[08]-La noche de los Lepus
DRABBLE
[08]
La Noche de los Lepus
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Una noche de octubre se encontraba Bill y Mabel viendo la televisión, en la sala de la casa de la gemela Pines, mientras disfrutaban de comer una orden de Tacos Bells que Dipper había traído para ellos. Sacrificando tiempo y su mesada del domingo. Con tal de que lo dejaran estar solo en su habitación, con completo silencio el día de hoy. Pues mañana tendría examen de matemáticas y lo menos que quería evitar eran los molestos ruidos del par de locos, que se encontraban haciéndole la tarde imposible.
Aunque pudo mantenerlos callado haciendo un trato con Bill y Mabel, y que mejor trato que tacos dorados y crujientes con la salsita que pica, una pila de películas de prohibidas de terror y todas las gomitas de koala que su gemela pudiera pedir.
Si señores, Mason "Dipper" Pines había gastado 20 dólares en comida rápida y chatarra, sin olvidar que hizo fila durante una hora y media en el restaurante de Taco Bells.
Desde que Bill comenzó a vivir en su casa por "capricho" se la pasaba molestándolo a él y a su hermana. Con Mabel era la vida loca y pura diversión pura, sin olvidar que ella lo consentía al triangulo volador y parlante. Dándole alojamiento en su habitación y siempre tendiéndole una cama que hizo con una caja de cartón, diamantina, una almohada suya y cobijas extra suaves.
Pero ahora tenía al par distraído, pues la pareja se puso a ver un clásico muy soso de terror y de risa, la cual se llamaba: "La Noche de los Lepus". Uno de los regalos del tío Stan para ellos. Dipper solo cerró la puerta de su cuarto y se puso los audífonos encendiendo su celular y colocando música.
Mientras tanto Mabel disfrutaba comiendo de una en una las gomitas de koala, viendo atenta la pantalla y soltando un sonido enternecido, cada vez que veía a los conejos gigantes andar por el túnel para asustar a la gente del pueblo. En cambio Bill miraba de momentos la pantalla, devorando un taco de carne a través de su ojo, antes de pedir más salsa.
- - Esto es genial, comida que nos ofreció nuestro esclavo el Pino y Conejos devorando humanos. – Dijo el demonio recargándose en el sofá con la castaña a su lado. - ¡Uh! Mira eso Estrella, ese está devorando las entrañas del hombre. – Dándole codazos a la chica. – Necesitamos un ejército de conejos.
- - Bill, si sabes que los conejos son pequeños. – Colocando una sonrisa, mientras daba una mordida a su taco. – Soos explico que es por distancia de la cámara.
- - Tonta mortal, si existen. – Rodo su ojo. – Solo que no están en tu dimensión.
- - ¿Hay conejos gigante devoradores de humanos?
- - Hay conejos gigantes... solo que no devoran y son unos estúpidos abogados sin sentido. – Menciono. – Estos tienen potencial.
Continuaron viendo la película hasta el final en que los lupus escapan del pueblo destruyendo todo a su paso y ocultándose nuevamente bajo la tierra, no sin antes dejar muertos y destrucción en el lugar. Mabel iba buscar otro taco, pero noto que Bill se los devoro al igual que sus gomitas.
- - ¡Lo volviste hacer, tonto cara amarilla!
- - Te dije que me lo comería.
- - Pero mi parte también.
- - Que puedo decir, estabas distraída y aproveche. –Dijo. – Las cosas como son.
- - ¡BILL!
- - Los lepus se lo comieron.
- - Eres un tramposo. – Dijo ella. – Ojala flotes en la noche para que se te quite y te de una maldita gastritis para que te arda el borde.
- - Pues en la noche no flotare, pero... si devorare a una mocosa como tú. – Insinuó el triángulo tocando el dorso de su mano con lentitud.
- - Bill quieto, Dipper está arriba y dijo silencio.
- - De acuerdo. – Menciono. - ¿No quieres un conejo que está arriba?
- - ¡Hay un conejo! – Dijo emocionada. - ¡Vamos por él!
La pequeña cayó en la trampa y se la llevo a su habitación, dando un portazo. Aunque el conejo que vio Mabel no era exactamente un conejo como se imaginaba. Dipper al escuchar el sonido del golpe en la puerta y los molestos ruidos de Bill y su hermana, sabía que no tendría una noche normal ni tranquila.
- - ¡Bill! Esto no es un conejo. – Se escuchó la voz de Mabel a través de la pared.
- - ¡Claro que es uno!, ¡Vamos acarícialo! – Dijo Bill demandante.
- - ¡No tiene pelo y es muy grande y de seguro es muy duro! – Se quejó.
- - Tócalo, no seas grosera con él.
Hubo unos segundos de silencio antes de que Dipper escuchara nuevamente a su hermana con un extraño sonido de gemido.
- - ¡Wow, se levantó!
- - Si frotas su cabeza, le gustara mucho.
- - Vaya es suavecito y húmedo de su punta rosada, roza mucho con mi mano.
- - Eso estrella, sigue acariciando y no te detengas en ningún momento.
- - ¿Dónde lo tenías escondido?
- - Aquí en esta zona.
- - ¿Cómo puede caber eso ahí?
- - Cuando es chiquito es fácil de esconder, pero cuando ve alguien crece.
- - Entonces salió... ¿Por qué me vio?
- - Sí, y le gusta lo que haces.
- - Esta humedeciendo mucho mi mano, Bill está muy húmedo y caliente.
- - Estrella fugaz para no sigas...
- - Bill ¿Qué está sucediendo?, ¿Por qué gotea mucho?, ¿Qué es ese líquido transparente?
- - No continúes.
- - Oh dios Bill, ¿Qué rayos sucede? Es muy grande ya no cabra ahí.
- - Mierda... No puedo detenerlo.
Un ruido sordo y los golpeteos en la pared hicieron escuchar unos gritos de su hermana y el demonio entre los golpes constantes de la madera.
- - ¡BILL PARA ESTO! ¡AUN SOY JOVEN Y NO HE BESADO!
- - ¡AHH! M-MABEL – Lanzo un gruñido el demonio.
- - ¡BILL!
- - ¡SE ACABO QUE DIABLOS ESTA SUCEDIENDO AHI! – Dijo Dipper furioso con el rostro sonrojado y quebrando su lápiz.
Fue corriendo a la habitación de su gemela, pateando la puerta mientras traía un bate de beisbol.
- - ¡Bill, ¿Qué demonios haces a mi hermana? maldito depravado! ¡Ella es virgen!
Dipper se extrañó de ver a Bill intentando contener una criatura salvaje de su mundo; un monstruo de las pesadillas en forma de conejo con colmillos babeando de su boca y con los ojos rojos como la sangre, que intentaba comerse a su hermana de un solo bocado.
- - ¡Pino, pégale! ¡Pégale! – Dijo el demonio triangular intentando sujetar al monstruo de las fauces de su hocico. – En la cabeza, en la cabeza Pino.
- - ¡Rápido Dipper! – Grito su hermana. – ¡No quiero morir aun! ¡Soy muy joven para morir!
El chico se acercó y golpeo en la cabeza a la criatura, para ver cómo se encogía y volvía a ser un animal pequeño similar a un conejo rasurado y con sarna. El triángulo lo pateo lanzándolo de regreso en un portal sobre su dimensión.
- - ¿Qué rayos sucedió?
Bill y Mabel se miraron entre si y respondieron al mismo tiempo. - ¿El ataque de los lepus salvajes?
- - Se acabó no más tacos para ustedes. – Dijo Dipper cerrando la puerta de golpe. - ¡DIOS, MAÑANA TENGO EXAMEN Y USTEDES LIBERAN UN MALDITO Y SADICO MONSTRUO, ¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! – grito furioso el castaño por el pasillo.
- - Hormonas. – Dijeron Bill y Mabel al mismo tiempo con una expresión de fastidio al escuchar el dilema de Dipper Pines alias "la niñita hormonal".
Por suerte los padres de los gemelos habían salido de fiesta a una boda, y no los regañarían por todo el escándalo que hicieron ese día.
[...]
Al día siguiente Mabel había llevado a Bill a un zoológico para que conociera los verdaderos conejos, acercándolo a la valla donde contenía a las criaturas esponjosas e inocentes.
- - Este es un conejo normal, no como el que me enseñaste anoche.
- - No son como esa criatura. – Dijo Bill examinándolos y tomando uno entre sus manos. – Incluso podría montarlo.
El conejo al escuchar eso pateo a Bill en su ojo y salió huyendo, escuchando la risa risueña de la castaña y como se agarraba el estomagó. El demonio hirvió un momento de la ira volviéndose rojo en su apariencia, pero inmediatamente volvió a su apariencia normal y chasqueo los dedos tomando la apariencia de un chico rubio alto y atractivo, colocando un brazo envuelto en la cintura de la pequeña y mordiendo el lóbulo de su oído.
- - En la noche tendrás el ataque del lepus salvaje, Estrella fugaz. – Dijo. – Y te comerá completamente. – Colocando una lamida en su mejilla.
- - Bill... mmm – Ella soltó un leve gemido sintiendo las caricias del rubio.
- - Hay un conejo que quiere comerte – Colocando besos en su cuello.
Lamentablemente mostrar esos afectos en un lugar público y con una niña de 13 años, solo hicieron que Bill terminara siendo recriminado por la policía y personal de seguridad del parque.
- - Señor, acompáñenos a la delegación. – Esposando al sujeto. – Está prohibido acosar sexualmente a menores.
- - Les juro que no soy un desconocido, ¿cierto Estrellita? – Le llamo el demonio.
- - Hay pero que lindo, son los conejos. – Dijo Mabel de forma distraída alejándose del rubio.
- - ¡Mabel!
- - Mm... no, no lo conozco. – Dijo ella con una sonrisa. – Arréstelo oficial.
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Un Drabble algo divertido e inocente, para calmar los otros one shot. ¿Alguien ha visto la noche de los Lupus? Está muy estúpida la película y es que la vi ayer con mi beta XD es como un terror humorístico.
Algunos me han dado propuestas para one shot, recuerden que solo este libro estará hasta octubre. Y solo se publicara las historias que alcance hacer :3 (una forma de escaparme del fictober en el foro "Mar de joyas escondidas").
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