Sempiterno [What if + Revelación]

Este what if tratará inicialmente sobre...

Berwyn y Ryuuzaki

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¿Qué pasaría si Berwyn se rencontrase con Ryuuzaki?

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Todo empezó un hermoso día de primavera, donde en un reino desconocido se encontraba aquel joven príncipe, quién aún no se daba a conocer completamente.

Este iba llevando una ofrenda de monedas doradas, con una corona de flores blancas acompañada de algunos cerezos.

Aquel príncipe terminó por acercarse a un enorme cerezo de cristales, que se encontraba en medio de una hermosa y amplia sala del palacio donde permanecía.

— ... Un año más desde que te fuiste, hermano... —suspira con algo de pesadez y deja la ofrenda frente el cerezo, para después contemplar este detenidamente—... ¿Estarás vivo, Ryuuzaki?

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Dentro de aquel universo raro donde todos permanecían "dormidos"... Se encontraba el erizo mayor, contemplando con tranquilidad uno de sus más hermosos cerezos.

— ... ¿Por qué siento que algo me llama?... — susurra hacia si mismo con algo de confusión—.

— ¿Te sientes bien, papá? —le menciona con suavidad la pelirosa, mientras estaba detrás de él—.

Ryuuzaki al escuchar que su amada hija le preguntó algo, se dió la vuelta, dedicándole una pequeña sonrisa.

— Si, Eliza. No te preocupes por mí... Sabes que aveces me da por hablar solo.

La chica suspiró algo pesado y abrazó uno de sus brazos, mientras empezaba a caminar con él por aquel hermoso bosque.

— Lo sé... Pero recuerda que si necesitas hablar, yo estoy aquí para hacerlo. ¿Está bien? —le regala una dulce sonrisa—.

— Si, cariño. Pero apartando esto... ¿Te acuerdas que te llame para algo?

La chica asintió y pronto notó como su padre se puso frente ella, conservando un gesto neutral.

— Tengo un muy mal presentimiento... No es nuevo, llevo siglos sintiéndolo... Pero no he logrado saber qué es. La razón por la cual te llamé... Es porque quiero que tengas mucho cuidado. Algo fuerte se aproxima...

Eliza formó un gesto algo preocupante en su rostro... ¿De qué tipo de amenaza podría hablarle?

— Si lo tendré, pero... ¿De qué mal me hablas? N-No lo entiendo... ¿Qué puede? —le dice lo último con angustia—.

— ... Ni yo estoy seguro, mantengo mis sospechas... Pero probablemente se aproxima una guerra universal.

Ryuuzaki mencionó aquello de manera suave, pero manteniendo su gesto neutral al ser un tema serio.

— N-No me digas eso... A-Apenas estoy saliendo de mis problemas cómo para lidiar con otro. —forma una sonrisa nerviosa y empieza a negar con la cabeza, mientras iba deshaciendo su sonrisa—. ¿Q-Qué haremos?...

— ... Prepararnos, te pido que por favor tengas mucho cuidado con lo que vayas hacer, las cosas no están bien... —suspiró levemente y la abrazó con cariño—. Prométemelo...

— ... Lo prometo. —agachó las orejas y correspondió su abrazo, para segundos después separarse de este—. Te prometo que estaré atenta y si sé algo, vendré.

— Está bien. —asiente con la cabeza y le planta un pequeño beso en la frente—. Ya es hora de que te vayas, cariño. No quiero que se te haga tarde...

Eliza asintió y formó una pequeña sonrisa, terminando por darle un pequeño beso en la mejilla y así irse, dirigiéndose a la salida del bosque.

— ¡Te amo! —le sonríe más notablemente, mientras se iba yendo y despidiendo de él—.

— ¡Yo también te amo, tesoro! —le devuelve la sonrisa y agacha las orejas—. Que la buena suerte esté siempre contigo... —susurró lo último para sí mismo—.

Mientras Eliza se iba yendo por el bosque, contemplaba la naturaleza que le rodeaba... La cual le formaba un momento agradable.

Sin embargo, un ambiente de color rosa podría verse afectado igualmente. Desde las sombras que ocasionaban los árboles... Se encontraba aquel chacal azulado, cuya mirada era amarillenta y sus pupilas manecillas de reloj.

Berwyn sólo contemplaba a Eliza desde la oscuridad, manteniendo un gesto neutral.

— ... ¿En serio es ella? —alzó una ceja y miró hacia su brújula, la cual apuntaba a Eliza a medida que avanzaba—. ... Bien, no me cabe duda... —dirige su mirada hacia la pelirosa, manteniendo un gesto serio—.

Eliza siguió caminando con tranquilidad, hasta que sintió la necesidad de irse por otro camino.

— ... Confiaré en mi instinto, supongo. —sé encoge levemente de hombros y se va yendo por el otro camino—.

Aquello fue de buena suerte, ya que Berwyn la estaría esperando por el camino al que se dirigía inicialmente, con intención de asesinarla.

— ... ¿Con que logró presentir mi energía?... ¿Sabe que estoy aquí y planea algo u fue cuestión de coincidencia?... —frunció su mirada sobre la chica, pero no se quedó de brazos cruzados, ya que empezó a seguirla con sutileza—.

Mientras Berwyn seguía asechando a Eliza como si fuese una presa, la chica solo seguía en su andar, dirigiéndose por los caminos en los que presentía esa sensación de seguridad.

— Oh, con que este era el camino corto... —sonríe algo animada al ver que había salido del bosque—.

Berwyn apareció detrás de ella sin hacer ruido alguno, solo se mantuvo cerca de ella y se quedó oliéndola con sutileza, al igual que intentaba tocar su cabello.

— "¿Cómo es que ella huele tan divino, pero a la vez mantiene otra esencia diferente?..." —pensó el chacal en su interior, hasta que Eliza se volteó y lo miró, dejándolo sorprendido—.

— ... ¿Quién eres? —le menciona con seriedad y frunciendo su mirada—.

— ... Soy lo que todos anhelan, princesa. —forma una pequeña sonrisa en su rostro, para después ladear la cabeza—. ¿Puedo saber qué hacías por estos lados?

— ... ¿Es de tu incumbencia? Uhg, hazme un favor y no me molestes... —rueda los ojos con algo de fastidio y solo vuelve a su andar—.

— Oh, una chica difícil... Bien, me lo haces más fácil. —aparece nuevamente frente ella, mientras mantenía una pequeña sonrisa—.

— Por favor, te pido que te vayas por donde viniste. Y más te vale no insistirme... —frunce su mirada turquesa sobre él, para después apartarlo de su camino e irse más rápido—.

Berwyn estuvo apunto de seguirla otra vez, hasta que su brújula repentinamente cambió de dirección... Esta vez, adentrándose a lo profundo del bosque.

— ... ¿De verdad? —susurró incrédulo ante ello, dirigió la mirada por última vez hacia Eliza... Hasta que después llevó la mirada al bosque—. Con que hay otro ser que conecta con su esencia...

Eliza terminó de alejarse y miró de reojo a Berwyn, frunciendo la mirada con sospecha. No le había dado buena espina desde que lo encontró así de cerca, por lo que creó una avecilla de flores, la cual mantenía un pequeño cristal incrustado en la nuca.

— Dile a mi padre que hay un ser raro por el bosque... No sé si lo conocerá, pero dile que esté pendiente. —besa su frente con suavidad, notando como el ave alzó vuelo y fue con Ryuuzaki—.

Mientras tanto, Berwyn estuvo dirigiéndose hacia aquel aroma que lo atraía. Este aroma realmente era "desagradable" en cuanto a lo que significaba dicho olor, y este mismo se iba haciendo cada vez más fuerte a medida que se acercaba.

Ryuuzaki por su parte... Estaba caminando un tanto alarmado por el bosque, ya que sentía una gran sensación de amenaza... La energía de un ser oscuro.

— Debe estar por aquí... —frunció su mirada en el entorno, hasta que la avecilla de su hija posó en uno de sus cuernos—. ¿Ah? —alza la mirada confundido hacia el ave—.

" Hay un ser raro vagando por el bosque... Por favor esté al tanto, majestad. " —le mencionó el ave en su mente, antes de alzar vuelo y disolverse en flores—.

Ryuuzaki se sorprendió al escuchar aquello, ya que eso le había confirmado el que sí había alguien dentro...

Berwyn por su parte, terminó por llegar a las espaldas de Ryuuzaki... Quedándose impactado al verlo, incluso parecía incrédulo.

— ... ¿Ryuuzaki, en serio eres tú?...

El pelirosa al escuchar aquella voz masculina, se dió la vuelta y lo miró con la respiración algo inquieta, ya que sentía una horrible sensación en el ambiente, ya que esta provenía de él.

— ¿Y tú eres...? —le miró confundido y serio, aunque terminó por fruncirle el ceño—.

— ... ¿Me lo pregunta la criatura de la suerte?... ¿O el Dios de la suerte? —mencionó lo último con seriedad, mientras iba ladeando lentamente su cabeza—.

Ryuuzaki se quedó mirándolo fijamente... Al igual que permanecía en silencio, algo en su mente pareció resonarle, pero por más que intentase comprenderlo... No podía.

— ... Te lo pregunta Ryuuzaki, da igual lo que al final se suponga que sea. —dijo con firmeza y dureza en su tono, ya que empezaba a sentir cierto rencor hacia su persona...—

— ... Claro, si eres un Dios... Puedes ser lo que quieras, a fin y acabo eres egoísta. ¿Y quién soy yo?... Quizás tu enemigo jurado, pero para no caer en clichés... Soy lo que tú anhelas. —forma una pequeña sonrisa—.

— Yo no anhelaría nada que pueda provenir de un ser repulsivo como tú, demonio. —empezó a caminar alrededor de forma lenta, mientras no le quitaba la mirada de encima—.

— Por favor, vives anhelando por el tiempo... ¿Y cómo lo sé? Porque siempre fuiste así... —esboza una sonrisa y empieza a caminar igual que él—.

— No sé de que me hablas, es la primera vez que me cruzo contigo... Y posiblemente la última. —se detiene y le mira de manera despectiva—.

— ... No me parece algo raro de oír si viene de un repulsivo Dios... —resopla con disgusto y se detiene—. Escúchame, en estos territorios la máxima autoridad soy yo... Te largas de aquí o te juro que te hago imposible la vida.

— Deja de usar el término "Dios" conmigo. ¿Entonces me amenazas?... Entre nosotros dos, tú sabes muy bien quién es el que verdaderamente puede destruirle la vida a alguien... —Al decirle lo último, su mirada se fue irradiando de una luz fría y tenue, a la par, sus pupilas iban afilándose poco a poco, ya que esa era su mirada real—.

— Entre el tiempo y la suerte... ¿Quién crees que ganaría?~ —va formando una sonrisa siniestra en su rostro—. ¿Te recuerdo que tu hija es de mi propiedad? ¿Todo lo que permanezca aquí?...

Ryuuzaki al escuchar eso, para él fue la gota que colmó el vaso. Por lo que se acercó a Berwyn y lo miró directamente a los ojos, mientras apretaba con rudeza sus puños.

— Con que esa chica si es tu hija... Debí imaginármelo, tiene casi la misma esencia desagradable que la tuya... Que lastima no haberle arrancado el corazón, debe ser realmente dulce~

Antes de que Berwyn pudiese seguir, Ryuuzaki le plantó un golpe bestial, para así Berwyn saliese disparado y chocase con cientos de árboles.

— ¡UN CUALQUIERA, NO ES DIGNO DE HABLAR SOBRE MI HIJA! —le gritó con bastante enojo y fuerza, para después empezar a caminar de forma amenazante hacia donde lo mandó—.

Berwyn había terminado contra unas piedras, intentaba ponerse de pie... Pero sentía como si más de la mitad de sus huesos se hubiesen roto.

— E-Estupido cuerpo mortal... —gruñó con molestia y desagrado—.

El chacal alteró un poco el tiempo para que sus huesos nunca se hubiesen roto, a pesar de la paliza que recibió. Después de ello se puso de pie, notando como Ryuuzaki se acercaba con pisadas fuertes.

— ¿C-Cómo carajos es que estas aquí?... Uhg, ¡Mataré a Dante después de esto! —grita enojado y se va acercando a Ryuuzaki también—. ¡PERO PRIMERO TE MATO A TI!

Ambos empezaron una fuerte pelea en la que buscaban la muerte del otro, pero era algo difícil de lograr... Ya que Berwyn manipulaba el tiempo a su gusto, y podía cambiar los acontecimientos en la pelea, mientras que Ryuuzaki, podía hacer que todo le saliese mal... porque podía manipular la suerte para bien como para mal. Era una batalla con potencial de volverse eterna... Era una pelea sempiterna.

Sin embargo, Berwyn notó que estaba reviviendo recuerdos bloqueados en la mente de Ryuuzaki... ¿De verdad habría valido la pena promoverlo a que reaccionase? Eso lo hizo detenerse.

— ¡Escúchame muy bien! Y te lo digo porque es la última vez que vengo con esta imprudencia... ¡Este universo es mío, tu lado divino no es nada aquí! —le gritó con gran rabia y rencor, mientras llegaba a jadear con pesadez y a sostenerse uno de sus brazos—.

— Yo no estoy destinado a acabar contigo... Porque el tiempo se acaba por sí mismo. —mencionó el pelirosa entre sus jadeos, mientras tenía cortadas y golpes feos, pero seguía estando de pie—.

— Entre tú y tu hermano Alan... Tú eres el peor ser que pude conocer. —susurró de manera despectiva—.

— ... Tú eres el único responsable de que las cosas se quedasen como están... —dijo aquello ya empezando a entrar en su lado más consciente, aquel lado que empezaba a despertar...—.

— ... T-Te haré sufrir a ti y a tu hija... ¡DIOS DE LA TRAICIÓN!

Una vez le grita esto de la manera más desagradable que tenía, Berwyn manípulo el tiempo para que aquello no ocurriese, ya que había regresado al punto en donde había visto a Eliza irse por el otro camino.

Ryuuzaki había olvidado que se lo encontró... Pero Berwyn se sentía atormentado con saber que se trato de él todo este tiempo, él era esa amenaza fuerte que lo fatigaba... su viejo enemigo estaba en su lugar de ensueño.

Pero no se iba a rendir, en este universo, él era el verdadero rey... Y nadie le iba a quitar su territorio.

Él los destruirá a todos... Pero él mismo se habrá condenado también.

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Jelou :3 xd
Necesitaba sacar esta revelación 0_0 xD pero lo que verdaderamente pasa, eso si seguirá bajo llave 👍🏻

Edmond: Menuda loca >:(

Y contigo también tengo algo importante que revelar 😃👍🏻

Edmond:... Yo desde hace rato sabía que era todo un Dios ✨💅🏼

Nop xD, realmente... Eres algo que odias 👍🏻

Edmond:... Una pizza Hawaiana(? 0_0

... Mejor ve a dormir bebé u_u

Arlin: /desmayada en villana cansada de sorpresas(?*

Edmond: Yo me encargo u_u /c la lleva* Descansen personitas lindas 🥰❤️

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