III.
Sexto Piso.
¿Donde estaba? Había recorrido los primeros cinco pisos por si solo en busca de Bell. No encontró ningún solo rastro, ¿acaso, en su decisión, su hermano había subido hasta el sexto piso?
Di varios pasos más viendo con cuidado a mi alrededor. Sexto Piso. Jamás había llegado tan abajo. El tercero fue mi limite, sin embargo, la búsqueda de Bell me impulso hasta este mismo lugar.
Tsk.
Di un pequeño chasquido entre dientes. ¿Y si me había equivocado, y Bell no había venido al Calabozo? Negué con la cabeza, el cansancio me estaba afectando.
Mi cuerpo presentaba rastros de garras de los monstruos, dientes o de ser agarrado. Mi capa, que ya estaba hecha jirones, había desaparecido en algún punto del piso tercero o cuarto. No sé, no me acuerdo.
Mis manos sostenían mi espada oscura que hoy se había bañado con la sangre de un sinfín de monstruos.
Haa haaa.
Mierda, el cansancio era más de lo esperado. ¿Cuanto tiempo llevaba dentro del Calabozo?
El grito de un aventurero resonó por alguna parte del piso. No. No era cualquier aventurero. Lo reconocería incluso si me borraran la memoria.
Bell.
Mi cuerpo reacciono por si solo comenzando a correr hacia el origen.
Llegue a una amplia habitación. Era cuadrada y no había nada que tapara la vista. Como paisaje solo se podía apreciar paredes verdes. Y allí, en el piso, mi hermano se encontraba inconsciente.
Dos sombras se le acercaban a paso lento, listos para asesinarlo, darle el golpe final.
Eran de unos 160cm de altura. Tenían un cuerpo atlético. Desde la cabeza hasta las piernas eran completamentes negros, y la forma de sus brazos y piernas eran similares a las de un humano. Sin embargo, al no tener cabello ni piel, no se sentía como un animal.
El monstruo que aparecía en el sexto piso, War Shadow. Sus habilidades de combate estaban entre las mejores en el sexto piso. Aquellos monstruos estaban designados como el primero que un aventurero novato no podía derrotar en los pisos superiores, en el rango de los pisos 1-12.
Y pude comprobarlo apenas se lanzaron a atacarme.
Un ataque que era como un puño cerrado golpeó mi hombro. Todo mi cuerpo siguió el flujo del ataque y salió volando, el fuerte impacto hizo que mis manos dejaran caer mi arma.
Ya no podía más. Vamos, había estado batallando desde hace horas. Mi cuerpo ya estaba en las últimas. Solo llevaba dieciséis días como aventurero, esto estaba a otro nivel.
Mi espada choco contra el suelo emitiendo un nítido sonido.
Los ojos de aquellos monstruos se volvieron más pequeños.
La escena inmediatamente se volvió como si el paso del tiempo se hubiera relantizado.
Podía ver con claridad a mi hermano inconsciente en el suelo. Mi espada tirada a lo lejos, ni siquiera las yemas de mis dedos llegarían a alcanzarla.
Mis últimos recuerdos fluyeron por mi mente. Como una linterna giratoria, las cosas que había experimentado hasta ahora comenzaron a reproducirse por si mismos.
Y luego, solo permanecieron dos sonrisas, mis personas más importantes. Bell y Hestia.
Cuando Bell y yo llegamos a Orario, todas las familias nos ignoraron. Los entendía, sabia la razón. Primero buscarían como prioridad a aquellos que sepan defenderse, o a alguien que tuviese una habilidad especial. Bell y yo, dos chicos salidos de un pueblo granjero, no serían nada para las familias en la ciudad.
Los entendía, pero aún así, era frustrante.
Hestia les abrió los brazos, recibiendolos. Envolviendolos con algo que jamás habían experimentado, el amor de una madre. La diosa les demostró la calidez de un hogar.
Y la familia... debería de regresar a casa.
Desarmado, sin poder levantar sus brazos, Naruto se lanzó hacia su oponente.
Saltando desde el suelo, sus dientes se clavaron en el cuello del monstruo.
Y lo siguiente que se escucho fue un sonido grotesco.
De un tirón, Naruto arranco la yugular del War Shadow. Del agujero, como un géiser, la sangre negra salió disparada manchando al aventurero.
El liquido, aún caliente, bajaba por el rostro de Naruto. La sangre combinaba con el color de los ojos del muchacho, dando al mismo tiempo, una imágen hermosa y grotesca.
El monstruo tuvo un pequeño espasmo, la totalidad de su cuerpo perdió fuerzas, y cayó de rodillas.
Las piernas de Naruto flanqueaban listo para caer, quedando a merced del otro oponente. Por reflejo, sintiendo el pequeño pedazo de su enemigo dentro de su boca, Naruto trago ingiriendo la carne del War Shadow.
- Gaahaharrr-
El aventurero abrió su boca dando el rugido de una bestia mostrando sus colmillos y baba bajando por la comisura de sus labios.
El otro monstruo estaba congelado debido a la muerte de su compañero, y al rugido proveniente del humano.
Y de repente, sucedió.
Todo cansancio que sentía en sus músculos desaparecieron como si nunca hubiese estado. No. Fue todo lo contrario, pudo sentir incluso como su fuerza había aumentado.
Naruto corrió tomando su espada del suelo y se lanzo hacia el último enemigo.
El cuerpo balanceándose de la War Shadow se preparo para interceptar el ataque, pero el aventurero llego primero. La espada negra descendió partiendo en dos verticalmente al monstruo.
No pudo emitir ningún sonido y murió, el cuerpo negro del monstruo se convirtió en cenizas.
Permitiendo que sus pulmones respiraran violentamente, Naruto se quedo viendo el cielo. Una vez que la adrenalina descendió, la fatiga lo golpeó nuevamente.
¿Qué le había ocurrido a su cuerpo? Su corazón latía rápidamente.
Sus enemigos que eran de un nivel más alto que el, fueron derrotados. Por esa misma razón, los niveles importaban, las estadísticas importaban, pero otros factores también podrían cambiar una batalla.
Dejando de pensar en esos temas, Naruto movió su andrajoso cuerpo lleno de cicatrices hacia adelante. Un paso, y tambaleo a punto de caer. Antes del golpe, los brazos de Bell lo sostuvieron a duras apenas.
Ambos hermanos al verse sonrieron débilmente.
Dejaron de respirar por un segundo. Levantando la cabeza, en el lado izquierdo y derecho, las paredes parecían ser como un nido de araña, dividiéndose constantemente. Al instante cuatro, el doble de la cantidad anterior, de las War Shadow fueron engendradas del Calabozo.
A partir del sexto piso, la frecuencia con la que nacian los monstruos era más alta.
El ruido de pisadas penetro los oídos de los hermanos. Un sonido como si estuvieran siendo acorralados.
Dándose la vuelta, pudieron observar que por la única salida del lugar, aparecieron un montón de monstruos.
Uno tras otro, entraron por la salida ingresando en la habitación.
Naruto dio una paso hacia el costado, deshaciéndose del agarre de Bell, perdiendo su apoyo.
Bell sostuvo su daga que no poseía empuñadura, cortando sus manos dejando que la sangre fluya.
- Hagámoslo entonces- exclamo el peliblanco.
Naruto abrió su boca dejando escapar un largo suspiro dando la sensación que humo salía de sus pulmones. Sus brazos se levantaron apoyando su enorme espada sobre sus hombros, y sus ojos carmesí se clavaron en los nuevos enemigos.
Los hermanos entrecerraron sus ojos.
No serian detenidos en este lugar.
Ellos, quienes estaban rodeados por los rugidos de los monstruos, se renovaron.
Volverían a casa, a su hogar.
Y los monstruos se precipitaron.
X~X~X
Hestia caminaba ida y vuelta. Su rostro presentaba una expresión ansiosa.
10, 11, 12. Aquellos dos no habían regresado aún.
- ¿A donde fueron Bell-kun, Naruto-kun...?-
No hubo resultados.
No pudo encontrar aquel cabello blanco y rubio por ningún lado.
Su compostura se derrumbo como una castillo de arena, y comenzó a sudar. Impaciente. Hestia decidió buscar a los miembros de su familia una vez más y se dirigió a la puerta.
En el momento que su mano toco el pomo de la puerta, esta, se abrió golpeando su rostro de lleno.
La esperanza en Hestia aumento un 100.
- K-kami-sama... l-lo siento-
Hestia movió sus manos que cubrían sus ojos. Tal como esperaba, las personas paradas frente a ella eran Bell y Naruto.
Sin embargo, al verlos se quedo sin habla.
Naruto estaba inconsciente, y Bell, como hermano mayor, lo cargaba en su espalda. Heridas por todos lados, sus cuerpos manchados con barro, sus estados eran imposibles de ocultar.
La expresión de la diosa cambio y se acerco hacia los hermanos.
- ¡¿Que paso?! ¡¿Que son esas heridas?! ¡¿Por qué Naruto-kun está inconsciente?!-
- Entre... al Calabozo, y Naruto me siguió buscándome- exclamo Bell tragando saliva, nervioso.
- ¡Idiota! ¡¿Que planeabas entrando de esa manera al Calabozo?! Y además, ¡¿toda la noche?!-
-... Lo siento-
¿Por qué había hecho algo así? No preguntaría, el chico era demasiado terco.
- Vayan a darse un baño- ordeno Hestia de mal humor a ver a sus familiares así de heridos. El tono de voz que había empleado era el de una madre preocupada por la travesura de sus hijos.
X~X~X
Había pasado una noche después que los hermanos regresaran. Debido a la fatiga extrema, durmieron todo un dia completo.
Como de costumbre, Hestia se sentó sobre la espalda expuesta de Naruto, usando su sangre para tallar el "texto sagrado". Sus dedos bailaban sobre la piel, músculos y cicatrices en la espalda del rubio.
¿Que demonios pasaba con este par de hermanos?
Eran rápidos. Su crecimiento era anormal. Ni podía llamarse crecimiento, sino, saltos. Si los otros aventureros crecían a la misma velocidad que Bell y Naruto, entonces, la mayoría pasaría a nivel 2 en solo cuestión de meses.
Ambos hermanos crecían a una velocidad 1 o 2 más rápida que los demás.
El crecimiento de Bell era debido a su habilidad <Deseo Inquebrantable> influenciado por sus sentimientos sobre Aiz Wallenstein.
Pero, ¿y Naruto?
Las manos de la diosa se detuvieron, y con ojos temblorosos observo la razón del crecimiento anormal.
Naruto Cranel.
Lv.1
Fuerza: G 221 ---> F 341
Resistencia: H 232 ---> G 325
Destreza: H 139 ---> G 270
Agilidad: G 225 ---> F 301
Magia: I 0
<Magia>
[ ]
<Habilidad>
[Beelzebub]
• Al comer bestias, monstruos, o humanos, aumentan sus estadísticas.
• El aumento solo ocurre cuando la habilidad esté activada.
• El aumento depende de lo que coma
Hestia trago saliva nerviosa. Definitivamente, este par de hermanos, era único.
Fin del capitulo.
Espero que les haya gustado. ¿Que les pareció la habilidad de Naruto?
Espero que tengan buena semana. Nos leemos en otro capitulo.
Bye-bye~
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