—Está bien, no te preocupes, no es algo que no pueda soportar.

Aunque dijo esas palabras, Wēn ShànShuǐ tenía en claro que era molesto, sin embargo, bajo esas circunstancias no podía hacer nada más que apresurar la llegada al bosque y refugiarse cuanto antes.

De esta manera ambos dirigieron a los caballos a una especie de entrada. Había suficiente espacio como para ingresar con los animales. Se veía muy sucio y abandonado, por lo que la maleza exterior no dejaba ver absolutamente nada del interior del sitio. Los árboles gigantescos que parecían marcar el principio del bosque se movían a causa del fuerte viento, lanzando ramas y hojas sin piedad alguna, obligando que ambos hombres se cubrieran con los brazos para proteger su vista.

Apresurando el galope en dirección recta, Yōu YúMò sintió un rápido movimiento hacia atrás, tomó a gran velocidad las riendas de su caballo para volver a equilibrar al animal, pero este había frenado fuertemente sin intención de seguir avanzando. El joven miró hacia su costado y el caballo de Wēn ShànShuǐ había hecho justo lo mismo, cruzaron las miradas y asintieron en conjunto. Ambos parecían confundidos, pero consiguieron bajar de los caballos de manera ágil, tomando sus riendas con firmeza para que no corrieran y se calmaran, pero como era de esperarse, los caballos eran más fuertes. Tiraron con fuerza para liberarse del agarre y sin esperar un segundo más soltaron un fuerte bufido.

Como si no tuvieran frenos, o como si sus vidas dependieran de eso, los dos animales corrieron lejos del lugar.

Yōu YúMò y Wēn ShànShuǐ quedaron perplejos ante la actitud de los animales.

—¿Qué fue eso? —Yōu YúMò rascó su cabello y ajustó su peinado, volviendo a hacerse una cola de caballo alta y firme.

Los animales habían salido disparados hacia quien sabe donde, tan asustados que parecían morir de miedo, soltando bufidos y patadas hacia el aire en su desesperación. Wēn ShànShuǐ corrió hacia el costado de Yōu YúMò.

—¡¿Te has hecho daño?! —preguntó preocupado.

Había pensado que Yōu YúMò quizá había recibido alguna patada o mordisco, colocó sus manos en los hombros del joven y lo analizó con cuidado, sus ojos grises parecían atravesar cada lugar que observaba. Gracias al cielo, estaba bien.

Yōu YúMò lo observó a los ojos, luego barrió esa mirada hacia una pequeña herida en la mejilla, era en realidad solo un rasguño del que había comenzado a brotar una fina gota de sangre. Estaba allí, manchando la belleza de esa pálida piel, levantó su mano y, con el pulgar, limpió la pequeña invasión de sangre.

—Yo estoy bien. ¿Te has lastimado en alguna otra parte, Wēn ShànShuǐ?

—Esto no es nada. Entremos al bosque rápido, el viento es cada vez más fuerte y no tenemos dónde refugiarnos aquí.

Luego de sus palabras y antes de ingresar, el hombre de ropas negras estiró una de sus manos hacia delante, lanzando un hechizo desde sus dedos. De allí salieron varias partículas brillantes de luz, como si ellas se atrajeran, se unieron rápidamente en una única bola luminosa.

La pequeña bola de luz era más o menos del mismo tamaño que la palma de Wēn ShànShuǐ. Era clara, podría decirse que hasta era un poco cálida. En cuanto terminó de unirse por completo se elevó y se dirigió unos centímetros hacia delante para alumbrar el camino.

Wēn ShànShuǐ tomó la mano de Yōu YúMò.

—No sabemos qué hay dentro, sostén mi mano y no te separes de mí. ¿De acuerdo?

Yōu YúMò asintió como respuesta, por lo que ingresaron lo más rápido que pudieron.

Fue en el momento de ingresar que se percataron que sus poderes espirituales se comenzaban a sentir extraños, como si algo los estuviera suprimiendo, ¿era acaso esta una advertencia? Wēn ShànShuǐ observó sus alrededores y el suelo. No parecía haber algún hechizo para el bloqueo de energía, pero ciertamente el nivel iba bajando poco a poco.

Analizaron que quizás, ya que este bosque retenía a un demonio cautivo, de seguro se le había impuesto un hechizo que disminuyera cualquier tipo de habilidad espiritual. Después de todo, los demonios también tenían energía espiritual como los humanos, solo que era de una naturaleza diferente, era llamada erróneamente por muchos: "Energía espiritual maldita u oscura", pero su verdadero nombre era: "Energía demoníaca".

Honestamente, esta hipótesis tenía sentido, si el bosque tenía un hechizo que les impedía utilizar grandes cantidades de energía y a la vez se las iba quitando, significaba que la magia que protegía al demonio cautivo se había mantenido intacta, de seguro, con el objetivo de que perdurara por mucho tiempo. Solo debían darse prisa, encontrar el sello y volver a salir. De lo contrario, tarde o temprano quedarían agotados de energía espiritual.

El viento no se calmaba, pero entre tantos árboles y vegetación al menos este viento no se sentía tan fuerte, aun así, aunque fuera más leve, al ser amortiguado por los árboles, las ramas y hojas que caían con fuerza se estaban volviendo un problema.

Yōu YúMò continuaba cubriendo su cabeza con uno de sus brazos y analizó sus alrededores, el bosque de los mil colores llevaba un nombre bastante adecuado a su apariencia. Había brillantes hongos tan grandes como las personas y otros eran tan pequeños como las pulgas. Parte de la hierba era de color celeste brillante, los árboles eran también de diversos tamaños. Si bien las cortezas eran normales, sus hojas variaban, algunas eran azules, doradas y otras rojizas. Todo era bastante brillante a diferencia del color en las hojas del exterior.

Había pequeñas bolitas de luz flotando, que aunque parecían luciérnagas, eran solo montones de polvo brillante o esporas de los hongos. Se notaba suficiente luz en algunos lugares, pero en otros estaba en total oscuridad. Tampoco parecían haber animales o bestias cerca, lo único que lograba escucharse era el fuerte viento, las hojas y ramas luchando por mantenerse sujetas.

Sus pisadas se volvieron más lentas a medida que ingresaban más y más, no podían ver bien el camino, cosa que los obligaba a caminar con cuidado por si se encontraban con algún pozo o cualquier peligro desconocido.

—Todo tiene su propio brillo, sin embargo, no hay suficiente luz, ¿cómo se explica este fenómeno? —preguntó Yōu YúMò.

Wēn ShànShuǐ paró de caminar, pensó un momento y dirigió su mirada al chico. Quizás era la incertidumbre o la preocupación, pero creyó que lo mejor sería prepararse y estar alertas por si llegara a pasar algo. Yōu YúMò no era muy bueno con los hechizos complejos aún, así que ambos dependían de lo que Wēn ShànShuǐ sabía y de los sellos que tenía guardados.

—Supuestamente, el brillo de este bosque alumbra el camino que quiere que tomes, por eso es importante sostener una luz propia y seguir un camino recto.

Yōu YúMò mostró una expresión de extrañeza.

—¿El bosque acaso te hará daño si sigues su luz?

Wēn ShànShuǐ negó con la cabeza.

—No lo sé, pero no quiero arriesgarnos a seguir pistas falsas. En aquel entonces, en el libro no especificaba prácticamente nada de los lugares en los que fueron escondidos los sellos, solo vagas menciones de sus características. Realmente no sé casi nada de este lugar, debemos ir con cuidado.

—Si es así, ¿cómo sabemos que el camino que estamos tomando es seguro?

Wēn ShànShuǐ sacó un sello de sus solapas.

—¿Tienes esto aún, verdad? —Le mostró un sello con trazos parecidos a un tigre.

Yōu YúMò recordó los sellos que Wēn ShànShuǐ le había dado antes de salir de la posada de Lán, metió su mano en su manga y sacó tres sellos para mirarlos.

—Es... este. —Separó el que buscaba y volvió a guardar el resto en sus ropas—, ¿para qué es?

—Es ese. —Asintió—. Es un sello para hallar energía demoníaca. En el pasado era considerado un sello de magia oscura, estaba prohibido utilizarlo, pero luego, cuando se provocó la guerra entre demonios y humanos, sirvió como herramienta para encontrarlos.

Yōu YúMò comprendió de inmediato, pero algo no cuadraba, si esa guerra había sido tan terrible, ¿por qué nadie hablaba de ella? Este había sido, de hecho, uno de los momentos en el que el rey Tiān Yún III se había lucido con más brillo y excelencia que nunca, ¿no? En ese entonces era solo un joven, en el rango de los veinti-pocos años, apenas un príncipe en ascensión a su famosa carrera de cultivador.

Este acontecimiento fue como el inicio de su vida como protector del reino que gobernaría. A partir de esta guerra y en adelante, fue que comenzó a ganar más y más respeto, desde allí hasta el día de su muerte, sus méritos nunca acababan de acumularse.

Gracias a que Tiān Yún III, de una manera incierta, logró derrotar al líder demonio y sus compañeros, todo el resto de enemigos demonios quedaron prácticamente indefensos. Estos seres habían sufrido varias bajas en batalla, estaban casi sin energía o ya agotados, pero, aun así, persistieron para atacar y vengar a sus líderes. Además, como Tiān Yún III había sellado a los más fuertes, los demás ya no podían regresar a su mundo, casi ninguno podía crear portales en el estado en el que se encontraban, por lo que solo les quedaba esconderse o atacar a los humanos.

Sin embargo, se escondían tan bien entre ellos, que el joven Tiān Yún III había comenzado a utilizar esos "sellos de magia oscura" ahora para encontrarlos y erradicarlos, impidiendo que se recuperaran y que lograran regresar.

Fue una época de una real cacería de demonios. Fue allí que Tiān consiguió que esos sellos fueran permitidos, e incluso se repartieron en varios sitios para que la "cacería de demonios" continuara por mucho tiempo.

Yōu YúMò frunció el ceño.

—Pocas veces escucho de demonios causando problemas, así que la mayoría que quedaron en este mundo fueron exterminados. Y el resto... supongo que no se sabe.

—Sí, eso es porque se han escondido muy bien, o porque han encontrado la manera de regresar a casa. —El joven hombre dejó el tema de lado y sacudió dos veces el papel en sus manos—. Usaremos esto para encontrar el sello que mantiene al demonio cautivo.

—¿Por qué me das uno a mí? ¿No es suficiente con que tú tengas uno?

—Está bien que tengas uno también. —Wēn ShànShuǐ sacudió la cabeza negando—. Si nos separamos, nos encontraremos en donde el sello nos guíe.

Yōu YúMò abrió un poco la boca para hablar, pero al final nada salió de allí, solo asintió felizmente, mientras que Wēn ShànShuǐ volvía a tomar su mano para caminar hacia delante.

Wēn ShànShuǐ de verdad siempre era calculador y precavido en todo lo que hacía, incluso pensando en los demás antes que en él mismo, planeando en cualquier detalle desde antes de comenzar un plan, formulando sus alternativas en caso de que algo saliera mal, o en caso de que el camino fuera bloqueado, el hombre siempre tenía un segundo camino para seguir.

Yōu YúMò reflexionó sobre esto, ya no era un adolescente, aunque su personalidad fuera algo infantil y pícara, había madurado mucho con las experiencias pasadas. Su fuerza física, artes marciales y su poder espiritual tampoco estaban en bajo nivel, era considerado como uno de los mejores cultivadores de Tiān como Wēn ShànShuǐ. Aun así, seguía y seguía aprendiendo de esta persona, Wēn ShànShuǐ era realmente un maestro increíble a sus ojos.

Pero otro pensamiento llegó a perturbar su mente, si algo pasara ahora con él, ¿podría seguir adelante? Sin ese maestro que siempre lo planeaba todo, que siempre lo protegía y mimaba, ¿conseguiría mejorar tanto como hasta ahora? Yōu YúMò se hizo esa pregunta pero no encontró una respuesta. Negó con su cabeza, para nada quería pensar en eso, si ahora lo tenía frente a él, debía disfrutarlo, atesorarlo y amarlo, no dejaría que nada le pasara, pues si estaban juntos, sentía que podía dar vuelta cualquier situación.

Fin capítulo 02

╭══════ ❀ ══════╮

¿Alguno ha jugado al videojuego The Legend of Zelda Skyward Sword? Porque en el Templo de la Contemplación hay unos hongos muy similares a los que me imaginé para este bosque (aunque en este lugar hay de colores variados y de tamaños muy diferentes)⊂(◉‿◉)つ 

Un acercamiento de lo que sería el bosque (le faltan colores, estar más cerrado y más oscuridad pero bueno xD) Imágenes de internet, no son mías:

¡Abrazooos!

╰══════ ❀ ══════╯