Capitulo 6 Quid Pro Quo

Pete sentía la cabeza como si estuviese rellena de un líquido viscoso. Las sienes le retumbaban violentamente. Apenas podía moverse, entre esos dos muros medio derruidos dónde estaba tumbado, pero no le preocupaba. Cuando intentaba hacerlo, sentía un agudo dolor, que le instaba a quedarse quieto de inmediato.

Pete: Joder... - consiguió mascullar.

Al instante una mano sobre su boca le obligó a guardar silencio.

Vio como ella se llevaba el dedo sobre los labios indicándole que se callase. Su expresión era bastante difícil de descifrar. Retiró la mano, aún indicándole que no hiciese ruido y se deslizó hacia el lateral, para asomarse fuera. Pete fue incapaz de oírla moverse y eso que estaba a su lado, parecía que se hubiese desplazado levitando o algo así. Pero claro, él no estaba en plena forma.

Seguramente, esos pedazos de chatarra de fuera, sí que serían capaces de oír a un diminuto ratón correteando entre los escombros. Decidió que era mejor no arriesgarse y que haría caso a su compañera de agujero. Cerró los ojos temiendo que este simple movimiento le implicase nuevos dolores. Afortunadamente, no fue así. Le pareció que se iba quedando dormido...

(Unas horas antes)

Pete enarcó la ceja, mirando con cierto recelo hacia delante. Podía ver la espalda de esa cosa, ante él.

Desde luego, Peter Smith se sentía más seguro teniéndola por delante de él, que por detrás. Afortunadamente, en las misiones siempre iba en cabeza, abriendo el camino.

No era la primera vez que iba en un grupo con "eso", pero esta era la misión más larga en la que había tomado parte. Llevaban andando una eternidad. Normalmente, iban en jeeps, luego corrían un poco, golpeaban y desaparecían: Rápido y limpio. Se alejaban lo justo de casa para asegurar el perímetro de la base y volvían para cenar con la familia y amigos.

Esta vez llevaban cuatro días andando.

Connor: Necesito que vayáis más lejos que de costumbre...

Así había empezado la charla informativa sobre la misión. Connor les señaló en un mapa una zona oscura, marcada en rojo y les dijo que sabían que allí había ciertas instalaciones especiales de Skynet. Después de tantos años de exterminio brutal, habían empezado a capturar vivos a algunos humanos, para llevarlos a esas instalaciones. Ese cambio de estrategia tendría una explicación. Connor necesitaba saber por qué estaba ocurriendo esto, qué hacían con los prisioneros, para qué se los llevaban con vida...

El comando lo formaban cinco humanos y esa "cosa": Ryan, Orson, Liberty, Eddie, él mismo y "eso"...

Se hacía llamar Sarah. Era una chatarra. Peter no se fiaba de ella...

Cierto es que había oído que algunas personas en la base le debían la vida. Incluso le había salvado el cuello al jefe Ryan en más de una ocasión. Pero superar tanto tiempo de odio y suspicacia hacia las chatarras no era tan fácil. Pete negaba con la cabeza cuando alguien daba a entender que quizá esa cosa, Sarah, sí era de fiar. "Confiaros, dadle la espalda y os exterminará", decía entonces, "Sólo hay una máquina buena, la que está destripada. Algún día, se le cruzará el cable a esta y empezará a disparar contra todos en la base. Y os aseguro que yo voy a estar preparado, detrás de ella, para volarle la cabeza... "

Ese pensamiento volvió a resonar en su mente, mientras cogía el fusil con fuerza, mirando fijamente la nuca de Sarah. Un sólo disparo y ya no tendría que preocuparse de tener al enemigo en la base. Estaban en una misión. En peligro. No sería raro que alguno de ellos la dañara antes de volver a casa. Ella podía dejar de funcionar, si se sabía dónde disparar... Y Pete lo sabía. Directamente a la nuca y se acabaron el problema y las preocupaciones...

???: Eh, Pete, ¡Reacciona!... ¡No estamos de excursión!

El susurro de Lib en su oreja le hizo volver a la realidad. Ella era de las que aceptaban bien que Sarah estuviese del lado de la resistencia. Seguramente no apoyaría la visión de Pete sobre quitarse a esa cosa de encima antes de volver a la base. Sin embargo, le constaba que Eddie pensaba de forma parecida a él. No le costaría convencerle para que corroborase su versión. Orson era un maldito cobarde que, llegado el momento, diría lo que ellos dijeran y apoyaría sin problemas su versión. ¿Y Ryan? La verdad es que el ex-marine no se había pronunciado nunca a favor ni en contra de esa "cosa"...

Así que, tal como lo veía Pete, eran tres , uno en contra y un indeciso...

Pete(Pensamiento): Se podrá arreglar, - pensó Pete mirando nuevamente la nuca de Sarah,  - sólo hay que esperar el momento justo... ¡Una bala perdida y se acabó el problema!

Sarah se volvió hacia Ryan y le hizo un gesto para que se acercara. Estuvieron hablando entre ellos unos segundos. Ryan les indicó que se acercasen todos.

Ryan: Sarah ha detectado minas. Este terreno no es seguro... Según nos vamos acercando a la Zona Roja esto se va calentando...

La Zona Roja, así habían designado a su objetivo para la misión. Eran las instalaciones de Skynet que se proponían espiar. Dónde llevaban a los prisioneros, supuestamente con vida. Se encontraban a menos de un día de allí.

Ryan: Vamos a ir con cuidado, chicos.- Continuó.- Sarah nos marcará las zonas seguras.

Pete hizo un gesto de disgusto, que no se le pasó inadvertido a Sarah. Le ignoró. Sabía perfectamente a quién no le agradaba su presencia en la base, porque no se molestaban en ocultarlo demasiado. Pero una parte de su procesador permaneció alerta. En el grupo, ni Peter ni Edward eran de fiar y, tal vez, le traerían problemas.

Ryan: Okey... ¡Adelante! - Dijo  mirando Sarah.

Sarah: vamos hacia la izquierda. Esquivaré las zonas con minas. Tengan cuidado dónde pisán.

Sarah empezó a caminar en cabeza. Los demás le siguieron los pasos.

Pete(Pensamiento): ¡Lo que me faltaba! ¡Ahora tengo que aceptar las órdenes de una puta chatarra!...

Una hora después, empezó a oscurecer y el grupo se detuvo. Los humanos estaban en franca desventaja frente a las máquinas cuando se hacía de noche. Perdían la posibilidad de verlas venir. Mientras, los exterminadores, con la ventaja de detectarlos por su temperatura corporal, no necesitaban la luz para cazarlos. De noche era mejor atrincherarse y esperar. Más aún tan cerca de unas instalaciones de Skynet, que sin duda estarían fuertemente vigiladas.

Pete aprovechó el descanso nocturno para acercarse a charlar en susurros con Eddie. La chatarra estaba en el exterior, vigilando. El resto, se repartían por algunos huecos y miraban a su alrededor con aprensión. Dormir en el exterior de la base, en terreno desconocido, les desquiciaba los nervios. Fueron necesarias unas pocas palabras para saber que contaba con el apoyo de Eddie: A él tampoco le gustaba tener a esa cosa paseándose a sus anchas por la base. Estaba de acuerdo en lo de Orson y pensaba que Ryan lo entendería. Pero no apostaba por que Liberty lo viese con buenos ojos.

Eddie: Esa chica es la pareja de Kyle Connor, nos traerá problemas.

Pete: Tenemos que hacerlo en el momento justo. En medio de una refriega nadie puede estar seguro de dónde vienen los disparos...

Eddie sonrió, asintiendo levemente con la cabeza.

Era un buen plan.

Al menos, parecía un buen plan.

Casi dos horas después, fueron localizados por una patrulla de exterminadores. El mundo se convirtió en una pesadilla confusa. Eddie estaba parapetado tras una pared, a la izquierda de dónde Pete se encontraba, ambos disparaban con escasa puntería. Era difícil fijar un buen blanco, cuando apenas levantas la cabeza del refugio para evitar que te la vuelen. Los demás estaban igual. Agachados entre los escombros como ratas. Sólo Sarah se movía con rapidez ante ellos, intentando deslizarse tras sus enemigos, atacándoles por la retaguardia, para dar un respiro a los humanos.

Era el momento perfecto para llevar a cabo su jugada.

Pete miró a Eddie.

Pete: Cúbreme -le dijo con los labios. El otro asintió, agarró el arma y disparó con furia. 

Pete se arrastró hacia la izquierda, medio rodando, hasta dejarse caer en una zanja dónde se agazapó con precaución. Estuvo unos segundos inmóvil, mientras recuperaba el aliento. Luego caminó, medio agachado, para acercarse a Sarah por la espalda, con el arma preparada.

Era un buen plan. Una bala perdida, en el sitio indicado y se acabó el preocuparse de esa chatarra. No la necesitaban para nada... Pero Pete no contó con las minas.

Por supuesto, no la pisó directamente. Entonces estaría muerto... Debió de empujar alguna piedra que rodó hacia ella. El caso es que explotó bastante cerca de él, derribándole hacia delante. Convirtió sus oídos en un altavoz y su cabeza en una caja de resonancia repleta de grillos. Pete se quedó tumbado, totalmente desorientado. 

No supo con seguridad lo que había pasado a su alrededor hasta que alguien le dio la vuelta. Se encontró cara a cara con Liberty. Ella movía los labios, pero las palabras le llegaban como si estuviese debajo del agua o algo así. Tardó un rato en darse cuenta de que le preguntaba si estaba bien. Sólo consiguió encogerse de hombros. Y al instante notó un dolor en el costado que le paralizó. Liberty le examinó con cuidado, antes de volverse hacia Ryan que se acercaba por su izquierda. Poco a poco, Pete consiguió distinguir los pitidos de las palabras para poder oír qué decían.

Ryan: Volverán más. ¡Tenemos que movernos!

Liberty: ¡Qué coño pensabas, Pete!... ¡Casi te matas!

Sarah: Ahora eso da igual. Tenemos que salir de aquí... - se acercó a ellos.

Ryan: ¿Crees que saben hacia dónde vamos? - el miró a Sarah.

Sarah: Saben dónde estamos. Lo que querrán es darnos caza... - Ella miró alrededor mientras hablaba.

Ryan apretó los dientes.

Ryan: ¡Vamos a separarnos! Seremos más difíciles de atrapar. -Miró a Liberty. -Tú con Orson. Iréis hacia la fábrica dando un rodeo. Tened mucho cuidado. Yo seguiré con Eddie por este camino, de frente, hasta que les vea llegar. Si es necesario, intentaremos atraer su atención.

Se volvió hacia Sarah, señalando a Pete:

Ryan: Tú agarra a este maldito estúpido pisa-minas y volved a la base. Está herido, así no puede seguir adelante. Y no le voy a dejar aquí tirado.

Pete hizo amago de incorporarse para protestar por el plan. No pensaba quedarse en las manos metálicas de esa condenada chatarra. Ryan le puso la mano en el pecho y le obligó a tumbarse de nuevo, con cierta brusquedad

Ryan: ¡Son órdenes, Pete! ¡Y las órdenes no se cuestionan! ¡Se cumplen y punto!...

Su voz no admitía réplica. Se volvió hacia los demás para organizar todo. Después se alejó junto a Eddie, sin mirar atrás. Eddie si lo hizo. Miró hacia Pete y se encogió de hombros.

Liberty rebuscó en su mochila y le tendió a Sarah unos calmantes. Después agarró su arma, y Orson y ella se alejaron con precaución.

Sarah y Peter se quedaron solos. Ella entrecerró los ojos y le miró fijamente antes de decir:

Sarah: Sé que querías volarme la cabeza cuando estalló esa mina, Peter. Sé que no confías en mí. Yo, ahora, tampoco confío en ti. Pero estoy segura de que ambos queremos llegar a la base con vida. Y eso implica que colaboremos juntos...

Se acercó a él y se agachó para ponerle un calmante en el costado. Pete sintió el pinchazo y, luego, el dolor fue remitiendo.

Sarah: Vamos a alejarnos de esta zona. No es segura... Luego nos esconderemos hasta que se haga de día y podamos continuar hacia la base. Podrás descansar.

Se lo cargó a los hombros con asombrosa facilidad, agarró en una mano ambas mochilas y con la otra las armas y empezó a correr con una pasmosa seguridad entre el paisaje ruinoso que les rodeaba. A pesar del calmante, Pete sentía que le ardía el costado a cada paso que daban, pero se mordió los labios para no quejarse. Le pareció que esa loca carrera nocturna se prolongaba hasta la eternidad, cuando de pronto Sarah se detuvo. Medio trepó por una loma y le depositó cuidadosamente entre dos paredes medio derrumbadas. Apenas había sitio para moverse allí, pero de todas formas el maltrecho Peter no podía hacerlo, así que no le importó. La inmovilidad era lo menos doloroso para él y disfrutó de ella todo lo que pudo... Incluso se quedó dormido.

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Abrió los ojos y no alcanzó a ver demasiado. Fuera del refugio todavía estaba muy oscuro, aunque el cielo ya empezaba a clarear. Intentó tragar saliva, pero sentía la lengua como si fuese un trapo y la garganta de estropajo. El dolor de cabeza y el retumbar parecían haber remitido, pero aún tenía doloridos los oídos. Miró alrededor. Esa condenada chatarra le había dejado solo. Perfecto. ¡Por él, podía irse al infierno!... Probó a alzar el brazo. Le dolía, pero podía moverlo. El otro, también. Y las piernas estaban en su sitio y podía sentirlas. Le molestaba horrores el costado. Se palpó y notó que llevaba una tela apretada alrededor. El vendaje estaba algo rígido por la izquierda, donde le dolía. Debía ser sangre seca. Se incorporó con precaución. Localizó un arma junto a él y extendió la mano para cogerla. Fue entonces cuando lo oyó: Algo se movía por el exterior. Agarró el arma y se preparó para disparar, mirando fijamente hacia el hueco que quedaba entre las paredes que formaban su escondrijo. Podía sentir sus latidos palpitando en las sienes, como si su cabeza fuese una bomba a punto de estallar. Intentó respirar profundamente, muy bajito, muy lentamente. Hacer el menos ruido posible... Aún así, ellos le oyeron.

Eran 3 modelos TX. Y no se molestaron en utilizar el hueco para entrar. Uno de ellos atravesó la pared a escasos centímetros de la cabeza de Peter. Él agarró el arma sintiendo que se le agarrotaba el dedo en el gatillo, mientras una andanada atravesaba el brillante cráneo cromado de esa maldita máquina. El retroceso le mandó contra la pared haciendo insoportable el dolor de su costado. Los otros TX empujaron las paredes semiderruidas, para que se le cayeran encima. Apenas tuvo un momento para arrastrarse hacia el agujero de salida cuando se le vino encima todo el muro de la derecha. Esquivó a duras penas los cascotes y se llevó los brazos a la cabeza para protegérsela. Entonces sintió que unas manos le cogían por los hombros y tiraban bruscamente de él.

Pete(Pensamiento): ¡Que sea rápido! - penso mientras Cerró los ojos con fuerza.

No pasó nada.

Oyó un sonido metálico frente a él y abrió los ojos para ver a uno de TX atravesado por una viga metálica. Luego Sarah utilizó uno de sus brazos, convertido en una afilada cuchilla, para seccionarle el cuello. Finalmente, ese modelo de exterminador dejó de estar activo cuando una enorme piedra le aplastó la cabeza y el chip que llevaba dentro. Sarah soltó la piedra y pareció escurrirse entre los cascotes del suelo, convertida en un líquido parecido al mercurio, cuando otro de los TX le disparó su cañón. Falló. Miró a su alrededor. Luego fijó su atención en el humano y extendió el cañón hacia él. No le pudo disparar. Un muro se le vino encima desde atrás. Por unos instantes, todo pareció inmóvil y silencioso. Peter no se atrevía ni a respirar. La tregua, no duró mucho. El brazo del TX, con el cañón de plasma brillando, atravesó los cascotes. Se impulsó hacia arriba con la otra extremidad y sacó medio cuerpo fuera del suelo. Para Peter fue una de las imágenes más aterradoras de toda su vida, sintió deseos de gritar con todas sus fuerza. Lo habría hecho, si no se le hubiese agarrotado la garganta.

De repente, al TX le cubrieron el torso una especie de tentáculos de metal líquido, que se fueron apretando y extendiendo, hasta que llegaron a la cara del monstruo, como unas vendas metálicas. El TX pareció soltar un agudo chillido antes de volver a hundirse entre los cascotes. Estos se agitaron como si fuesen arena de playa alrededor de un cangrejo que se entierra. Cuando todo se aquietó, fue una especie de fantasma metálico lo que se alzó de las ruinas. El sol que salía tras los edificios se reflejó en la superficie brillante hasta que, poco a poco, se opacó, transformándose en carne y ropas. Sarah había vencido. Miró alrededor. El otro TX había sido eliminado por Peter, cuando intentó atraparlo en su refugio.

Pete: Estoy... vivo... - Consiguió decir, sintiendo otra vez deseos de echarse a llorar. Sarah asintió levemente. Después se volvió hacia donde había estado su refugio y apartó piedras y otros restos hasta conseguir sacar una de sus mochilas. Se acercó con ella a Peter y, abriéndola, le tendió una cantimplora para que bebiera. Él tragó el tibio líquido sintiendo al mismo tiempo ansia y asco. Se atragantó, tosió y volvió a beber un poco más. Cuando terminó, le devolvió a Sarah la cantimplora. Ella la metió en la mochila en silencio, cerrándola.

Sarah: Ya es de día. Continuemos... Si nos detenemos lo menos posible, podemos estar de vuelta a la base antes de tres días. Con suerte no encontraremos más TX. Calculo que mañana por la noche, estaremos cerca del perímetro de seguridad de la resistencia.

Fue a cogerlo del suelo para cargar con él, cuando Peter le agarró el brazo. Ella le miró fijamente.

Pete: Gra... Gracias - dijo  simplemente.

Ella asintió.

Sarah: Vamos - A modo de respuesta se lo puso sobre los hombros, agarró las escasas provisiones que habían sobrevivido al ataque de los TX y empezó a caminar rápidamente hacia casa.

Tres días después...

Sven y Kyle Connor no habían podido dormir desde que Sarah, Liberty y el resto del equipo se habían ido. John Connor tampoco.

Empezaba a anochecer cuando un jeep que patrullaba el perímetro localizó a Peter y a Sarah y les acercó a la base rebelde. Todavía no había rastro del resto del equipo.

Peter estaba herido. Por eso él y Sarah habían regresado. El resto se habían dividido y habían continuado con la misión. Sarah les informó de esto, mientras trasladaban a Peter a la enfermería. No dijo nada del plan de él para volarle la cabeza y acabar con ella... Decirlo no beneficiaba a nadie.

Pasaron varios días sin que supieran nada de la misión, de Ryan, de Lib, de Orson ni de Eddie...

Kyle estaba desesperado, se le notaba. John también, pero lo disimulaba mucho mejor.

Se reunieron en el comedor para decidir qué harían. La mayoría de las cosas, sobre todo lo que implicaba a todo el grupo de la resistencia, se consultaba mediante votación. Aunque la decisión final siempre quedaba en manos de John, para lo bueno o lo malo.

Kyle quería ir en busca del grupo. Pierre comentó que eso era meterse en la boca del lobo: Si habían capturado al equipo, estarían sobre aviso de que tenían una misión y podrían venir más humanos. Kate alzó la voz para pedir silencio cuando se originó una fuerte discusión entre ambos. Ross comentó que Pierre tenía razón, pero que era necesario saber qué estaba pasando en la Zona Roja. Tenían que volver.

El debate terminó media hora después, cuando alguien informó a John y a Kyle de que habían encontrado a Lib con vida justo en el exterior del perímetro y la habían traído a la base. Estaba extenuada, pero parecía encontrarse bien. 

Se despidió a todos: La reunión quedaba aplazada hasta nuevo aviso. Fueron rápidamente a la enfermería. Kate examinó a Liberty con detenimiento. Tenía algunos cortes y golpes, sufría algo de deshidratación, pero por lo demás no había ningún problema médico. John le preguntó por el resto del equipo y por la misión en la Zona Roja.

Liberty: Cuando Sarah se trajo a Pete de vuelta a la base, nos dividimos en dos equipos. Ryan pensó que, ya que habíamos sido detectados, así llamaríamos menos la atención. Orson y yo fuimos hacia las instalaciones de Skynet dando un rodeo y Ryan y Eddie siguieron por la ruta que teníamos designada en un principio. La idea era llegar a la Zona Roja desde dos puntos para duplicar nuestras posibilidades. Estábamos bastante cerca. Hacia el mediodía llegamos a los edificios y empezamos a husmear. El exterior no estaba especialmente vigilado, ni parecía inexpugnable. Los edificios eran como cualquiera de las fábricas a las que habíamos ido hasta ahora... Conseguimos colarnos. Dentro, las cadenas de montaje estaban paradas. ¡Allí no están fabricando nada! ¡Ni robots, ni tanques!... ¡Ni nada!...

Ross no pudo evitar interrumpirla.

Ross: Esas instalaciones tienen que tener algo especial. No creo que Skynet las tenga sólo de prisión... Habrá algún motivo por el que llevan a los prisioneros allí. ¿Visteis a algún humano?...

Ella negó con la cabeza.

Liberty: No pudimos bajar del primer nivel. Los accesos a las plantas inferiores sí que estaban bastante vigilados... Sea lo que sea, lo que esconde Skynet en la Zona Roja, está ahí. Íbamos a intentar colarnos, pero nos descubrieron. Entonces salieron Ryan y Eddie a escena. A partir de ahí, todo fue bastante rápido... Muy confuso. Orson cayó. Eddie y yo íbamos por delante y Ryan nos cubría. Le cogieron. Creo que sigue vivo, al menos no le mataron delante de nosotros. Me pareció que le llevaban abajo. Conseguimos huir y encontramos una salida. Estuvimos andando hacia aquí hasta que se hizo de noche. Eddie estaba herido. No sé cuantos días seguimos andando, apenas teníamos provisiones... Esta mañana, cuando me desperté, Eddie estaba muerto. Creo que se desangró. Le dejé allí y seguí andando... Hasta que me encontraron los de la patrulla...

Cerró los ojos y sollozó. Kyle le rodeó los hombros con un gesto protector, abrazándola fuertemente y atrayéndola hacia sí, mientras le murmuraba palabras para que se calmase.

Kyle: Tranquila, Lib. Estas en casa. Todo ha terminado...

El resto se retiraron de la enfermería, para dejarles intimidad.

Kyle: ¿Qué crees que está pasando? - miró a Sarah.

Ella se encogió de hombros.

Sarah: Skynet ha cambiado sus planes por algo. Tal vez cree que puede perjudicar el ánimo de la resistencia tomando rehenes con vida... Jugar con vuestros sentimientos.

Ross suspiró ruidosamente antes de intervenir

Ross: Nos consta que al principio de la guerra tomaba presos humanos para tener muestras de tejido y sangre y poder utilizarlas en sus diseños de T-800.

Sarah negó rotundamente

Sarah: Los TX no tiene tejido vivo. No necesita muestras para nada...

Ross: ¿Y si estuviese haciendo experimentos con armas biológicas? - Todos se volvieron hacia Kate cuando dijo esto con voz algo temblorosa, y se miraron espantados.

John rompió el silencio.

John: Existe esa posibilidad. Necesitamos más que nunca información... Sarah, ¿puedes craquear las bases de datos de Skynet para averiguar de qué va esto? Algo parecido a lo que hiciste al secuestrar ese planeador para venir desde Europa...

Sarah: Desde luego, pero no será tan fácil como lo del planeador... Esta vez, necesito ir lo más cerca posible de la fuente, para poder cubrir la mayor parte de la información antes de que me detecten.

John: Vale, descartamos a los exterminadores, a los tanques y a los planeadores. Hay que ir a una base... ¿No es eso?

Ross alzó una ceja mirando a Sarah. Ella asintió. Luego se volvió a John.

John: Necesito que me acompañe Will... Tengo una idea.

A John Connor le pareció un buen plan. Al menos, era el mejor que tenían...

Primer epílogo: "Quid pro quo"

Pete despertó en la enfermería. Algo le había sobresaltado. A su alrededor estaba todo en penumbra. Pero veía lo suficiente para distinguir a Sarah frente a él, apoyada en los pies de su cama. Pete no supo que decir

Pete: Yo...- trató de empezar.

Sarah alzó la mano hacia él. Estaba armada. Pete abrió los ojos como platos. ¡Sabía que esa chatarra no era de fiar! Había vuelto, para vengarse de él...

Pete gritó.

Entonces Sarah apuntó hacia la pared que había detrás de Pete y apretó el gatillo.

La descarga del arma atravesó limpiamente el cráneo cromado de un TX que se inclinaba hacia el indefenso Peter. Él revivió, en un instante pavoroso, todo lo que le había pasado cuando ese TX se había alzado horriblemente de entre los escombros para matarle. El TX cayó hacia atrás, con su cabeza reventada y su chip principal hecho trizas.

Peter se volvió hacia Sarah, que aún mantenía alzada el arma. Tal vez todavía le iba a disparar a él, después de todo. Ella sonrió, sin enseñar los dientes.

Sarah: Buu... - dijo de pronto, como si fuese una niña que asustara a su hermanita pequeña.

Luego bajó el arma.

Sarah: De nada, colega...

Cuando Pete despertó en la enfermería de su agitado sueño, aún le parecía estar escuchando las palabras de Sarah en sus oídos.

Segundo epílogo: "La Zona Roja"

Ryan despertó en una sala que parecía una enfermería.

No podía moverse. Tenía las extremidades y el torso completamente inmovilizados. Una especie de cinta le rodeaba la frente. No podía inclinar la cabeza ni un ápice. Tan sólo podía mover los ojos. Miró a su alrededor, lo que alcanzaba su limitado campo de visión.

La sala tenía las paredes de hormigón y había algunas máquinas contra la pared, no distinguía de qué tipo. Le parecía que tenía algo detrás de la cabecera. Algo metálico. No distinguía bien qué era. Una especie de mesa metálica, con algo encima.

Le vino a la mente, sin poder evitarlo, la idea de que estaba tumbado y atado en una especie de mesa de operaciones. No supo de dónde le venía, pero sentía una ligera sensación de deja vú. Él había estado en lugares como este antes: En los quirófanos de campaña, donde se operaba de urgencia a los soldados heridos... Recordar de repente las carnicerías que había presenciado en el pasado, hizo que se estremeciese. La incertidumbre y el miedo le paralizaron aún más que las correas.

Ryan: Dios... Joder ¡Qué va a pasarme!

Oyó un ruido que venía de la pared que estaba situada hacia su cabecera. No podía ver nada, pero interpretó el sonido como una puerta que se abre y, luego, unos pasos. Alguien estaba con él en la habitación. Dentro de poco, sabría lo que iban a hacerle.

Respiró con fuerza y muy rápido. Estaba totalmente aterrorizado...

Un TX, con la piel metálica a la vista, caminó hacia él. Ahora podía verle con toda claridad, deteniéndose a su lado. El Robot extendió la mano y una aguja pareció surgir de su dedo índice. Ryan apenas sintió que le pinchaba en el cuello. Era una aguja muy fina. El TX cogió la muestra de sangre y, casi al instante, la analizó.

Al mismo tiempo, identificó a Ryan en las enormes bases de información que tenía disponibles en red y mandó una llamada a su creador. Skynet no tardó en contestar

En el interior del procesador del TX se desarrolló un intercambio de datos entre ellos, en el tiempo en que Ryan volvía a tomar aire:

TX:Nombre: Moore, Ryan.

TX: Fue cadete de la marina antes de la Tercera Guerra Mundial.

TX:Padre: Moore, Jason. Muerto.

TX:Madre: Aberson, Allison. Muerta.

TX:No tenía hermanos.

TX:Forma parte de la resistencia. Presumiblemente como mando militar en la guerrilla que ha creado el humano llamado John Connor.

Skynet: Hemos encontrado al prototipo que estábamos buscando.Nos servirá.

TX: estamos preparados

Skynet: Ejecutar el plan. Seguir con la fase dos.

Ryan observó paralizado, como el TX se inclinaba hacia él. Mientras, alargaba el brazo hacia la mesa metálica de la cabecera. El indefenso humano pudo enfocar los ojos en lo que sostenía en la mano, mientras el TX abría el frasco metálico y hundía la aguja de su dedo en él. A continuación, extrajo la aguja-dedo, acercándola con precisión a la frente de Ryan. Este gritó con todas sus fuerzas, mientras se consumían los últimos restos de valor y cordura que le quedaban.

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