XXXV.
¿Un nuevo miembro?
Naruto bostezo mientras intentaba ponerle atención a la conversación entre Ryuu y Bell.
¿Que sucedía con la elfa? ¿Por qué proponía un nuevo miembro a esta altura? ¿Necesitaban uno más para seguir avanzando por los pisos? Por favor, el Gremio recomendaba equipos de tres para los pisos Pisos Intermedios, aquellos después del doce.
Naruto no abriría la boca, pero el ya había estado por si solo en ese piso, y sobrevivió sin problemas. Bueno, tenía a Puck, y un mar de fuego que salía de su espada.
Ryuu trato de ahogar una pequeña sonrisa al ver la expresión del rubio a su lado. El muchacho parecía estar enojado por la opinión de ella. Casi como si hubiera subestimado al Espadachín Negro llamándole débil.
- ¿Qué piensas?- preguntó Bell viendo a su hermano.
- Gaaahaa-
Naruto respondió rodando su mirada.
- No le gustó- mencionó Bell riendo suavemente.
Syr y Lili soltaron una pequeña risa.
Ryuu asíntió estando de acuerdo con las palabras del hermano mayor.
Naruto refunfuño.
¿Por qué deberían de agregar más miembros? Ya eran tres. El número que el Gremio aconsejaba para adentrarse en los Pisos Intermedios.
Ataque, defensa, y apoyo.
Los tres aspectos básicos de un grupo.
Algo que a la Familia de Bell le faltaba.
Tenían apoyo con Lili. Y ataque con Naruto y Bell. Pero nada de defensa.
Ryuu como aventurera experimentada podía ver aquel fallo que los hermanos no veían.
Bell llevó las manos a la cabeza pensando.
- ¿Tienen algún problema con su equipo, pequeños novatos?-
La conversación en la mesa cesó ante el nuevo invitado.
Un grupo de tres hombres habían llegado posicionándose detrás de Naruto y Ryuu.
- Tengo buen oído, chicos. Los escuché hablando de necesitar algo de ayuda- expresó el hombre que parecía el líder, o simplemente el más sociable de ellos-. Pueden unirse a mi grupo- sonrió con sus mejillas sonrojadas tratando de quedarse en su lugar.
Claramente aquel sujeto, y los que lo acompañaban estaban borrachos.
La expresión de Bell cambio por un leve segundo pareciendo pensar aquella oferta. ¿Quien lo diría? Ahora eran tan famosos que alguien los invitaba a su grupo.
- ¿Eh...? Pero, ¿por qué?- preguntó Bell confundió ante la repentina oferta.
- Porque soy un buen chico y quiero ayudar a mis compañeros ¡Hip!- mencionó terminando con hipo el Aventurero.
El olor a alcohol era demasiado siendo percibido por toda la mesa.
Syr sonrió de forma irónica. La camarera estaba acostumbrada a aquellas situaciones. Lidiar con borrachos era pan de cada día en el bar.
Lili solo desvío la mirada. Ella aún no se llevaba bien con los Aventureros.
Ryuu, quien era la más cercana, ni siquiera se inmutó ante el olor.
Solo uno no disimulo el disgusto.
Naruto sacó la lengua mientras hacia un sonido de vomitar.
Por suerte para todos, los Aventureros no notaron aquel gesto por parte del Espadachín Negro. O capaz no quisieron darse cuenta, nadie sabía.
- Los llevaremos a los Pisos Intermedios, pero a cambio...- expresó el hombre sonriendo de oreja a oreja con su mirada puesta en cierta parte de Syr-. ¡Compartan a estás hermosuras!-
El efecto de aquellas palabras fue de inmediato manifestandose en expresiones de disgusto en los rostros de Syr y Lili.
¡Riiic!
La silla rechinó.
Naruto se había levantado dandose media vuelta quedando frente al sujeto que había hablado.
- ¡Vamos hombre! Compartir es de compañeros. No sé cuánto gastaron en ellas, pero nosotros también queremos que hermosas chicas nos sirvan vino-
Bell se levantó de su lugar.
- No hay necesidad de hacer equipo. No necesitan tu ayuda- expresó Ryuu llamando la atención de todos.
- ¿Oh...? ¿Estás diciendo que no podemos protegerlos?-
- Así es- sentenció Ryuu-. Uno de ellos es nivel 3. Y no creo que ninguno quiera hacer equipo con alguno de ustedes. Así que, retirense del lugar-
El jefe comenzó a reír siendo imitado por los otros dos.
- ¡Por favor, elfo! ¿Realmente crees aquella estupidez? ¡Es imposible que alguien haya subido de nivel en mes y medio, y menos dos de un solo tirón!- expresó.
La refrescante risa del hombre se contrajo repentinamente.
La sonrisa desapareció de su rostro por un momento, después de lo cual se rio de nuevo. Esta vez, estrecho sus ojos y revelo una falsa sonrisa parecida a una máscara.
La atmósfera se puso tensa.
- Oye perra, ¡te acabo de hacer una pregunta!-
El sujeto dió un paso hacia adelante e extendió su brazo en un intento de tocar el hombro de Ryuu.
Antes que la elfa actuará rápidamente mandando a volar al sujeto, otra persona lo hizo en su lugar.
¡Fush!
Naruto dió un cabezazo de lleno al rostro del sujeto.
¡Crack!
- ¡Ahhhhh!-
El hombre hincó una de sus rodillas llevando las manos a su cara intentando detener la sangre que descendía de su nariz rota.
Antes de actuar en defensa de su amigo, Naruto agarró de la mesa su vaso de vidrio estrellando el recipiente contra la boca del hombre a la derecha.
- ¡Bastardo hijo de pu-!
Espadachín Negro detuvo el golpe del tercer sujeto agarrando su muñeca derecha.
Naruto tiró hacia arriba sacándole un quejido de dolor al hombre. Tiró hacia abajo haciendo una palanca al brazo dejando al Aventurero gritando de dolor caminando de puntitas de pie para intentar mitigar el castigo.
¡Crack!
El nuevo sonido inundó todo el local.
La barra se había partido en dos quedando casi en forma de V en el suelo.
La dueña, Mia Mama, lanzó un gruñido retirando su puño de la barra.
- Si van a pelear háganlo afuera. No quiero que dañen mi local- expresó la dueña mandando miradas amenazantes.
Naruto soltó al tercer Aventurero dejandolo libre. Con un leve movimiento de cabeza apuntando a sus compañeros, el hombre entendió del mensaje del Espadachín.
Llévate a tus amigos.
A toda prisa tomó a sus compañeros y huyó del lugar.
- ¡Paga lo que comiste, bastardo!- gritó Mia Mama dándose cuenta del error.
¡Fush!
Una pequeña bolsa abultada de tela cayó en las manos de la dueña, quien vio el objeto curiosa. Abriendo, observó dinero.
Naruto solo asíntió.
- No hacia falta que hagas eso. Yo lo podía controlar- expresó Ryuu viendo al Espadachín sentarse nuevamente a su lado.
La música del bar reinició su marcha olvidando al instante el incidente reciente.
- Lo sé. Eres una mujer fuerte-
Naruto movió sus manos.
El Espadachín Negro sonrió alzando un brazo pidiendo otro vaso de agua con una seña.
Ryuu sonrió levemente.
Un gesto que últimamente estaba haciendo demasiado sin darse cuenta.
La noche transcurrió.
X~X~X
Al día siguiente.
Cielo despejado. Brisa cómoda.
Los hermanos Cranel observaban frente a ellos la Torre Babel.
La fiesta de la noche anterior había transcurrido sin ningún drama después de aquellos borrachos. Pasando tan buen momento, que ni siquiera se habían dado cuenta en qué momento se había hecho medianoche.
¿Que hacían allí?
En su batalla contra el minotauro, Bell había destruido su armadura ligera. Era hora de comprar una nueva armadura para el albino mayor. Tras mes y medio siendo Aventurero los hermanos habían ahorrado algo de dinero pudiéndose dar el pequeño lujo de comprar algo más que accesible.
Si se buscaba calidad, era obvio que irían a la tienda de Hefesto.
Contaba con 100,000 Varisu para usar.
Espadachín Negro bostezó.
Naruto estaba allí porque, bueno, estaba allí. Hoy era día libre y no quería quedarse en casa sin hacer nada.
Aunque podía aprovechar estar aquí y comprar alguna arma secundaria para complementarse con lo que ya tenía. Algunos cuchillos que pudiese arrojar, alguna especie de kunai estaría perfecto.
X~X~X
Octavo piso, Torre Babel. Tienda Hefesto.
Naruto dió un silbido ligero observando todo a su alrededor.
El Aventurero no llevaba ningún armamento yendo vestido con ropa civil. Unas sandalias negras, pantalón holgado gris, y una remera negra corta pegada al cuerpo que poseía el diseño de una llama naranja en su espalda.
Realmente era la tienda de Hefesto.
Era un laberinto de armas.
- ¡¿Pero por qué eres así?!-
Un grito cerca de la caja de venta se escuchó seguido de un golpe al mostrador, algo que llamo la atención de todos en el local.
Naruto camino siguiendo las voces observando como Bell ya se hallaba a metros del lugar.
Ahora lo entendía, Bell no llamaba a los problemas, el iba a buscarlos.
- ¿Por qué en la esquina? Siempre es lo mismo. ¡Es el peor lugar de la tienda!-
El empleado trataba de charlar con un sujeto pelirrojo vestido en una yukata negra con una especie de pañuelo azul atado a su cuello.
En el mostrador, había muchas cajas llenas de partes de armadura ligera.
- (¿Le vendieron algo defectuoso?)- pensó Naruto quedándose al margen, pero observando la situación.
Claramente, Bell ya había llegado al mostrador con una pequeña sonrisa nerviosa.
- Buenas...- saludó el albino interrumpiendo la discusión-. Estaba buscando algo del trabajo de Welf Crosso, pero no he visto nada- mencionó Bell.
El sujeto pelirrojo volteó rápidamente observando al albino.
- ¿Planeas comprar algo de sus trabajos?-
- Claro que si- respondió Bell sonriendo-. Su antigua armadura que compre me vino de perlas, y quisiera seguir con lo que ya estoy acostumbrado-
Naruto alzó una de sus cejas hacia arriba al ver la enorme sonrisa que creció en el chico pelirrojo.
- ¡Ahí tienes!- mencionó el sujeto apuntando victorioso contra el encargado detrás del mostrador-. Me presento, Welf Crosso, a tu servicio- anunció.
Naruto solo atinó a revolear la mirada hacia arriba.
Realmente su hermano tenía algo.
Y muy dentro suyo lo supuso, estaba mirando al nuevo miembro del grupo.
Fin del capítulo.
Espero que les haya gustado. Con su voto, comentario, y poniendo el fic en sus listas de lectura me ayudan muchísimo.
¿400 votos para el próximo?
Nos leemos en el siguiente capítulo.
Bye-bye~
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