Capítulo 38 - El hermano mayor lo oculta II
Entonces, el día de la ejecución había llegado, la joven estaba aterrada, no sabía cómo era que su vida había cambiado tan drásticamente en un solo parpadeo, ¿qué había hecho mal? ¿Por qué nadie le creía? ¿Por qué nadie la ayudaba? Ni siquiera podía decir una palabra para defenderse, sus huesos estaban todos rotos, no había esperanza.
Tian Yun se acomodaba las ropas mientras observaba el miedo en los ojos de la chica, hasta que, con un rostro de satisfacción, sacó su espada y le apuntó. Sería ejecutada por el príncipe, frente a todos los habitantes del pueblo.
Pero antes de que el joven príncipe hiciera algo más, el rey demonio se abalanzó frente a él, quitando esa peligrosa espada del camino. ¡Justo a tiempo!
Menos mal que había llegado temprano en la mañana, menos mal que siguió su intuición. Había querido creer en las palabras de los soldados del día anterior, y ahora se odiaba por haber bajado la guardia, por no haber notado que la energía de esta chica era así de débil dentro de la prisión.
Siempre consideró que no debía interferir en el curso de la historia de otro reino, menos de un mundo que no le pertenecía, no debía ser asunto suyo, sin embargo, ¿cómo podía dejar que una injusticia así se diera frente a sus ojos? Además, él era el culpable, lo sabía, esto era por culpa suya.
Varios pensamientos llegaron a su mente como si fueran un mar alterado con la tormenta; antes, lo hubiera dejado pasar, asumiría el error y dejaría que la mataran sin meter las narices. Ahora lo veía, las cosas ya no eran como antes, él ya había metido sus manos en la vida de un humano, ahora había muchos sentimientos indescriptibles, no era el mismo que antes.
El joven rey demonio intentó persuadir al príncipe Tian Yun III, haciéndose pasar por humano. Pero ninguna negociación lograba conseguir un final feliz para ella, debía ser asesinada sí o sí para calmar la ira y el miedo de la gente. Sin más remedio, fue entonces que el demonio no pudo evitar decir la verdad para intentar salvarla.
Él había sido quien le había enseñado, la culpa era de él por no decirle de donde provenían estos hechizos, ella no tenía culpa de nada.
Tian Yun al principio no le creía, ¿cómo era posible que un demonio pasearan por su reino sin atacar a los suyos? ¡Eso era imposible! Los demonios eran crueles criaturas, engañosos, no buenos cultivadores que salen a enseñar su sabiduría a la gente de la calle.
Los poderes y la energía demoníaca fueron demostrados de inmediato, de esa manera, el príncipe heredero de Tian aceptó que, de hecho, sí era un demonio. No había necesitado hacer más que soltar su espeluznante aura demoníaca para obligar a que todos a su alrededor se arrodillasen en sus lugares, todos menos Tian Yun, claro.
El príncipe heredero lo miraba con el mentón hacia arriba, demostrándole su superioridad, no le tenía miedo, no caería a sus pies.
En realidad, esta energía era solo una demostración, no tenía intenciones de atacar a nadie. Explicó de inmediato que venía en paz, no buscaba peleas, prometía no volver jamás si perdonaba a la chica, reiterando que ella no sabía nada de la naturaleza de lo que estaba aprendiendo, y que no podía realizar ningún hechizo peligroso, podía comprobarlo por su nivel de cultivo, ella era solo una principiante.
Pero Tian Yun no estaba de acuerdo con tomar el camino de la paz.
Atacó al demonio de manera fulminante, quien lo esquivó con bastante facilidad. Su furia comenzaba a aumentar y aumentar, intentó no atacar y solo centrarse en esquivar al humano, pero transcurrió un tiempo de choques de espadas, ninguno iba a ceder, por lo que el demonio se decidió, recogería a la chica y se la llevaría lejos.
Lastimosamente, las cosas sucedieron antes de que pudiera actuar.
Por esquivar un ataque se alejó varios pasos, momento que Tian Yun aprovechó para atravesar la delgada garganta de la chica con su espada, y al mismo tiempo, las personas gritaron eufóricas de alegría: "Mataron a la chica demonio" "Los demonios son crueles y despiadados, no merecen vivir". Como locos, arrojaron piedras y patearon el cuerpo de la joven, una, dos y diez veces.
El verdadero demonio estaba congelado en su lugar, no pudo hacer más que abrir los ojos para cerciorarse de lo que estaba sucediendo, todo había ocurrido en un parpadeo, ¿cómo es que no se percató de tales intenciones asesinas?
Sus ojos se humedecieron de rabia y tristeza, ¿no era suficiente? Ya la habían lastimado tanto, ya no tenía vida, ¿por qué continuar maltratando su cuerpo? ¿Qué más necesitaban hacer para estar felices?
Tal acto de injusticia, aunque ese príncipe heredero debía conocer la verdad, la asesinó sin pestañear.
Solo quería aparentar ante los ignorantes.
Ver el delgado cuerpo de su amiga rodar frente a él lo hizo sentir demasiadas emociones, muchas estaban escondidas, otras reprimidas. El odio y el deseo de venganza lo consumieron, no dejaría que esto sucediera frente a él nunca más.
Quizás por el calor del momento, o quizás por la impotencia, finalmente, atacó a Tian Yun con intenciones asesinas.
Fue una batalla en la que nadie se animaría a entrometerse. Los rayos mágicos y diferentes movimientos de artes marciales eran de un nivel excelente, nadie sabría quién ganaría; aunque, a decir verdad, el demonio parecía ser algo mejor, era como si en alguna parte de su ser se estuviera conteniendo, ¿quién ganaría?
Pasó un largo rato de feroces movimientos, pero esa pregunta no sería contestada ese día, ya que, un joven apuesto de ojos amarillos y cabello azulado como la noche, había aparecido en la escena, probablemente, con la intención de frenar las cosas.
Su rostro parecía muy amable, pero su aura era realmente tenebrosa.
El primer rey demonio lo reconoció, ¿cómo no hacerlo? Era su cuarto hermano menor, quien había ido a buscarlo.
No quería retirarse hasta conseguir una venganza digna hacia su amiga, mas, después de una discusión, no tuvo más remedio que seguir a su hermano para regresar.
Antes de retirarse, apuntó con su espada hacia Tian Yun y se aseguró de dejar una cosa en claro: ordenó que, si querían vivir en paz, debían construir una tumba decente para esta chica y realizar todo el proceso funerario que harían con cualquiera de su familia, el alma de esta persona debía tener un camino libre para dirigirse al inframundo.
Tuvo que decirlo, pues a él no lo dejarían tocar su cuerpo ahora, y sabía que el destino de ella no era peor al ser picado en cenizas con una espada.
Dicho esto, esa fatídica tarde el rey demonio volvió a su reino, estaba devastado, hacía tantos años que no tenía esa necesidad profunda de llorar, que incluso en el campo de batalla se había debilitado.
Por otra parte, Tian Yun solo se echaba a reír cada vez que lo recordaba, mandó a colgar el cuerpo de la joven en un poste justo donde estaban, no le importaba el hedor, no le importaba lo que pensaran del futuro rey, lo único que quería, era demostrarle al demonio que quien daba órdenes en ese mundo, era él, el heredero al trono de este reino era Tian Yun, no un cualquiera.
Al siguiente día el demonio regresó para comprobar la situación y, al ver el resultado de las acciones del príncipe, su corazón se llenó con más y más odio. Incluso Tian Yun se había quedado en el pueblo, esperándolo, esperándolo solo para ver su reacción y reírse en su cara.
De verdad la habían colgado en un poste, estaba casi sin ropa y exponiendo sus hundidos ojos sin vida, una humillación así incluso después de la muerte, provocó que el rey demonio liberara cada gota de energía espiritual, destruyendo casas y árboles con la fuerza de la misma.
Fue la primera vez que alguien vio a Tian Yun sudar en frío, aun así, su sonrisa se mantuvo en su rostro todo el tiempo.
El demonio lo señaló, diciendo:
—Tu reino sufrirá la calamidad que se merece.
Él conocía a los humanos, y la única persona que lo había hecho pensar que podría haber gente amable había muerto de tal manera humillante.
Fue en ese momento en el que comprendió, por más que esperara, por más que los observara, ya no valía la pena, no había humanos diferentes, eran crueles de naturaleza, despreciables, sucios de corazón.
Debían ser destruidos, aniquilados.
La guerra entre demonios y humanos comenzó. Todos los demonios apoyaron a su primer rey, por otro lado, sus hermanos también darían la vida por vengar la tristeza de su hermano.
Todo se había vuelto un caos total.
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Yue Hua observó a Yue ZhaoLin.
—Fue hace mucho tiempo, murió mucha gente, algunos culpables, otros muchos inocentes, demonios y humanos —dijo el más joven con tristeza en sus ojos—. Todo debió terminar en el momento de ser sellados, aun así, luego de ser libres, tú y nuestro hermano mayor prepararon un camino fácil para que los hijos de Tian Yun se matasen entre ellos, ayudaron en las sombras a Tian Huo a crear esa piedra controladora de bestias, ayudaron a que su plan saliera bien, ¿no es suficiente ya?
—Los hijos de ese imbécil estaban destinados a matarse entre ellos, ya fuera con nuestra ayuda o sin ella —se mofó Yue ZhaoLin—. ¿Te has dado cuenta? Igual de crueles que su padre, era de esperarse un desenlace así.
—Murieron muchos más que sus hijos. Muchos que nada tenían que ver con su sangre.
—No todos han muerto —confesó Yue ZhaoLin—. Hay tres que todavía tienen que sufrir, y el resto de humanos, en efecto, les seguirán los pasos.
—ZhaoLin... —llamó amargamente Yue Hua.
—No creas que ayudamos a ese imbécil de Huo solo para verlos matarse entre ellos. Los cuerpos fueron una parte importante del plan, ¿sabes cuanta gente asesinó para generar a esas zajiao? ¿Sabes cuantos cuerpos fueron desechados? ¿Sabes cuántas almas fueron llevadas al cuarto reino del inframundo?
Yue Jin, quien ya no quería escuchar, se colocó frente a Yue Hua.
—Casi dejas que ese estúpido fantasma tome las almas de gente importante para mí, casi te llevas a personas que sí merecen una vida digna. Yue ZhaoLin, solo no puedes admitir que también lo crees.
—No digas más de esa basura, ya es tarde —murmuró.
Yue Jin sabía que el corazón de Yue ZhaoLin no era tan malvado como sus palabras, probablemente, luego de ser parte de tantas injusticias, únicamente podía decir esas cosas, quizás para no arrepentirse de sus acciones, o quizás para no verse débil o titubeante. Sin previo aviso, Yue Jin atacó con un hechizo de fuego azul a los pies de Yue ZhaoLin.
—Si no te detienes, entonces te detendré.
Los choques de magia de Yue Jin se dirigieron a Yue ZhaoLin, por lo que Yue Hua también ayudó.
Se defendió de los ataques con gran habilidad, incluso si eran dos, podía mantenerse de pie, esquivando. Sin embargo, por dentro sabía que no iba a poder mantenerse así por mucho tiempo. Yue Jin era el segundo rey demonio por algo, él era el tercero, en algún momento iba a caer.
El silencio reinaba, solo se rompía por el choque de espadas y el eco de la magia en el aire, mezclándose con los gritos distantes. De repente, como una broma de mal gusto, un hombre apareció. Surgió de un portal, uno cuatro veces más grande que cualquiera visto hasta entonces. Alto y esbelto, con el cabello negro azabache salpicado de mechones dorados que danzaban al viento. Vestía de negro, y un misterioso dibujo se extendía desde su cuello hasta su mejilla. Sus cejas rectas y afiladas enmarcaban ojos profundos, morados, llenos de vida y rebosantes de odio.
Hace tanto que no veían a este hombre moviéndose con tanta libertad, que se vieron obligados a detener la batalla.
Era el primer rey demonio, el hermano mayor, el líder de todo este desastre, el que había orquestado todos estos sufrimientos desde hacía muchos años.
Yue ZhaoLin exclamó y se arrodilló con respeto.
—¡Primer hermano! Me alegra tanto verte con salud, ya no necesitas recluirte, ¿verdad?
El rey, con sus ojos morados y fina barbilla elevada, observó el panorama. Sus manos estaban detrás de su espalda, como si estuviera dando un paseo tranquilo, o como si todo esto fuera una simple obra de teatro de la que había que disfrutar; miró y miró sin sorprenderse de nada por un corto rato. Apenas cuando notó que Yue ZhaoLin seguía arrodillado, extendió una mano, además, mostró una sonrisa sincera.
—Sabes que no tienes que ser así conmigo, aunque sea el primero, eres mi hermanito.
La voz era profunda, algo ronca, pero cómoda de oír.
Luego de que su pálida mano ayudara a levantarse a Yue ZhaoLin, volvió a poner su postura derecha y miró al frente, allí estaban Yue Hua y Yue Jin. Al verlos, no escondió ningún sentimiento:
—Hace tanto no nos reunimos todos, estoy realmente feliz, incluso Yue Hua, te ves mucho más fuerte ahora, es agradable verte. Y... Yue Jin —murmuró con desdén en su tono—. Lo que hiciste no es algo para risas y espero que no vuelva a suceder. No te preocupes, no estoy enojado ahora.
De verdad que hacía mucho tiempo que no se reunían, lástima que fuera en este tipo de circunstancias, parecía pensar el primer rey demonio.
Yue Jin y Yue Hua fruncieron el ceño, el más joven exclamó:
—Primer hermano —saludó con respeto, inclinándose con ambas manos a la altura de su pecho—, yo también estoy feliz de verte. Ahora que estamos juntos, ¿por qué mejor no detienes esta masacre y nos vamos juntos a casa?
Las cejas del primer rey demonio se curvaron hacia abajo.
—Realmente, piensan así... —Luego soltó una suave risa—. Te pareces a mí cuando era joven, defendiendo a los mortales, esperando a que hubiera alguno que me demostrara que sí valen la pena.
—Claro que los hay, sí que los hay, solo debes vivir entre ellos, conocerlos y hacer amigos, ahí te darás cuenta de que son mucho más de lo que piensas —confirmó Yue Hua, al punto de las lágrimas.
—Entiendo, tienes un corazón joven, no te preocupes, hermanito Hua, no te culparé por tener un alma bondadosa, entiendo que quieras dejar las cosas atrás.
Los puños de Yue Hua se apretaron.
—No es eso, el problema es que tú no olvidas, aquí lo que sucede es que tu corazón está roto, estás herido, no quieres aceptar el pasado y te has obsesionado. Eres tú el que tiene que olvidar. ¿Nunca has pensado en dejar las cosas y ya? ¡No tienes por qué seguir torturándote a ti mismo, ni a ellos! ¡Tú, ni estas personas tienen la culpa de nada de lo ocurrido!
Fin capítulo 38.
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¡Woliiiss! Espero estén bien.
¿Se han dado cuenta de que nunca se ha dicho el nombre del primer rey demonio? Pues... quien sabe si se dirá en algún momento, yo no lo sé, ¿ustedes qué piensan? 👀👀
Lo que sí les voy a decir, es que el nombre del cuarto hermano también es un misterio por resolver, ya veremos si se cuenta algo :3
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