Final
—¿Yo no les había dicho que volvieran? —Preguntó la princesa de brazos cruzados.
El grupo estaba reunido en el salón de entrenamiento de la princesa, Junjie se les sumó.
—Si, bueno, no nos ibamos a retirar en plena batalla. Además, todo salio bien ¿no? —Habló el lanzador con una sonrisa, la princesa arqueo una ceja y rodo los ojos. Eli's ¿qué haría con ellos?
—Nosotros podemos encargarnos a partir de aquí —Afirmó la princesa— ¿Eso te deja más tranquilo?
—Supongamos jaja.
—¿Ya se van? —Chillo el topoide.
—¿No te parece que los retuvimos por mucho tiempo? —Preguntó el herrero.
—¡Pero Pronto no quiere que se vayan aún!
—Si bueno, ya estuvimos lo suficiente aqui, a menos que nuestro lider diga lo contrario —Habló el otro Pronto cruzandose se brazos, dirigiendo su mirada al mencionado.
—Gracioso —Comentó Eli.
—Aww voy a extrañar estas cositas —Hablo Katherine señalando a las babosas, una de estas se subio al hombro de la de cabellos morados y acaricio su mejilla sacándole risas.
—No estuve mucho tiempo con ustedes, pero he de decir que son realmente poderosas —Indicó el emperador, señalando discretamente a la magnetosa, la cual le sonrió tímidamente.
—Debo agradecerte Jun, pero ¿qué haces aquí? —Preguntó el aventurero, cayendo en cuenta de que el emperador simplemente apareció así sin más.
—Largo de explicar.
—Claro.
—Esta todo listo para abrir el portal —Informó la cientifica— ¿Ya terminaron las despedidas?
—Ábrelo —Ordenó Trixie con una sonrisa, los demás no se opusieron.
Katherine hizo el mismo procedimiento de antes, una vez abierto el portal, Junjie se impresiono al verlo, pero no comentó nada, la banda con un gesto de despedida cruzaron el portal, pero Eli se detuvo.
—Antes de que me olvide —Se volteo hacia su otro yo—, encontré esto pegado en el cuadro de, bueno, mamá —El Shane sacó de su bolsillo la pequeña piedra roja y se la entrego a su otro yo— No sé qué tan relevante sea, pero no creo que sea buena idea que me lo quede jaja.
—Gracias —El de cabellos azules tomo dicha piedra—, buena suerte en tu mundo.
—Lo mismo digo, su majestad —El de cabellos azules hizo una burlesca reverencia, su otro yo se rió.
—Que horror, ahora entiendo por qué a Trixie no le gusta que le digan asi jaja.
—Hasta luego —Se despidio el lanzador antes de cruzar el portal pra finalmente ser cerrado, siendo que no podría volver a abrirse en algún futuro próximo.
La Banda llego exactamente al mismo lugar donde se habían ido anteriormente, por ende no caminaron mucho hacia el refugio.
—¡Finalmente, nuestro hogar! —Exclamó el topoide tirándose sobre la hamaca— Pronto necesita unas vacaciones, pasar de una guerra a una tranquilidad anormal no es bueno para el cerebro.
—Mira el lado bueno, nuevamente evitamos un mayor riesgo para Bajoterra e incluso para un reino entero —Comentó Kord sentandose en el sillón.
—¿Qué crees que pase una vez que tu otro yo asuma el trono? —Se animó a preguntarle Trixie, cruzándose de brazos, el grupo miró a su líder.
—Quién sabe, mi otro yo tiene mucho como remendar —Se limitó a decir el chico, encogiendose de hombros—, además, no soy un mal lider ¿verdad?
———————
Las cosas de a poco volvieron a una relativa normalidad. El emperador del este ayudó con la recuperación del reino caído para el establecimiento de los nuevos reyes además de ayudar con las reconstrucciones de los hogares destruidos después de aquel suceso. El reino de las 99 se encargó personalmente de auxiliar a las personas que fueron desalojadas en lo que terminan de reparar sus hogares, personas de otros reinos se unieron a la causa acelerando el proceso de recuperación. Ante la caída del rey Blakk las personas se sentían más tranquilas y felices, por ende nunca le celebraron un funeral, ni lloraron su muerte.
Eli entendía perfectamente al pueblo, tampoco organizaria un funeral por alguien que nadie ha derramado una lágrima por este, aunque estuviese obligado pir protocolo. Bueno, capaz él haya sido el único, quien sabe. Junto a su equipo le hicieron un pequeño funeral, lejos de las miradas de la gente, sus amigos estaban más por respeto hacia Eli que al mismo Tad, su pequeña lápida era sólo la antigua corona negra con picos, una flauta y unas flores rojas y moradas junto a un par de inciensos, algo relativamente sencillo teniendo en cuenta que no se merecía exactamente eso.
El de cabellos azules no era muy hablador desde lo sucedido, solo hacia de su precencia cuando lo requería, Trixie lo sentía distante, lo entendía, pero le preocupaba. Las organizaciones para la coronación iban de maravilla, tan solo faltaba una cosa: que Eli se presentara.
La noche ya había caído, la mayoría se había ido a dormir. La princesa caminaba por el pasillo hasta llegar a la puerta que daba al balcón, noto que la puerta estaba abierta, pudo ver a Eli apoyado en el barandal viendo a la nada.
—Pensé que venir a este lugar era cosa mía —Hablo suavemente Trixie mientras se acercaba a él, sacándolo de sus pensamientos, Eli volteó su mirada hacia ella— ¿Está todo bien?
Eli no respondió, bajo su vista y volvió a ver hacia el horizonte, contemplando las luces de la ciudad que lograban verse desde el castillo. Trixie se puso a su lado y se apoyo igual en el barandal.
—Mañana tengo que asumir mi responsabilidad, tomar el mando de poder para poder guiar a la gente y protegerla para asi evitar que lo que ocurrió con Tad vuelva a pasar. Esperan muchas cosas de mi, hacen cosas por mi y yo... simplemente no sé cómo reaccionar —Finalmente habló el chico, Trixie le escucho en silencio— ¿estoy agradecido? Definitivamente, ni siquiera sé cómo pagarles pero ¿Cómo puedo ser un buen líder?
El chico se cuestionaba asi mismo ante la gran responsabilidad que finalmente debía cumplir, pero Trixie no dudaba de él.
—Eli, no tienes que demostrar nada, ya eres un buen lider, por eso todos estamos contigo, te queremos a ti —Habló Trixie, viendole con una sonrisa—. Yo te quiero a ti, Eli.
Eli bajo la mirada, Trixie noto que jugaba con algo entre sus manos.
—La piedra que me dio mi otro yo pertenecia a mi madre, fue un regalo de mi padre hacia ella, tal vez para evitar que lo encontraran lo escondio de ese modo, quien sabe —Se dio la vuelta hacia Trixie, tomo su mano izquierda y colocó un anillo plateado con dicha piedra incrustada—... y ahora yo te lo regalo a ti, aunque sé que esto no es nada en comparación de todo lo que haz hecho por mi. Aceptalo como una forma de agradecerte a ti y a tu reino. Mi más grande lealtad a tus súbditos y mi aprecio hacia ellos.
—Eli no, no puedo, era de tu mamá —Trato de negarse la chica, incapaz de aceptar aquel regalo con tal valor sentimental.
Eli le sonrió, sin soltar la mano donde colocó el anillo la llevo hacia el y plantó un suave beso en el dorso, callando de forma inmediata a la chica— te queda perfecto, Trix.
Las mejillas de Trixie rápidamente se sonrojaron, Eli desviaba ocasionalmente sus ojos hacia los labios de Trixie y luego le miraba a ella con una tímida sonrisa, como si pidiera a permiso para más. Su alteza no era una tonta, sabía bien lo que quería hacer el Shane ¿y quién era ella para oponerse? Su corazón latía con fuerza, definitivamente quería que pasara.
Eli se acercó lentamente hacia la chica, Trixie no dejaba de mirarlo ¿finalmente iba a pasar? ¿Tuvieron que ir a una guerra para que esto sucediera? Los limites del Shane eran realemente extraordinarios. Sus labios se rozaron en un pequeño beso, para Eli el valor que tuvo que obtener para hacer aquella accion era mayor que cuando se enfrentó a Sulfúru, estaba anonado ante la suavidad de los labios de la contraría ocasionandole un suspiro. Trixie por otro lado sonreía entre el beso, el chico llevo una mano a la mejilla de la chica, no queria que se alejara.
Trixie tranquilamente podia seguir, pero los pulmones de Eli no. Se separaron unos centímetros antes de proseguir con lo suyo, definitivamente era algo que ambos anhelaban desde hace mucho tiempo.
—¡Finalmente! ¡Finalmente lo hizo! —Chilló Pronto en voz baja al otro lado de la puerta, Kord trataba de evitar que los escucharan— ¡El joven Eli ha crecido Kord! ¿Qué momento se volvió en todo un hombrecito? ¡Está tan grande!
Pronto estaba a lágrimas gorda del orgullo que tenía hacia el peli-azul, Kord seguía tratando de calmarlo pero ¿quién lo culpa?
—¿Sabes que Kord y Pronto están al otro lado viéndonos, no? —Le preguntó en un susurro Eli separándose por un mometo de Trixie.
—Igualito se iban a enterar.
——————
Y murio >:D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top