Capítulo 14 - Soledad y compañía.


Algún tiempo después...

Somnoliento por no poder dormir bien la noche anterior, You YuMo se talló los ojos y bajó los pies de la cama. Se tambaleó de derecha a izquierda y se paseó por el sitio unos instantes, como si quisiera despertarse con esa acción; luego, sin mayores preocupaciones, desenredó su cabello con un cepillo de bambú, bebió un poco de agua y colocó su espada en el cinturón marrón oscuro que sujetaba sus ropas. Salió de su habitación a paso tranquilo, bostezando una y otra vez.

Al caminar por el largo pasillo del pabellón de discípulos, se percató de que Chang Gao, Bai GuangXuan, Ti WuChang y Ti ChenYing lo esperaban en la entrada con una inusual sonrisa. Pareciera que era la última vez que se verían, una escena cálida de sus amigos; no era del todo usual encontrarse así. Todos rieron, agitando los brazos.

—¡You YuMo! Vamos a clases de una vez, ya quiero que nos liberen, ¿recuerdas lo que es hoy? —preguntó Chang Gao, aturdiendo a todos.

—Claro que sí, lo recuerdo.

En efecto, ese era un día especial: se cumplía casi un año desde que los discípulos de la actual generación habían ingresado en la academia. La primavera ya estaba avanzada, el calor del verano poco a poco se comenzaba a sentir y los entrenamientos se estaban volviendo cansados por el calor.

Después de desayunar en el comedor y descansar de la panzada, llegó la hora de clases de historia, lógica de bestias y práctica de caligrafía. Posterior a esto, entrenaron con sus espadas y técnicas marciales. A decir verdad, los días se habían vuelto monótonos y no había mucho para hacer más que entrenar, sin embargo, esta vez sería diferente. Aquel mes, todos los años, era muy importante para la vida de los discípulos.

En medio de las clases de la mañana, Wen ShanShui se posicionó en frente a todos y cruzó sus brazos.

—Sé que están ansiosos por lo que se supone que debo decir hoy. —Dejó caer los brazos a los costados y tomó un libro de su escritorio—. Este es el mes en el que van a decidir lo que desean hacer en su futuro, para lo que han estado luchando todo este primer año y para lo que se entrenaron todas sus vidas.

—¡Sí, maestro! —respondieron los discípulos, mirando a Wen ShanShui con felicidad y nerviosismo.

—Tienen un mes para volver a sus casas y decidir sus futuros, hablen con sus familiares, reflexionen qué hacer en esta vida de cultivadores que escogieron. Cuando inicie el segundo año de clases, quienes quieran entrar en la Zona Final entrenarán el doble o hasta el triple. Realizaremos misiones peligrosas de verdad y nos enfrentaremos a enemigos de alto nivel. Si es necesario, buscaremos por debajo de la tierra misiones que pongan a prueba sus habilidades, ya no habrá más practicas contra muñecos creados con magia o luchas entre nosotros, lo que sigue es mil veces más exigente. —Wen ShanShui observó el rostro de los jóvenes. Estaban en una etapa de su vida en la que definirían su futuro, era la decisión más importante para ellos, entendía muy bien el sentimiento que invadía sus corazones.

Mu Meng peinó su oscuro cabello hacia atrás y tartamudeó antes de hablar.

—M-maestro Wen TianZe... E-estoy en conocimiento de que hay seres demasiados poderosos ahí fuera, ¿iremos a buscarlos porque sí?

El joven hombre elevó una ceja.

—Eso acabo de explicar. No será porque sí, nuestro trabajo es exterminar a las criaturas que son amenazantes para la gente.

—M-muy bien —respondió Mu Meng—. ¿Y los que no entren en la Zona Final?

—También vendrán a esas misiones, pero la presión en mis instrucciones no serán tan rigurosas.

Ti ChenYing, con solo pensar en la futura respuesta de su amo y en cómo serían las lecciones, cayó desmayado sobre la mesa, golpeándola tan fuerte que, en automático, el impacto lo despertó y volvió a enderezarse. Si Chang Gao elegía la Zona Final, era probable que ellos debieran seguirlo.

Wu ShuangJue rodó los ojos.

—Vamos, nos preparamos para lo peor, ¿cierto? ¿Acaso no piensan ascender? ¿No desean elevar su cultivo para ser seres inmortales? ¿Cuántos reinos de cultivo tenemos para conocer? Muchos. Yo sí quiero dominar la aplicación de las leyes del cielo y la tierra, es más, viviré tanto como el cielo y la tierra, seré un inmortal. Si no tienen un futuro claro, en primer lugar, no sé qué mierda hacen aquí. Desde el principio estaba claro que empezaríamos a trabajar en algún momento. No sean llorones.

Al ver que su rival jurado soltaba palabras valientes, Chang Gao se levantó de su asiento y golpeó la mesa con ambas manos.

—Son solo bestias, no deben temer. —Sonrió, mirando a Wu ShuangJue de reojo—. Lo mejor es que, por fin, tendré la oportunidad para demostrar quién es el mejor de esta academia.

Bai GuangXuan suspiró, haciéndose escuchar, no necesitó decir ni una palabra. En realidad, ese suspiro era un mensaje para Chang Gao: "Cállate. No quedes en ridículo más de lo normal, me decepcionas".

Lang WuJi, el sirviente más fiel de Wu ShuangJue, golpeó su mesa, llamando la atención.

—¿Qué te piensas, Chang Gao? Algunos somos mejores que tú y lo sabes.

—¿Perdona? Nadie es mejor que yo aquí, idiota.

—¿Qué dijiste? —respondió, apretando los dientes.

—Basta, los dos —ordenó con suma serenidad el maestro, que se acercó a ellos unos cuantos pasos.

Al igual que un rayo, ambos se callaron y miraron hacia el suelo. Mejor era callarse, dejar las cosas como estaban en lugar de que Wen ShanShui los expulsara de una vez por todas por seguir siendo tan infantiles. Era mil veces mejor no discutir.

Wen ShanShui continuó.

—No deben preocuparse, estarán conmigo en todo momento por si llegara a presentarse algún inconveniente. Además, al enfrentarse a las bestias reales, se darán cuenta de que ustedes tienen un buen nivel de combate. No lo digo por ser su maestro, lo digo como cultivador.

—Maestro Wen TianZe, ¿conoceremos la... Zona Final antes de pasar de año? —preguntó en voz baja Bai GuangXuan.

—No. Para ser honesto, ni yo he visto ese sitio.

—¿En serio? ¿Cómo se supone que sabremos si queremos entrar allí o no entonces? —dudó el sirviente.

Wen ShanShui asintió, dándole la razón a su discípulo.

—Lo sé, es algo extraño, pero así son las cosas. Nuestra reina lo organizó así. No podemos ir en su contra de eso, así está estipulado.

—No tiene sentido. Quienes están en ese lugar podrían ayudar a los que ingresan en la academia, ¿no? —preguntó Chang Gao.

—Idiota, ellos se encargan de tareas secretas. ¿Acaso piensas que tendrían tiempo para ti? —objetó Wu ShuangJue con una mirada desafiante y de reojo.

—Aun si quisiera decir más al respecto de esa Zona, no podemos dar más información. No sabemos nada, incluso nosotros los maestros estamos en total desconocimiento.

—¿A ustedes se les ha invitado alguna vez a ingresar allí? —cuestionó Wu ShuangJue.

—Lo han hecho, es solo que nunca hemos aceptado. Estamos felices aquí, y hay gente fuera que necesita de nosotros.

—Porque cuando un cultivador promedio no puede con un problema, ya sea de fantasmas resentidos, bestias, deidades corrompidas o lo que sea, son ustedes quienes se encargan del problema con sus propias manos, ¿cierto? —aportó Wu ShuangJue.

—Hasta ahora, así es.

—Aquí sin dudas seremos los más fuertes, nadie nos ganará nunca. Siempre se escucha sobre esto fuera del palacio, es una realidad que ni los dioses podrían contradecir —expuso Lang WuJi, orgulloso.

Wen ShanShui negó con la cabeza.

—Aunque lo hagan sonar así, aquí y afuera, hay muchos cultivadores poderosos en el exterior. Cultivadores respetables, incluso hay historias de algunos que han ascendido a los cielos como dioses. No deben sentirse superiores a nadie, pues esto lleva a la derrota. Si subestiman al enemigo, ese pensamiento arrogante los podría engañar. —Wen ShanShui hizo silencio por un momento para observar las reacciones, luego continuó—. Por lo tanto, teniendo en cuenta que la vida de un cultivador no es nada fácil, ustedes son quienes deben decidir si entrar o no a la Zona Final. Preguntaré, ¿alguno ya está interesado en ingresar?

Ese cuestionamiento no era algo que soliera hacer a esas alturas, tan solo era una prueba.

El silencio dominó el salón. You YuMo miró a Wen ShanShui y notó que, por alguna razón, este no quería que ninguno levantara su mano.

—De todos modos, tienen un mes para pensarlo. No se agobien, reflexionen tranquilos, elijan lo que sus corazones les indiquen. Terminamos la clase por hoy. Quien quiera volver a casa ya puede salir de la academia. He visto varios carruajes estacionados por la mañana, veo que estaban ansiosos por volver. —Sonrió con una ceja curvada hacia abajo y la otra hacia arriba.

Una sonrisa avergonzada apareció en casi todos. En verdad estaban ansiosos por regresar, ver a sus padres, hermanos, todos tenían a alguien a quien querrían abrazar.

—Vayan, no hagan esperar a sus familias. —Wen ShanShui reveló una sonrisa acogedora—. Recuerden la fecha de inicio, quien llegue tarde sin razón justificable tendrá que dar cien mil golpes frontales con la espada y diez vueltas a la academia.

—¡Sí, maestro!

Todos se inclinaron profundamente en señal de respeto tras esa respuesta.

Pronto y sin ninguna demora se retiraron, sin embargo, antes de hacer cualquier otra cosa, Chang Gao, junto a los demás, se acercaron al rubio de ojos esmeralda.

—You YuMo, ¿volverás a tu aldea? —preguntó el pelirrojo.

—Es imposible que regrese —negó You YuMo—. Tan solo en volver tardaría un mes completo. Me quedaré.

—¿Es tan lejos? —cuestionó Ti WuChang.

—Bueno, para ser un poco más exactos, en la otra punta del mapa.

—Es una pena... Me siento mal por ti. —Ti ChenYing, que se había acercado por detrás, agachó la cabeza—. Regresar a casa de vez en cuando no está mal.

—No es gran cosa. —Negó con una mano—. De igual forma, no hay mucho qué hacer en He Ping y el viejo me estaría molestando todo el día para seguir entrenando.

—Si tú lo dices —aportó Ti WuChang, apoyando su mano en el hombro de You YuMo—. Aunque... Chang Gao, ¿no puedes llevarlo a casa? Al menos no estará solo tanto tiempo.

—Lo siento, You YuMo, no puedo llevarte. Si lo hago mi padre cortará mis brazos y te echará a patadas. Él no es como yo o mis chicos.

—Ustedes se preocupan por cosas innecesarias. Yo quiero quedarme a entrenar y a holgazanear cuanto quiera. Además, no voy a estar solo. —Con su pulgar señaló a Wen ShanShui, que estaba ordenando varios libros en su escritorio.

—¿E-estarás bien? ¿Seguro? —Chang Gao miró a You YuMo con lástima.

—Sí. —Se mostró risueño y despreocupado—. Me divierto mucho junto a Wen ShanShui.

—Bien... Si tú lo dices supongo que está bien... —El pelirrojo, sin creer demasiado en las palabras del joven, devolvió la sonrisa—. Nos vemos en un mes, You YuMo.

—Sí, que estén bien. Nos veremos pronto.

Chang Gao, Bai GuangXuan, Ti WuChang y Ti ChenYing también saludaron, retirándose del salón y dejando dentro solo a Wen ShanShui y You YuMo.

Wen ShanShui miró a You YuMo con ojos insatisfechos.

—¿Qué quieres decir con que no estás solo?

—Wen ShanShui, así que estabas escuchando.

—¿Cómo no voy a escuchar? Son solo ustedes en todo el salón.

—No me dejarás solo, ¿verdad?

¿Cómo iba a decirle que sí? Wen ShanShui vio la expresión del joven, era en extremo adorable, no podía decirle algo como que lo dejaría solo todo un mes. Con una sonrisa inevitable, el maestro exhaló un ligero suspiro. No contestó. No necesitaba hacerlo, con esos pequeños gestos, You YuMo ya sabía la respuesta de Wen ShanShui.

Por esa razón, el joven de ojos esmeraldas se acercó con más felicidad.

—Oye, me ibas a enseñar algo de hechizos avanzados, ¿lo recuerdas? Esta es una buena oportunidad. Tal vez a hacer esos sellos y talismanes que Yi Hen y tú usan, o algunas de esas técnicas secretas de nuestra academia. Sería fantástico. Y también podemos ir a la capital. ¿Qué dices?

—Ni pienses que saldré a jugar por ahí. Este mes nosotros lo tomamos para descansar, tomar algún trabajo si queremos y organizar el siguiente año. Si quieres quedarte a mi lado, ten eso en cuenta. —Reflexionó en lo que había dicho y añadió—: Y ya les he enseñado muchas técnicas y hechizos secretos de la academia, ¿no es por eso que vienen aquí?

—Bueno sí, pero... Vamos, no seas así. Vamos al menos una vez.

Los ojos grises se dirigieron hacia los decaídos ojos esmeraldas, ¿cómo hacía para convencerlo?

—Algún día quizás esté libre, primero debo terminar con el trabajo, ¿de acuerdo?

—¡De acuerdo! —contestó con esperanza—. Te ayudaré.

A pesar de lo que decía Wen ShanShui, la realidad era que, en ese mes, los maestros elegían con libertad qué hacer. El año anterior, a diferencia del año actual, sería el inicio de una nueva generación, por lo que, en vez de un mes, se dejaron cuatro para descansar. Mientras Wei De y Sheng ZhiGuang se encargaban del papeleo de los nuevos discípulos que iban a ingresar, los maestros podían manejar su tiempo a su criterio.

En aquel entonces, Wen ShanShui había elegido ir a una misión en un pueblo lejano, donde escuchó sobre los cultivadores que viajaron a la montaña Jiazhi. Por su parte, Yi Hen había optado por viajar por más información sobre la Zona Final, y lo único que consiguió fue verificar que, en efecto, nadie volvió a escuchar sobre los discípulos que ingresaban allí.

—Bueno, ¿qué vas a hacer? —preguntó, apoyando sus brazos sobre el escritorio de Wen ShanShui.

—Voy a ir al pueblo XuanYa, han solicitado ayuda. Por lo visto, han desaparecido personas... de nuevo.

—¿Qué? Eso es malo. Wen ShanShui... —dudó por un breve instante, y después de formular la pregunta, agregó—: Cuando se solicita la ayuda de los cultivadores de Tian, suele ser porque otros cultivadores no han podido solucionar el problema, ¿no es así?

—Exacto, aunque es extraño que suceda. Por lo general, cuando un cultivador no puede con alguna bestia o alguna otra criatura por su nivel de cultivo, solicita ayuda de más gente. Casi nunca somos indispensables, sin embargo, en ocasiones, nos llaman para ayudar.

—Si eso pasara en épocas de clase... —rascó su mentón como si pensara en algo profundo e importante—, ¡ese día sería un día libre para nosotros!

Las cejas de Wen ShanShui hicieron un tic.

—Ya, deja de decir tonterías. Ayúdame a cargar esto si es que te vas a pegar a mí.

You YuMo se levantó del escritorio sin chistar. Levantó una pila de libros que fue depositada en sus brazos y sonrió calurosamente. Por dentro, lo que quería era despreocupar un poco al hombre diciendo alguna tontería como esa. Tenía muy claro que las desapariciones en Tian lo tenían sin poder dormir desde hacía rato, y que estuviera todo el tiempo pensando en eso no era saludable.

—¿Hacia tu casa? —preguntó You YuMo.

Wen ShanShui caminó hacia la entrada y abrió la puerta para darle paso.

—No, los devolveré al pabellón central.

—¡Perfecto, a la biblioteca del pabellón central!

Ambos marcharon hacia el gran salón. El exterior era cálido, los árboles rosas aún estaban florecidos, todo era calmo al no haber casi discípulos merodeando la zona. You YuMo había tomado la delantera por algunos pasos y, gracias a eso, Wen ShanShui podía apreciar por completo el cuerpo del joven. Ya había pasado casi un año desde que se habían conocido, en consecuencia, y gracias al entrenamiento, You YuMo había crecido un poco; sus músculos eran mucho más evidentes que antes, incluso su rostro parecía ser más maduro. Sin dudas que había mejorado, cosa que lo hacía sentir orgulloso.

Al llegar al destino, dejaron los libros sobre una gran mesa y los ordenaron en las estanterías correspondientes. You YuMo alcanzaba los libros para que Wen ShanShui los colocara.

—¿Por qué son solo dos años en la academia? ¿Dos años son suficientes? —preguntó, mirando uno de los libros.

—Nunca es suficiente, You YuMo. Siempre puedes aprender más, y debes seguir mejorando. Nosotros les damos las herramientas y un entrenamiento intensivo. Los ponemos a prueba y los ayudamos a mejorar. Cuando terminan esos dos años, ustedes ya pueden decidir qué hacer con sus vidas.

—¿Y si algún discípulo quiere quedarse?

Esa pregunta hizo que los hombros de Wen ShanShui hicieran un tic, de inmediato miró a You YuMo.

—Eso no se puede, son las reglas. Un cultivador debe servirle al reino, no puede quedarse en la academia.

Era como pensaba, You YuMo bajó su mirada. Era obvia la idea que tenía en su cabeza.

—Lo sé, solo preguntaba —contestó, forzando una sonrisa.

El corazón de You YuMo se hundió en una profunda y oscura fosa. Por un breve instante, sintió que el tiempo que le quedaba era muy corto, que no había avanzado nada. Lo que más le angustiaba era que, en un año, ya no podría ver a Wen ShanShui a diario. Ya no podría hablarle por las mañanas. Dentro de un año, su relación se rompería.

You YuMo apretó las arrugas del pecho de su ropa, como si quisiera calmar y calentar su corazón.

¿Qué era ese terrible miedo? ¿Qué era ese sentimiento? ¿No había algún modo de quedarse allí junto a él? El joven negó con su cabeza, entendió que, quizás, su apego era demasiado fuerte. Su separación era algo por lo que debía pasar, cuando llegara el momento lo aceptaría de la mejor forma posible. Esperaría hasta ese instante, vería qué hacer, pues tenía un año para pensarlo. Todo un año. «Aún tengo tiempo para estar aquí, para aprender de él», pensó sin evitar sentirse angustiado.

Wen ShanShui, que acomodaba los libros para que quedaran colocados a la perfección, no había visto ninguna de las acciones y rostros de You YuMo. De haberlos visto, su respuesta habría sido un poco diferente, aunque solo un poco.

El maestro extendió su mano para solicitar otro libro sin mirar al muchacho. No quería que las filas de libros se cayeran, por lo que estaba concentrado en eso más que en su discípulo.

—Alcánzame el último, ese va justo aquí arriba.

You YuMo asintió y acercó el libro a las manos de su maestro. Antes de terminar de colocarlo en su sitio, Wen ShanShui observó que, por detrás de la madera, había una fina abertura. Justo cuando iba a sacar el libro otra vez, una voz lo sorprendió por detrás.

—Mejor si no lo haces, yo venía a eso. Es de mi colección favorita.

Wen ShanShui se volteó de manera veloz en dirección contraria.

—Yi Hen... ¿Qué haces aquí a estas horas? —Exhaló aire, calmando su corazón.

Yi Hen había entrado tan taciturno que ni siquiera You YuMo se había percatado de su aparición.

—Nada en especial. Dejé que mis discípulos se fueran antes. —Se acercó con lentitud—. Vine a mirar eso, lo vi antes. Además... —Se acercó para hablarle al oído a su hermano—. Sale una especie de gas venenoso de ahí. Déjame y llévate a You YuMo, puedo manejarlo. Lo único que diré es que tiene cositas similares con aquel libro que había desaparecido y encontraste hace un tiempo atrás.

—Está bien, lo entiendo. Ten cuidado. —Lo miró con seriedad, comprendiendo que ese tema tenía demasiada importancia y, también, muchos riesgos.

—Sí, tú ve tranquilo, lleva a tu chico lejos y jueguen un rato. —Risueño, como de costumbre, se giró para ver al muchacho rubio—. Buenas, You YuMo, ¿cómo estás?

—Eh... Muy bien, gracias —respondió, intrigado. No había podido escuchar lo que había dicho en secreto.

—¿Sabes? ShanShui aceptó una misión en XuanYa, ¿por qué no vas con él?

—Yi Hen, ¿quién eres tú para invitarlo a mi trabajo? Es peligroso y lo sabes —intervino Wen ShanShui, apretando sin mucha fuerza el hombro de su hermano.

—Está bien. No pasa nada si te acompaña, no está prohibido. ¿O acaso piensas abandonar a tu chico? ¿Lo dejarás como un perrito abandonado? ¿Sin nadie que lo cuide?

—Yo...

—Él no volverá a casa, ¿o sí?

You YuMo, más que emocionado, negó con su cabeza.

—¡No, no volveré a casa!

—¿Ves? No lo puedes dejar solito en la academia. Llévalo contigo, seguro aprenderá mucho.

Wen ShanShui dejó de presionar sus dedos sobre los hombros de su hermano y suspiró, resignado.

—De acuerdo... Solo porque no quiero que quede aquí solo. You YuMo, no te separarás de mí ni por un segundo, ¿escuchaste? Me harás caso en todo momento.

Claro que haría caso, esa era su oportunidad de brillar ante la persona que admiraba. You YuMo levantó sus manos y realizó una inclinación respetuosa, muy emocionado.

—¡Sí, maestro!

—Muy bien, arreglado ese asunto, pueden irse ambos. Que les vaya bien en la misión, nos vemos. Pasen una linda semana juntos. —Canturreando lo último, Yi Hen los sacó a ambos literalmente a empujones del salón.

Wen ShanShui miró a You YuMo con ambas cejas juntas. A pesar de que la expresión gruñona no iba con exactitud para él, con algo de mala gana en su tono, dijo:

—Vayamos a preparar las cosas.

—¡Sí, maestro! —Volvió a alzar su mano el muchacho.

No era que Wen ShanShui no quisiera llevar a You YuMo a su misión, él estaba feliz de poder pasar más tiempo con él, incluso se podría decir que estaba emocionado. Pero esos sentimientos eran opacados por la incertidumbre: aún no sabía qué clase de peligro se iba a encontrar en XuanYa. La posibilidad de que le pasara algo a You YuMo le quitaría el sueño durante el viaje. Sin embargo, tras ver la emoción del chico, vislumbrar el rostro jovial y la confianza desbordada, Wen ShanShui no pudo evitar reírse en silencio. «Cierto. Después de todo, él ha cambiado mucho. Es más fuerte, más decidido. Me estoy preocupando demasiado por él. Si no lo dejo volar y experimentar más cosas, nunca llegará a crecer en su totalidad, algún día se enfrentará solo a la vida».

You YuMo se dio la vuelta y observó la sonrisa en Wen ShanShui.

—Verás cómo podré ayudarte. He mejorado tanto, solo que aún no me has visto en acción.

—Sé lo bueno que eres, me disculpo por no confiar antes. Estaba preocupado, ahora, pensándolo bien, tu presencia será de ayuda.

—Eso es bueno, Wen ShanShui, siempre estás así de preocupado por el resto. Ya no soy un jovencito sin experiencia.

Wen ShanShui exhaló un ligero suspiro. Tampoco pudo seguir enfurruñado con Yi Hen por lo que había conseguido, inclusive se sentía agradecido con él.

Después de prepararse con cuidado, ambos bajaron por la montaña, cruzaron la ciudad del palacio y consiguieron un carruaje que los llevara hacia XuanYa. Por suerte, eso hizo que el viaje fuera mucho más corto de lo que habría sido si hubieran caminado o montado a caballo.

El carruaje iba muy rápido, por lo que tardaron menos de un día en llegar. Estaban cerca del anochecer, y, aunque era tarde, los puestos seguían funcionando. Varias tiendas de ropa, joyería y restaurantes alumbraban las calles del pueblo, dejando ver lo vivo y movido que este era.

You YuMo nunca había visto tantas luces encendidas, parecía un espectáculo de luciérnagas, de diferentes tamaños y colores. Los ojos esmeralda brillaban por la emoción. Caminaba junto a Wen ShanShui sin despegar la vista de cada una de las tiendas por las que pasaban; se detuvo en algunas para ver las joyas o la deliciosa comida. Wen ShanShui paró en la puerta de una posada, cortando con la emocionante vista.

—Wen ShanShui... ¿No podemos mirar un poco más?

El hombre observó el entorno, tantas luces y puestos desconocidos, por supuesto que atraerían la atención de You YuMo. Por dentro, Wen ShanShui quería pasear y divertirse con el joven, la cuestión es que estaban allí por trabajo, no podía darse el gusto.

—No. Me gustaría pasear contigo también, pero debemos descansar.

You YuMo hizo un puchero. Quería seguir viendo las tiendas, la calle aún continuaba y había mucho por ver. Aunque sabía que Wen ShanShui estaba preocupado por él, no quiso ceder. Tomó aire e insistió.

—Yo no estoy cansado. De verdad estoy muy bien. ¿Podemos ver un poco más? ¿Un poquito?

—No es no. Vamos a descansar —dijo de forma contundente.

You YuMo entendió con esa respuesta. No quería ser una carga, tampoco quería preocupar al hombre a su lado, por lo que formó un puchero y, con debilidad, contestó:

—Está bien.

—No sabemos qué pasará mañana, hay que ahorrar energías. —Intentó subir el ánimo de You YuMo.

—Debes prometer que, en otra oportunidad, saldremos a mirar y pasar el rato, como aquella vez en la ciudad del palacio —dijo, cambiando su expresión a una más alegre.

—Muy bien, lo prometo. —Wen ShanShui le regaló una cálida sonrisa.

—Bueno. Vamos a descansar.

Dicho eso, ingresaron juntos a la posada. En el fondo, pasando por varias mesas, una mujer les daba la bienvenida. Wen ShanShui se acercó al mostrador de madera, donde ella esperaba con ansias.

—Bienvenidos, jóvenes. ¿Van a querer una habitación? ¿O tal vez algo para comer?

—Sí, una habitación para dos —respondió el maestro al instante.

—Excelente, ¿van a querer cena y desayuno?

—Sí, por favor.

—Perfecto.

Mientras Wen ShanShui hablaba con la mujer y pagaba la habitación por adelantado, You YuMo se alejó para mirar por una de las ventanas que daba hacia la calle. Hizo pucheros, dado que quería explorar, y contuvo sus impulsos de salir corriendo. Volvió hacia su maestro, soltando un largo suspiro.

—Wen ShanShui, ¿podemos ver el lugar cuando terminemos el trabajo?

Esas palabras atrajeron la atención de la mujer, quien los miró sorprendida.

—¡Oh, ustedes son los cultivadores del palacio! ¡Qué sorpresa!

No era algo que quisiera ocultar, aun así, ese comentario fue un poco incómodo para Wen ShanShui. Agarró el dinero que había sobrado del mostrador de inmediato y se alejó un paso, como si no deseara ser retenido.

—Sí, estamos trabajando. Vamos, You YuMo. Muchas gracias por la habitación.

—Oh, no agradezcas, por favor. ¡Gracias a ustedes! —La mujer guiñó un ojo—. Si usted quiere pasar un buen rato de otra manera, hágame saber.

Wen ShanShui no cambió su expresión serena, las monedas sonaron al ser depositadas en una pequeña bolsita que llevaba, era como si ese sonido lo ayudara a ignorar la oferta. Incluso You YuMo había comprendido a qué clase de "buen rato" se refería esa mujer.

El hombre de ojos grises no contestó y volteó en dirección a las escaleras. Las muñecas de You YuMo fueron capturadas de inmediato. De ese modo, se dirigieron a la habitación. Allí había dos camas y, al fondo, un baño.

You YuMo corrió y se tiró en una las camas.

—Wah... Está supercómoda.

Claro que lo estaría, Wen ShanShui rio al ver lo despreocupado que se veía el discípulo.

—Eso es bueno. Ve a darte un baño en lo que nos traen la cena.

—Está bien. Voy, voy. —El joven corrió hacia el baño.

Dentro del baño no había tantas cosas. Aun si la habitación era de alta clase, el baño no era la gran cosa, pero, para You YuMo, era más que suficiente; si tenía lo necesario, ya estaba bien. El agua estaba climatizada, algo nunca antes visto por él, y, por supuesto, fue de lo más fascinante. En la academia tenían que calentar el agua ellos mismos. A veces era agotador, por lo que ahora disfrutaría de lo que tenía allí: agua caliente todo el tiempo que quisiera.

En el cuarto, Wen ShanShui organizaba algunos sellos y talismanes que había dibujado sobre el poco papel amarillo que le quedaba y varias telas. Esperaba no tener que necesitarlos, mas, en una misión, nunca se sabía qué ocurriría.

Pasaron varios minutos para que You YuMo saliera del reconfortante baño, cuando salió, lo hizo a pasos lentos y silenciosos. Caminó en dirección al hombre frente a él, mas no habló. Wen ShanShui se veía muy concentrado ordenando los objetos. Sus ojos grises brillaban con las luces de las velas, su cabello negro, largo y cuidado, estaba caído con elegancia, tocando el lustrado suelo de madera.

You YuMo observó como si estuviera hipnotizado. «Wen ShanShui es muy apuesto y amable. Su cuerpo es hermoso. Encima, es muy bueno luchando. No es extraño que, cuando lo ven, se sientan atraídos por él», pensó, secándose el largo cabello.

Con una sonrisa impresa en su rostro, decidió llamar la atención de Wen ShanShui. Abrió la boca para hablar, no obstante, antes de llegar a decir algo, la voz dulce de una joven se escuchó del otro lado de la puerta.

—Jóvenes cultivadores —pronunció ella—, la cena está lista. La dejaré aquí afuera.

—Enseguida voy. Muchas gracias por su tiempo —contestó el maestro luego de retirar su mirada de los sellos.

El hombre se puso de pie sin perder su elegante postura y caminó hacia la puerta. Justo cuando esta se iba a abrir por completo, algo lo frenó.

—Disculpe —habló la voz dulce, ahora más suave y entrecortada—. ¿Puede esperar un momento? Me gustaría hablar de algo con ustedes, pero no me atrevo a mostrar mi rostro todavía.

De inmediato, Wen ShanShui miró a You YuMo y le hizo señas para que se acercara, algo como esto no era usual y sabía que esta persona les diría algo de valor, quería, por tanto, que su discípulo formara parte de esto.

—Está bien. No abriré la puerta, puedes hablar.

—Yo... Lamento no mostrarme —se disculpó nuevamente—. Es algo que me pone muy nerviosa. Hasta que no se solucione, no quiero que nadie sepa de mí.

—No se preocupe, no nos molesta. Podemos hablar justo como ahora—contestó Wen ShanShui.

—Es... Es algo sobre la misión que ustedes están realizando. Si no me equivoco, se piensa que es una bestia que está haciendo desaparecer gente. Mi padre trabajaba en la construcción que se está llevando a cabo en la colina del pueblo. Él es uno de los desaparecidos y... él dijo algo que... No ha permitido mi adecuado descanso en las últimas noches.


Fin capítulo 14.



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¡Hola a todas las personitas lindas que están por aquí de nuevo! Espero que estén muy bien :D

¡El primer viaje largo de esta parejita (en solitario), oh yess! ('꒳') 💖 Algún día podrán viajar tranquilamente solo por pasear, pero hoy no es ese día (๑❛ꇳ❛๑)


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