Capítulo 41 - Llamas moradas

Como era de esperarse, las llamas moradas salieron despedidas desde el cuerpo del primer rey demonio incluso después de consumirlo, Yue Hua y Yue Jin dejaron caer sus lágrimas al ver la escena; estaba destruyéndolo todo con su propio ser, incapaz de olvidar su rencor, sin perdonarse y sin poder perdonar, la culpa y el odio de más de cincuenta años en su corazón, al final lo habían vencido.

Yue Hua apretó sus labios mientras mantenía su energía alimentando la barrera de protección, ¿por qué? ¿Qué se suponía que debían hacer para que su hermano ya no se culpara? ¿Qué debieron decirle? ¿Era acaso posible haber hecho algo? ¿Realmente su alma ya había sido consumida hasta este grado? Sea como sea, ya era tarde, no importaba cuanto pensara en eso, ya no importaba.

No muy lejos, You YuMo y Wen ShanShui contenían su parte de la barrera, apretaron sus dientes por la presión que la gran llamarada ejercía sobre ella.

Hasta que lo consiguió.

En las zonas vulnerables, donde había cultivadores más débiles o ya agotados, la barrera comenzó a rasgarse, la llamarada era igual que una serpiente gigante de color morado, la cual comenzaba a ingresar sin piedad con el único objetivo de destruir.

Por culpa de esta fuga la barrera se partía más y más, aparte del calor y la presión que liberaba, obligaba a que las personas cercanas a la grieta se quemaran, y por ende, dejaran de fortalecerla para alejarse.

Quienes estaban más cerca de la grieta eran Yi Hen y Feng Baoshi, ambos consiguieron apreciar el problema de inmediato, por lo que Yi Hen tomó valor y corrió hacia allí sin pensarlo dos veces.

Como era de esperarse, más zonas comenzaron a sufrir del mismo problema, uno solo no podía encargarse de todos los agujeros que se estaban creando, aunque, al menos, podría arreglar esa parte. Se estaba volviendo incontenible.

—¡Director! —exclamó un joven de Songshu—. No podemos mantener esto, es demasiado, apenas tenemos fuerzas, no soportamos más, ¡ayúdenos aquí también!

Antes de que pudiera hacer algo para ayudar, la gran barrera se desintegró en miles de fragmentos, como diminutas luciérnagas brillando en el cielo. Sin embargo, lejos de ser un espectáculo hermoso, era todo lo contrario, significaba el final para muchos de ellos.

El fuego no les permitió reaccionar y se extendió produciendo una explosión tras otra. La mayoría de las personas expuestas habían quedado carbonizadas, mientras que algunos, gracias a un breve momento de ventaja y la distancia, lograron crear pequeñas barreras circulares con otros compañeros dentro. Eran frágiles y pequeñas, pero llenas de esperanza.

Un escalofrío recorrió por todo el cuerpo de Yi Hen, esto era demasiado similar al pasado que todavía lo atormentaba en las pesadillas. Antes, cuando Tian Huo había atacado Tian por primera vez, había intentado rescatar a unas cuantas personas que pudieron huir del desastre de la capital, sin embargo, no todo salió como él quería; los soldados de rojo fueron más rápidos, los habían rodeado y los mataban poco a poco, el miedo que invadía a las personas no las dejaba quedarse dentro de la barrera protectora que había creado, solo huían despavoridas. Algunas suplicaban por ayuda, otras solo lo culpaban por no poder hacer más, esas frases y gritos no se iban de su mente.

—¡Que nadie salga de las barreras! ¡Todos, quietos! ¡Si salen se quemarán hasta los huesos! ¡¡Dejen de correr!! —advirtió desesperado.

Nadie estaba seguro de qué era lo mejor para sobrevivir, aun así, al menos esta vez, todos quedaron dentro de las barreras, nadie huyó.

You YuMo lideraba una de ellas, y cuando pudo ver que atrapó a varias personas dentro se tranquilizó, eran al menos veinte dentro de su protección, mientras siguiera así de hermética, entonces estarían a salvo un buen rato.

Pero, ¿qué era eso? Algo había llamado su atención y observó otra vez a la multitud, claro, era alguien a quien conocía. Lo sintió un poco gracioso a decir verdad, era nada más y nada menos que ese muchacho que lo buscaba para golpear, quien lo molestaba y juzgaba, ahora la expresión de arrogancia había desaparecido por completo para ser reemplazada por una de espanto total, además de unos cuantos mocos y lágrimas que también lo decoraban.

You YuMo no estaba enfadado, sino más bien se sentía divertido, «bueno, bueno. Ahora el perro te está salvando, la vida puede dar giros muy inesperados», se dijo a sí mismo mientras potenciaba la gran barrera que los cubría del fuego.

A su lado estaba Wen ShanShui, quien contenía otra barrera igual de fuerte, él también tenía cerca de veinte personas dentro, las cuales lloraban rezándole a los cielos que les permitieran sobrevivir a esta larga noche. Le rogaban a Wen ShanShui que no soltara el poder espiritual, que mantuviera su posición por lo que más quisiera en este mundo, nadie quería salir hecho carbón de allí.

Yue Jin, Yue Hua y algunos pocos más estaban exactamente igual, protegiendo a quienes pudieran sin dudar y, como si fuera obra del destino proteger gente que les había hecho daño en el pasado, en el grupo que Yi Hen protegía se encontraban los tres reyes.

«¿Qué clase de maldita suerte es esta? Me pregunto si los cielos se divierten poniendo este tipo de situaciones incómodas».

Las miradas de los viejos eran calmas, y es que no podían enloquecer en estos momentos. Si ellos no podían estar tranquilos, ¿quién daría el ejemplo? Al inicio temían que Yi Hen tomara represalias por el encierro y humillación de antes, menos Tian LiuYun, él había confiado en que si corrían hacia la barrera de este hombre, él los ayudaría sin pensarlo dos veces, estaba seguro de que nunca haría algo como sacarlos. Ahora incluso sentía un gran remordimiento, él, al igual que sus hermanos, lo había enviado al calabozo sin siquiera estudiar la situación, ni siquiera le habían otorgado el beneficio de la duda, ahora, él estaba allí, protegiéndolos.

A diferencia de lo que otros pensarían, esto era lo que menos le importaba a Yi Hen, justo frente a él estaba Feng Baoshi, luchando por mantener una protección estable.

Yi Hen exclamó:

—¡Escuchen, moveremos este escudo hacia la del príncipe heredero Feng! ¡Sigan mis pasos y todo saldrá bien! ¡El que no quiera seguirme, se quedará para ser cocinado! ¡¿Escucharon?!

Mover una barrera mientras se estaba en movimiento no era algo tan complicado, pero mover una barrera de ese tamaño junto a tanta gente dentro, sí que lo era, si uno solo salía, la barrera podía romperse por completo.

Rogó porque nadie tropezara, solo quería llegar hasta Feng Baoshi.

Inmediatamente, el príncipe notó las intenciones de su maestro, por dentro se puso tan feliz que podría llorar, sin embargo, no podía mostrar debilidad, era el encargado de esa protección, cuanto más seguro pareciera, más probabilidad de calma en esas personas tendría.

Gracias a los cielos que no estaban tan alejados el uno del otro, Yi Hen llegó hasta él con éxito, por lo que consiguieron unir las barreras de inmediato. Lo hicieron justo a tiempo, si hubieran tardado solo un momento más, el gran fuego y una explosión que salió de la nada los hubiera dividido.

Algo más lejos de ellos, Wen ShanShui analizaba con temor la barrera de You YuMo. Considerando el poder que golpeaba con tal fiereza, dudaba que las barreras aguantaran mucho más, tenía que unirse.

Sin embargo, lo que tenía que pasar, pasó.

La explosión morada se volvió más fuerte que antes, lo bueno era que parecía ser la última "gota" de energía demoníaca que saldría despedida, sería el choque más violento, el que más intenciones asesinas tendría, si soportaban esto, de seguro el resto sería más fácil, o eso querían creer.

Gritos, alaridos, barreras quebrarse se escucharon, probablemente, eran las barreras más alejadas de discípulos que no tendrían suficiente energía espiritual como para soportarlo.

Wen ShanShui apretó sus dientes y liberó incluso más energía que antes, no dejaría que la gente a su cuidado cayera.

Sin embargo, por más que quisiera, el final de la explosión los hizo retroceder, varias rocas y trozos de casas volaron por los aires como si fueran aves, y luego de un corto período de tiempo soportando lo inimaginable, el entorno se volvió silencioso. Calmo, como si un enorme balde de agua hubiese sido vertido sobre ese espantoso incendio.

Ahora solo se escuchaba el viento y algunos quejidos lejanos de quienes tenían el privilegio de hacerlo.

Nada se veía luego de esta explosión, puras cenizas, casas, templos y bosques, todo quemado y desordenado, el cielo estaba de color negro a causa del humo.

El entorno no era alentador y de algo podía estar seguro, con esta onda final del rey demonio, varios li de Tian habían sido quemados, quien sabe hasta donde habría llegado la explosión, quizás solo lo suficiente como para irse satisfecho de ese mundo.

Transcurrido un tiempo prudente, las barreras doradas fueron despejadas, ya no había de qué protegerse.

A lo lejos no podía verse nada del causante del fuego demoníaco, ¿se había evaporado? ¿Ese hombre se había consumido con su propio poder?

El primero en salir fue Wen ShanShui, sobre él había caído un montón de madera que parecía ser una pared o techo de alguna casa cercana, a su izquierda había otros soldados, eran los que se habían estado protegiendo con su barrera, al verlos levantarse y ayudarse entre sí, su corazón se tranquilizó un poco, pero aún no veía a You YuMo. ¿No estaba a su lado hace tan solo un momento?

«¿La última onda lo alejó?».

Una de sus piernas se había cortado, no era la gran cosa, aunque no por eso era menos doloroso caminar.

Cojeando, se percató de que su cabeza también sangraba, por lo que quitó con sus mangas el líquido que caía por el costado de su oreja, no le dio mucha importancia tampoco a eso, de hecho, no eran lesiones tan graves como se esperaría.

—¡YuMo! ¿Dónde estás? ¡You YuMo!

El joven no debería estar muy lejos, la barrera de ambos estaban relativamente juntas antes, por lo que, aunque el otro hubiera volado por la fuerza de la explosión, no debería estar muy lejos.

Revolvió los escombros y las maderas caídas, algunas aún estaban prendidas en fuego, su corazón comenzaba a sentirse presionado, sus labios se cerraron con fuerza. No, no se rendiría, siguió cavando y cavando entre las ruinas del lugar.

Estaba justo donde el chico había estado, ¿qué tan lejos podría haber ido? Se sentía impotente, por más que ahondara en la tierra y escombros, no encontraba ni a los jóvenes que estaban junto a You YuMo, ni a You YuMo. Inhaló aire, intentando calmar su corazón. No debía desesperarse, no quería pensar en nada más que en encontrarlos, quería confiar en que todo estaría bien.

Pasó un momento más sin que nadie apareciera, claro que no lo harían, los que estaban en las demás barreras, no solo estaban más alejados, sino que de inmediato habían comenzado a tratar las heridas de los más cercanos y a cavar para buscar a sus propios compañeros.

—¿Has corrido tan lejos? ¿Te los has llevado? ¿En dónde estás? No pudiste desaparecer con el fuego, ¿no? —Al decir esas palabras, observó a un joven discípulo acercarse.

—¡Disculpa! ¡Compañero cultivador! —exclamó, haciéndole señas a Wen ShanShui.

—Tú... ¿Quién creaba tu barrera? ¿Estás bien? ¿Y tu grupo?

El joven negó con su cabeza.

—Fue el chico rubio, todos estamos bien, pero él no despierta, ¿puedes ayudarnos?

De manera inconsciente, los puños de Wen ShanShui se cerraron con fuerza y asintió.

—Guíame a él.

Fin capítulo 41.


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Woliisss, casi subo el último capítulo en vez de este xDD me dio un mini infartito jasjajs

¡Espero les haya gustado! *C esconde antes de prenderse fuego ella también QmQ

¡Nos vemos en el que sigue! 💕💕

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