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Al terminar la película realmente sentí ganas de quedarme envuelta entre sus brazos hasta quedarme dormida, lo cual pretendí hacer cuando bajó su mirada hacia mi. Sonrió con debilidad removiendo los mechones negros de mi rostro, acariciandome la mejilla adolorida. Me contuve para no hacer ningún gesto de dolor, todo porque quería ver su reacción, algo que me diera algún indicio para no creer que lo que sentía era extraño y propio de una adolescente frustrada que juró mantenerse alejada de hombres mayores, pero al final siempre metía la pata.

—mi pequeña Abby— murmuró con dulzura sin alejar su pulgar de mi piel—. Mi pequeña y hermosa Abby.

Se levantó con cuidado de no "despertarme" pasando su brazo detrás de mi cintura cargándome sobre sus brazos. Hundí el rostro en su pecho inhalando su aroma que me resultaba fascinante, ese hombre no tenía ningún defecto visible. Subió las escaleras recorriendo un pasillo apenas iluminado por luces de bajo voltaje, seguro controladas por un regulador. Se acercó a una superficie suave dejándome recostada entre un montón aterciopelado de cobijas que olían exactamente a él, el mismísimo paraíso.

Su mano seguía en mi cabeza acariciandome el cabello, y sentí que podía despertarme solo para mirarlo, pero no lo hice. Lo dejé. Sentí sus labios pegados a mi frente por un breve momento, tiempo suficiente para enviarme directamente al oasis. Mis latidos eran vehementes y fuertes como nunca, torturandome con infinitas ganas de matarme. Escuché la puerta cerrarse después de sus pasos abandonando la habitación, pauta que me permitió abrir los ojos y tomar una profunda bocanada de aire.

¿Que acababa de pasar? Estaba comportándome como una niñita de hormonas locas. Tenía que ser evitado de alguna manera ¿no? Me di vuelta quedando sobre mi costado abrazándome de una de las almohadas carentes de su aroma, pero por un instante cerré los ojos engañando a mi subconsciente, haciéndole creer firmemente que me encontraba entre sus brazos y no abrazándome de una almohada.

Deprimente, oh si.

De esa manera me guié nuevamente a un profundo sueño sin sueños que pudiera recordar en la mañana. A todos les pasaba, unas veces se puede soñar con algo realmente lindo y al despertar es como si tu mente hubiera estado en blanco todo el rato, y eso me pasó exactamente al despertarme por un ruido abajo.

Resoplé los cabellos que tenía en la cara al levantarme de la cama como si nada hubiera pasado. Seguía en la casa de Luke, lo que de seguro me traería problemas.

Enormes problemas.

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