sentir la misma sensación fría en su cuerpo, fue a la habitación de su hermano que se encontraba en el viejo cuarto de descanso de Soos. Tomo una manta abrigadora y se dirigió de regreso a la sala, llegándose a sentar cómodamente en el sillón cubierta con la manta caliente.
- - ¡Pato ven! – Le llamo la castaña en un tono animoso a su cerdito adulto.
Pero su cerdito había corrido a toda deprisa como alma que lleva al diablo hacia el cuarto de Dipper a resguardarse bajo su cama, el cual podía observar su traserito sobre saliendo del edredón. No era la primera vez que sucedía esto. Estaba preocupada de que su mascota estuviera pasando por una crisis de ansiedad ante su edad. El veterinario ya le había dicho que era estrés lo que tenía, pero aun no encontraba la causa.... Hasta el momento.
- - ¡Pato! – Le llamo nuevamente. – Ven aquí estarás más calientito.
- - De seguro lo estará – Menciono con una voz oscura atrás de ella. La castaña se volteó y vio al ente triangular flotar frente a ella mientras giraba su bastón en su mano oscura. Volviendo a su alrededor una escala monocromático de grises oscuros y claros. - Hola Estrella fugaz.
- - No puede ser... - Dijo ella asombrada de ver al enemigo de su familia presente ante ella.
- - A pasado un tiempo... agosto del verano de hace 5 años atrás. – Entrecerrando su ojo afilado. – ¿Lo recuerdas? Supongo que no lo has olvidado del todo, tu mente debe de recordar muy bien.
"Continua en..."
Lo siento lemon censurado, este fic es de persecución y Rapefic por lo que si quieren leer el resto tendrá que ser en Ao3 ( ̄▽ ̄*)ゞ
https://archiveofourown.org/works/26927209/chapters/65963797
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