Capítulo 20 - Entrada.
Wen ShanShui miró a su hermano con ojos apagados.
—Esto quiere decir que se desatará una guerra. Tian y Huo atacarán a los reinos vecinos.
—En efecto. No tardará en empezar, y quién sabe hace cuánto tiempo dejó estas notas, no podemos esperar. Además, esas piedras... ShanShui, fuiste tú quien acabó con ese monstruo, ¿no?
—Fui yo quien terminó de matar a esa cosa en Jiazhi, pero... —Wen ShanShui apoyó su cabeza en su mano, como si estuviera cansado solo de pensar—. ¿De qué piedras espirituales está hablando? No había algo como eso en ella —expuso entre dientes.
Yi Hen dejó el montón de hojas sobre la mesa, sin dejar de observar a su hermano. Sabía que Wen ShanShui se sentiría culpable tras saber esto. Después de todo, el líder a quien habían capturado, y la aldea que habían quemado, era He Ping, el hogar de You YuMo. No había dudas en ello.
Ahora, la razón por la que nadie sabía que Wen ShanShui había viajado a Jiazhi, y menos que había derrotado a esa bestia junto a You YuMo, era que él solo había informado que iría a una misión en otro lugar. En concreto, fue al pueblo Hong, y allí escuchó los comentarios sobre la particularidad de Jiazhi. Esos cultivadores solitarios que hablaban de la montaña habían intentado buscarla por mucho tiempo, y aunque no tenían éxito, sabían que la energía negativa que se liberaba provenía de allí.
En ese entonces, como Wen ShanShui tenía algunos meses libres, había decidido buscar la montaña, mas, luego de encontrarla y pasar por todo, no le informó a nadie sobre eso. Solo le contó a Yi Hen, y todo quedó como un secreto.
—¿Tú viste estas piedras que tanto buscan la reina y el rey? —inquirió Yi Hen.
Wen ShanShui negó.
—Claro que no, no vi nada. En ese momento, You YuMo estaba muriendo. ¿Crees que tuve tiempo de esperar a que la bestia se desintegrara por completo?
—Entonces... —Yi Hen se cruzó de brazos—. ¿You YuMo te dijo si volvió a ese lugar en alguna ocasión?
Wen ShanShui elevó su mirada con rapidez.
—No... No lo hizo.
—Yo me pregunto cómo hizo You YuMo para salir de la aldea sin ser visto por ninguno de estos cultivadores asesinos. Ellos fueron desesperados en busca de las piedras, ¿habrá tenido tanta suerte de haberse ido antes con ellas?
—Si lo pones de ese modo, estoy seguro de que todo eso sucedió posterior a su partida —contestó sin duda en sus palabras.
—Pareces tener confianza en ese joven.
—No pienso que haya alguien más honesto que él en mi vida.
Yi Hen se sorprendió de esa afirmación, la expresión de su hermano denotaba confianza plena en ese joven, y Wen ShanShui no era alguien que confiara fácil en los demás.
—Oh... Es mucho más de lo que pensaba...
Wen ShanShui se llevó una mano para taparse el rostro.
—¿Cómo demonios le voy a contar esto?
—Eso será luego —suspiró—. ShanShui, hay que advertir a los reinos vecinos, mucha gente morirá por las bestias si nosotros no actuamos rápido.
—Esta es demasiada información, ¿creerán nuestras palabras solo por una carta?
—¿Qué más podemos hacer?
—¿Y si consideran que es una trampa?
—Debemos arriesgarnos. ShanShui, ¿qué te sucede?
Wen ShanShui aún tenía una mano cubriendo sus ojos. No contestó, exhaló una gran cantidad de aire.
—Lo siento. Estoy cansado por lo que ha estado sucediendo.
—Sé que es difícil, pero hay que estar alertas. Debemos proteger a los chicos que quieran ir a la Zona Final. Aunque no lo queramos aceptar, hemos estado criando contenedores para generar zajiao todos estos años. Tenemos que avisarles a Yue Jin y a Zhi Jian también.
Wen ShanShui frunció el ceño. Odiaba admitir que eso fuera cierto.
—Esos contenedores eran nuestros discípulos. No es apropiado llamarlos de otra forma.
Yi Hen sonrió con tristeza, como si ya se esperara esa respuesta, como si estuviera de acuerdo.
—Era demasiado extraño desde un principio. —El de ojos dorados bajó la mirada—. Ellos no tenían la culpa de nada. Aun así, fueron hipnotizados con algún tipo de magia oscura para que accedieran a entrar en la Zona... —Suspiró para cambiar un poco el tema—. En este diario, ella dibujó varios sellos. Los trazos no son nada de lo que conocemos, son sellos que jamás había visto en toda mi vida, pero este... Quiero que lo veas.
Yi Hen abrió el diario, buscó entre las hojas y lo volteó hacia su hermano. Cuando Wen ShanShui identificó el dibujo, no hubo dudas de nada. Ese era el sello que You YuMo trazó en aquella ocasión, cuando quedaron atrapados con Wu ShuangJue, Chang Gao y Bai GuangXuan en el sótano junto al hombre de fuego.
—¿Es una guía de sellos y matrices? ¿Cómo es que ella consiguió eso?
—Supongo que corrió sus riesgos.
En la zona inferior de la hoja del diario, por debajo del dibujo, decía: "Es el símbolo que se dibuja en el círculo mágico y en los sellos para crear zajiao. El sello que se utilizó cuando FengHuang fue generado".
Wen ShanShui agarró el diario y lo miró con detenimiento. Apretó sus manos, arrugando un poco las hojas y prestó atención a los trazos.
—Ese hombre de fuego es FengHuang. —De inmediato, Wen ShanShui recordó otro detalle demasiado importante—. En XuanYa estaban nuestros discípulos de la generación anterior, todos en cristales, con algún tipo de líquido dentro. Aparecieron un montón de zajiao también, es probable que las estuvieran usando para producir más, o para tenerlas de reserva.
—¿Cristales? —La expresión de Yi Hen se entristeció—. Así que es así... ¿Eso significa que consiguieron otro método para originarlas? Eso es muy malo...
—Quizás, no puedo decir con seguridad si era o no algo como eso. Sin embargo, luego de que las derrotamos, una mujer mitad bestia apareció desde el techo. Nos ignoró a You YuMo y a mí, mató uno por uno a los muchachos que estaban en los cristales, parecía haber ido solo por ese motivo. Fui directo a cortarla, incluso pensé que sería un enemigo resistente, sin embargo, ella no se defendió. Se dio la vuelta, aceptó mi ataque y murió repitiendo una y otra vez las mismas palabras. "He cumplido. Los he protegido".
Los ojos de Yi Hen se entrecerraron para reflexionar sobre eso. Era como si muchas cosas estuvieran en su cabeza, tantas que no podía terminar de organizarlas o unirlas por completo. Pasado un breve instante, miró, extrañado, a Wen ShanShui.
—¿Primero los asesinó? ¿Y luego ignoró tu ataque?
—Sí, ella nos sonreía mientras soltaba esas palabras.
—ShanShui... ¿Crees que alguien la envió a destruir todo eso? ¿O que ella actuaba por voluntad propia? —preguntó, mirando al joven hombre.
Wen ShanShui devolvió la mirada.
—¿Qué quieres decir?
—Esas cosas son controladas, ¿cierto? —Tragó saliva y añadió—: ShanShui, imagina que no estaba ahí solo para asesinar a las demás zajiao, que fue para no permitir que algo les pasara a ustedes dos, ¿por qué razón lo haría? ¿Por qué se dejó asesinar por ti?
Wen ShanShui comprendió enseguida y se levantó de golpe.
—¡Fue por esa información que lograron sacarle a He Ping en el laboratorio! ¡Nos necesitaba con vida a mí y a You YuMo por si teníamos las piedras!
Todo lo que había pasado con esa mujer ahora cobraba sentido. Si no era eso, ¿entonces qué? Pero, ¿por qué no había intentado llevárselos entonces? ¡Esto era muy confuso!
El hombre de ojos grises dejó el diario en la mesa y corrió deprisa hacia la puerta. Yi Hen se apresuró a tomar la carta y el diario, corriendo justo por detrás de él.
El cielo se había nublado por completo, ya no parecía que fueran horas de la mañana. Al igual que una oscura tarde de invierno, casi no había luz. Sabían que se avecinaba una tormenta, no obstante, las nubes negras no lucían del todo normales. Algo malo presagiaban, ¿por qué apenas se habían dado cuenta de eso?
«Lo que He Ping confesó después de tantas torturas, sin dudas, fue el paradero de You YuMo. Ya deben saber que él y alguien más asesinó a esa bestia. La cosa es que He Ping no sabe quién soy yo, y, al no saberlo, seguro mandaron a esa zajiao a buscar a You YuMo. Él es una presa segura para ellos. Ahora, al haber asesinado a la zajiao, seguramente Tian Huo ya tomó cartas en el asunto», pensó Wen ShanShui, corriendo hacia su casa, donde el joven risueño debería estar.
De repente, y desde la absoluta nada, una energía proveniente del bosque emanó con impetuosidad. Wen ShanShui y Yi Hen se detuvieron en su lugar. El primero volteó para ver a su hermano, quien ya sabía la decisión que tomaría a continuación.
—Está bien, primero vamos a ir a verificar si You YuMo está a salvo. —Tranquilizó a Wen ShanShui, que asintió para, acto seguido, continuar su camino a gran velocidad.
En breves instantes, llegaron a la casa de madera rodeada por árboles y dos hermosos estanques de loto apenas en flor. Wen ShanShui ingresó y corrió por las habitaciones con la cara pálida. Subió las escaleras, buscó y llamó al muchacho. Como se temía, You YuMo no contestó, él ya no estaba ahí. Sin chistar siquiera, bajó al primer piso, donde casi se choca con Yi Hen.
—¡El bosque, quizás fue hasta allí al sentir esa energía! Soy tan estúpido, maldita sea —maldijo en voz alta.
—ShanShui, tranquiliza tu corazón, iremos de inmediato. Si él siguió esa energía no debe estar muy lejos. —Yi Hen intentaba calmarlo, siguió sus pasos apresurados sin saber qué decirle, pues ni él mismo estaba tranquilo ahora.
El hombre de cabello negro no esperó a nada más. Si Yi Hen se quedaba atrás, no era algo a lo que le diera importancia: su corazón estaba demasiado ansioso y agitado por todo, su mente solo podía pensar en You YuMo y en encontrarlo.
—¡Por favor, que estés ahí! —gruñó para sí.
Con el rostro pálido y sumido en nervios, ambos se apresuraron para ingresar en el bosque. La energía comenzaba a emanar con más fuerza, a medida que se acercaban, se volvía más complicado estar de pie. Aun así, los maestros no detuvieron sus veloces pasos.
Llegaron jadeando, con las piernas entumecidas por la velocidad que habían alcanzado, y, confusos, observaron el sitio con mucho cuidado. Una roca bloqueaba el paso hacia el punto de donde provenía aquella energía, era claro que había algo oculto por debajo. Wen ShanShui intentó empujarla con sus brazos, no obstante, era muy pesada; sería imposible que una sola persona la moviera.
Incapaz de ver a su hermano luchar solo para abrir el paso, Yi Hen, sin pensarlo, se acercó para ayudarlo a empujar, mas fue imposible. Había alguna clase de hechizo que impedía cualquier movimiento, y ese hechizo parecía hacerla pesar toneladas.
Al no conseguir mover la roca, decidieron buscar en los alrededores. Wen ShanShui llamó algunas veces al joven y, como era de esperarse, nadie respondió a su llamado. Al final, ambos hermanos decidieron intentar de nuevo con la pesada roca.
De pronto, Yi Hen se quitó de encima, dejó de hacer fuerza y de lanzar hechizos a lo loco. Volteó su mirada asustada, intentando prestar atención a lo lejos, ya que había captado algunos pasos acercarse a ellos. Pese a que mantenían sus energías espirituales ocultas, debían esconderse si no querían ser descubiertos.
—ShanShui, rápido, escóndete. —Jaló de las mangas de su hermano.
Wen ShanShui seguía tocando diferentes zonas de la roca, buscaba con desesperación algún hueco que lo ayudara a moverla. En consecuencia, Yi Hen tiró de su ropa con más fuerza.
—Apúrate, ven aquí, no sabes si está ahí dentro todavía.
Con esa respuesta, Wen ShanShui accedió a la sacudida. Ya para ese momento, incluso su aturdido oído podía captar varios pasos acercarse, no estaban lejos de ellos.
El corazón de Yi Hen se sintió aliviado por un segundo, nunca había visto a Wen ShanShui en un estado de desesperación tan grande. Se dio cuenta de que quizás la relación de su hermano y ese joven era mucho más estrecha de lo que se imaginaba. Al menos, por fin veía las cosas con más claridad que antes; algo que veía como un simple juego quizás no era así después de todo.
No pasaron ni dos minutos para que varios soldados se acercaran a la roca. Todos se veían firmes y fuertes, sus pasos sincronizados producían ruido debido a las botas de hierro. El estruendo intimidaría a cualquiera, pero los ojos de Wen ShanShui parecían estar prendidos en fuego, sin una pizca de temor, como un lobo rabioso decidido a defenderse y a defender a los suyos.
No eran soldados de Tian, llevaban trajes rojos y cascos plateados con símbolos muy diferentes a los de su reino. Delante del grupo había dos hombres enmascarados dirigiendo. Estos dos dibujaron un símbolo en el aire, un hechizo de bloqueo y desbloqueo bastante avanzado en lo que a magia se refería, por lo que no tardaron mucho en hacer que la roca se moviera.
—¿Un escudo de bloqueo para humanos? Por eso no podíamos moverla, ShanShui —susurró Yi Hen lo más bajo que pudo.
El maestro más joven quiso saltar hacia ellos para ingresar en el lugar también, sin embargo, Yi Hen pudo percatarse de las intenciones de su hermano y, de manera veloz, detuvo el movimiento con su brazo.
—No te precipites, espera. Esa gente tiene mucho nivel de cultivo, ¿qué piensas que podemos hacer nosotros dos solos contra ellos?
Wen ShanShui miró a Yi Hen furioso, ¿por qué lo detenía? ¿No entendía que su discípulo podría estar ahí dentro? No quería escuchar peros o contradicciones, lo único que quería era buscar a ese joven.
—No sabremos qué tan fuertes son hasta que luchemos contra ellos. También somos fuertes, y somos dos. Si You YuMo no estaba en mi casa, y tampoco por el bosque, tiene que estar ahí abajo. ¿Esperas que me quede quieto y espere para ver qué cosa le hacen? Ya he perdido a muchos discípulos, no pienso perderlo a él.
Como si de un castigo del cielo se tratase, aparecieron dos personas que destacaban entre las demás. Caminaron con languidez hacia dentro de la cueva, mientras que los soldados inclinaban sus cabezas con sumo respeto; algunos incluso apoyaron sus rodillas en el suelo. ¡Eran Tian Huo y Tian LanMei!
Solo podía haber una razón por la que Tian Huo estuviera en el reino Tian. Si se cumplía lo que habían leído en la carta, el rey iría pronto a activar a las bestias, las cuales ya tenían suficiente energía espiritual como para comenzar a atacar los demás reinos.
—Es probable que ahí sea el laboratorio del que habla la carta, y esta energía de seguro pertenece a las bestias que están durmiendo ahí abajo. Más bien, que están despertando, ¿cómo no me di cuenta de que existía este lugar? —rabió Yi Hen.
Desobedeciendo a su hermano, Wen ShanShui se lanzó, impetuoso, ante todos esos soldados.
—Lo siento, hermano, no puedo esperar a que le hagan daño.
Corrió hacia los soldados a una velocidad increíble, los atacó con agilidad y, en consecuencia, todos se abalanzaron hacia él. Yi Hen no tuvo más opción que ir en su ayuda, no iba a dejar Wen ShanShui solo. Si se lanzaba, lo iba a ayudar, por ende, se quitó la lanza de su espalda y empezó a pelear junto a él.
No transcurrió mucho para que, de un momento a otro, la entrada de la cueva volara despedida para todos lados. Una explosión se había escuchado por debajo del suelo y, de allí, salieron docenas y docenas de bestias. Todas iguales, rápidas y ágiles.
Wen ShanShui y Yi Hen quedaron atónitos, en especial el primero, quien reconocía la forma que tenían esas bestias. Estas, al salir, corrieron sin miramientos en dirección a la capital, mientras que desde la entrada varias rocas seguían saliendo despedidas por los aires; algunas llegaron a golpear a los soldados que esperaban afuera, lo que significaba que esas vidas no valían nada.
Yi Hen sujetó con fuerza a su hermano antes de activar un escudo, el cual le sirvió para no salir volando de allí y evadir las rocas que se dirigían a ellos.
—Yi Hen, estas cosas son iguales a la bestia que vimos en Jiazhi, tienen la misma forma, solo que su tamaño es más pequeño.
Ante esa declaración, Yi Hen se sorprendió. ¿Tendrían las mismas características? Si era así, estaban en serios, muy serios problemas.
—¿Usa el mismo diseño de la estatua espiritual para crearlas?
Wen ShanShui quería salir corriendo, estaba al borde de la desesperación total. Jalaba del fuerte agarre de Yi Hen, mas su hermano lo sostenía con una fuerza sacada desde quién sabe dónde.
—¡Deja mi brazo, debo buscarlo ahí adentro! ¡Yi Hen! ¿Qué demonios te pasa? ¡Déjame ir!
Yi Hen negó con su cabeza, no tenía intención alguna de soltarlo. Justo en ese instante, el tono y la mirada de Wen ShanShui cambiaron de forma rotunda. Le habló en voz baja, su voz se escuchó cortada, preocupada. Su nuez de adán subía y bajaba por los nervios.
—Tengo que ir... Por favor, suelta mi mano, Yi Hen. Te lo ruego, déjame ir.
En el instante en el que esas palabras fueron dichas, Tian Huo salió de la cueva, montado en una de las criaturas. Llevaba una sonrisa satisfecha, llena de ira y rencor. Su energía negativa era comparable a la de una verdadera bestia rencorosa, o un fantasma resentido al extremo. Pero algo más había en esta escena, algo fuera de lugar. En sus brazos, Tian Huo llevaba a la reina Tian LanMei, estaba dormida, o quizás inconsciente. No obstante, lo que más les impactó de eso es que ella iba amordazada y atada.
Tian Huo levantó su mano y les gritó con euforia a los pocos soldados que habían quedado cerca.
—¡Maten a todos los soldados y ciudadanos de Tian que vean! —Sonrió, perverso—. ¡Por fin nos será devuelto lo que nos pertenece! ¡No dejen a nadie vivo, cambiaremos la historia, nada del Tian actual será recordado!
Fin capítulo 20.
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¡Holis!
Aquí les va un dato:
"FèngHuáng" o en chino simplificado "凤凰" son aves mitológicas de Asia oriental que reinan sobre todas las aves. Originalmente los machos se llamaban feng y las hembras huang, pero tal distinción dejó de hacerse y se convirtió en una entidad femenina única que se empareja con el dragón chino, que se considera masculino.
En Occidente, es referido normalmente como el "fénix chino" o simplemente , aunque sus similitudes mitológicas son superficiales.
Aunque no escupe fuego como algunas otras criaturas mitológicas, el Fenghuang a veces se asocia con el elemento de fuego debido a su capacidad de renacimiento y transformación, que puede recordar al ciclo del fuego. (Por esta razón el nombre :3)
El FengHuang está compuesto por el pico y frente de gallo, la cara de una golondrina, cuello de serpiente, pecho de ganso, espalda de tortuga, cuartos traseros de un ciervo y la cola de un pez. Sin embargo, en la actualidad se describe como la composición de muchas aves, incluyendo la cabeza de un faisán dorado, el cuerpo de un pato mandarín, la cola de un pavo real, las patas de una grulla, la boca de un loro y las alas de una golondrina.
Su cuerpo simboliza los seis cuerpos celestes. La cabeza es el cielo, los ojos son el Sol, la espalda es la Luna, las alas son el viento, los pies son la Tierra y la cola son los planetas. Sus plumas contienen los cinco colores fundamentales: negro, blanco, rojo, verde y amarillo.
Gracias a wiki que explica mejor que yo xD
Comentario aparte que fue muy xd:
Pero bueno, espero que les haya gustado el capítulo uwu 💖 ¡Hasta el próximo!💖
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