Capítulo 37 - El hermano mayor lo oculta I

Ninguno dijo nada, ninguno liberó sus verdaderas emociones o cambió su expresión; Yue ZhaoLin solo observaba de reojo, mientras que Yue Hua dudaba de si atacar o no.

Sin previo aviso y como si quisiera interrumpir la incómoda escena, un portal se abrió a su lado. Yue Hua contuvo el aliento, pero se negó a titubear. Quien salió de allí fue Yue Jin, además de un Ming Shan preocupado y un Wu ShuangJue con expresión de victoria.

Wu ShuangJue había insistido sin parar para acudir hacia la batalla, ¿cómo podría quedarse quieto mientras todos peleaban? Por otra parte, Ming Shan se veía perdido. Bueno, tenía sentido que se sintiera de esta manera, lo que más temía era que alguien lo reconociera como "FengHuang", incluso si sabía que en su estado de zajiao, era solo una bola de carne y piel derretida, cuando no estaba prendido en llamas era solo un montón de piel repleta de cicatrices, ¿podría haber alguien que lo reconociera? Esto de verdad hacía que su corazón temblara.

Yue Jin observó a Ming Shan y Wu ShuangJue antes de hablar.

—Tienen el artefacto, ahora pueden ir, si necesitan más de "eso", solo vengan a mí. Recuerden su promesa.

Wu ShuangJue dibujó una sonrisa que parecía transmitir: "Cállate, yo puedo con todo", cuando claramente ni él sabía qué cosas se venían a continuación.

—Ustedes pueden detenerlo, nos veremos luego —afirmó Wu ShuangJue, mirando a Yue Hua y regalando una sonrisa.

Con toda la adrenalina y emoción encima, Ming Shan y Wu ShuangJue saltaron hacia el fuego, cortando en su paso a varios muertos vivientes.

Ming Shan comenzaba a quemar los cuerpos hasta las cenizas, sus ataques eran tan potentes que derretiría a un humano en un abrir y cerrar de ojos, pero a diferencia del fuego que invadía la zona, el suyo era controlable, no quemaría a nadie que él no quisiera.

Mientras tanto, Wu ShuangJue corría junto a una nueva espada otorgada por Yue Jin, cortaba cabezas sin parar a una velocidad que podría aterrar a cualquiera.

La razón por la que ambos tenían tanta energía espiritual en su interior era sin dudas gracias a los inventos de Yue Jin; esto no era ni más ni menos que el resultado de meses de pruebas y errores con diferentes talismanes y artefactos.

Los objetos que llevaban ahora en sus bolsillos, eran pequeñas bolitas hechas de barro, no tenían una forma muy simétrica, incluso podría decirse que eran bastante feas; pero, aunque no fueran hermosas, tenían la maravillosa función de almacenar energía espiritual. Eran como baterías de energía espiritual demoníaca, que cumplía la función de núcleo espiritual para quien no lo tuviera, o para quien tuviera uno muy pequeño. Yue Jin les había otorgado una cantidad exorbitante de la antes mencionada, por esto mismo, los usuarios de estas bolitas podían utilizar su energía sin ningún esfuerzo.

Pero claro, como todo artefacto mágico, esa batería estaba destinada a acabarse tarde o temprano.

El trato entonces era, el demonio les permitiría ir a luchar como les dijo en un inicio, pero cuando la energía de los objetos se acabase, debían buscarlo de inmediato, o escapar.

Había gritos eufóricos y de dolor, de desesperación y de valor, las peleas seguían su curso, todo estaba tomando un aspecto terrible.

Yue Jin observó a sus dos pequeños hermanos, sus cejas no pudieron evitar curvarse.

—¿Es necesario esto? ¿Por qué no dejan sus armas y hablamos?

Yue ZhaoLin chasqueó la lengua y señaló a Yue Hua.

—Él es el que dijo que quería pelear. Tú mejor que nadie deberías saber que solo quiero que todo esto termine. Quiero que nuestro hermano mayor haga lo que quiera con este sucio mundo, y volver al mío en paz.

Yue Jin entendía esto, Yue ZhaoLin era un fiel seguidor de su primer hermano, esto siempre había sido de esa manera, desde pequeño, el tercer rey demonio admiraba al mayor, era como alguien perfecto, una meta inalcanzable, lo seguía en todo y apoyaba hasta la muerte si era necesario.

Incluso si sentía que lo que hacía no estaba del todo bien.

—¿Realmente crees que esto es necesario para que nuestro hermano esté mejor? Mira a Yue Hua, con varios años menos que tú puede comprender que esto es un error.

—¡¿Por qué mierda ustedes dos dicen lo mismo?! Son igual de tontos, ¿por qué no ayudan a la familia en vez de ayudar a estos asesinos?

Asesinos, dijo sin ver lo que ellos mismos estaban provocando, Yue Jin dio un paso adelante.

—Dices que ellos son asesinos, pero tú quieres exterminarlos, ¿estás escuchando tus palabras? ¿Acaso puedes ver lo que estás haciendo ahora mismo?

El puño de Yue ZhaoLin se apretó, claro que lo hacía, sabía lo que sentía, tenía total conciencia de sus actos.

—Ellos lo merecen, lo que nos hicieron. A ella y a nuestro cuarto hermano menor.

—Sabes bien que fue una sola persona la culpable de la muerte de esa mujer —expresó enfadado Yue Jin—. Y nuestro cuarto hermano menor... Estábamos en guerra, y esa guerra ha acabado hace muchos años.

—¿Me vas a decir que los golpes y la humillación que sufrieron quedaron en el pasado? Amábamos a nuestro hermano pequeño, él intentó buscar la paz, sin embargo, de nada le sirvió hablar, ¿qué pasó? Nos sellaron, a ustedes los regresaron a la niñez, les quitaron sus recuerdos, nadie va a olvidar eso.

Yue Hua y Yue Jin entrecerraron sus ojos, en realidad, no podían decir nada contra esto.

—Yue ZhaoLin... —intentó llamar Yue Hua.

—Ambos saben lo que nuestro hermano mayor sentía por esa mujer. No olvidará tan fácil lo que sucedió, no olvidará la verdadera naturaleza de los humanos.

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En el pasado, el primer rey demonio se había interesado en una mujer humana; aunque en un principio, él solo visitaba el mundo humano para ver qué tan tontos eran, le gustaba ver su día a día, la manera en la que se esforzaban por vivir una vida más o menos decente era interesante. Los humanos corrientes que no cultivaban su energía espiritual solían tener vidas cortas, al menos, no de cientos de años como los que sí lo hacían. Por lo que, para un demonio que vivía miles de años, ver a estos mortales llevar una vida de trabajo para comer, de sacrificios para avanzar, de amor para procrear, era algo entretenido.

Con el pasar del tiempo, este demonio curioso se dio cuenta de que había humanos que, a pesar de tener nulo poder mágico corriendo por sus venas, o incluso sin haber formado un núcleo espiritual completo, eran capaces de realizar hechizos, eran prodigios elegidos por los cielos, y los más interesantes de analizar.

Sin embargo, por culpa de la situación económica de algunos, o por el simple desconocimiento, no se les permitía llegar hasta niveles mayores, bueno, a excepción de unos pocos que sí encontraban un lugar en donde cultivarse junto a un maestro.

Fue de esta manera que llegó a su vida esta chica.

Ella era una bailarina y cantante callejera, era alta, delgada por el hambre, su cabello era largo y de color marrón, el cual iba atado en un moño, labios finos que dibujaban siempre una sonrisa. Gracias a todas sus hermosas cualidades, atraía y atraía a las personas para que contemplaran sus habilidades.

Todos siempre pensaban que, en su caso, quizás sería más fácil ganar dinero como prostituta debido a su belleza, gracia y encanto, sin embargo, para el rey demonio, era algo agradable saber que se dedicaba a otra cosa.

Sus movimientos en el baile eran excepcionales, irónicamente llamada "bailarina que atrae demonios".

Había algo muy particular en esta mujer, gracias a un familiar ya fallecido, había aprendido algunos pequeños trucos de magia, como crear pequeñas luces a su alrededor, o encender una pequeña llamarada, no era la gran cosa, pero sin dudas era algo que atraía a muchos, ¿quién no ofrecería al menos una moneda después de ver tal espectáculo?

No obstante, a pesar de sus habilidades, esta joven talentosa vivía en la extrema pobreza, en una choza donde varias otras mujeres se quedaban a pasar las noches. Era un entorno agradable, todas se animaban entre ellas, se aplaudían los logros y hasta a veces se apoyaban económicamente, era como una pequeña familia.

Su forma característica de actuar y todo su entorno era lo que había llamado la atención del primer rey demonio.

Usualmente, esta joven compraba alimentos para las mujeres que no habían podido conseguir nada en todo el día, incluso si ella misma pasaba hambre, simplemente entregaba sus monedas.

Esto solo generaba una pregunta: "¿Qué beneficio hay en ayudar a otros, si la que terminas sufriendo eres tú?"

Un día, el demonio estaba entre el enfado y entre lo curioso, había visto caer desmayada a esa chica, nadie la ayudaba, incluso si estaba tendida en el medio de la calle, ni una sola persona se había molestado en ayudarla, ¿el porqué? Era normal ver a este tipo de personas tan delgadas y pobres morir en las calles, ya luego alguien vendría por su cuerpo, ¿por qué molestarse en hacerlo entonces? Si no era levantada por alguien pronto, entonces sería enterrada lejos por alguien que no soportara el olor a descomposición. Sin embargo, esa vez, el demonio bajó de la oscuridad, estaba dejando de ser solo un espectador. La llevó en sus brazos, no sabía qué era lo que estaba haciendo, pero no quería ver morir a esta interesante persona.

La alimentó y charló con ella, se llevaron muy bien con solo la primera reunión, incluso, e inesperadamente, la chica preguntó si volvería, a lo que el demonio, sin saber qué hacer realmente, le dijo que sí.

Era la primera vez que hacía una amiga humana, tenía casi cien años, pero era la primera vez que sentía algo diferente por un mortal. Ella le demostró que los humanos podían ser amables y bondadosos, que la raza humana era algo más que criaturas raras que trabajaban por comer.

Un día, ella le mostró de cerca lo que sabía hacer y los pocos hechizos que le había enseñado su familiar, a lo que, tras analizar las cosas y por un simple impulso, el primer rey decidió enseñarle magia demoníaca, solo simples trucos, pequeños hechizos completamente inofensivos, pero no por eso menos atractivos.

Naturalmente, la chica aprendía rápido, en sus actuaciones utilizaba esos pequeños trucos de rayos color morado, además de algunas bolas de humo negras y rojas. Ahora, sus espectadores, incluso los ya acostumbrados a verla, estaban fascinados cada día más, sin embargo, otros sentían miedo.

Así pasaron viéndose por mucho tiempo, era una amistad apreciada para ambos.

Sin embargo, no todo sería bueno para siempre.

Pasaron unos días tranquilos en el reino demonio, tanto así que el primer rey estaba aburrido y sin nada que hacer, ya había estado suficiente con sus hermanos y quería caminar un rato, por lo tanto, simplemente decidió abrir un portal y salió para charlar con la única mortal que apreciaba.

Quizás la acompañaría a recoger frutas al bosque, solo observaría su actuación callejera desde lejos, o tal vez hoy no trabajaba, y si era así, quizás podrían pasear un rato.

No obstante, a pesar de que la buscó por un buen rato, no la encontró; en realidad, no estaba nada sorprendido, ella era una joven activa, si no estaba en un lugar trabajando, estaría en otro, y, sino, estaría descansando en casa o en el bosque buscando alimento. Por esto mismo, al ver que en el pueblo no había rastros de la joven, el primer rey demonio decidió dirigirse hacia el bosque.

¿Era por el tiempo que le estaba costando encontrarla que su corazón se movía diferente? Hacía demasiado no sentía este sentimiento de nerviosismo, ¿dónde estaba? Era extraño no sentir ninguna presencia, ella no sabía cómo esconder su aura o energía espiritual, ¿se habría ido más lejos?

Lo dudaba, ella no era una persona que se aventuraría más de lo necesario en un bosque o en otros pueblos.

Sin más que hacer, regresó al punto inicial, ya para este punto estaba un poco más agitado y nervioso, pero fue cuando pasó por un pequeño puesto de dulces, que escuchó: "El joven príncipe la ha interrogado, creen que utiliza magia oscura o algo por el estilo"

El demonio estaba más que impactado, con esas sencillas palabras había comprendido, no necesitaba más información.

Más veloz que una flecha, se dirigió a la prisión del pueblo.

En la entrada de las celdas había dos soldados vigilando atentamente, los cuales lo detuvieron antes de lograr ingresar.

Al joven rey demonio no le gustaba para nada que alguien obstruyera su camino, menos si eran mortales. Los miró con frialdad, pero no quería problemas, y menos generar sospechas, por lo tanto, solo preguntó si esta chica se encontraba allí.

La respuesta fue, lamentablemente, afirmativa.

El demonio consultó la razón por la que la habían encerrado en un lugar así, a lo que los soldados respondieron confirmando las sospechas que tenía desde hace rato.

La joven estaba presa por utilizar hechizos de desconocida procedencia.

Quería verla, quería sacarla de allí, pero, ¿podía hacer algo sin generar problemas?

Su primera opción fue, de hecho, preguntar de manera amable para ver a la chica, cosa que fue rechazada por órdenes superiores.

Igualmente, como si quisieran tranquilizar al joven, los soldados afirmaron que al día siguiente sería liberada, incluso era muy probable que fuera esa misma tarde, le hablaron con palabras esperanzadoras, no tenía de qué preocuparse.

Gracias a esto, el demonio sintió un gran alivio, solo debía esperar, no tenía por qué atacar o llamar la atención, realmente se despreocupó y decidió regresar a la mañana siguiente por si acaso.

Sin saber que, maliciosamente, esos soldados le estaban mintiendo en la cara.

Resultaba que, un noble de una mansión cercana al pueblo, había viajado para ver la situación del lugar, era él quien debía encargarse de que todo estuviera bien allí, y en caso contrario, tenía la obligación de informar al gran palacio de Tiān.

Como casi cualquier noble, tenía una educación con energía espiritual, seguramente, en alguna prodigiosa Academia del reino. Entonces, al ver a esta artista callejera realizar sus trucos y bailes con una energía y trucos sospechosos, el hombre quedó anonado. Era una belleza, pero solo con echar un vistazo podía notar la oscuridad en su magia.

Las manos de la joven bailarina habían comenzado a soltar pequeñas chispas moradas que la rodeaban como serpientes, y a la vez, unas pequeñas bolitas negras y rojas explotaban a su alrededor haciéndola brillar. La belleza y la gracia de la chica eran excepcionales, el baile era muy bueno, pero, aun así, el noble la detuvo, no podía dejar pasar esto.

Claramente, la joven contó todo con la verdad, pero el hombre no le creyó la historia.

Ella aseguraba, sin tener idea alguna, que las personas que le habían enseñado trucos de magia, eran personas amables y de buen corazón, sin saber que el segundo, era un demonio, más bien, el primer rey demonio.

Debido a que se escuchaba convincente y segura de sí misma, el noble decidió brindarle una oportunidad, para asegurarse, solo la dejaría en libertad si le demostraba de nuevo esos trucos de magia, cosa que, sin problemas, la chica aceptó.

Pensando que la magia que ella manejaba era totalmente hermosa y bondadosa, comenzó a soltar pequeñas chispas moradas nuevamente, las cuales viajaron por los aires sin dañar nada ni a nadie, era brillante, claro que no parecía algo malvado a simple vista.

Además, ella se veía feliz por las pequeñas serpientes que danzaban en el aire, pero el noble, por el contrario, estaba con una expresión sombría y aterradora.

Por haber mentido, debía ser castigada, y por haber aprendido magia demoníaca, debía ser torturada hasta su muerte.

Ese noble no mandó a que mataran a la joven de una vez, sino que iba a esperar a que el príncipe, quien era su amigo, se enterase.

Este príncipe no era otro más que Tiān Yún III, quien luego de recibir la carta de su amigo y compañero, rápidamente emprendió viaje para verlo.

Con solo llegar y ver el espectáculo aterrador, la situación de esa chica solo empeoró, decidió condenar a muerte a la joven, si había algo que no le gustaba a Tiān Yún III, era la magia oscura y la magia demoníaca.

La chica había sido silenciada de palabras, no podía defenderse más aunque quisiera, le habían cortado la lengua en el proceso de tortura, le habían roto las piernas y quien sabe cuantas cosas más.

Transcurrido el tiempo de castigo, Tiān Yún III firmó una orden de asesinato, su padre, es decir, el actual rey, era muy flexible con los deseos de su hijo, por lo que, naturalmente, solo debía pedir y pedir, que nada sería rechazado.

Por lo tanto, al día siguiente, esa mujer sería llevada al centro del pueblo para ser ejecutada frente a todos.

Fin capítulo 37.


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Holiwis, espero estén muy bien :3

Por fin se cuenta algo de la historia del hermano mayor!(;へ:) Veremos que pasará con la chica y con el Demonio...

¡Nos vemos en el próximo capítulo~!💖

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