V.
Después de recoger el fragmento de la Piedra Mágica del <Dungeon Lizard> y el <Goblin>, la exploración del Calabozo de hoy había terminado.
Realmente el par de hermanos sentían los cambios de su <Estado>. Bell, ansioso, sentía que aquel dia estaba más cerca. El día en el que alcanzaría a Aiz Wallenstein. Los pensamientos sobre ella llenaban su corazón.
Llenando sus equipajes, para luego intercambiarlo por oro, los hermanos avanzaron del cuarto piso al primero. Los Kobolds y Goblins que se encontraron en el camino fueron fácilmente derrotados. Afuera ya debería ser de noche con el cielo pintado de un panorama naranja.
Al llegar al primer piso se pudo ver a aventureros como ellos. Enanos y elfos llevando armaduras y armas de alto nivel comparadas con el lamentable equipo que los dos hermanos tenían.
Después de cruzar un extremadamente amplio túnel llamado <Inicio del Camino>, apareció un gran agujero que se vinculaba al suelo.
La altura era de aproximadamente 10 metros, el diámetro era casi la misma longitud, su forma era similar a un cilindro redondo. En el interior del cilindro redondo, había unas apacibles escaleras, causando que se forme una gran espiral.
Varios aventureros pisaban las escaleras plateadas, haciendo que los hermanos lo siguieran. Después de un rato, finalmente cruzaron el último escalón de la escalera. La vista repentinamente se amplió, y el olor artificial entró por sus narices.
Las paredes blancas de la gran torre <Babel> se construyeron directamente sobre el Calabozo, actualmente estaban en una de sus pisos subterráneas.
Habian llegado a un amplio espacio abierto con un gran agujero en el centro. Era injustificadamente amplio, decir que puede albergar a miles de aventureros no era una exageración, e incluso después de todo eso, todavía quedaría espacio adicional.
Fue construida para que tuviera la atmósfera de un templo, haciéndolo para que no se sintiera que había una guarida de monstruos directamente debajo de él, estaba lleno de un ambiente majestuoso.
Si alguien dijera que este lugar era para que las personas les ofrecieran un homenaje a los dioses, tal vez algunas personas lo creerían. Este gran salón se condensó con artesanía.
El gran salón era azul y blanco en su mayor parte, los alrededores estaban llenos de nombres de aventureros tallados en pizarras de roca negra, pilares largos y gruesos separaban los numerosos muebles que era imposible contarlos. Mirando arriba, se podía ver una esquina del techo llenándose por el cielo azul, no había obra que pudiera representar el cielo más complejo que ésta.
Llegar a este punto significa que es una zona muy segura. Naruto relajo sus nervios de forma natural, y la fatiga oculta se presionó sobre su espalda. Debería de lavarse los dientes, la carne de los monstruos no sabia muy bien que digamos.
- ¿Que sucede?- preguntó Bell al sentir el leve llamado en sus hombros.
El peliblanco giro encontrándose con Naruto señalando hacia otro lugar.
Un gran número de aventureros y Partidarios, que llevaban mochilas, estaban amontonados. Una escena inusual apareció ante sus ojos.
Una enorme carga en forma de cajas, a la que se le habian montado ruedas, al parecer se trataba de una caja de almacenamiento de transporte.
¿No eran utilizadas para atacar los pisos más profundos del Calabozo? Se utilizaban a menudo durante <Expediciones>.
Fueron diseñadas para almacenar alimentos y equipos de repuesto, así como botines y una gran cantidad de artículos. Naruto recordo aquella información nebulosa de su mente y se quedo mirando las cajas. De repente, una de ellas se sacudió.
Sorprendido se quedo mirando la caja que podía moverse por sí misma. Esa acción era como declarar que quería salir del interior. Sin abrir las cajas, ya se podía imaginar lo que estaba arrasando dentro de ella.
Una vez que pensaron que la caja se podría considerar como una jaula, entonces simplemente activando su imaginación, pudieron adivinar lo que había dentro de las cajas.
¿Hay un monstruo en el interior?
Incluso podían escuchar el pequeño rugido <Uuuu> sonando desde dentro de la caja, y eso confirmó sus pensamientos.
Un grupo apareció transportando nueva carga por las escaleras del gran agujero.
- Este año también serán los anfitriones de eso-
- Festival de Monstruos, ¿cierto...?-
- ¿Cuál es la importancia de ser anfitriones incansablemente de eso?-
- Para acrobacias, ¿cierto...? Que aburrido-
- Ganesha es realmente desafortunado, ser obligado por el Gremio para realizar tal tarea, y tiene que halagar al público todos los años-
- Eso es porque, no importa lo que ustedes digan, es un <Señor de Todos>-sama, hahaha!-
Todos los miembros de esa <Familia> tenían equipado un emblema con el rostro de un elefante.
Los ojos del rubio persiguieron una silueta familiar. La persona que actuaba como su asesora y la de Bell, Eina-san, estaba allí. Su rostro bien proporcionado tenía una expresión seria, como si estuviera discutiendo seriamente con otro empleado del Gremio.
- ¿Entrenar?- murmuró Bell ante las señas que le hacia su hermano-. ¿Estás seguro?-
Naruto entrenaba por las mañanas, y algunas veces por las tardes tras terminar el recorrido en el Calabozo. Incluso decenas de veces lo había invitado a Bell a participar, como si el hermano menor estuviese preparándose para pelear contra otras personas.
Naruto solo asintió.
- Bien- exclamo sonriendo el peliblanco despidiéndose de su hermano.
Esta noche cenaria solo. Naruto iría a entrenar un poco, para luego irse a trabajar en la tienda de ramen. Hoy le tocaba turno por la noche.
- (¿Qué comeré hoy?)- pensó Bell caminando hacia el cuarto del baño de ese piso, listo para una ducha.
Naruto solo negó yéndose hacia su hogar, aquella iglesia abandonada, un regalo de Hefesto hacia Hestia. El cuerpo de Bell parecía acostumbrarse a la pelea, pero contra monstruos. Naruto sabia muy bien que tarde o temprano tendrían que pelear contra otras personas. Ya sea en un juego de guerra o bajo un ataque enemigo, inclusive podría ser una guerra.
X~X~X
Ya es suficiente, Hefesto suspiró, no podía concentrarse en su trabajo. Puso la pluma en la esquina de la mesa, dejando el resto del trabajo que debía ser firmado.
La luz emanando del atardecer brillaba dentro de la casa, era muy débil, eso significaba que se acercaba la noche.
Hefesto miro fuera de la ventana una vez, entonces de repente tomó una actitud seria enderezando su postura y miró a Hestia. Hestia actualmente revelaba la parte posterior de su cabeza.
- Por favor dime Hestia, ¿Por qué estás dispuesta a hacerlo hasta este punto?-
Hefesto usó sus dedos para cubrir la mitad derecha de su rostro, incluyendo el parche en su ojo derecho, mientras le preguntaba sin rodeos.
- ¡Quiero ser la fuerza de esos niños!-
Hestia no modificó la postura dogeza y emitió una respuesta.
- ¡Quiero tener el poder de ayudar a mis niños! ¡Quiero ser capaz de darles un arma que abrirá un camino para ellos! ¡Soy la Diosa de esos niños, pero no he hecho nada digno de ello!- exclamo apretando sus dientes frustrada.
Cuando Hestia quiso exprimir sus pensamientos finales, su cuerpo se volvió más rígido.
- Odio no poder hacer nada por ellos...- susurro mientras los rostros sonrientes de aquellos dos surcaba por su mente.
Aunque la frase era débil en la medida en que era poco convincente, fue suficiente para conmover a Hefesto.
En ese momento, aceptó los sentimientos, que no podían ser falsos, de Hestia.
- Entiendo, te ayudare a hacer un arma para tus niños-
Hestia repente levantó la cabeza y miró directamente. Hefesto se encogió de hombros y la miró.
- Si no acepto, continuarás quedándote allí para siempre como una palanca, ¿cierto?-
- ¡Sí! Gracias, Hefesto-
Hestia quiso levantarse, pero debido al entumecimiento por el largo período haciendo Dogeza, inmediatamente tropezó y cayó. Al ver el rostro rojo y riendo de su amiga, Hefesto fingió suspirar.
- Permíteme dejártelo claro, tendrás que pagar el precio. Incluso si te toma décadas o cientos de años, absolutamente pagaras la deuda- advirtió la diosa haciendo tragar saliva a Hestia.
- En-entiendo-
Hefesto cerró los ojos y se enderezo, mientras escuchaba las palabras de Hestia, se dirigió a los estantes montados en la pared.
El estante delgado mostraba varios pequeños martillos translúcidos.
- ¿En qué arma se especializan tus niños?-
Hestia se llevo una mano hacia su mentón, pensando.
- Bell-kun una daga, pero Naruto-kun es el problema- mencionó sin saber que hacer.
El chico parecía aferrado a aquella enorme espada, y no parecía ser un usuario de dos espadas. Así que la creación de otra estaba fuera de discusión. ¿Que podrían fabricar para Naruto?
X~X~X
Era la mañana del tercer día donde su diosa aún no aparecía. El aire fresco de la madrugada los rodeo apenas salieron de la Iglesia.
Entraron en un pequeño callejón y hábilmente tomaron unas cuantas vueltas, dejando la Calle Principal del Oeste. Acelereraron haciendo que el paisaje y la mañana se superpusiera.
- Heeey~ ¡Cabello blanco, y Espadachín Negro esperen un minuto-nyaaa!-
Dándose la vuelta a la dirección de la voz, en la entrada de la <Señora de la Abundancia>, había una persona con orejas y una cola de gato, enérgicamente agitó las manos.
- Buenos días-nya- saludo acercándose al par-. Pido disculpas por llamarlos de repente-nya-
- Ah, no. Buenos días...sobre eso, ¿Qué pasa?- pregunto Bell.
- Tengo algo que solicitarte-nya, es sólo una cuestión un poco molesto-nya, esto es para ti-
- ¿Ha?
- Cabello Blanco, eres amigo cercano de Syr-nya, así que quería solicitarte que le llevaras algo a esa chica descuidada-nya-
Naruto observo cuidadosamente lo que la empleada le había entregado a su hermano, era una bolsa cargada con dinero.
Era un monedero en forma de bolsa con una hebilla metálica, encima del monedero había un grabado que nunca habia visto antes, se puede decir que no fue creado por una <Familia> al azar, la bolsa púrpura tenía un diseño delicado y lindo.
- Anya, si solo dices eso y no explicas totalmente, Cranel-san también se turbara-
Esta vez apareció la empleada elfo, quien estaba a punto de preparar los asientos al aire libre y se acercó a su lado.
- Ryuu eres una idiota-nya. Era el turno de Syr-san de cuidar la tienda, pero holgazaneo y se fue corriendo a visitar el festival, asi que quería entregarle su monedero que olvido-nya, incluso si no lo digo hasta ese punto-nya, Cabello Blanco también debería entenderlo-nya. Nya, ¿Cabello Blanco?-
Naruto solo dio un suspiro. ¿Por qué a su hermano mayor siempre le pasaba estas cosas? Era como si el chico fuese un iman para los problemas, eso, o alguien se los creaba a propósito. El rubio dio un bostezo y se recargo sobre la pared más cercana ignorando la conversación. Su mente se desconecto apenas comenzaron a hablar sobre un Festival de Monstruos. Estaba bien, después de todo, buscaban a Bell.
- La Calle Principal del Este, que conecta con el Coliseo debe estar bastante concurrida, por favor dirígete allí primero para que puedas seguir el flujo de la multitud y llegar fácilmente- hablo la elfo.
- Syr acaba de salir, así que si te vas ahora, deberías ser capaz de alcanzarla-nya-
Bell solo asintió y dirigió su mirada hacia su hermano.
- ¿Me acompañas?-
Naruto solo negó con la cabeza. No quería ir por ahí buscando a una mesera para devolver un simple monedero. Sobre todo, esa Sry o como se llame no le caía bien. Algo de ella no le agradaba.
Viendo que su hermano no lo acompañaría, Bell le dejo su bolsa ya que se pondría en su camino. Ahora ligero como una pluma, Bell partió en busca de la camarera.
X~X~X
Le dio un pequeño sorbo a su vaso de agua cortesía de Anya.
- Gracias por ayudarnos-nya- agradeció la camarera gato sentada a su lado.
En algún punto, Naruto decidió ayudar a las chicas de la taberna moviendo las mesas y sillas. El par se encontraban a las afueras del establecimiento viendo a la gente pasar en dirección al festival.
Naruto tomo el papel y lápiz prestado por la camarera comenzando a escribir.
No hay de que. Después de todo, no tenia nada que hacer.
- Las recompensas que obtuviste no fueron nada malas-nya- habló orgullosa Anya moviendo su cola de un lado a otro. Después de todo, el chico había compartido tiempo con ellas, y un vaso de agua. Recompensas dignas que cualquier cliente hubiese querido.
Naruto volvió a escribir.
Lo que tú digas.
Anya hizo un pequeño mohín ante lo leído viendo al chico. Al instante lo señalo comenzando a decirle alguna que otra cosa. Cosas que Naruto ignoraba olímpicamente.
El aventurero se levanto de las escaleras quedando de pie, algo que hizo retroceder un poco a la camarera. La diferencia de altura entre ambos era intimidante. Sobre todo si sumamos los ojos rojos del chico observando todo con cuidado.
- ¡No creas que me intimidas-nya!-
Un tipo de sonido resonó en los oídos del chico.
Era diferente a los bulliciosos sonidos del Festival, era un sonido que se sentía muy urgente y agudo.
- (¿Sonido de gritos?)-
El momento en el que pensó esa frase, un sonido más fuerte salió.
- ¿¡M-MOONTRUOOOOOOS!?-
Como si todo se hubiera congelado, la calle pacífica y bulliciosa de repente se llenó de miedo.
Por instinto, Naruto llevo su mano derecha hacia su espalda tratando de agarrar el mango de su arma. Solo aire fue lo que agarro. Su espada se encontraba almacenada dentro del bar junto a la bolsa de Bell. Su arma le impedía trabajar con desenvuelto, así que se la había sacado.
Tres goblins aparecieron por el final de la calle persiguiendo a un grupo de mujeres, con sus armas en alto, listas para asesinarlas.
No daría tiempo para buscar su espada, y salvar a las mujeres. Así que, solo se lanzo hacía los monstruos con sus manos y un lápiz.
Una de las chicas cayo al suelo, y solo atino a cubrirse con sus brazos al ver aquel monstruo lanzarse hacia ella con una daga.
Una mano agarro con fuerza el cuello del Goblin deteniendolo en medio de su acción. Naruto, con impulso, sacudió la espalda del monstruo contra la pared más cercana.
¡Fush!
El lápiz viajo perforando el ojo izquierdo del Goblin que aulló de dolor. Naruto repitió la misma acción cuatro veces matando a su enemigo tras la tercer apuñalada.
El aventurero giro lanzando el cadáver hacia los dos restantes. Uno de ellos no se lo espero y cayó al suelo siendo presionado por el cuerpo inerte del primer Goblin.
El segundo monstruo había saltado esquivando el anterior ataque, lanzándose hacia el rubio. En medio del aire, Naruto lo agarró con fuerza por la cara. Y con un ligero movimiento sacudió al monstruo contra el piso.
El Goblin no pudo emitir ningún sonido. Al instante, Naruto apuñalo una de sus orejas con el lápiz, perforando su cerebro.
El tercer y último enemigo, finalmente se deshizo del cadáver que lo aprisionaba contra el suelo.
Con horror vio una sombra descender hacia el.
Naruto aterrizo sobre las rodillas del Goblin rompiendoselas en el acto. El monstruo abrió su boca soltando un aullido de dolor. Grave error.
La mano de Naruto ingreso en la boca de su enemigo enterrando el lápiz dentro suyo. La punta del "arma" salió por detrás de la cabeza del Goblin.
El monstruo dio un par de espasmos y se deshizo en cenizas.
Naruto lanzó el lápiz al suelo, y con un pequeño agite elimino la sangre que manchaba sus manos.
Anya dio un paso hacía atrás algo asustada. ¿Aquel tipo acababa de matar a tres monstruos con un lápiz? ¡¿Con un maldito lápiz?!
Bell.
Naruto giro su vista de nuevo hacia la taberna con la única intención de buscar su arma.
X~X~X
La calle residencial, no, debería llamarse la Calle Laberinto, se componía de muchas chozas pequeñas hechas con piedras. En la pared exterior de las casas había un par de candelabros de Piedras Mágicas dejando escapar un débil resplandor.
Naruto corría siguiendo los sonidos de batallas. Esperaba que con quien se encontrase fuese con Bell.
Apenas giro en una esquina, choco contra una sombra más pequeña haciendo que cayera al suelo debido a la diferencia de altura y peso.
- Fíjate por donde vas idiota- exclamo la muchacha desde el suelo, jadeando levemente mientras sudaba debido a la corrida.
Naruto conecto miradas con la chica y sus ojos brillaron levemente.
- ¿Naruto-kun?- preguntó Hestia-. ¡Naruto-kun!- exclamo contenta abrazando al muchacho.
Su diosa seguía igual que días atrás. Lo único distinto en ella era la enorme caja que cargaba en su espalda. Algo que seguro la estaba cansando aún más.
- ¡No hay tiempo! ¡Bell-kun está en peligro!- advirtió la diosa.
- Gahaah-
Naruto señalo hacia todos lados tratando que le diga la ubicación.
- Iremos juntos, Naruto-kun- exclamo segura la diosa-. E iremos con un As-
Después de decir eso, Hestia desabrochó las correas de la caja en su espalda, dejándola caer al suelo.
Bajo la atenta mirada de Naruto, la diosa tenía una expresión orgullosa y abrió la caja. Curioso, el aventurero dio un paso hacia adelante viendo el contenido.
Una armadura completamente negra.
Fin del capitulo.
Hace su aparición la armadura Berserk. Espero que les haya gustado el capitulo.
Nos leemos en otro capitulo. Que tengan buena semana.
Bye-bye~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top