Capítulo 11 - Momento de reunión.

En el mundo demonio, lejos de todo lo conocido, Yue Hua era llevado por su hermano hacia algún lugar, el más joven no le había hablado en todo el camino ni tampoco lo miraba.

Estaban en el reino de Yue ZhaoLin, Yue Hua ya conocía las calles y varios lugares, por lo que el recorrido no fue nada nuevo. Su corazón parecía hundirse más y más en la oscuridad, sus cejas curvadas hacia abajo y sus labios apretados demostraban que quería decir muchas cosas, pero no podía liberarlas de su garganta. Hasta que llegaron al palacio de Yue ZhaoLin, allí, en la gran puerta decorada con materiales preciosos, con un relieve de madera que representaba un monstruo con cuernos y colmillos gigante. Antes de entrar, el mayor entregó una mirada fría y decidida.

—Estarás aquí por un tiempo sin salir de aquí. Dejaré a los sirvientes para que te vigilen, si necesitas algo díselo a ellos, me lo harán saber de inmediato.

—¿Por qué debo quedarme en tu palacio? ¿Acaso no tengo el mío?

—Si te dejo suelto, saldrás herido o perjudicarás al hermano mayor. Estoy previniendo un desastre.

Quedarse sin hacer nada, eso era lo que su hermano le estaba imponiendo ahora mismo. Yue Hua chasqueó la lengua, no podía luchar contra su poder y convencerlo para que lo dejara en libertad, sería inútil. Obligado, decidió no ofrecer resistencia, quedarse callado y pensar en un mejor plan más tarde era mucho mejor que ser encadenado o algo peor de lo que ya se había ganado.

Tras terminar la pequeña charla no muy amistosa entraron al palacio, Yue ZhaoLin ordenó a sus sirvientes que arreglaran una habitación, tarea que no tardó más de un cuarto de shichen en realizarse. En ese corto tiempo, el menor observó las decoraciones de su hermano, habían pasado tantos años y todo era igual a ese entonces, parecía como si hubiera vuelto años atrás, cuando lo visitaba para jugar, entrenar, o simplemente para pasar el rato.

—Está todo listo como solicitó el maestro —dijo una joven sirvienta de traje negro.

A su lado, dos sirvientes más los saludaron, eran gemelos, sus cabellos eran blancos y sus ojos de un morado brillante.

—Bien. Él debe quedarse en esa habitación por un largo tiempo, queda prohibido dejarlo salir o abrir la puerta sin mi permiso, para lo único que debe ser abierta es para darle su alimento. ¿Quedó claro?

—Sí, maestro —contestaron en conjunto.

El joven demonio fue llevado por su hermano hacia la habitación y colocó una barrera que impedía el paso.

—No intentes nada, te veré más tarde —expresó de manera indiferente.

Para ser honestos, aunque Yue ZhaoLin tenía el rostro serio, en realidad se sentía decepcionado. Se sentía traicionado, en realidad quería confiar en Yue Hua antes, pero le había demostrado que no podía hacerlo. El tener que encerrar a su hermano era realmente agobiante, y aunque para muchos pareciera que estaba enfadado con él, en realidad hacía lo que veía necesario para mantenerlo seguro.

Era una pena que Yue Hua solo viera la frialdad en sus ojos. Sin saber siquiera que su hermano sentía esa angustia en su corazón.

—Como digas —Yue Hua chasqueó la lengua y contestó enfadado—. No puedo hacer nada de todos modos. Puedes irte, quiero estar solo.

Yue ZhaoLin dio la vuelta sin decir una sola palabra más, sin embargo, como si esa acción pudiera decir más que cualquier oración, cerró la puerta con llave, una, dos, y luego tres vueltas a la cerradura.

—Como si pudiera atravesar tu asquerosa barrera, vas y me cierras la puerta con llave. —Yue Hua apretaba su puño con fuerza—. Tiene que haber una manera.

Recorrió la habitación en silencio, lucía indeciso de cualquier cosa que viniera a su mente, negaba con la cabeza con total desaprobación, ¿era tan complicado pensar adecuadamente?

Luego de transcurrido menos de un shichen en esa situación confusa, centró su mente y respiró profundo varias veces, observando con detenimiento el entorno. Había una mesa con un juego de té, otra con papeles en blanco junto a una pluma y tinta; había un armario con algo de ropa casual dentro, la cama era espaciosa y se veía bastante cómoda. Esta era sin dudas una habitación para invitados, no habría un túnel secreto en una habitación tan corriente, ¿verdad? Buscó por un rato, pero fue inútil, claro que su hermano no lo encerraría en un lugar con algo así.

A decir verdad, este tipo de habitaciones eran inútiles para todos ellos, ninguno de ellos recibía visitas, pues ningún demonio cuerdo se atrevería a pasar una sola noche en el palacio de su rey, ni siquiera los más destacados.

Yue Hua continuó observando e intentó mantener la calma, consideró varios planes para escapar y se recostó en la extensa cama. No podía usar portales, tampoco emplear energía demoníaca, la barrera impedía su paso, la puerta era fuerte y estaba cerrada.

—Qué maldita suerte... —bufó y se lanzó a la gran cama.

Como si fuera una tortura, las consecuencias que habría si no escapaba venían a su mente, sintió su miedo invadir su corazón, y pronto, el rostro frío e indiferente de su hermano apareció en su mente.

—¿Desde cuándo eres tan frío? ¿Cuándo nos volvimos así? —dijo antes de quedarse profundamente dormido.

A la mañana siguiente, en el mundo humano, Yun Reqing recibió una carta de Tian LiúYún, su padre, y Feng Baoshi una por parte de Tian Feng.

Ambas cartas eran similares y las órdenes fueron claras. Todos debían regresar al palacio central lo antes posible, sin demoras, sin contratiempos, pues la carta de lo sucedido en Huo cambiaría los planes por completo.

Probablemente, los tres ancianos estarían desesperados de escuchar de manera directa lo que había sucedido, después de todo, este no era un buen momento para que se sumaran problemas al reino. Ya habían pasado por una guerra, por muchas pérdidas de todo tipo, ¿cómo podrían manejar a un montón de muertos, demonios y fantasmas en su estado actual? Debían apresurarse, analizar la situación y preparar un plan más elaborado.

En las notas, también explicaron que seguir investigando un lugar así de peligroso era igual que mandarlos a matar, por esto, aclararon que no enviarían a más soldados a patrullar, Huo quedaría aislado de momento.

Con todas las órdenes en mente y la información al día, luego de una breve charla en el almuerzo, Yun Reqing ordenó a sus chicas que se formaran en filas para irse, mientras tanto, luego de comprar algunos caballos en una granja cercana, Feng Baoshi y los demás iban al frente "liderando" el grupo.

Wen ShanShui volteó por un momento hacia Yi Hen.

—¿Crees que dejar a su suerte las tierras de Huo sea mala idea?

—¿Qué piensas tú? —contestó mirando sin hacer contacto visual.

—Sinceramente, me siento incómodo.

—Pues yo siento lo mismo, sin embargo, también siento que dejar gente allí es demasiado peligroso, no hay suficientes cultivadores cerca y los soldados... Bueno, ya viste lo que les ha pasado a muchos de ellos.

Asintiendo, Wen ShanShui no despegó la mirada de su hermano.

—Necesitamos tiempo y mucha ayuda. El rey demonio podría atacar en cualquier momento.

—No sabemos a qué espera el primer rey demonio, por ahora estar en guardia y esperar el ataque será suficiente —contestó, girando su cabeza para mirarlo a los ojos—. Solo espero que no sea mucho más grave de lo que hemos visto...

Wen ShanShui entendió lo que su hermano quería decir.

—Si hay más de un lugar infestado estaremos en problemas.

Yi Hen volteó otra vez hacia el frente, su expresión estaba calmada, pero por dentro surgía un fuerte sentimiento de incertidumbre. Claro que lo estaría, esa zona en la que habían luchado ya era una mina de cadáveres vivientes, pero, ¿y si se adentraban más en el territorio?

Gracias a los informes de los ya fallecidos soldados, sabían que los demás pueblos de Huo, al menos los que habían logrado encontrar, estaban vacíos en su totalidad. No cabía lugar a dudas que todos ellos habían sido tomados por el rey demonio y el rey fantasma. Yi Hen sintió que su espalda se erizaba. ¿De cuánta cantidad de cadáveres estaban hablando? Quizás cientos, no, lo más seguro era que hubiera más de miles de cadáveres esperando las órdenes para salir de la tierra. Para peor, ahora ya no podían recolectar información con Yue Hua.

You YuMo había escuchado la conversación en silencio, pero no podía olvidar lo que había visto en el recuerdo de la niña. ¿Qué era eso tan malo que hizo el hombre? ¿Retasar las tropas? ¿Acaso los estaba ayudando un humano con su plan? ¿Acaso no había dicho algo de "traición" ese hombre?

You YuMo estaba inmerso en sus pensamientos mientras observaba inconscientemente a Wen ShanShui, quien de inmediato se percató de la mirada.

—¿Qué es? ¿En qué piensas?

You YuMo se sobresaltó.

—Yo... Solo puedo dar vueltas en lo sucedido en Guang, la "traición" de esa persona, el fantasma mencionó la guerra de Huo y la gran perdida ocasionada, solo puedo imaginarme cosas un poco insólitas y eso me preocupa. ¿Y si el fantasma y el demonio intervinieron de alguna manera en la guerra? Ese "retraso de tropas" a la que se refería el fantasma, ¿no podría ser acaso la demora que tuvieron Guang y Feng para llegar a la zona de batalla?

—Tiene sentido, You YuMo. Si lo que quieren ellos son cuerpos, probablemente tenían algún plan para hacer caer a todos los reinos en la guerra, de esa manera habría más cuerpos y almas disponibles —expresó intranquilo Wen ShanShui.

—Tanta muerte... Si es así, es espantoso. Incluso ayudarían a Huo para conseguir más muertes.

—El fantasma dejó en claro no tener nada que ver con Tian Huo en ese entonces. Era una buena idea retrasar la ayuda de Tian Guang y Tian Feng hacia el reino Yun. Ayudarían a Huo por beneficio propio, no por ser Tian Huo como tal.

—Utilizar una guerra a su favor, ¿qué tan podridos pueden estar?

—Bueno, su objetivo son las almas y los cadáveres, varios morirían en batalla por no obtener la ayuda pronto, y otros tantos morirían igualmente después, las bajas hubieran sido considerablemente diferentes. Ese hombre, el padre de la niña, seguro entorpeció ese plan de retraso, y esto explicaría la frustración que cargaba ese día, tanto como para terminar matando a toda su familia.

You YuMo bajó su mirada, pensativo.

—Ese hombre entonces... Al final no traicionó a sus compañeros.

—Es solo una hipótesis, pero pienso que es un casi 90 % seguro que algo así fue lo que sucedió.

Feng Baoshi había escuchado la conversación, no había dicho nada hasta ese momento, pero cuando encontró un hueco de silencio aprovechó.

—Podría haber pasado algo así, aunque, en mi opinión, ese retraso no debe tener nada que ver con la barrera que impedía el paso cuando regresé por mi tío. Estoy seguro de que Tian Huo tuvo el mismo plan de atrasar la ayuda y utilizó a sus seguidores para mantener esa barrera.

Wen ShanShui apretó las riendas de su caballo

—De una forma u otra, esa traición salvó a muchas vidas. En aquel momento de verdad se necesitaban refuerzos en la batalla, cualquier tipo de retraso hubiera sido fatal.

—Es bueno saber que mantuvo su corazón firme —expresó con una pequeña sonrisa Feng Baoshi.

Escuchando esto, You YuMo recordó esa catastrófica mañana y miró sus manos por un instante. Nunca volvió a convertirse en una bestia después de aquella vez. Según lo que sabían, lo había logrado gracias a la magia de Tian Huo, y como soporte para no morir en la transformación, había sido necesaria la energía de los dos maestros Sheng ZhiGuang y Wei De. La única razón por la que no estaba muerto ahora mismo, era porque su sangre era mestiza, mitad humano, mitad zajiao. Siempre pensó en lo que pasaría si pudiera convertirse en una bestia cuando quisiera. ¿No había más personas como él como para preguntar? ¿Tal vez en la antigüedad, o en algún libro?

You YuMo seguía y seguía inmerso en sus pensamientos, y tras este comportamiento continuo, Wen ShanShui cuestionó su estado de salud, pero esta vez You YuMo no expresó sus dudas, solo agitó su mano de lado a lado y mostró una sonrisa.

—Estoy bien. Tengo muchas cosas en la cabeza, solo es eso.

Para ese entonces ya no se veía el pueblo XuanYa, la visión de sus entornos era abarrotada con naturaleza, solo campos y bosques lejanos y hermosa naturaleza acompañaban su alrededor.

Algunas chicas del grupo de Yun Reqing se estaban quejando, pero fueron reprendidas por ella, debían continuar aunque quisieran descansar. La joven princesa de Yun parecía más seria que antes, su rostro estaba un poco más sombrío y tenso, tanto era lo evidente, que Feng Baoshi creyó que se había enfermado o algo así, no obstante, después de una charla con ella, Feng Baoshi concluyó en que eran simples rabietas de la joven, por lo que volvió al lado de Yi Hen, encantado de estar así de cerca.

Un día fue suficiente para llegar al palacio principal, cuando ingresaron no dieron vueltas ni se pararon a descansar, fueron ante los reyes de una sola vez.

Allí, Yi Hen los observó con una leve sonrisa antes de abrir la gran puerta, Wen ShanShui, You YuMo, Feng Baoshi y el resto se inclinaron con respeto hacia los reyes que yacían sentados, mirándolos con una seria mirada.

—Nos alegramos de que hayan regresado sanos y salvos —comenzó a hablar Tian LiúYún.

—Su alteza Tian LiúYún, su alteza Tian Guang y su alteza Tian Feng —saludó Yi Hen, con una inclinación y sus manos juntas a la altura del pecho—. Nos alegramos de verlos con salud, hemos regresado con la intención de reportar lo sucedido en Huo.

Tian Feng se inclinó hacia delante con el ceño fruncido.

—¿Entonces? ¿Qué sucedió? —Aunque hubiera sido Yi Hen el que habló con anterioridad, los penetrantes ojos de ese hombre iban dirigidos a su hijo.

De manera inconsciente, Yi Hen se puso derecho para comenzar a hablar, por alguna razón, siempre era él quien daba la cara primero, el que daba los comunicados y el que recibía órdenes directas, no fue extraño para nadie que él comenzara la conversación.

Aunque el maestro de lanza dio la información general, Feng Baoshi sintió de inmediato la mirada de su padre y enderezó aún más su espalda. Se había puesto bastante nervioso por dentro, pero por fuera se veía como una roca difícil de tallar.

Su padre siempre había sido estricto con él, como su madre ya había muerto hace años, Tian Feng solo tenía a Feng Baoshi en casa, no tenía planeado casarse o tomar concubinas para procrear más hermanos o hermanas para el joven, por lo tanto, siempre mantuvo una relación cercana con su hijo, y a la vez, siempre fue muy severo con él. Las palabras de consuelo o de ternura nunca formaban parte de las frases de Tian Feng, por más familia que fueran, esto era así.

El joven príncipe lo miró de vuelta.

—Padre, tíos, como ha dicho mi maestro, hemos sido testigos de la alianza entre el cuarto rey fantasma y los reyes demonio.

El rey Tian Guang chasqueó la lengua, inconforme con esa escasa declaración.

Yi Hen dio dos pasos al frente y comenzó a explicar la situación con mucho más detalle, quien fuera que lo escuchara hubiera dicho que el hombre era un mensajero profesional de guerra o algo, sin embargo, no era la buena explicación de Yi Hen lo que palidecía las envejecidas caras de los tres reyes.

La información de las cartas detallaba más o menos lo que estaba sucediendo, pero escuchar los sucesos desde las bocas de las personas que habían estado allí era otra cosa muy diferente.

Tian Feng levantó su mirada hacia Yi Hen, rascando su sien.

—Si es así, entonces debemos ir a terminar con ellos antes de que nos atrapen por sorpresa a nosotros. Si demoramos más, entonces solo quedarán un montón de muertos en lo que queda de los reinos.

—Debemos quemar cada cuerpo de Huo —recomendó Yi Hen—. No podemos esperar a que vuelvan a levantarse.

—Necesitamos mucha ayuda. —Wen ShanShui dio dos pasos para quedar a la derecha de su hermano—. Los muertos vivientes no sienten dolor. Tampoco le temen al fuego, tienen demasiada fuerza y solo unos pocos puntos vitales, de despertar mientras los estamos quemando, entonces la batalla no será una opción.

Tras esas palabras, Tian Guang miró hacia una puerta e hizo una seña para que una persona ingresara a la sala.

Había estado todo el tiempo allí escuchándolos hablar, nadie se había percatado de su presencia. Era un hombre alto, de cabello castaño, sus ojos eran de color miel oscura, en su oreja izquierda llevaba varios pendientes negros, y en su espalda llevaba un arco dorado con algunas plumas en las puntas. Era demasiado similar a Feng Baoshi, solo que más alto y robusto.

Yi Hen automáticamente miró a Feng Baoshi para compararlos. ¡Parecían hermanos!

Tian Guang lo presentó con orgullo en su mirada.

—Él es Guang YiGong, mi hijo.

Guang Jin, como era llamado por la mayoría a pedido suyo, tenía una sonrisa plasmada en su rostro, transmitía confianza y hacía que, aunque su expresión estuviera seria, pareciera que siempre tenía esa pequeña sonrisa dibujada. Él se inclinó levemente y saludó con puño y mano a la altura del pecho.

—Es un verdadero honor conocerlos en persona. He escuchado por mi padre y mis soldados sobre sus hazañas, espero poder aprender de ustedes.

You YuMo y el resto devolvieron el saludo, sin embargo, Feng Baoshi fue el único en hablar sin inclinarse demasiado.

—Es un gusto tener a mi primo Guang Jin aquí, espero que su enfermedad ya haya mejorado.

—He estado mucho mejor, agradezco al primo Feng Baoshi por preocuparse por mí.

Yi Hen notó un aura tensa entre este hombre y Feng Baoshi, aunque sus palabras eran respetuosas y amables, ninguno parecía estar muy a gusto. ¿Quizás su discípulo no se llevaba bien con su primo? Yi Hen sacudió su cabeza, negando de manera casi imperceptible.

—Él ayudará con lo que sea necesario, tiene soldados a su cargo que ayudarán en caso de que esos muertos se levanten —expresó Tian Guang, dirigiéndose a su hijo—. YiGong, ya que estabas escuchando, sabes a lo que nos enfrentaremos, sería bueno que los soldados a tu mando estén preparados cuanto antes. No queremos ninguna sorpresa.

Guang Jin se inclinó tanto que parecía querer demostrar el profundo respeto y lealtad que llevaba sobre sí mismo.

—Padre, este hijo suyo hará lo mejor que pueda, si es necesario, daré mi vida por complacerlo.

La conversación no fue más larga que eso, un grupo de soldados de Yun fueron a alertar a los demás sobre la pronta misión. Irían hacia Huo a exterminar a los muertos vivientes al siguiente día.

Siendo las cosas de esta manera, Guang Jin se dirigió hacia su propio ejército para informar, Yun Reqing se quedó con sus chicas junto a su padre Tian LiúYún, y Wen ShanShui, You YuMo, Yi Hen y Feng Baoshi, fueron enviados a descansar y reponer energías.

Cada uno tenía su propia habitación, pero You YuMo claramente se escabulliría sin pensarlo a la habitación de Wen ShanShui, dormiría acurrucado junto a él y lo abrazaría toda la noche, no soportaba el tener que dormir solo ni siquiera en un lugar lleno de gente como ese, y menos luego de haberse casado.

Por otro lado, por varios asuntos pendientes y dudas, esta vez fue Yi Hen quien también se escabulló en el cuarto de Feng Baoshi.

El hombre de ojos dorados tocó la puerta, pero el joven no contestó. Yi Hen sabía que estaba dentro y habló con claridad, asegurándose que el muchacho dentro escuchara.

—Sé que estás dentro. ¿Por qué no quieres contestar?

Fin capítulo 11.

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¡Holiis! Aquí les dejo un dibujo de Guāng Jīn, y también algunas referencias del mundo demonio y del palacio de Yuè Jīn:

Aquí Guāng Jīn:

Mundo demonio y palacio (un aproximado jaja xD):

La estética del lugar es muy similar a la de una novela que escribí de pequeña, no sé, en mi imaginación el mundo demonio tiene que ser de cielo rojo, luna negra y nubes negras también jajaja.

Espero les haya gustado el capítulo (ง •ૅ౪•᷄)ว 💓💓¡Nos vemos en el capítulo que viene! 💓

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